Revolución #51, 18 de junio de 2006


Cleveland: Cárcel para activista por pegar afiches de “Que se largue Bush”

El 2 de junio sentenciaron a Carol Fisher, una militante de El Mundo No Puede Esperar, a 60 días de cárcel y dos años de libertad condicional. La policía la arrestó y maltrató en enero por pegar afiches de “¡Que se largue Bush!” en Cleveland Heights, Ohio. Worldcantwait.org dice que ella ofreció quitar los afiches pero que los agentes la agarraron y la tiraron al suelo. Tenía moretones, cortadas y raspaduras. El agente que la arrestó dijo: “Estoy harto de esta mierda contra Bush”. Otro le dijo: “Cállate o te mato”. También dijeron: “Está loca. Debemos mandarla al hospital psiquiátrico”.

La llevaron al hospital y la mantuvieron incomunicada. No le permitieron hacer llamadas, y cuando sus compañeros y su médico fueron al hospital a verla, los amenazaron con arrestarlos.

En la audiencia, el juez McGinty la trató como si ya la hubieran declarado culpable. Dijo que ella atacó a los agentes y que por eso debe ser enferma mental. Solo permitió que se presentara testimonio político cuando la fiscalía trató de pintar a Carol como una fanática. Cuatro jurados eran policías o tenían vínculos con la policía. Ningún testigo dijo que Carol golpeó a los policías, no presentaron evidencia física y los tres agentes se contradijeron. Pero de todos modos la condenaron de agresión contra un agente.

El juez la mandó regresar a pedir disculpas o “con su cepillo de dientes”. Luego dijo que debe estar “delirante” si quiere que Bush se largue y la mandó hacerse una evaluación psiquiátrica. Cuando ella dijo que no, la mandó a la unidad de salud mental de la cárcel y la pusieron en la lista de posibles suicidas.

En la sentencia, el juez se quejó de que Carol tiene muchos partidarios y dio a entender que recibió llamadas amenazadoras o ilegales. Interrumpió a los testigos que dieron testimonio sobre su carácter, sacó a un partidario por “suspirar” y amenazó con arrestar a Carol por no quitarse la camiseta de “Se busca por cruce ilegal de fronteras”. Ella le dijo al juez: “¿Que yo pida disculpas? ¿Que tenga remordimiento? ¡De ninguna manera!”.

En la cárcel siguieron hostigándola. El 7 de junio El Mundo No Puede Esperar informó que no le han dado las medicinas que necesita.

Es un precedente escalofriante que la policía pueda maltratar a una persona por oponerse a Bush y que un juez pueda decir que es “delirante” por pedir que se largue este odiado presidente. El Mundo No Puede Esperar pide apoyo a la defensa y la apelación. Hay más información en worldcantwait.org.

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