El rumor de la calle

Obrero Revolucionario #1253, 3 de octubre, 2004, posted at http://rwor.org

30 de agosto de 2004 - El suelo retumba con el traqueteo del metro. Multitudes de personas salen apresuradamente de la estación, de los apartamentos, de calles grandes y chicas, a desplegar su creatividad y decirle ¡No! a Bush y Cía.

Dos bebitos, en una carriola adornada con una mantita que dice "Bebés contra Bush", observaban a los miles reunidos en el cruce que pitan, tamborean y gritan: "Lárgate, Bush; quítate de en medio; Al carajo Bush".

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Tres señoras se sientan en el patio a almorzar. Este es su refugio dominical de la rutina del trabajo.

Una pregunta: "Entonces, ¿qué dicen? ¿Vamos a la protesta?".

Se miran y otra responde de inmediato: "¡Cómo no!".

La tercera no está tan segura: "No, hoy no".

Su amiga le dice: "Si no vamos hoy, pues ¿cuándo?".

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Rosa y Dolores son de Chile. Rosa es arquitecta y Dolores es abogada. Las dos se han puesto en la cabeza coronillas de la Estatua de Libertad y cargan una pintura de los Bush, padre e hijo, con Rice, Rumsfeld, Cheney y toda la camarilla en una confrontación con Jesucristo. Rosa pinta como pasatiempo. Empezó con eso para desahogar su coraje contra Bush y sus declaraciones de que dios lo apoya a él y su guerra. Jamás participó en protestas antes de la guerra contra Irak, pues siempre se dedicaba al hogar y a la familia, pero ahora dice que no se podía perder el gran ¡No! del 29 de agosto.

"Nunca antes me metí en política, pero con el comienzo de la guerra, empezamos a ir a las protestas. Mejor dicho, soy arquitecta y tengo tres hijos... Antes este país era democrático, y quiero a este país, pero el problema es que ahora vivimos en una dictadura. Temo que mucha gente esté perdiendo su libertad". Rosa dice que le decepcionó que los demócratas no ofrecen una verdadera alternativa a Bush.

Dolores interrumpe: "Lo que necesitamos es un tercer partido. No hay gran diferencia entre los demócratas y los republicanos; es como una víbora de dos cabezas. Aquí no tenemos un verdadero debate político. Lo que sí tenemos es una clase dominante. Mira: Kerry es como Bush, los dos son ricos y andan en los mismos círculos".

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Sentado en el banco, Miguel está leyendo el nuevo número del Obrero Revolucionario.Me siento junto a él y le digo: "Así que tienes el nuevo número".

Responde: "Simón. Jamás he leído algo como esto ...". Miguel tiene 14 años y vive en Queens. Ha viajado a muchos países y le encanta leer sobre historia. Le gusta hablar sobre acontecimientos mundiales.

Dice: "Es tan hipócrita que digan que esto es una democracia... No solo por lo de Bush, es por todo... Pero el disentimiento contra Bush es global; hablé sobre eso cuando fui de vacaciones a España.

"Mira la marcha, es un río... Los demócratas dicen que no apoyan nuestras protestas, para salir limpios si esto acaba en motín. Pero si todo termina pacíficamente, van a decir: `Sí, sí, ahí estábamos'".

"Es como la competencia entre Pepsi y Coke, sino con presidentes. Y para mí, el sabor es igual".

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El día era bonito, bonito. Cientos de miles de personas llenaron las calles con amor a la humanidad. El parque Central vibraba con alegría y celebración; había círculos de tambores y una pequeña banda. Jugaban básquet y tiraban frisbees.

Por todos lados había gente que meditaba esta idea sacada del Obrero Revolucionario: ¡CUANDO VEAS A BUSH, PIENSA EN LA REVOLUCION!

Déjenme decir algo. He leído y escrito para el OR por bastante tiempo. Tengo el concepto y puedo visualizar qué significa poner nuestro periódico en manos de los millones de gente que lo necesita, pero en esta coyuntura de la historia, vi a miles de personas checándolo en el parque.

Pienso en una señora que conocí hoy; se llama Josie y me dijo que odia lo que Bush le está haciendo al planeta. Quiere un mundo mejor para su bebita, para que su nenita de rizos y ojos negros pueda crecer y caminar por las calles sin miedo.

Me preguntó: "¿Por qué no puede ser así?".

Hoy todo se trata como una mercancía; es como que nos despojaron de nuestra humanidad. El único valor que tenemos está en la parte que vendemos, sea nuestro trabajo o nuestro cuerpo o creatividad. Le dije que este sistema es como un peñasco en el camino que no nos permite llegar al potencial de la humanidad, el comunismo.

Me preguntó: "¿Pero cómo tendrán suficiente gente para quitar el peñasco? ¿Y cómo saben que al otro lado, todo será mejor?".

Cuando el futuro del planeta está en juego, ¿por cuál camino iremos?

Cuando millones de personas pierden fe en el sistema... y ansían un mundo diferente, ¿qué importancia tiene si conocen a un líder como Bob Avakian? ¡Muchísima!

Al disfrutar el día hermoso en el parque, pienso en las palabras de Bob Avakian: "No tenemos que escondernos del futuro porque el futuro nos pertenece si nos alzamos".