Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

Maoístas iraníes: "Tumbar a la República Islámica, enfrentar la agresión estadounidense"

Obrero Revolucionario #1274, 10 de abril, 2005, posted at rwor.org

28 de marzo de 2005. Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. A continuación publicamos partes de un artículo que salió en el No. 21 de Haghighat, la publicación del Partido Comunista de Irán (Marxista-leninista-maoísta).

¿Qué hacer?

Las fuerzas del pueblo deben tumbar a la República Islámica de Irán en cuanto sea posible, y confrontar la agresión e intervención de Estados Unidos. Esta es la orientación general que debe guiar el trabajo de los partidos y organizaciones de izquierda, de los intelectuales progresistas y los trabajadores, así como de los movimientos populares de estudiantes y de la mujer.

Estados Unidos es el país más poderoso del mundo, pero tiene peligros mortales con cada zarpazo que da. El gobierno iraní está a punto de caer, pero eso no quiere decir que también caiga el sistema que creó la República Islámica.

La sed de sangre y de explotación del imperialismo estadounidense no es un factor desconocido para los comunistas, amplios sectores del pueblo y las organizaciones y partidos que aman la libertad. Tenemos la experiencia del secuestro de la revolución de 1979 [cuando Estados Unidos optó por respaldar al ayatolá Jomeini para no permitir que avanzara la revolución que tumbó al cha]. Está claro que el imperialismo estadounidense está trabajando de la mano con nuevas y viejas fuerzas reaccionarias, que quiere imponer una caricatura de cambios en vez de auténticos cambios, con el fin de impedir que se dé una verdadera revolución capaz de efectuar cambios políticos y económicos fundamentales. Tenemos ante nosotros una lucha dura y compleja. Las masas populares con sus aspiraciones, combinadas con los esfuerzos de su vanguardia comunista y el pueblo que ama la libertad, tienen que ser los iniciadores y organizadores de la derrota de la República Islámica, los que aplasten sus órganos de poder y sus órganos militares y policiales. No se puede permitir que ninguna potencia imperialista le dicte al pueblo el grado, las medidas y la profundidad de los cambios que debe efectuar en la sociedad iraní. Eso sería con el fin de llevar al movimiento popular a donde le convenga. Incumbe a las fuerzas militantes organizar —a un compás acelerado— movimientos de obreros, de estudiantes, de la mujer y de las nacionalidades oprimidas con posiciones antirreaccionarias y antiimperialistas claras, para que el pueblo mismo pueda tumbar la República Islámica y confrontar los planes de Estados Unidos.

El imperialismo estadounidense ha creado una enorme crisis y fisura en el aparato estatal de los países del Medio Oriente, y no está del todo claro que pueda cosechar lo que le interesa. Un nuevo capítulo de la lucha de clases ha empezado en Irán. Hay mucho trecho antes de concluirlo y no está claro qué clase lo escribirá. Lo que sí está claro es que la clase obrera y los pueblos de Irán, bajo la dirección de su vanguardia comunista, tienen ante sí la enorme oportunidad de escribir el último capítulo. Tenemos que aprovechar esa oportunidad.