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Revolución #73, 17 de diciembre de 2006

Protestas irrumpen en Nueva York

Sean Bell: Exigen justicia

"Esta es la primera vez que he ido a una protesta. Me dolió tanto la muerte de Amadou Diallo y tantos otros compañeros. Estoy cansada. Para cambiar la situación uno tiene que ponerse de pie, por eso decidí hacerme presente".

Señora en la protesta contra el asesinato policial de Sean Bell, el 6 de diciembre

"Estoy parado cerca de la boca de incendios y me vienen a preguntar que qué estoy haciendo, que si estoy vendiendo drogas, aunque me vieron entrar a la casa cinco minutos antes. En esta calle hay mucho narcotráfico, pero de todos modos no es justo. Nos dicen que somos groseros y nos meten presos”.

Estudiante de prepa del Bronx en una reunión para hablar del asesinato de Sean Bell y el tratamiento de los negros por la policía

En los últimos 10 días miles de personas se han lanzado a la calle en protestas organizadas a toda prisa contra el asesinato de Sean Bell: una de universitarios de CUNY, otra en el vecindario donde lo mataron, y otras en Newark y New Jersey. El 6 de diciembre, mil personas se congregaron frente al cuartel general de la policía de Nueva York en respuesta a la convocatoria del Movimiento 12 de Diciembre, un grupo negro nacionalista radical. Al cierre de esta edición, se están trazando planes para más protestas.

Desde hace varios años una represiva atmósfera política ha impedido que se exprese la indignación por los asesinatos policiales. Ahora esa atmósfera se está rasgando y lo que les ha pasado a las víctimas y sus familiares atrae la atención nacional.

Sean Bell, de 23 años de edad, murió en una ráfaga de 50 balas disparadas por cinco policías la madrugada del sábado 25 de noviembre, tras celebrar despedida de soltero con sus amigos Joseph Guzmán y Trent Benefield. Murió pocas horas antes de la boda.

El 4 de diciembre, en el programa "Larry King Live", Nicole Paultre, la novia de Sean, dijo que Guzmán y Benefield, heridos en el hospital, le dijeron que pensaron que les iban a robar el carro a mano armada. “Tenían miedo”, dijo ella. Los dos les han contado a sus abogados del terrible momento cuando un tiras los siguió del club y se puso en frente del carro con la pistola desfundada y sin identificarse, y que cuando Sean trató de arrancar lo rozó. Inmediatamente otros cinco tiras abrieron fuego. Uno de ellos vació la recámara, cargó otra y siguió disparando. En las noticias han mostrado a Benefield tirado en el suelo, esposado y gritando de dolor por los tres disparos que le dieron.

Culpan a las víctimas: Otro ataque

“No necesitamos la religión, sino la revolución. No necesitamos ‘someternos a dios’ sino deshacernos de este sistema”.

Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU

La prensa inmediatamente publicó los antecedentes judiciales de las víctimas, aun de cuando eran menores de edad, lo cual está prohibido. Pero si pensaste que la prensa y la policía no pueden rebajarse más para justificar una ejecución, el presidente de la asociación de detectives, Michael Palladino, prueba que te equivocas. Este le dijo a la prensa: “La pregunta mágica con respecto a esta balacera es: ¿Qué hacen estos tres hombres? ¿Cómo planeaba Bell pagar la boda y mantener a sus hijos?”.

La policía de Nueva York es famosa por calumniar a sus víctimas y tratarlas de criminales. A Patrick Dorismond lo acusaron de narcotráfico cuando lo mataron. ¡¡Después salió que ellos se acercaron a él y él los rechazó !! ¡Hubo un altercado y lo mataron! Con respecto a Abner Louima se inventaron un cuento hasta que salió la verdad y, a pesar de la “cortina azul de silencio”, se supo que lo habían torturado. Mintieron sobre Anthony Rosario, Hilton Vega, Anthony Báez y tantos otros que han matado. Así que nadie debe creerles ni una sola palabra a los policías, ni “el” ni “y”.

Pero hay más: este sistema ha creado una situación sin opciones ni esperanza para millones de jóvenes negros y latinos. Algunos teóricos conservadores del sistema admiten que para esos jóvenes el “crimen es una alternativa racional”. El sistema no les ofrece futuro; manda a sus policías a hacer de las suyas con ellos; y abren fuego cuando quieran y luego calumnian a quienes han matado. ¿Qué clase de sistema es ese ?

El abogado Michael Hardy, que representa a Guzmán y Benefield, dio en el clavo cuando dijo: “Todo eso indica que la policía no está investigando las fechorías de la policía en el lugar de los hechos. Lo que le interesa es inventarse un pretexto para justificar lo que hicieron y manchar el nombre del muerto”.

“Tácticas de la Gestapo”

La policía dice que un “cuarto hombre” se fugó y que él tenía la pistola, lo que sirvió de pretexto para llevar a cabo una serie de redadas en el vecindario de Trent Benefield, que vive cerca del lugar de la balacera. Los vecinos sintieron indignación al ver que la policía acosó a amigos y parientes de las víctimas, así como a posibles testigos, con el claro propósito de intimidar. El obispo Erskine Williams, que ha denunciado a la policía y cuyo hijo fue arrestado por no haber pagado una infracción de tránsito de $25, habló por muchos cuando dijo: “Esas son tácticas de la Gestapo”. No se dejen engañar, buscarán hasta que encuentren a alguien que tiene mayores problemas que una infracción de tránsito y lo presionarán.

Miles de personas acudieron al velorio y entierro de Sean el 1º de diciembre. Cientos permanecieron a la entrada de la iglesia hablando con pasión sobre lo que pasó y por qué la policía sigue matando a jóvenes negros y gente de color. Un joven negro preguntó: “¿Alguna vez la policía ha matado a un blanco de 50 balazos o de 41, como mataron a Amadou Diallo? Yo quiero saber por qué. ¿Me pueden dar una explicación lógica de eso?”. Una señora negra le dijo a sus amigos en el entierro: “Yo soy respetuosa de la ley, amo la paz, pero ya estoy harta de la paz”.

En la avenida Liverpool hay una ofrenda en memoria de Sean y de sus amigos, a donde muchos acuden para expresar su dolor e ira. También van a platicar sobre lo que sucedió. Una persona le dijo a nuestro corresponsal que la policía se porta como un “ejército de ocupación”, haciendo referencias a lo que el ejército hace en Irak. Otros se preguntaban si es cuestión de “entrenar mejor” a los policías.

Varios amigos de Sean que estaban en la protesta del 6 de diciembre frente al cuartel general de la policía hablaron de “leyes que desconocemos”, con el temor de que estas podrían decir que todo lo que la policía hace está bien. Hablamos de una solución revolucionaria, pero no la veían y se sentían angustiados. “Estamos atrapados aquí”, exclamó uno de los amigos de Sean.

Se ha distribuido la declaración de la rama de Nueva York del PCR, “¡El asesinato de Sean Bell es una injusticia! 50 razones más por las que necesitamos la revolución”, en medio del tumulto y fermento. La declaración dice: “La policía existe para ‘servir y proteger’ a este sistema [de capitalismo e imperialismo]. La policía es el equivalente moderno de los cazadores de esclavos de un sistema de ganancias basado en la explotación, aquí y en todo el mundo, de los que no tienen nada que perder y solo pueden vivir vendiendo su fuerza de trabajo, cuando consiguen trabajo. El látigo del amo es hoy la pistola semiautomática de la policía, con la que mata una y otra vez, hasta dejarnos casi sin lágrimas. Por eso es que siguen matando, no importa cuántos policías negros o latinos contraten, no importa cuánto les enseñen ‘cursos de diversidad’, no importa cuán ‘sensible’ sea el alcalde…”.

El vocero nacional del PCR, Carl Dix, dijo:

“Ya centenares de personas se han echado a la calle a protestar contra el asesinato de Sean Bell. Hay que rechazar los llamados a la calma y a esperar que se conozcan todos los hechos. Ya se conocen suficientes hechos. Un joven que salía de su despedida de soltero horas antes de casarse está muerto. Sus dos amigos están heridos. Los tres estaban desarmados cuando la policía les disparó 50 balazos. Ahora la policía hace redadas en su barrio, y arresta a familiares y amigos. Eso es suficiente para sacar la conclusión de que ha cometido un terrible crimen.

“Las protestas políticas de masas contra los policías asesinos y las autoridades que les dan rienda suelta y justifican sus crímenes tienen que continuar.

“Sin esa resistencia, las autoridades pensarán que nos pueden hacer lo que les dé la gana y que sufriremos en silencio. Tenemos que dejar en claro que lucharemos contra estas injusticias. Y en el proceso tenemos que debatir y difundir ideas revolucionarias, y desarrollar un movimiento que está llevando a millones a ver que este sistema es criminal y que se necesita una revolución”.

Se seguirán organizando protestas. Revolución y el portal revcom.us tendrá las últimas noticias.

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