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Revolución #128, 1 de mayo de 2008

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Reacción indignada a veredicto de "no culpable" en asesinato policial de Sean Bell

“Creí que al menos una vez en mi vida, la justicia se cumpliría contra el uso excesivo de la fuerza por los policías, pero eso jamás sucede. El sistema nos falló”.

peluquero, Jamaica, Queens, citado en Noticias NY1.

Al cierre de esta edición, se está desplegando una respuesta llena de ira a causa del veredicto “no culpable” en el caso de los policías que mataron a Sean Bell e hirieron a sus amigos, Joseph Guzman y Trent Benefield.

Dentro del tribunal, la incredulidad atónita, después de que el juez declaró “no culpables” a los tres policías en el caso de Sean Bell, la interrumpió una mujer con la pregunta: “¿Acaba decir no culpable?” Mientras que la familia de Sean huía del tribunal llorando y con ira, un grito colectivo de dolor y sorpresa surgió de aquellos que esperaban afuera.

Cientos se tomaron la calle fuera del palacio de justicia, bloqueando el tráfico en la calle principal Queens Boulevard. Gritos de “¡Asesinos, asesinos!” y “¡KKK!” confrontaron a los representantes de los sindicatos de la policía que se relamen de gusto ante la prensa. Más tarde ese viernes, cientos más se reunieron fuera de la oficina del fiscal de Queens y se sumaron más, un total de 1000. Ocuparon el bulevar y desfilaron al sitio del asesinato de Sean. Coches y camiones les tocaron la bocina en apoyo. Al anochecer, manifestantes fueron al patio de los vecinos multifamiliares. La gente salió de las tiendas y los edificios, algunos en pijamas y zapatillas, y muchos participaron coreando y marchando. Estudiantes y jóvenes de todas las nacionalidades, comunistas revolucionarios, activistas en la lucha contra la brutalidad de la policía, jóvenes de la calle, vecinos y otros se unieron para expresar su ira. Desfilaron hasta la comisaría de la policía. Repetidas veces en la noche, la gente discutía y rechazaba a aquellos que les pedían que se fueran, que se callaran y que se esperaran el resultado de la ya prometida investigación federal sobre los derechos civiles. Antes del amanecer, se voltearon cubos de basura y cajones de periódicos por toda la avenida.

El juez Cooperman justificó el veredicto el viernes por la mañana diciendo que el testimonio de Trent Benefield y Joseph Guzman fue “contradictorio” y que su credibilidad la “malogró” su porte o conducta en la corte, porque se negaron a reprimir su ira cuando los trataron como criminales y no víctimas. Dijo que no fueron creíbles porque tienen antecedentes de arrestos y que Trent no fue creíble porque no podía recordar si le dispararon dentro del coche ¡o cuando intentó huir para salvarse el pescuezo!

“El veredicto no es justo y me duele; no veo lo que el juez ve in este caso”, dijo Kenneth Shepard, tío de Sean Bell, a Noticias NY1. “Esos tipos son culpables. Uno simplemente no anda matando a gente. ¿Cuándo va a parar esto? ¿Cuándo va a parar esto?”

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