Revolución #138, 3 de agosto de 2008


Cambios y grietas en la economía mundial y la rivalidad entre las grandes potencias

Lo que está pasando y qué consecuencias podría traer
Parte 3: La Unión Europea como potencial rival al dominio de Estados Unidos

Se están operando grandes cambios en la configuración de poder económico entre las grandes potencias. Se pueden detectar nuevas grietas en la economía mundial. El imperialismo estadounidense aún es la potencia económica y militar principal en la economía mundial, pero su posición se está erosionando, y están surgiendo potenciales rivales.

La ampliación y la consolidación de la Unión Europea es un rasgo que está definiendo este paisaje económico cambiante, siendo al ascenso de China quizá el más dinámico de los grandes movimientos tectónicos que se están dando en la economía mundial (ver la Parte 2 de esta serie).

La Unión Europea (UE) es un bloque económico altamente desarrollado de países capitalistas e imperialistas en el continente europeo. En los últimos 15 años, la UE ha alcanzado niveles más altos de integración financiera y económica y fortalecido su posición internacional. Está creciendo el importante papel del euro, la moneda de 15 integrantes de la UE, en las finanzas y comercio del mundo. La UE ha estado imponiéndose con más energía  en el mundo y aumentando su capacidad militar.

La naturaleza y las posibles implicaciones de la expansión y el fortalecimiento de la UE relativa a la rivalidad entre las grandes potencias es el tema de la Parte 3 de esta serie.

I. EL FIN DE LA GUERRA FRÍA Y LA AMPLIACIÓN DE LA UE

La UE ha trabajado en sociedad y alianza con el imperialismo estadounidense en asuntos militares y en foros internacionales como la Organización Mundial de Comercio. Europa occidental recibe enormes entradas de capital estadounidense, y Estados Unidos recibe enormes entradas de capital de Europa occidental. A su vez, la UE representa un desafío competitivo creciente y grande al imperialismo estadounidense dentro del actual marco mundial dominado por el mismo imperialismo estadounidense.

La interpenetración de factores económicos y no económicos afectará la manera en que se desarrolla el desafío de la UE:

Antecedentes: La Unión Europea

La Unión Europea no es un estado único, pero tampoco es una coalición amorfa o informal de potencias. Es una unión única de estados imperialistas en Europa occidental que ha gestionado las estructuras legislativas, administrativas y políticas como para regular su funcionamiento como bloque. Su núcleo dirigente consta de las grandes potencias imperialistas oesteeuropeas: Alemania, Francia y el Reino Unido. Alemania y Francia son los impulsores político-económicos principales del bloque.

En 1991, la UE contaba con 12 estados integrantes. Pero el colapso de la Unión Soviética imperialista y su bloque en 1989-91 ocasionó nuevas posibilidades para el imperialismo oesteeuropeo. Alemania Occidental, entonces ya la principal potencia económica del continente europeo, absorbió a Alemania Oriental. La UE se orientó hacia el este e incorporó a países como Polonia y Hungría, y países de la región báltica.

Así fue la dialéctica de los años 1990: el imperialismo estadounidense metió a la mayoría de los países esteeuropeos del antiguo bloque soviético en la alianza encabezada por sus fuerzas armadas, la OTAN; los imperialistas oesteeuropeos metieron a la mayoría de estos países en la órbita económica de la UE.

La UE aún consta de economías específicas con estructuras de clases específicas y clases dominantes capitalistas o imperialistas específicas. Pero se ha vuelto un bloque más cohesionado y poderoso. Ha creado diversos organismos para coordinar políticas y ejercer poderes entre los países que conforman el bloque. Desde 1995, creció de 15 a 27 integrantes; ha surgido como un mercado que rivaliza en tamaño con el de Estados Unidos; y ha desarrollado una moneda que tiene el potencial de desafiar al dólar estadounidense en el mundo.

En cuanto a tamaño, los estados oesteeuropeos individuales no pueden competir en el frente económico con el imperialismo estadounidense. Pero como una entidad altamente integrada única, la UE puede competir a nivel global. En resumen, con la expansión y la consolidación de la UE, Estados Unidos hoy está ante un centro industrial, financiero y político formidable y grande2 .

En el frente cultural, la UE se presenta como un capitalismo cosmopolita, civilizado e ilustrado. Esto es parte de su arsenal ideológico en sus esfuerzos de fortalecer su posición político-económica en el mundo.

Mientras tanto, la UE aprieta los controles sobre los inmigrantes, torea con el imperialismo estadounidense por ventaja económica en América Latina, utiliza sus conexiones coloniales históricas y forja nuevas relaciones de dependencia neocolonial, al servicio de sus necesidades internacionales; por ejemplo, inversiones y operaciones militares en África para amarrar fuentes de energéticos y materias primas. La UE también ha formado parte de la subcontratación de tortura de parte del imperialismo estadounidense y su “guerra contra el terror”. Los integrantes de la UE han albergado cárceles secretas de la CIA3 .

II. LA UE FORTALECE SU MANO COMPETITIVA

La UE ha tomado medidas para ampliar y unificar más un mercado común y, en esta conexión, para elevar la rentabilidad y para aumentar la competitividad del capital basado en la UE en el marco de la economía imperialista mundial.

A. Agenda de competitividad y “fuerza de trabajo flexible”

Esto ha encerrado una ola de reformas “neoliberales”. El neoliberalismo se refiere a las medidas y programas que abren más las economías nacionales a flujos más libres del capital, privatizan las industrias paraestatales, desregulan los mercados de trabajo y eliminan las restricciones sobre las condiciones de explotación y contratación de la fuerza de trabajo asalariada, y que recortan las prestaciones sociales, etc. Este proceso ha estado en marcha en Estados Unidos desde los años 80.

En el tercer mundo, los organismos financieros internacionales dominados por Estados Unidos, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, supervisaron la reestructuración neoliberal brutal y polifacética de economías. Este proceso abrió cancha para la mayor penetración del capital imperialista, p.e., de Europa occidental. Además, socavó la agricultura local en grandes regiones del tercer mundo y aceleró un proceso sin precedente de urbanización caótica y masiva4 .

El capital oesteeuropeo ha estado aplicando su propia agenda de reforma neoliberal desde los años 90: más flexibilidad en contrataciones y despidos, mayor utilización de trabajadores eventuales y recortes salariales.

En Francia, están en marcha planes para ampliar la semana laboral legal a más de 35 horas. En Alemania, para aumentar la productividad de los trabajadores, se han recortado varias formas de “coparticipación” de los sindicatos en las fábricas. Alemania es el exportador líder del mundo. Se ha mantenido esta posición en parte tomando medidas para disminuir los costos de la mano de obra, y los salarios reales han estado cayendo por siete años consecutivos (1998-2006)5 . En Francia, se ha recortado el apoyo oficial a la educación y a programas de colocación en empleos, y tales medidas han sido un importante blanco de protestas. Se han recortado las prestaciones de bienestar social, como pensiones para los jubilados, en una buena parte de Europa.

La agenda competitiva de la UE ha abarcado fusiones de grandes empresas en empresas más grandes, como en la industria de acero, el apoyo a sectores industriales estratégicos y la promoción de empresas líder. Por ejemplo, la UE creó EADS, la empresa aeroespacial a nivel de Europa, que fabrica el Airbus y compite en todo el mundo con Boeing.

Esta agenda de “competitividad” también ha abarcado medidas para restringir la libertad de movimiento del capital estadounidense en el mercado más abierto e integrado de Europa. Por ejemplo, la Cía. Microsoft ha sido acusada de prácticas monopólicas. El capital europeo ha procurado coartar al capital estadounidense en el mundo. Esta agenda ha tenido formas complejas y a veces disfrazadas, tales como los pleitos entre Estados Unidos y la UE sobre normas ambientales o controles sobre la importación de productos agrícolas modificados con bioingeniería.

B. El papel especial de Europa oriental

La integración de los países esteeuropeos a la UE ha sido una fuente de ventaja competitiva del capital oesteeuropeo en el mercado mundial. Unas clases capitalistas plenamente desarrolladas gobiernan las economías esteeuropeas, y algunas de estas clases invierten capital en el tercer mundo. Pero están en una relación subordinada a las clases dominantes más grandes y más poderosas de la UE. El capital extranjero, sobre todo el oesteeuropeo, domina a los sectores estratégicos de estas economías, como el transporte, las finanzas y las telecomunicaciones. Los bajos costos de la mano de obra con los altos niveles de capacitación que quedan de los años bajo los soviéticos representan un importante imán para inversiones.

La UE ha reestructurado e integrado las economías esteeuropeas en cadenas de producción globales y a nivel regional. Los trabajadores esteeuropeos tienen peores condiciones laborales y escalas salariales menores, junto con programas sociales menos generosos, que en la población de muchos países de Europa occidental. En Eslovaquia, el salario de la industria automotriz es un octavo de aquel de Alemania, y pronto se espera que la productividad de esta industria (encabezada por Volkswagen y Peugot) sea la más alta del mundo6 . Así, la absorción de Europa oriental por la UE ha aumentado la competitividad y rentabilidad del bloque.

La UE —muy en particular el imperialismo alemán que está muy interesado en Europa oriental y los Balcanes— ha hecho fuertes inversiones en la reconstrucción del transporte, energía y otra infraestructura de Europa oriental. Este proceso ha sido costoso y ha tenido un papel importante en la disminución de los índices de crecimiento de Alemania. Pero esta actualización infraestructural también es una parte importante de un fortalecimiento largoplacista de un mercado continental más integrado y competitivo en que Alemania es el ancla económica de un bloque más cohesionado de la UE.

En términos estratégicos, Europa oriental también tiene importancia para las ambiciones geopolíticas de la UE. En términos geográficos, está más cerca a Rusia, que surte una buena parte de los energéticos los energéticos que necesita Europa occidental, y por eso Europa oriental es una especie de amortiguador. Además, la penetración económica oesteeuropea representa cierto contrapeso al dominio militar estadounidense en Europa oriental7 .

C. La fuerza de trabajo inmigrante en la “Fortaleza Europa”

En las economías más abiertas que necesitan mano de obra tanto altamente calificada como de menores calificaciones y una fuerza de trabajo más “flexible” (con cambios de empleo entre trabajos y sectores de la economía y menos seguridad laboral), la fuerza de trabajo de los inmigrantes tiene un papel particular en los mercados laborales reestructurados.

Se calcula que de 5 a 6.5 millones de trabajadores indocumentados viven y trabajan hoy en Europa. Representan una “fuerza de trabajo trasnacional ilegalizada”, en los sectores agrícola, de construcción, servicios domésticos y de otra índole. Según un reciente estudio de tres académicos progresistas, algunos de estos sectores “probablemente se vendrían abajo si no tuvieran acceso a la mano de obra inmigrante no regulada de bajo costo”8 . A menudo, estos trabajadores indocumentados no pueden conseguir el salario mínimo ni trabajar bajo contrato.

Hoy, las autoridades amenazan con obligar a los inmigrantes a llevar tarjetas de identificación especiales y con establecer bancos de datos con información biométrica. Francia aplicará pruebas del ADN a los nuevos inmigrantes que entran a su territorio. En muchos casos, la histeria xenofóbica contra los inmigrantes en el ambiente después del 11-S tiene formas antiárabes y anteislámicas. Es también parte del discurso oficial; Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, ganó las elecciones en parte con una plataforma de aplicar “medidas duras” contra los inmigrantes después de las rebeliones de los jóvenes inmigrantes contra la brutalidad policial y discriminación social en 20059 .

Los gobiernos de la UE están orgullosos de las nuevas medidas para fortificar las fronteras contra los inmigrantes “ilegales”. ¿Los resultados? Las autoridades españolas informan que en 2006, seis mil personas murieron ahogadas en el Atlántico en la travesía a las Islas Canarias (parte de España) desde África occidental, donde las flotas comerciales europeas han sobreexplotado los bancos de pescado y destruido la vida de los pescadores africanos. En 2006, cientos de inmigrantes más murieron asfixiados en contenedores de carga, camiones y barcos de carga.

III. LAS AMBICIONES GEOPOLÍTICAS DE LA UE

La UE ha estado expandiéndose, y tiene una compulsión de aumentar su influencia internacional y su competitividad, para poder prosperar como potencia geoeconómica en la economía mundial en la cual todavía domina el imperialismo estadounidense y han surgido nuevos competidores y rivales en el sistema mundial. También es posible que este marco económico mundial dominado por Estados Unidos pueda padecer sacudidas importantes. Éstas, en combinación con otros factores (p.e., reveses militares), pueden generar nuevas oportunidades para que las potencias en ascenso como China y la UE salten a posiciones de mucho más fuerza.

En el frente geopolítico, la UE está teniendo un papel internacional más agresivo. Ha estado impulsando charlas en el Medio Oriente. Supervisó las elecciones en el Congo en 2006. Asumió el mandato de la ONU en la ocupación de los Balcanes occidentales.

El grueso de la capacidad militar estratégica global de la UE está en la OTAN. Pero uno de los efectos inesperados del colapso de la Unión Soviética es que “el triunfo del Occidente” dio origen a una Europa occidental con menos dependencia militar del imperialismo estadounidense, pues ya no había un bloque soviético poderoso y militarizado en la frontera con Europa occidental en el contexto del mayor conflicto entre los bloques encabezados por Estados Unidos y la Unión Soviética. Dominique Moisi, una académica geopolítica y asesora en política de Francia, dio esta descripción: “A la configuración de la guerra fría de un Occidente y dos Europas” la está reemplazando “una Europa y dos Occidentes”10 .

La UE ha establecido o expandido varias “fuerzas de intervención” multinacionales; una meta de referencia es tener 60 mil soldados a la espera para misiones en el exterior de hasta un año de duración. La UE ha estado expandiendo su industria militar, invirtiendo en el caza de combate Eurofighter y aviones de largo alcance. Ha desarrollado un sistema de navegación satelital europeo (Galileo). Éstas son iniciativas conjuntas a nivel de Europa. La UE también ha estado tratando de desarrollar una estructura de mando general.

Nada de eso puede igualar, ni siquiera se aproxima a igualar, al peso militar del imperialismo estadounidense hoy. Pero la proyección más enérgica de la UE está dándose al tiempo que Estados Unidos está reduciendo sus fuerzas en Europa, mientras que se están desenvolviendo los planes más ambiciosos de la UE en despliegues militares, sobre todo de parte de Alemania. Además, la UE tiene “los haberes industriales” para sustentar una rápida militarización.

Pero hay otro elemento: Rusia. La UE tendría un poder geopolítico notablemente mayor en una alianza con Rusia, con su aún formidable poderío militar. Ésta es una especie de baza, pero muy real, sobre todo en vista de la mayor dependencia de Europa occidental de las fuentes de energéticos de Rusia.

Rusia ya surte más de un cuarto del gas natural que consume Europa occidental, y va en aumento esta proporción. De otro lado, Rusia tiene una fuerte dependencia del mercado europeo: de la UE, Rusia recibe el 75% de sus ingresos por concepto de exportaciones11 . El capital alemán es la mayor fuente de crédito para las gigantes petroleras y de gas rusas (y el ex canciller alemán, Gerhard Schröder, ahora es presidente de la junta supervisora de una filial de la gigante rusa de gas natural GAZPROM)12 . A su vez, para no tener que depender de Rusia, las trasnacionales europeas han estado buscando una presencia independiente en Asia central.

Se pregunta: ¿llevará la accidentada relación con Rusia en energéticos a un reposicionamiento y colaboración más amplios de estas dos potencias en el mundo?

La UE también está sacando provecho de sus lazos históricos de dominación y explotación de África a fin de obtener energéticos y reducir su dependencia de Rusia. Últimamente, las trasnacionales europeas han representado el 60% de las nuevas inversiones en las empresas petroleras y de gas de África occidental. Royal Dutch Shell es el productor extranjero líder en Nigeria. Ha sido blanco de protestas y ataques armados de la población en respuesta a sus actividades de perforación que traen pocos beneficios para las comunidades vecinas pero sí una enorme destrucción ambiental13 .

IV. EL EURO Y EL DÓLAR: RIVALIDAD EN MEDIO DEL TUMULTO FINANCIERO

El euro ha estado jugando un papel mayor como moneda mundial. La integración monetaria regional de la UE ha generado una ventaja en escala y eficiencia para el capital europeo globalizado. Después de su establecimiento en 1999-2000, el euro se ha vuelto la moneda más grande y única que rivalice al dólar estadounidense como la divisa mundial. La mayor importancia del euro se desprende del poder de la UE y de la erosión de la posición financiera mundial de Estados Unidos. El dólar ha estado bajo enormes presiones a la baja debido a los enormes déficits contraídos por Estados Unidos y la reciente turbulencia financiera en Estados Unidos.

El potencial impacto mundial del euro se sintetiza en la introducción a una compilación de artículos sobre el euro hecha por analistas convencionales: “Como la divisa que soporta el peso del declive del dólar estadounidense desde su sobrevaloración a fines de los años 90, el valor y administración del euro es crucial para poder ajustar los desequilibrios internacionales. Como competidor y colaborador de largo plazo con el dólar, el euro da pie al potencial de un sistema monetario internacional bipolar, que presenta retos y oportunidades sin precedentes para aquellos que formulan la política económica”14 . El euro ya ha rebasado al dólar como moneda principal del mundo en el mercado mundial de bonos.

Todo eso no niega la posibilidad de que el dólar vuelva a surgir. Es importante tener en mente que la fuerza del dólar y su papel como moneda de las reservas y transacciones del mundo no es meramente una función del poder económico del imperialismo estadounidense. La “confianza en el dólar” también tiene que ver con el dominio militar global del imperialismo estadounidense, a los vínculos militares y de seguridad entre los tenedores extranjeros de dólares y el imperialismo estadounidense (tal como en el caso de un país como Arabia Saudita) y a la estabilidad general del capitalismo estadounidense y sus mercados financieros altamente desarrollados en relación a los peligros políticos y económicos en otras partes.

De otra parte, una tendencia más gradual de largo plazo hacia un “sistema monetario bipolar” no niega el potencial de un masivo abandono del dólar y el súbito estallido de caos financiero, quizá de una magnitud no vista desde los años 30. Una combinación de sucesos económicos y cambios políticos podría provocar un ataque de esta clase contra el dólar. Por ejemplo, China podría dejar de financiar la deuda del Tesoro estadounidense al nivel que lo ha estado haciendo hasta ahora y podría diversificar sus reservas de divisas con la correspondiente disminución de sus reservas en dólares.

La crisis financiera que estalló en Estados Unidos a inicios de 2008 ha golpeado a los organismos y mercados financieros de Europa occidental. Pero he aquí un punto aparentemente claro: el euro está cobrando terreno competitivo contra el dólar y con mayor frecuencia se considera una moneda internacional de reservas y transacciones.

V. CONCLUSIÓN: ¿ALIANZA TRANSATLÁNTICA EN TRANSICIÓN?

Después de la II Guerra Mundial, el imperialismo estadounidense  modeló las estructuras estatales de Europa y penetró profundamente las formaciones sociales en ese continente, p.e., en el frente cultural. En la expansión después de la II Guerra Mundial, se profundizaron los lazos de inversión y comercio entre Estados Unidos y Europa y el mayor marco geopolítico dominado por Estados Unidos restringió los desafíos estratégicos del imperialismo oesteeuropeo. Este proceso continuó después del colapso de la Unión Soviética. Además, el Reino Unido, que es integrante de la UE, tiene una “relación especial” con Estados Unidos, lo que afecta el maniobreo entre la UE y Estados Unidos.

Pero los actuales arreglos políticos y económicos del mundo no están grabados en piedra. Pueden evolucionar en nuevas direcciones y cambiar radicalmente en relación a importantes movimientos geoeconómicos y geopolíticos. De nuevo, el factor ruso ocupa un lugar de peso. Puede que la UE se encuentre dividida entre los sectores de sus clases dominantes imperialistas que piden una capacidad militar europea más robusta y aquellos que aún quieren apoyarse en la alianza de la OTAN. Un importante paso de China para conseguir más iniciativa en la economía mundial y/o forjar una alianza más estrecha con Rusia afectaría profundamente los caminos hacia un papel geopolítico mundial mayor o menor de la UE.

En junio de 2008, el gobierno francés anunció una reorientación de su política de seguridad hacia relaciones más profundas con la OTAN. Pero nótese con detenimiento: esto representó un acercamiento hacia la OTAN y la UE, junto con el apuntalamiento de la capacidad de la UE de planear y conducir sus propias operaciones militares.

Las contradicciones entre Francia y Alemania, las fuerzas núcleo de la UE, y Estados Unidos, en torno a la guerra de Irak han estado muy agudas. Ha habido otras contradicciones; por ejemplo, en 2005 estalló una disputa cuando la UE suspendió el embargo de armamento impuesto sobre China después del levantamiento de estudiantes y obreros de 1989 en Tiananmen. Aunque haya más unidad (en apariencia), como presionar a Irán, también es cierto que se están dando las rivalidades al interior de la alianza de la OTAN.

La UE tiene necesidad y libertad. Parece que su estrategia general es de “esperar el momento propicio”: promover una mayor integración institucional en el bloque de la UE, buscar amarrar alianzas más estrechas con otras grandes potencias y sacar provecho de las dificultades y reveses del imperialismo estadounidense. Pero las tendencias globales subyacentes y los acontecimientos imprevistos, internos y externos, de este bloque afectarán el ritmo, dirección y papel más enérgico de la UE.

PRÓXIMAMENTE, Parte 4: Un imperialismo ruso resurgente

 

Notas

1. Sobre el conflicto entre el imperialismo occidental y el fundamentalismo islámico y cómo se oponen entre sí mientras que se refuerzan mutuamente, ver Bob Avakian, Forjar otro camino, www.revcom.us. [back]

2. Para más detalles sobre el desarollo y la naturaleza de la UE, ver Peter Dicken, Global Shift, quinta edición (Nueva York: Guilford, 2007), capítulo 6; y Jozsef Borocz y Mahua Sarkar, “What is the EU?,” International Sociology, junio de 2005, Vol. 20 (2), pp. 153-73. [back]

3. Ver Dick Marty, Secret Detentions and Illegal Transfers of Detainees Involving Council of Europe States: 2nd Report (7 junio 2007), http://assembly.coe.int. [back]

4. Un análisis marxista de los orígenes y la lógica del neoliberalismo se halla en David Harvey, Neoliberalism (Londres: Oxford: 2005). [back]

5. Perry Anderson, “Depicting Europe,” London Review of Books, 20 septiembre 2007, www.lrb.co.uk. [back]

6. Anderson, “Depicting Europe.” [back]

7. Sobre la UE y Europa oriental, ver Dorothee Bohle, “The EU and Eastern Europe: Failing the Test as a Better World Power,” Socialist Register 2005: The Empire Reloaded (Londres: Merlin, 2004), pp. 300-12; Jozsef Borocz, “How Size Matters: The EU as a Geopolitical Animal,” 2005, http://web.uvic.ca/europe. [back]

8. Markus Euskirchen, Henrik Lebruhn y Gene Ray, “The Changing European Border Regime,” Monthly Review, noviembre de 2007, pp. 41-42; [back]

9. Sobre la biometría y el “control de la inmigración”, ver “Special Report on Migration,” The Economist, 5 enero 2008, pp. 8-10 [back]

10. Dominiqe Moisi, “Reinventing the West,” Foreign Affairs, noviembre-diciembre de 2003, www.foreignaffairs.org. Sobre la mayor rivalidad entre Estados Unidos y la UE desde la guerra de Kosovo de 1999, ver Kees Van Der Pijl, Global Rivalries From the Cold War to Iraq (Londres: Pluto, 2006), pp. 287-90. [back]

11. Quentin Perret, “Wither Gazprom? The EU and Russia’s Gas,” www.diploweb.com, 1 noviembre 2007. [back]

12. John Vinocur, “For Schroder and Putin, Linkup No Coincidence,” International Herald Tribune, 3 enero 2006. [back]

13. Sobre las inversiones de la UE en energéticos en África, ver Michael T. Klare, Rising Powers, Shrinking Planet (Nueva York: Metropolitan Books, 2008), pp. 155-57. [back]

14. Ver el resumen, Adam Posen, comp., The Euro at Five: Ready for a Global Role? Informe especial 18, Peter G. Peterson Institute for International Economics, 2005, www.iie.com. [back]

 

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