El futuro nos está esperando

Se busca: Más de un millón de personas en Nueva York para decirle NO a Bush y a todo lo que representa

by Sunsara Taylor

Obrero Revolucionario #1247, 25 de julio, 2004, posted at http://rwor.org

Nueva York: Le doy cincuenta centavos al señor del quiosco, un árabe, y me da un periódico. La foto de primera plana es de un montón de dólares. Es dinero manchado de sangre: $500 destinados a la familia de cada iraquí que Estados Unidos admite que ha matado. Nunca veremos la cara de ellos, pero en los billetes se ve la imagen de presidentes difuntos. Me hace pensar en presidentes dueños de esclavos y en presidentes guerreros, y en toda la explotación por todo el mundo que esos billetes simbolizan. Me aterra que este presidente tan religioso, y genocida, George Bush, y su camarilla de estrategas de dominación global, como Rumsfeld y Cheney, van más allá.

Desde hace tres años aprovechan cínicamente los sucesos del 11 de septiembre en Nueva York como pretexto para una serie de crímenes que en realidad idearon mucho tiempo antes. Se robaron las elecciones de 2000, hicieron caso omiso de la voluntad popular, y ahora tienen las agallas de venir a esta ciudad a celebrar la Convención Nacional del Partido Republicano. ¡Hay que denunciarlos y oponerles resistencia! ¡A la campaña de guerra y represión de Bush y Cía. hay que decirle NO clara e innegablemente! Por todo el país y el mundo, tanto la gente común y corriente como los meros meros tienen que verlo: un millón de personas en la ciudad de las Torres Gemelas para decirles ¡NO!

Hay muchísimo en juego. Esta pandilla republicana hizo caso omiso del "imperio de la ley" cuando se robó la presidencia, y luego hizo caso omiso del derecho internacional con su campaña bélica global. Dicen "están con nosotros o están contra nosotros", para que los aliados, el resto de la estructura de poder de Estados Unidos, y los pueblos que oprimen sepan que o obedecen o la pagan.

Cuando millones de personas protestaron contra la guerra de Nueva York a Roma, de México a Australia, Bush dijo que no le importan "pequeños grupos" y mandó invadir y ocupar a Irak.

Por eso unos se preguntan si la resistencia valió la pena, si se puede frenarlos y cómo. Duele pensar en el trabajo y sacrificio de tanta gente del movimiento contra la guerra. y en que no logramos pararlos. Duele pensar en las madres que perdieron hijos o en los presos que vivirán atormentados toda la vida a raíz de la tortura sexual. y que no logramos pararlo. Nos da muchísima pena y un gran deseo de hacer algo para pararlos.

Las elecciones apelan a este deseo. Dicen: "La resistencia no dio fruto, así que hay que recurrir al voto. Si no le gusta Bush, pues hágase oír y no lo reelija".

Y es una poderosa tentación. pero ¿qué dijeron los millones de personas que protestaron en la calle, colgaron estandartes y se tendieron en la calle para bloquear el tráfico? ¿Las más de 100 ciudades que rechazaron la Ley Patriota? ¿Los poetas de renombre internacional que rechazaron una invitación a la Casa Blanca y en vez contribuyeron a la resistencia popular? ¿Los chavos negros y latinos, que viven a diario bajo la bota de este sistema, que se le plantaron a las fuerzas del orden para solidarizarse con compañeras y compañeros del otro lado del mundo?

¿No fue nuestra voz? ¿No lo dijimos claramente y en gran escala? ¿No nos oían los de arriba? ¿Y los demócratas. dónde estaban? ¿No es cierto que a los demócratas no les dio la gana de oponerse a la guerra y la represión a pesar de que la gente que dicen que representan se los rogó? Mucha gente se dio cuenta de que los que detentan el poder no nos escuchan, de que tenemos que tomar la historia en nuestras propias manos y de que es justo hacerlo. ¡Y de que hoy es más urgente que nunca!

Así que, ¿por qué tanto barullo con las elecciones? ¿Qué nos ofrecen realmente? Los demócratas quieren canalizar el odio por Bush hacia votar por Kerry, el único candidato "presidenciable", según dicen. Saben que mucha gente se siente tan indignada y traicionada que está dispuesta a votar por cualquier candidato menos Bush.Pero más que eso, con las elecciones la clase dominante busca encajonar el debate. Nos dicen que podemos votar por el candidato que queramos, pero no podemos votar contra la guerra y la represión porque la única manera de derrotar a Bush es votar por Kerry. Y votar por Kerry es aceptar gran parte del programa de Bush, porque mientras millones de personas se oponían, Kerry votó a favor de la guerra y a favor de la Ley Patriota, y ahora se jacta de que puede librar mejor la guerra contra Irak.

Hay un consenso en la clase dominante de que es hora de que el imperialismo estadounidense establezca un dominio permanente del mundo, de que penetre en los mercados y controle los recursos de la economía global más cabalmente, de que fortalezca su posición en relación con las demás potencias imperialistas. Esto es lo que buscan en Irak y por eso se arriesgan a provocar resistencia, y tratarán de aplastarla. porque están unidos en la meta estratégica de reconfigurar el mundo. Pero a la clase dominante le preocupa que debido al programa agresivo y unilateral de Bush para reconfigurar el mundo mediante la guerra, le saldrá el tiro por la culata. Teme que fortalezca a sus rivales y provoque una oleada de resistencia que ponga en tela de juicio la credibilidad de las instituciones gobernantes de este país y el mundo. A partir del 11 de septiembre, Bush y Cía. tomaron la iniciativa, y están resueltos a mantenerse en el poder y a seguir adelante con su programa. Por eso hay que examinar el mundo tal como es y lo que se requerirá para pararlos.

Nosotros también tenemos que pensar estratégicamente y no dejarnos desviar por el hecho de que no hemos podido pararlos. Nos encontramos en una fiera lucha por la dirección de este país y el planeta, que acaba de comenzar. Así que nosotros también tenemos que preparar el terreno para el desenvolvimiento favorable de esta lucha. No porque esperamos que la estructura de poder escuche la verdad, sino para enfocar la energía y resolución de las masas para derrotar este asqueroso programa. Negarle a Bush un "mandato popular" es una parte crucial de esto. Para que cuando digan que hablan en nombre de la ciudadanía, que Estados Unidos está "unido", todo mundo sepa que les dijimos "NO". Para que todos los que odian lo que hacen estos monstruos sepan que hay una oposición a la que se tienen que sumar.

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La verdad es que Bush y Cía. han pagado un precio político muy alto por la resistencia que los ha perseguido por todo el planeta. Además, la brutalidad de la ocupación de Irak los ha desprestigiado. Iniciaron la guerra sin sus aliados y sin la aprobación de la ONU. Ahora se sabe que los pretextos eran mentiras y que hicieron la guerra a pesar de la oposición popular. y la indignación sigue creciendo.

Eso es lo que la clase dominante, y sus testaferros Bush y Kerry, quieren cambiar con las elecciones. Quieren --y necesitan urgentemente-- poder decir que sus agresiones y torturas son "la voluntad de la ciudadanía": "Nos eligieron y cumplimos la voluntad popular".

Por un lado, utilizan a los demócratas para atraer a los que se salieron de los confines normales de la actividad política aceptable. para volver a desmoralizarlos después.

Por el otro lado, tratan de sembrar miedo de lo que podría pasar en las calles de Nueva York. Al acercarse la convención republicana, los medios informan diariamente sobre nuevas "amenazas" y sueltan nuevas mentiras. Dicen que la alcaldía está preparando campamentos para arrestos en masa y muestran los preparativos tácticos de la policía. A los que viven y trabajan en Manhattan les dicen que se vayan de vacaciones durante la convención para evitar problemas y amenazas,supuestamente de terroristas y anarquistas (insinuando que son iguales).

Primero nos dicen que no protestemos y que nuestra voz se oirá mejor si vamos individualmente a las urnas. Luego nos dicen que si de todos modos protestamos, nos van a atacar más brutalmente que nunca. La meta es crear una atmósfera de miedo en que millones de personas que odian lo que está pasando temen protestar, en que los que están resueltos a protestar se encuentren aislados. y que les permita seguir saqueando el planeta a gusto. Estos monstruos, que vieron en los sucesos del 11 de septiembre una "oportunidad" para atacar a Afganistán e Irak, y cuyas ambiciones globales han provocado oposición por todas partes, ahora siembran miedo para impedir que los denuncien.

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Pero seamos realistas. Vuelvo a pensar en el dinero manchado de sangre que nunca compensará la muerte de los iraquíes. los muertos envueltos en plástico del penal Abu Ghraib. los presos de Guantánamo con los ojos vendados. los inmigrantes arrestados y los chavos negros contra la pared o baleados en la calle. la intervención telefónica y el espionaje policial. la orden a los médicos de dar listas de las mujeres que han abortado. los soldados cristianos azuzados por la histérica película La pasión de Cristo de Mel Gibson. y me imagino lo terrible que será el mundo si esto continúa sin freno. Es insoportable y no se puede permitir que sus mentiras lo oculten.

Además, el futuro no está escrito; creo que vale la pena luchar por un mundo mejor y sé que hay millones de personas que querrán participar en esta lucha. Cierro los ojos y veo a los jóvenes protestando en la calle, a los bibliotecarios destruyendo documentos para no darle información a la policía, a los millones de personas que fueron a ver la película de Michael Moore. Pienso en las luchas del otro lado del océano y en otros continentes, y oigo la voz de Bob Avakian: "No tenemos que escondernos del futuro porque el futuro nos pertenece si nos alzamos". ¡Y lo creo!

Y sé, porque él me lo enseñó, que en tiempo de guerra un imperio necesita más que nunca el consentimiento de la ciudadanía, porque aunque parezca poderoso y despiadado, en realidad es vulnerable. Y sé, porque él me lo enseñó, que "algo que lleva a una situación revolucionaria es que millones y millones de personas piensan que la situación es intolerable. Quieren que los líderes de la sociedad hagan algo, que los dirijan, pero estos no quieren hacerlo. ¿A quiénes recurren entonces? A los que están dispuestos y decididos a dirigirlos y a hacer algo de a de veras". Sé, y he visto por mi propia cuenta, ¡que el presidente Avakian es el líder que lo puede hacer y que si hacemos oír su voz y sentir su influencia, con su dirección podemos hacer algo de a de veras y crear un mundo donde todos queramos vivir!

Pienso en el futuro, cuando nuestra oposición sea más resuelta y tenga raíces más sólidas. cuando hayamos establecido cierta dinámica: con cada mentira y nuevo crimen, surge más indignación y más resistencia. cuando les oponemos resistencia, atacan más, pero sus ataques provocan mayor resistencia. cuando se vea que la fuerza estatal --contra otros países o contra los inmigrantes, los jóvenes o la resistencia aquí-- no tiene justificación, y esto empiece a minar la capacidad de gobernar. Y en el momento propicio, los que lleven tiempo preparándose y preparando el terreno puedan dirigir a millones a alzarse y conquistar el futuro.

Y pienso: ¡ES AHORA! Es ahora que el futuro se forjará. Cuanto más potente sea nuestra resistencia, más aprietos tendrán.

Especialmente ahora mismo, en agosto. cuando el vaquero de la Casa Blanca va a Nueva York con su camarilla, tenemos que decirles, como decían en las viejas películas de vaqueros: "En este planeta no hay lugar para nosotros dos". ¡Cuando quieren jalar gente otra vez a la trampa electoral, cuando Bush y Cía. quieren reafirmar su programa y fortalecer su base de apoyo, un río humano tiene que correr por las calles de Nueva York, pisotearles la corona y decirles NO! Tenemos que impedir que el reyezuelo diga que habla en nuestro nombre.

¡Más de un millón de personas tenemos que decirle adiós a la normalidad mientras "nuestro" gobierno siga saqueando el planeta y librando guerras inmorales e ilegítimas! ¡Más de un millón de personas tenemos que decirles que no nos sentaremos con brazos cruzados mientras la maquinaria electoral "sigue su curso"! Más de un millón de personas tenemos que decirles que no aceptaremos que los fascistas cristianos impongan su moral en todos los niveles de la sociedad. Más de un millón de personas tenemos que decirles que no permitiremos que arresten a árabes, musulmanes y sudasiáticos.

Nuestro ¡NO! tiene que ser tan fuerte y tan resuelto que no puedan esconderlo o tergiversarlo. Tiene que resonar por todo el mundo y romper los callejones sin salida de McWorld o Jihad. Tiene que retumbar en los pasillos del poder y aumentar las contradicciones internas de la clase dominante, que hasta la fecha no han explotado, pero que tienen el potencial de hacerlo. lo que dificultará su avance y acelerará las condiciones en que se podrá pararlos. Este ¡NO! tiene que alcanzar oídos y corazones por todo el país, fortaleciendo la indignación y el repudio del programa de Bush y suscitando más indignación y oposición en las calles y por toda la sociedad contra los crímenes del sistema.

Vuelvo a leer el periódico que compré en el quiosco y al final del artículo encuentro algo que me infunde esperanza. Un hombre llamado Hamed regresa a la oficina militar, se acerca al soldado y devuelve los cinco billetes de $100. Dice que no los aceptará. y nosotros tenemos que decir lo mismo. Otra vez pienso en el legado de esos presidentes difuntos: los millones de africanos que murieron en los barcos negreros, el látigo y la subasta. las mantas infestadas de viruela que dieron a los amerindios. las fosas comunes de Guatemala, El Salvador, Filipinas, Vietnam.. los millones que murieron por las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. y pienso que no debemos aceptar nada de eso, que debemos devolvérselo todo.

¿Y si nosotros somos los que tenemos la oportunidad de poner fin a esta historia sangrienta? ¿Y si la guerra contra Irak es uno de sus últimos crímenes? ¿Y si nuestra resistencia empieza a llevarlos hacia la ruina? ¿Y si pronto, en nuestra vida, se podría saborear un mundo mejor?

Si eso es lo que queremos, tendremos que luchar por plasmarlo en realidad. Tenemos que apelar a los que captan que vivir en esta sociedad es una pesadilla. Tenemos que decirles: ¡DESPIÉRTENSE YA! ¡El futuro nos está esperando!

Tiene que ser "más que una protesta", más que un rechazo rutinario. tiene que haber MÁS DE UN MILLÓN DE PERSONAS en el mayor repunte de protesta que se ha visto en la historia de este país. Tiene que ser una protesta que se conmemorará en canciones y leyendas. Tenemos que hacer algo nuevo el 29 de agosto: desencadenar un proceso capaz de poner fin a este programa de horrores. negarles la aprobación que tanto ansían. obstaculizar esta guerra contra el mundo. Tenemos que comprometernos, con el planeta y con el futuro, a seguir luchando hasta la victoria y fortalecernos para poder alcanzarla pronto.