Sobre la democracia proletaria y la dictadura del proletariado - Un punto de vista radicalmente diferente sobre cómo dirigir la sociedad
De: "Cómo vencer las dos cuestas: Más sobre conquistar el mundo"

Parte 2: La dictadura del proletariado y la dictadura burguesa: Las similitudes... y las profundas diferencias

Bob Avakian

Obrero Revolucionario #1215, 12 de octubre, 2003, posted at rwor.org

De una charla de Bob Avakian, presidente del PCR, titulada "Cómo vencer las dos cuestas: Más sobre conquistar el mundo".

¿Cuáles son las similitudes y las diferencias radicales entre la dictadura del proletariado y la dictadura de la burguesía? La dictadura del proletariado tiene su propio contenido (y forma) y declara abiertamente que tiene un "núcleo de dirección" y una "ideología oficial" plasmados en el partido. Por su parte, la dictadura de la burguesía también tiene su propio contenido democrático, pero a diferencia de la dictadura del proletariado, disimula y oculta el hecho de que tiene un "núcleo de dirección" y una "ideología oficial" (implícita) que se plasman en la dominación burguesa de la superestructura política/ideológica y, sobre todo, el monopolio de la fuerza armada.

Mejor dicho, ambos estados en realidad tienen un núcleo que representa la clase que detenta el poder (el proletariado y la burguesía respectivamente) y que dirige la sociedad al servicio de esa clase y sus intereses. La sociedad socialista con la dictadura del proletariado lo reconoce y lo proclama oficialmente, lo declara abiertamente y lo institucionaliza en la dirección del partido del proletariado.

La sociedad burguesa también tiene un núcleo de dirección que en este caso representa la clase burguesa, gobierna en aras de sus intereses y defiende e impone su dominio con la fuerza que sea necesaria, solo que lo disimula, lo oculta y lo niega. Niega que su gobierno, su manera de organizar la sociedad (en particular la democracia burguesa) sea una forma de dictadura. Niega que una clase (la burguesía) domine la base económica de la sociedad así como la superestructura política e ideológica y, como manifestación concentrada de eso, la fuerza armada. Quizá reconozca que la sociedad tenga disparidades y desigualdades, y que algunos individuos tengan mayor influencia que otros, pero niega el hecho fundamental de que existe la dominación de una clase , es decir, el dominio de una clase sobre otra y de la vida económica de la sociedad, la fuerza armada y la superestructura, ampliamente hablando.

Mientras siga gobernando a través de la democracia burguesa, y como parte de negar y disimular los rasgos esenciales de ese dominio, la burguesía pone muchísima importancia en las elecciones, especialmente las elecciones competitivas . Eso sale a relucir en el libro From People's War to People's Rule (De la guerra popular al gobierno popular) de Timothy Lomperis y en la ciencia política burguesa en general. Otro ejemplo de esa tendencia general se encuentra en el libro Democracy and Its Critics (La democracia y sus críticos) de Robert A. Dahl, un teórico socialdemócrata y defensor de la democracia burguesa, quien destaca muchísimo la importancia de las elecciones y, sobre todo, las elecciones competitivas . Aquí me refiero a un proceso electoral en que participan dos o más partidos, y no un solo partido por el cual toca votar o no votar. Eso es muy importante para mantener la apariencia de que el pueblo tiene el derecho de elegir y, por lo tanto, la posibilidad de influenciar los asuntos del gobierno y el estado. Hay que reconocer cuánta importancia se da a las elecciones, sobre todo las elecciones competitivas , pues son un elemento central que le permite a la burguesía proclamar que la democracia es el mejor sistema de gobierno posible y lograr el "consenso" y estabilidad necesarios para gobernar; digo, estabilidad en sus propias filas y la estabilidad que le dan al sistema las capas de la clase media, cuya lealtad sirve como un "ancla del sistema" y un peso sobre las espaldas de los explotados y oprimidos.

Poliarquía y dominio burgués

El libro de Dahl examina el desarrollo de la democracia desde las sociedades antiguas hasta el presente. Confieso que repasé el índice antes de leerlo y me llamó la atención (tanto en el índice como en el contenido) ver un gran hueco en las cuestiones que plantea y no plantea respecto a la democracia y sus críticos . Y, además, confieso que me dieron ganas de enviarle el libro Democracia, ¿Es lo mejor que podemos lograr?con una nota escueta: "¡Híjole! Le faltó esto", porque critica los argumentos centrales de Dahl y plantea una crítica de la democracia burguesa que Dahl no toma en cuenta, aunque analiza muchos de los mismos fenómenos.

Dahl examina las primeras expresiones de la democracia en la antigua sociedad griega y reconoce que era una sociedad esclavista en que la participación popular en el proceso democrático era muy limitada. Habla de las manifestaciones de democracia en las primeras sociedades burguesas, las ciudades-estados de Italia del siglo 14 y 15, y su desarrollo posterior en la sociedad burguesa a finales del siglo 18, en el siglo 19 y hasta la fecha. Afirma que eso representa una extensión de la democracia e incluso un nuevo tipo de democracia cualitativamente diferente, que llama "poliarquía". Básicamente, reconoce que cuando la sociedad crece de varios miles de habitantes (como en las antiguas ciudades-estados griegas) a varios centenares de miles (o millones, docenas o centenares de millones) en un estado grande, no es factible tener la misma democracia "pura" de las asambleas de las primeras ciudades-estados griegas. Dejando de lado la base esclavista y las diferencias de clase de esas sociedades antiguas (que, repito, Dahl reconoce), y simplemente tomando en cuenta el número limitado de gente (varios miles) que participaba en el proceso democrático, no es posible repetirlo en una escala mucha más extensa, en una sociedad moderna con millones o centenares de millones de habitantes (como Estados Unidos, obviamente). Por eso, Dahl dice que en una sociedad moderna grande solo puede haber democracia representativa, no democracia "directa".

Además, reconoce que en tal sociedad algunos tienen a su disposición muchos más recursos importantes, como la información (aunque plantea maneras de modificar esa situación), y que por eso tienen mayor influencia en el proceso político. Pero para él lo más importante (y esto es muy propio del pensamiento demócrata burgués) es que haya muchos centros de poder e intereses que compitan por influenciar los asuntos del estado y las instituciones del gobierno porque eso da pie al mayor ámbito posible para la democracia en una sociedad moderna de gran escala. Porque, de acuerdo a su lógica, los intereses que compiten entre sí a fuerzas tienen que movilizar a las masas contra sus adversarios, y de esa manera la influencia popular entra en juego e incluso es, de alguna manera, determinante, aunque las masas no participen "directamente" en la democracia.

Antes que nada, hay que reconocer el tamaño de esta admisión de Dahl. Aunque no lo reconozca abiertamente, está admitiendo que lo mejor que podemos esperar es una sociedad en que élites compiten entre sí por dominar la sociedad, y la participación popular se limita al acto de alinearse con uno u otro de esos grupos con la esperanza de influenciar la situación. Sin embargo, como sabemos, salvo en momentos de severa crisis, la burguesía resuelve sus contradicciones internas por medio de los mecanismos y procesos de la sociedad burguesa (incluso utilizando el mecanismo del estado) a expensas de las masas y de tal forma que en realidad no influencien significativamente los asuntos del estado y gobierno. Así que, en realidad Dahl hace una admisión muy grande, aunque no lo reconozca.

Además de la noción de "poliarquía" (que refiere a diversos intereses de la élite que compiten por influenciar los asuntos del estado), plantea el concepto de "la sociedad MDP" (moderna, dinámica y pluralista). Y, ¿cuál será el "modelo"? (¡A que no adivinan! ¡Queda en Norteamérica!). "Moderna" se refiere a la cultura (de acuerdo a las opiniones de Dahl) y también a la economía, la producción y la abundancia que esta crea. "Dinámica" se refiere a una sociedad en que la economía cambia o está abierta a cambios constantes y en la cual hay cierta movilidad social, o sea, se abren continuamente nuevas posibilidades de cambiar de posición de clase. Y "pluralista", desde luego, se refiere al hecho de que hay diversos centros de poder que compiten, y no un solo centro de poder. Dahl dice que es posible que la "poliarquía" se dé sin "MDP", etc., pero en general presenta la "poliarquía" y "MDP" como un paquete que representa el mayor logro posible de la democracia y la mejor sociedad posible en el mundo moderno.

Argumentos sin fondo y control real

Como el título de su libro indica, Dahl se propone responder a diversos críticos de la democracia, entre ellos los que plantean que no es posible tener democracia en ninguna sociedad (al menos del tipo que él señala) y que siempre gobernará una élite. Incluso se propone refutar a los marxistas, pero distorsiona, confunde y, más que nada, pasa por alto o tergiversa sus argumentos centrales, aplicando el método que Lenin ridiculiza en sus polémicas contra Kautsky de atribuirle un argumento sin fondo al enemigo para refutarlo. Con ese método responde a la crítica marxista de lo que es en realidad la democracia burguesa. Por eso dije (medio en broma) que me dieron ganas de enviarle Democracia, ¿Es lo mejor que podemos lograr?con una nota escueta: "¡Híjole! Le faltó esto". Pero, en serio, si va a refutar los argumentos de los críticos de la democracia, por lo menos debe exponerlos tales como ellos mismos los presentan. Mejor dicho, debe responder a los argumentos más fuertes y contundentes de sus adversarios.

Pero en lugar de eso plantea tonterías: dice que los que afirman que en la "democracia" gobierna una élite tienen que esbozar las líneas y cadena de mando a través de las cuales ejerce su autoridad. Y dice que, que sepa, nadie lo ha hecho. ¡Vaya!, primero hay que preguntar: ¿por qué no lee unos cuantos libros? Incluso escritores populistas, como Domhoff y otros, han hecho mucho análisis de la estructura de poder y han demostrado que la monopolizan unos cuantos grupos de capital o financieros o como se le llame. Y, segundo, en cuanto a su método, aun si fuera cierto que nadie lo hubiera comprobado, si es una cuestión de peso, él tiene la obligación de investigarlo y descubrir la verdad objetiva. No se vale decir que no tiene necesidad de refutarlo ¡porque nadie lo ha comprobado! ¡No, hombre! ¡ Investíguelo! Investigue los mecanismos y la dinámica del poder en una sociedad como Estados Unidos: ¿cómo se toman las decisiones, quiénes las toman y cómo se influencia la sociedad? Y luego denos los resultados de la investigación y sus conclusiones acerca de cómo funciona todo eso, cómo se ejerce el poder y la autoridad, y quiénes lo ejercen en realidad. Usted tiene la obligación de esbozar qué pasa y qué no pasa. Pero no lo hace.

El hecho es que este tipo de "teoría de la democracia" sirve, a final de cuentas, para justificar el dominio opresor de la burguesía, su dictadura muy real y el chovinismo de país "democrático", es decir, la dominación y a veces intervención militar directa de los imperialistas, y de los yanquis como primera potencia mundial. Mejor dicho, si se propone demostrar que la democracia es la cumbre y el punto final de la evolución de la sociedad humana y que no hay ninguna forma de dominio mejor para los demos (el pueblo), y que de hecho en otras sociedades el gobierno oprime al pueblo e impone la tiranía, bueno, si esas sociedades entran en conflicto con la forma más elevada de la sociedad (la democracia), ¡lógico que esta intervenga para "corregir las injusticias en el mundo" y "oponerse a la tiranía"!

Los defensores de la democracia burguesa pueden plantear sus teorías con más sutileza, pero esa es la lógica de sus planteamientos (que la democracia burguesa es la cumbre de la evolución de la asociación política de la sociedad humana), que sin duda se utilizarán y de hecho se han utilizado para tales fines.