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Revolución #92, 17 de junio de 2007

Nuevo ataque al disentimiento y el pensamiento crítico:

Presidente de la Universidad de Colorado pide despedir al profesor Ward Churchill

En una carta de 10 páginas fechada el 25 de mayo, el presidente de la Universidad de Colorado, Hank Brown, pidió que el consejo rector despidiera a Ward Churchill, catedrático de Estudios étnicos. La recomendación va más lejos de lo que recomendó un comité de profesores que acaba de recomendar una suspensión de un año y un descenso a profesor asociado. Ahora ese comité tendrá que dar su respuesta, y se espera que el consejo rector tome una decisión en una audiencia pública en julio.

Hank Brown, ex senador republicano, fue nombrado presidente de la Universidad de Colorado en el verano de 2005, meses después de iniciarse la campaña derechista contra Churchill. Reemplazó a Elizabeth Hoffman, que renunció bajo presión menos de una semana después de expresar que la tormenta en torno a Churchill podía ser un nuevo "macartismo". Brown es cofundador (junto con Lynne Cheney, esposa del vicepresidente) del grupo derechista de rectores de universidades y exalumnos American Council of Trustees and Alumni (ACTA).

En mayo de 2006, ACTA publicó un informe titulado "¿Cuántos más Ward Churchill?" que lo trata como paria y "plantilla" de lo que este grupo reaccionario cree que es malo --y que hay que cambiar-- en las universidades. El secretario general de la Asociación Americana de Profesores Universitarios (AAUP), Roger Bowen, escribió: "ACTA pone objeciones a los cursos que, por ejemplo, estipulan que los estudiantes 'deben respetar las culturas y tradiciones que no son suyos' y critica todos los cursos sobre 'justicia', ya sea ambiental, social o racial". ("Ward Churchill, ACTA and Public Opinion", www.insidehigered.com, 9 de junio de 2006) El hecho de que uno de los cofundadores de ACTA determinará el destino de Churchill destaca lo peligroso que es el ataque que se ha lanzado contra el disentimiento y el pensamiento crítico en las universidades.

Hay una mayor conciencia y oposición a esta amenaza al pensamiento crítico en las universidades y otros lugares; muchos profesores y otros reconocen que la investigación de Churchill es completamente ilegítima, y que su propósito es darle un castigo ejemplar dirigido a los demás académicos cuya búsqueda de la verdad es un reto a los mitos establecidos sobre este país y sus medidas y acciones en la historia y por todo el mundo. Académicos de muchos campos de estudio están circulando peticiones, han establecido portales en la internet, han escrito artículos y han publicado declaraciones en oposición al ataque a Churchill y en defensa del disentimiento y el pensamiento crítico.

En abril ocho académicos distinguidos (Noam Chomsky, Howard Zinn, Derrick Bell, Immanuel Wallerstein, Rashid Khalidi y otros) iniciaron una “Carta abierta a la Universidad de Colorado para que revoque la decisión de despedir al profesor Ward Churchill”, que se publicó en el número del 12 de abril del New York Review of Books.

El 28 de abril se celebró el "Foro Nacional de Emergencia para Defender el Disentimiento y el Pensamiento Crítico: Por qué no se Debe Despedir a Ward Churchill".

Muchos profesores enviaron declaraciones de apoyo al foro, como Richard Falk, distinguido intelectual público y profesor emérito de la Universidad Princeton. Falk escribió: "Es muy importante que todos los que valoramos la libertad académica y la integridad de las universidades apoyemos la campaña para impedir que se vuelvan a dar cazas de brujas como la de Ward Churchill. Este caso de la Universidad de Colorado es la mejor prueba de fuego que tenemos de si los ataques de la derecha contra la educación y la libertad sofocarán la vida académica de este país. Jamás en mi vida, los que vivimos en Estados Unidos hemos necesitado tanto la clase de debate enérgico y polémica creativa que tipifica la carrera distinguida de Ward Churchill. Todos vamos a perder si su defensa de principios fracasa".

Esta urgencia la subrayó la decisión de la Universidad DePaul de negarle titularidad al profesor Norman Finkelstein. Hijo de víctimas de los campos de concentración nazis, Finkelstein es un académico de renombre internacional y profesor popular. Por sus críticos del tratamiento de los palestinos por Israel, y de los partidarios sionistas de este en Estados Unidos, le han negado titularidad y es un blanco constante de los defensores de Estados Unidos e Israel, como Alan Dershowitz, profesor de derecho de la Universidad Harvard, que hace poco lo llamó "peor que Churchill".

ACTA sigue consolidando el control de la Universidad de Colorado. Brown nombró a dos miembros del grupo a puestos importantes: Michael Poliakoff como vicepresidente de Asuntos académicos e investigación, y Tom Lucero como miembro del consejo rector. Bill Owens, el ex gobernador (y miembro de ACTA), ahora es profesor de la Universidad de Colorado. El nuevo gobernador demócrata de Colorado, Bill Ritter, inmediatamente refrendó la decisión de Owens de despedir a Churchill: "Estoy de acuerdo desde hace mucho tiempo, debido a sus declaraciones… y los problemas relacionados con sus escritos… para la universidad es una cuestión muy clara".

En enero del 2005, se inició una campaña nacional derechista contra Churchill. Le cancelaron una invitación a dar una charla en la universidad Hamilton College en Nueva York debido a un ensayo que escribió poco después del 11 de septiembre del 2001 titulado "Sobre la justicia de una amarga cosecha". Dicho ensayo decía que algunos funcionarios de las corporaciones transnacionales de las Torres Gemelas (no todos los trabajadores) eran como "pequeños Eichmanns", o sea, como los funcionarios del gobierno nazi. Los gobernadores de Nueva York y Colorado pidieron despedirlo y el canciller de la Universidad de Colorado, Phil DiStefano, inició una investigación de "todos los escritos" de Churchill para ver si podían despedirlo (o meterlo a la cárcel) por su contenido. Más tarde, siguiendo el consejo público de David Horowitz (que se describe como "ariete" del ataque derechista contra el pensamiento crítico en el mundo académico), DiStefano cambió el ataque y decidió investigar los métodos de investigación de Churchill.

Se formó otro comité de profesores para investigarlo por “falta de ética profesional”. En un informe de mayo de 2006, el comité concluyó que Churchill era culpable de una falta seria de ética y recomendó suspenderlo. Pero el canciller DiStefano recomendó despedirlo. En el último mes, dos grupos de profesores han pedido que la universidad rechace el informe del comité y han entablado acusaciones de mala conducta contra los miembros. En una declaración de prensa del 28 de mayo, un grupo de siete profesores y abogados indígenas de Estados Unidos y Canadá acusó al comité de "tergiversar, inventar o suprimir pruebas".

El informe contiene varias admisiones sensacionales. Concluyó, "por la preponderancia de las pruebas", que Churchill tiene razón cuando dice que "si no fuera por el ejercicio de los derechos otorgados por la Primera Enmienda, no hubieran sometido al profesor Churchill al proceso de mala conducta". Es decir, solo lo investigaron porque ejerció sus derechos constitucionales.

También cayó como una bomba otro hecho escondido en el informe: Marianne Wesson, profesora de derecho y ex fiscal que dirigió la investigación de Churchill, expresó animosidad contra Churchill cuando se inició el ataque. En febrero del 2005 escribió:

"Confieso que me deja perpleja hasta cierto punto la variedad de personas que este individuo desagradable (por no decir más) ha logrado unir a su defensa. Sé que mucha gente dice que es cuestión de principios, pero no estamos defendiendo los derechos de Primera Enmienda de Bob Guccione [pornógrafo-- Revolución], y Dios sabe que los tiene. Pensaba que las feministas de mediana edad aprendimos a no caer en esa trampa… lamentablemente el apoyo a Churchill me recuerda el apoyo a OJ Simpson y Bill Clinton, y ahora Michael Jackson y otros malhechores célebres que son hombres carismáticos (bueno, no estoy segura de que Jackson sea malhechor): la defensa torcida (los policías colocaron la sangre, 'depende de lo que uno quiera decir con relaciones sexuales'), las declaraciones de que hay que defender los principios, la idea de que si 'ellos' lo condenan a él, te atacarán a ti también".

Envió ese correo electrónico al presidente del Comité sobre Mala Conducta Investigativa, quien no puso en duda su elección como presidenta del comité que investigó a Churchill. "Se olvidó" del correo y no lo envió a Churchill, que puso objeciones porque una ex fiscal no debe estar a cargo de una investigación imparcial. Rechazaron las objeciones; dijeron que el correo electrónico solo era "un comentario poco halagüeno" y lo descartaron porque los demás miembros del comité dijeron que ella no parecía parcial.

En una carta a la Redacción del Denver Post, Tom Mayer, profesor de Sociología de la Universidad de Colorado, escribió:

"El caso contra Ward Churchill carece de sustancia intelectual y mérito ético. Despedirlo sería un golpe inmenso contra la libertad académica y la calidad educativa que esa libertad protege. Además sería una pérdida inmensa a la comunidad intelectual de la Universidad de Colorado. Seguiré haciendo todo lo que pueda para impedir que eso pase".

Le debemos al pensamiento crítico y al disentimiento en el mundo académico hacer lo mismo que el profesor Mayer.

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