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Dar la bienvenida a la efervescencia en las universidades “élites”

Aires nuevos circulan por las torres de marfil de las universidades de la élite en Estados Unidos. Desde programas y debates sobre los crímenes del gobierno de Bush, a la denuncia de los ataques a la evolución, hasta abordar temas de la experiencia actual del socialismo y la naturaleza del comunismo. Es algo muy positivo.

A finales de marzo comenzó una gira nacional por las universidades de Harvard, MIT, Berkeley y Stanford, inspirada por los testimonios y las conclusiones de la Comisión Internacional Investigadora sobre Crímenes contra la Humanidad del Gobierno de Bush, que se ha conectado de forma importante con los estudiantes de estas universidades. La gira de nombre “Decir lo indecible: ¿es culpable el gobierno de Bush de crímenes de guerra y en contra de la humanidad?” incluye paneles con testigos presenciales, víctimas y expertos, muchos de los cuales jugaron un importante papel en el Tribunal Internacional llevado a cabo en octubre del 2005 y enero del 2006 en Nueva York.

El 26 de abril, 175 personas, en su mayoría estudiantes de leyes, llenaron el Langdell Hall de la biblioteca de la facultad de derecho de Harvard para escuchar la verdad expuesta por los panelistas sobre las torturas de Estados Unidos en Abu Ghraib, Guantánamo y otros lugares. El programa incluyó a C. Clark Kissinger, presidente de la Comisión Internacional Investigadora sobre Crímenes contra la Humanidad del Gobierno de Bush; Craig Murray, antiguo embajador de la Gran Bretaña en Uzbekistán, quien ha expuesto los terribles abusos a los derechos humanos que ha impuesto Estados Unidos en ese país; Janis Karpinski, ex jefe de brigada de la policía militar a cargo de 17 centros de detención en Irak, entre ellos Abu Ghraib; y el estudiante de la escuela de derecho de Harvard Stephan Sonnenberg, quien basó su presentación en el infame memorando del secretario de Justicia, Alberto Gonzales, a Bush, donde justifica la tortura. Después de las presentaciones de los panelistas, hubo una sesión de preguntas y respuestas en vivo con los estudiantes de leyes y otros; preguntaron sobre el papel que desempeñan los contratistas privados en Irak, incluso en la tortura, y las instalaciones secretas de la CIA en Europa y sus detenidos “fantasma” que no tienen records. Al día siguiente los estudiantes de Harvard realizaron una acción para instar a sus compañeros a tomar posición en contra de la tortura, con motivo del segundo aniversario de las revelaciones de tortura de Abu Ghraib.

El 27 de abril, la gira de los Crímenes de Bush visitó el Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde el escritor y corresponsal de nuestro periódico Larry Everest se unió a Murray y Karpinski en una sesión concurrida por 225 personas. La gira también realizó presentaciones en la Universidad de California en Berkeley y en Stanford el 3 y 4 de mayo respectivamente. Las siguientes sesiones serán en la Universidad de Chicago y Northwestern el 9 de mayo, UCLA el 18 y la Universidad de Washington el 19.

El viernes 21 de abril, George Bush tenía planeado reunirse con los investigadores de Hoover Institution, un centro reaccionario de gran poder de la Universidad de Stanford. Más de 1000 manifestantes lo obligaron a cambiar de planes y les tocó reunirse en las afueras de la universidad. Fuera de Hoover Institution, los estudiantes gritaban consignas contra Bush y contra la guerra. La manifestación atrajo a un gran número de estudiantes, recibió el apoyo de padres de familia y futuros estudiantes, y tuvo la participación de la banda de Stanford, conocida por sus payasadas en los partidos de fútbol americano.

El Mundo No Puede Esperar organizó una noche de discusión el 2 de mayo en la Universidad de Columbia con Niles Eldredge, curador de la División de Paleontología y de la exhibición de Darwin en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. El Dr. Eldredge habló de la lucha contra la evolución como un microcosmo del estado de la sociedad.

Otro componente vital de todo esto es la gira del proyecto “Pongamos las cosas en claro”, con la plática de Raymond Lotta titulada “El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor”. La gira ya visitó UCLA, UC Berkeley, Columbia y Harvard. En esta última, el público incluía estudiantes de economía, antropología, lenguas romances y otras disciplinas. Había estudiantes de Europa oriental y de intercambio de otras partes del mundo. Un estudiante de la facultad de medicina de Harvard fue el presentador del programa. (Hay un reporte completo en Revolución #41, del 2 de abril del 2006. Para más información sobre la gira, visita www.thisiscommunism.org. Parte 15: La Revolución Cultural: Salud y economía es la entrega actual de la serie, que estamos serializando).

La importancia estratégica de las universidades de la élite

Hablando de forma general, algo importante está sucediendo en las universidades de la élite. Está surgiendo resistencia en contra del programa que está imponiendo el gobierno en distintas dimensiones y también se están abordando temas centrales que están fuera del discurso habitual. Todo esto es de gran importancia potencialmente estratégica.

Escuelas como estas desempeñan un papel muy importante en el sistema; a sus estudiantes los preparan para ser líderes en las distintas esferas de la sociedad (las artes y las ciencias, tanto como política y economía). Para hacerlo, tienen que saber lidiar con ideas que los reten y pensar de forma creativa. Así que hay cierto grado de autonomía y de efervescencia intelectual en estas instituciones, dentro de su mismo papel de sirvientes del sistema.

Esto está dentro de ciertos límites, los cuales hoy son cada vez más marcados. Esto se ha visto con la campaña de David Horowitz y los ataques a Ward Churchill, pero hay otros intentos por limitar a ciertos profesores y ciertas ideas, inclusive de las instituciones de la élite; por ejemplo, en años recientes el esfuerzo de meter en camisa de fuerza a los profesores de Estudios del Medio Oriente en Columbia con estudiantes espías, comisiones, etc.; el ataque del ex presidente de Harvard Lawrence Summers contra Cornel West, lo cual terminó en su renuncia; la “des-invitación” a Harvard de un prominente poeta europeo quien se opone a las políticas israelíes; y muchos otros.

Con más razón le damos la bienvenida y cobijamos todo lo que surge en estas escuelas. Como estas universidades son grandes centros intelectuales, cuando sus estudiantes adoptan “ideas peligrosas” tiene un impacto en el “debate nacional”. En este momento, los términos del debate tienen que abrirse más y cambiar de dirección, así que estos estudiantes y maestros juegan un papel fundamental e incluso indispensable en el proceso. Otra razón, y más profunda, es que para que se lleve a cabo una revolución, se necesita que un sector de intelectuales desvíen su lealtad a la clase dominante. Eso no sucederá espontáneamente; los comunistas tienen que estar en el medio de la efervescencia, escuchar, involucrarse y responder a fondo. Finalmente, sí, QUEREMOS efervescencia, QUEREMOS debate intelectual y pensamiento crítico; queremos el choque de ideas, queremos la búsqueda rigurosa, científica e inflexible de la verdad. Entre más esto suceda, mejor. De otra manera, no podremos esperar comprender la complejidad del mundo y cambiarlo… sin mencionar qué tan aburrido sería sin tal efervescencia intelectual.

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