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Revolución #68, 5 de noviembre de 2006

Kevin Tillman y las mentiras mortíferas del ejército estadounidense

El 19 de octubre, Kevin Tillman publicó una crítica mordaz de la guerra en Irak y el gobierno de Bush en el website Truthdig.

Kevin Tillman es hermano de Pat Tillman, un jugador estelar de fútbol americano que rechazó un contrato de $3.6 millones con los Cardenales de Arizona para entrar en los Rangers del ejército en mayo de 2002. Murió en combate en Afganistán en abril del 2004. Kevin Tillman también estaba con los Rangers, en la misma unidad.

Su declaración afirma, en parte:

 “De algún modo, nuestros líderes elegidos estaban subvirtiendo las Leyes Internacionales y Humanitarias estableciendo prisiones secretas por todo el mundo, secuestrando secretamente a personas, secretamente manteniéndolas en cautividad indefinidamente, secretamente no acusándolas de nada concreto, secretamente torturándolas. De algún modo, como que esa política descarada de tortura era cosa de unas pocas ‘manzanas podridas’…

“De algún modo, cuanto más soldados mueran, más legítima es la invasión. De algún modo, los gobernantes norteamericanos, cuyo único crédito es mentir a su pueblo e ilegalmente invadir otra nación, se han permitido robar el Valor, la Virtud y el Honor de sus soldados de a pie.

“De algún modo, aquellos que evitaron por miedo luchar en otra invasión ilegal hace décadas (Vietnam) se permiten enviar soldados a morir en otra invasión ilegal que ellos comenzaron. De algún modo, se tolera fingir valor, virtud y fuerza. De algún modo, se tolera sacar beneficio de la tragedia y el horror.

“De algún modo, se tolera la muerte de decenas o cientos de miles de personas. De algún modo, la subversión de la Carta de Derechos y la Constitución se tolera. De algún modo, la suspensión del Hábeas Corpus se supone que mantendrá a este país seguro. De algún modo, se tolera la tortura. De algún modo, la Razón se descarta en favor de la fe, el dogma o el sinsentido”.

Pat y Kevin Tillman entraron al ejército después del 11 de septiembre por deber patriótico. Cuando se anunció que Pat no iba a renovar su lucrativo contrato con la NFL para servir en las fuerzas armadas, los medios de comunicación masivos lo convirtieron en una gran promoción de la guerra contra el terror. Donald Rumsfeld le mandó una carta personal para darle las gracias por servir a la nación. La fascista Ann Coulter se le encarameló: “es un americano de lo más original: virtuoso, puro y masculino hasta donde llegan solamente los hombres estadounidenses”.

Sin embargo, según escribió el reportero de deportes Dave Zirin en la revista Nation, Tillman no respondió a varios intentos del Pentágono de usarlo más directamente en promociones de reclutamiento. Aparentemente, según su familia, era una persona complicada e independiente, que pensaba profundamente y que reconsideraba sus opiniones.

La unidad de Rangers del ejército en la cual sirvieron los hermanos Tillman fue primero a Irak. Según otro Ranger, en Irak Pat expresó oposición a la guerra y a Bush, diciendo que la guerra era “ilegal hasta la chingada”. Luego los mandaron a Afganistán.

Según su madre Mary Tillman, un amigo de Pat le tenía una cita, al regresar de Afganistán, con uno de sus autores favoritos, Noam Chomsky.

Cuando murió en Afganistán, el Pentágono y Bush se aprovecharon de su muerte para fomentar apoyo patriótico para la guerra y contrarrestar el efecto del escándalo de Abu Ghraib, que salió en las noticias la misma semana. Su entierro salió en los canales nacionales de televisión. Bush declaró que “era una inspiración dentro y fuera del campo de fútbol americano, como todos los que hicieron el máximo sacrificio en la guerra contra el terror”.

El Comando de Operaciones Especiales del ejército le otorgó póstumamente la Estrella de Plata; mintió que Pat Tillman había muerto por “fuego enemigo” y describió sus últimos momentos como en las películas de John Wayne. Durante la campaña presidencial de 2004, desplegaron las palabras de Bush a los aficionados de los Cardenales de Arizona en la enorme pantalla del estadio.

Militares y políticos se juntaron con la familia Tillman en el funeral, pero sabían que todo el cuento que habían publicado y que habían contado a la familia era una invención y pura mentira.

De hecho, Pat Tillman murió por “fuego amigo” de Rangers de su propia unidad, quienes lo confundieron a él y otros con unos combatientes del Talibán que les tendieron una emboscada. Todos los que participaron en el tiroteo lo sabían, lo reconocieron los comandantes Rangers al día siguiente de su muerte y el general John Abizaid, jefe del Comando Central, lo supo días antes del entierro transmitido por la televisión nacional.

Se repitió la mentira a la familia Tillman hasta más de un mes después de la muerte de Pat. Según el Washington Post, incluso encubrieron la verdad ante su hermano Kevin, que servía en la misma unidad de Rangers. Desde ese entonces, la familia está presionando para saber lo que pasó. El Pentágono está haciendo la cuarta investigación del incidente.

A fines del 2004, por casualidad Kevin Tillman se topó con el oficial del ejército que hizo la primera investigación luego de la muerte de su hermano, la cual (según le contó dicho oficial) encontró que algunos de los Rangers que lo balacearon tenían “culpa grave” y que posiblemente se les podría “acusar de intenciones criminales”. A esta investigación la reemplazó una investigación “oficial” que hizo el oficial ejecutivo del regimiento de Rangers, el coronel teniente Ralph Kauzlarich.

Según informes, durante esta investigación los oficiales de alto rango permitieron a los testigos cambiar el testimonio para no señalar o acusar a nadie en particular. A un capitán le prometieron no acusarlo de perjurio… todo aparentemente para proteger de la crítica al ejército y la guerra.

Quemaron el blindaje y el uniforme de Tillman, supuestamente por “peligro biológico”. Su diario “se perdió” inmediatamente después de su muerte. Oficiales superiores advirtieron a los Rangers presentes en el incidente no hablar de lo que pasó.

Tras la insistencia de la familia en saber la verdad, el ejército por fin divulgó miles de hojas sobre la investigación, que a pesar de estar muy rayadas por la censura han permitido a la familia y a los periodistas reconstruir una parte de lo que ocurrió.

Mary Tillman le dijo al reportero Robert Scheer: “El gobierno usó a Pat; trataron de valerse de su virtud para luego limpiarse los pies en él”. El Washington Post informó que su padre está convencido de que “todas las personas en posiciones de autoridad se esforzaron por preparar” el cuento falseado (o, como dijo, “las mentiras descaradas”) que siguieron.

Kevin Tillman dice en su declaración que él y su hermano habían platicado de que, una vez que firmaran el contrato con el ejército, “una vez comprometidos, íbamos a estar a merced del gobierno y el pueblo estadounidense. Que nos podían aventar donde no era nuestra voluntad. Que pelear de soldado nos iba a dejar sin voz… hasta salirnos”.

Kevin Tillman salió de las fuerzas armadas hace un año y ahora está denunciando con mucha valentía los crímenes de guerra del gobierno de Bush.

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