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Revolución #101, 16 de septiembre de 2007



Audiencia del 4 de septiembre: Nuevo paso de la justicia racista

Jena, Louisiana. El 4 de septiembre, Mychal Bell tuvo una audiencia judicial sobre su apelación. Bell es uno de los 6 de Jena, seis jóvenes negros que podrían pasar muchos años en la prisión por oponerse al racismo. Un jurado todo blanco lo condenó de causar lesiones agravadas en segundo grado y de conspirar para cometer lo mismo, por el que lo hubieran podido sentenciar a 22 años de cárcel. En la audiencia, anularon la condena por conspiración, pero no la de lesiones agravadas. ¡Así que todavía le podrían sentenciar a 15 años de prisión! Otros dos de los 6 de Jena también se presentaron ante la corte el 4 de septiembre para que los leyeran las acusaciones.

En otras palabras, la acción judicial y la persecución INJUSTA de los 6 de Jena siguen en marcha, y esto hace especial hincapié en la urgente necesidad de que se dé una lucha política masiva, resuelta y amplia para ¡LIBERAR A LOS 6 DE JENA!

Los 6 de Jena podrían ir a la prisión por oponerse a la supremacía blanca y a los DOGALES colgados de una árbol “SOLO PARA BLANCOS” después de que unos estudiantes se pararon ahí.

En cada paso, la escuela, la alcaldía, el gobierno federal, la policía y los tribunales han intervenido para imponer y darle el sello de aprobación oficial a la supremacía blanca. Las autoridades gubernamentales y escolares amenazaron a los estudiantes negros que se pararon debajo del árbol “solo para blancos” en una desafiante protesta. Les dijeron que se callaran sobre los dogales. El consejo escolar intervino para prevenir que expulsaran a los estudiantes que colgaron los dogales y que solo los suspendieran por tres días. Luego, a los estudiantes blancos racistas que atacaron a un estudiante negro les dieron un tirón de orejas (libertad condicional). Pero cuando un estudiante negro le quitó a un estudiante blanco una pistola con la cual lo amenazaba, arrestaron al negro. En diciembre del año pasado, arrestaron a Bell y a otros cinco estudiantes negros y los acusaron de intento de homicidio en segundo grado y conspiración para cometer lo mismo, por una pelea que mandó a un estudiante blanco, Justin Barker, a la sala de emergencia por un par de horas.

La audiencia del 4 de septiembre continuó ese mismo tipo de injusticia racista segregacionista.

En la audiencia se presentó una abundancia de pruebas de que violaron los derechos constitucionales de Mychal Bell durante su juicio. Sus abogados entablaron varias peticiones para revocar la condena y darle un nuevo juicio, o retirar las acusaciones por completo. El sistema respondió rotunda y claramente: DENEGADO.

El juez J.P. Mauffray, Jr., de la Corte Judicial 28, rechazó todas las apelaciones de los abogados de Bell menos la de la condena de conspiración. Ahora Bell se ve ante la posibilidad de pasar 15 (no 22) años en la cárcel, lo cual sigue completamente injusto. El único resultado justo hubiera sido retirar TODAS las acusaciones contra Bell y los otros cinco jóvenes Y pedirles disculpas por la persecución racista y descarada. El pueblo no debe aceptar nada menos.

Una de las peticiones que entablaron los abogados de Bell dice: “Al Sr. Bell le negaron el derecho constitucional a un juicio justo por un jurado imparcial, cuando seleccionaron a un jurado de personas parciales con vínculos a la víctima y su familia, al fiscal y a testigos de la fiscalía”. Presentaron documentos de varias páginas sobre eso.

Según la petición para un nuevo juicio, los abogados tienen testimonio de un testigo de la preparatoria que “refuta las demás versiones de los acontecimientos” de los testigos de la fiscalía. Pero durante el juicio el abogado de Bell, nombrado por la corte, no presentó a ese testigo ni a ningún otro que pudo testificar en la defensa de Bell.

Los abogados también presentaron pruebas del prejuicio segregacionista que ha caracterizado el caso desde el principio. Sin embargo, el juez rechazó las peticiones una tras otra: el jurado todo blanco, el argumento ridículo de que los tenis de Bell eran una arma mortal y el hecho de que el abogado nombrado por la corte no hizo ni la finta de defenderlo.

Antes de la audiencia de Bell, otros dos de los 6 de Jena, Carwin Jones y Theo Shaw, se declararon no culpables de causar lesiones agravadas en segundo grado y de conspirar para cometer lo mismo. Tal como hicieron anteriormente en el caso de Mychal Bell, el fiscal redujo las acusaciones de intento de homicidio y conspiración de cometer lesiones agravadas. Fijaron la fecha del juicio de Carwin Jones para el 28 de enero, 2008; el de Theo Shaw aún no se ha fijado.

El abogado de Theo Shaw, George Tucker, comentó: “Si así se procesara a todos los casos, no hubiera nadie en la calle: todos estarían presos”.

Ese comentario refleja la realidad de que el único futuro que este sistema ofrece a la juventud negra son trabajos de miseria, la criminalización y la prisión. Esto también se vio en la audiencia para pedir libertad bajo fianza para Mycal Bell el 24 de agosto. El fiscal Reed Walters mencionó el “expediente penal” de cargos menores de Bell para decir que era un peligro a la comunidad y pedir que no lo dejaran salir bajo fianza. Presentó analogías racistas que comparó a Bell con un animal al cual hay que cercar. (ver “Audiencia de fianza de Mychal Bell: Ataque contra el pueblo negro", Revolución #100)

Este caso no se trata de una pelea escolar. Se trata de seis chavos negros a los cuales los están castigando con toda la fuerza de la ley por atreverse a oponerse la discriminación más indignante.

El caso de los 6 de Jena ha refutado la mentira de que la opresión del pueblo negro es “cosa del pasado” o de que lo que pasó en Jena es simplemente “tensión racial” entre jóvenes. NO. Es una lucha contra el funcionamiento de un sistema de supremacía blanca, un sistema cuyos mismos cimientos están profundamente entrelazados con la esclavitud y la opresión del pueblo negro.

A la opinión retrógrada que calumnia a los 6 de Jena por pensar que “se les debe algo”, yo contesto: Sí, este sistema les debe algo a estos jóvenes. Les debe su vida. No solo debe retirar todas las acusaciones sino también pedirles disculpas a estos muchachos y a toda la comunidad negra por la persecución injusta, indignante y abiertamente racista. Este sistema no los puede hacer justicia, ni menos ofrecerles un futuro. Pero no podemos quedarnos cruzados de brazos y permitir que se salga con la suya.

Dondequiera que el pueblo negro haya logrado algo de justicia en este país, siempre ha sido por medio de una lucha política popular feroz, resuelta y amplia. Este es el tipo de movilización popular que se requiere ahora para liberar a los 6 de Jena. Hay que expresarlo tajante y efectivamente el 12 de septiembre por todo el país y el 20 de septiembre en Jena y otra vez por todo el país. Dondequiera que el pueblo organice acciones para “liberar a los 6 de Jena”, hay que promoverlas. Dondequiera que se oiga la demanda de “retirar los cargos, liberar a los 6 de Jena”, hay que apoyarla y generalizarla.

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