Damnificados de Katrina regresan al multifamiliar público San Bernardo

Revolución #037, 5 de marzo de 2006, se encuentra en revcom.us


Recibimos la siguiente carta desde Houston:

El 14 de febrero, Walid y yo junto con otras personas comenzamos nuestro camino de siete horas de Houston rumbo a Nueva Orleáns antes del amanecer. Esa tarde, Walid y yo caminamos por el proyecto desierto de San Bernardo (el proyecto de vivienda más grande de la ciudad). Walid creció y vivió ahí durante su juventud. De vez en cuando ha estado en el penal Angola, aprendió el oficio de constructor de gabinetes y vivió en California por varios años. Tuvo que irse de Nueva Orleáns a partir de Katrina y ahora vive en Houston.

"Es muy difícil ver todo esto, sabes. Es como un pueblo fantasma. Hay tantos recuerdos aquí", dijo Walid. "Lo que veo es cómo desplazaron a todas las personas que vivían en San Bernardo. Las han regado por todo el país y ahora tienen más cosas con las cuales lidiar para poder regresar a Nueva Orleáns. Y si llegas aquí, es cuando realmente comienza el problema. Tienes que lidiar con toda esta devastación solo para poder estar aquí, para estar en casa. Como este poste de teléfono que sigue aquí tirado en medio de la banqueta, cinco meses después. Y miren estos edificios, sabemos cómo reconstruirlos pero no lo podemos hacer solos".

El 12 de febrero FEMA (Agencia Federal de Manejo de Emergencias, por sus siglas en inglés) descorazonadamente dejó de pagar los recibos de los hoteles de 14,000 personas que perdieron sus hogares después del huracán Katrina. Miles de personas estaban desesperadas por encontrar un lugar donde quedarse, con sus pertenencias más valiosas metidas en dos bolsas de plástico. Unos damnificados y simpatizantes pusieron una carpa pequeña en las oficinas de la alcaldía de Nueva Orleáns. El 14 de febrero, residentes del proyecto de vivienda San Bernardo junto a otros, con la activista en contra de la guerra Cindy Sheehan, hicieron una protesta en frente del centro comunitario de la vivienda para exigir la reapertura del mismo. La Autoridad de Vivienda de Nueva Orleáns (HANO por sus siglas en inglés) había amenazado poner una cerca alrededor de las viviendas ese mismo día pero lo pospusieron cuando se enteraron de la presencia de los manifestantes. Después, durante esa misma semana, las autoridades de la ciudad trataban de atraer turistas a la inauguración oficial del Mardi Gras, hospedándolos en los mismos hoteles donde días antes habían expulsado a los residentes de Nueva Orleáns.

Jay Arena, miembro de C3-Hands Off Iberville, el grupo que organizó la manifestación el 14 de febrero en San Bernardo, dijo: "Alphonse Jackson, secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de Bush, dijo que Nueva Orleáns no será tan negro como lo era antes del huracán. No piensan reabrir la vivienda pública, que ahora controla el gobierno federal. El rumbo de HANO está dictado por Washington, así que reciben órdenes de Bush y Jackson. Jackson vino a Nueva Orleáns y dijo que lo que hicieron en los proyectos de Santo Tomás será el modelo para el resto de los proyectos. Bueno, Santo Tomás era un proyecto de 1500 departamentos, aproximadamente el mismo tamaño que San Bernardo, el cual redujeron, con un fraude de ingreso mixto, a 200 unidades. Así que si harán eso con el resto de los proyectos, es una reducción masiva. Es una receta para una limpieza étnica en la ciudad. Una limpieza étnica y de clase".

El abandono en aguas crecientes

Muchos residentes de San Bernardo, cuatro de los cuales manejaron desde Houston ese día, hablaron sobre el porqué de ese largo viaje. Stephanie Mingo nos dijo: "Estaba en el tercer piso ondeando mi bandera para que vinieran a rescatarme y no me hicieron caso. El Guardacostas dijo que mientras el agua permaneciera en el segundo piso, regresarían a rescatarnos. Pero los botes no regresaron hasta que casi todos nos habíamos ido gracias a que los jóvenes estaban buscando botes y regresaban con agua y comida para los niños pequeños. Trajeron canoas para poder evacuar a la gente de aquí. El Guardacostas no evacuó a todos y sí lo hizo a la fuerza con aquellos que no querían irse. Como las personas mayores que tenían miedo de meterse al agua porque no sabían qué les sucedería.

"Esos jóvenes son mis héroes. Especialmente las personas del primer piso que no podían salir. Como una señora en silla de ruedas que no puede caminar. El agua me llegaba al cuello. El sol brillaba como ahorita cuando me metí y vi que el excusado estaba escurriendo. Les dije a mis hijos que la casa se estaba inundando y entonces nos salimos. En lo que caminé de este edificio a aquel, el agua me llegaba al cuello.

"Bush dijo que sus hombres habían hecho un gran trabajo. Su gran trabajo fue el habernos dejado aquí en los proyectos a morir. No ayudaron a nadie. El agua rebasaba los carros. Tú sabes, el huracán no nos hizo nada; solo tuvimos algo de lluvia. Después del huracán, cuando estábamos sentados afuera, fue cuando el agua comenzó a venir.

"Perdí a mi madre en Katrina. ¿Por qué quiero regresar? Porque es mi hogar. Aquí es donde quiero estar. Las personas como Bush no están preocupadas por mí porque tienen su casa. Pago $418 con exactitud cada mes para vivir aquí. Duele mucho. FEMA no ha hecho nada por mí. Solo regrésenme mi hogar".

El regreso a casa

Loretta Lyons dijo que vivió en San Bernardo desde que tenía siete años y ahora quiere regresar. Dijo: "Ahora están pagando nuestra renta, ¿pero qué pasará después de que pasen los doce meses? Estaré en algún lugar de la calle. Perdí todo lo que tenía. No tengo nada, nada. Estaba en el primer piso. No puedo comprar una casa ni nada pero quiero regresar a mi hogar. Hay muchas personas en Houston que quieren regresar a Nueva Orleáns. Hay bastante de qué hablar sobre la gente de Louisiana. Cuando llegué a la oficina de desempleo les dije que he trabajado toda mi vida. Nos dicen en la televisión que Texas tiene mucho trabajo para nosotros. Cuando llegué a la oficina de desempleo y les dije que era de Louisiana, me dijeron "oh no, no tenemos trabajo". Necesito un trabajo, una casa y quiero regresar a Louisiana, a Nueva Orleáns. El dinero de FEMA nunca será destinado para las personas. Hemos perdido nuestro trabajo, nuestro hogar, todo".

Un ingeniero civil que examinó San Bernardo aseguró enfáticamente que el proyecto es habitable. La reinstalación de la electricidad y otros servicios hará que el segundo y tercer piso sean habitables inmediatamente. Y mientras eso sucede, los primeros pisos de los edificios, donde fue la inundación, pueden ser restaurados.

Cindy Sheehan habló fuertemente sobre cómo le afectó su experiencia en Nueva Orleáns: "Cada vez que pienso en nuestro gobierno no me puedo indignar y repudiar más. Se rebajan hasta el grado de asquearme. La última vez que estuve aquí fue después del huracán. No pude entrar porque estaba inundado. Ayer hice un recorrido por el Lower 9th Ward y tengo una pregunta para los medios. ¿Por qué no lo vemos en el resto del país? ¿Por qué los helicópteros no han volado sobre esa zona de guerra y mostrado las imágenes? Porque los medios corporativos no nos quieren mostrar los fracasos y la incompetencia de nuestro gobierno".

Cuando terminó la marcha, Loretta y su hija nos llevaron a la sección de San Bernardo donde vivieron. Gran parte de la vivienda se ve igual a como estaba meses atrás cuando los hicieron salir a todos en la inundación. Las bicicletas de niños siguen encadenadas a los enrejados del segundo y tercer piso. Los asaderos y monos de peluche están en los patios y aún hay fotos familiares en las paredes de los departamentos.

HANO ha colgado letreros de: "No pasar" en todos los edificios en San Bernardo. También han puesto placas de metal sobre las ventanas y puertas de muchos departamentos. Pero pudimos entrar al viejo departamento de Loretta. Las pertenencias de toda su vida, desde los tesoros familiares hasta la tele, siguen ahí, destrozadas, mohosas y podridas por la inundación. Las memorias de su vida, de su familia y su comunidad, ahora dispersa, siguen ahí. Loretta caminó lentamente por su pequeño departamento, señalando las cosas grandes y pequeñas, diciéndonos cuánto significaban para ella.

"Estuve aquí más de treinta años, desde que mi hija era una bebé. Pero no tiene caso llorar por eso. Trabajé muy duro para mantener este lugar y ahora me dicen que puedo venir y limpiar todo. No puedo hacerlo, todo el edificio necesita limpiarse. Esta es la tercera vez que regreso. La primera, no pude hacer nada porque todavía estaba el agua y todo apestaba. La segunda vez, hice lo que pude y me llevé lo que pude. Ves todas estas enciclopedias que compré para mis hijos. Ahora no nos quieren de regreso y no puedo trabajar en Houston. Este sigue siendo mi hogar".

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Después del huracán Katrina, Richard Baker, un congresista de Baton Rouge, dijo: "Por fin se ha limpiado la vivienda pública de Nueva Orleáns. No lo pudimos hacer nosotros, pero Dios lo hizo".

El 20 de febrero, el consejo de la ciudad de Nueva Orleáns se reunió para discutir el futuro de la vivienda pública. Oliver Thomas, presidente del consejo, dijo: "Los residentes de la vivienda pública que no estén dispuestos a trabajar, no son bienvenidos". Thomas dijo la indignante y gran mentira de que las personas de las viviendas habían sido consentidas por el gobierno y también dijo "hay un momento en que tienes que decir: no, no, no, no, no". Dos miembros más del consejo y Nadine Jarmon, la cabeza federal asignada del HANO, aprobaron los comentarios terribles de Thomas. Jarmon dijo que ninguna decisión ha sido tomada sobre si todos los proyectos en Nueva Orleáns serán abiertos y que incluso en los que lo serán, "habrá cierto proceso para determinar quién puede regresar", como examinar el historial delictivo y "evaluar la voluntad y habilidad de trabajar de las personas".

Como dijo Jay Arena, miembro de C3-Hands Off Iberville, durante la manifestación del 14 de febrero en San Bernardo: "El alcalde dijo: ‘regresen’. Bueno, ¿qué significa eso si no se abre la vivienda pública de nuevo para las miles de familias que vivían aquí antes del huracán? Solo es muestra la hipocresía de que no quieren que vuelvan. Están haciendo lo posible para que las personas negras de clase trabajadora, la mayoría de la población antes de Katrina, no regresen a la ciudad".

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