Revolución #155, 8 de febrero de 2009


Alto a la brutalidad y asesinato policiales: ¡Miles de vidas robadas! ¡BASTA YA!

Estados Unidos, 2009

Si eres negra y eres madre, te preocupa si tu hijo
crece muy grande o habla con voz muy fuerte.

Si eres negro y joven, aprendes a mirarte
la espalda cuando vas a jugar,
a la escuela, a ver a tu abuela. Aprendes a:

No pararte por mucho tiempo. . .
No pasar el tiempo con muchos amigos. . .
No gesticular muy alocadamente
No reírte con mucha fuerza. . .
No tener una actitud o molestarse. . . y
No ser negro al volante.

Si eres negro, cualquier cosa que hagas puede hacer
que la policía te detenga, te arreste, te dispare,
te MATE
La vida robada.

Uno de cada nueve varones negros en la cárcel.

¡¡¡VIDAS ROBADAS!!!

Pasa en todo sitio
¿…un error?
¿…persona equivocada?
¿…arma equivocada?
DE NINGUNA FORMA.

Un constante estado de terror potencial:
Solo con caminar en la calle,
Solo cuando vas a la tienda, cuando manejas muy noche
(o al atardecer ).

Si eres negro o latino, ¿importaba:
que tenías un trabajo, ibas al colegio,
tomabas responsabilidad por tus hijos,
mirabas al futuro,
amabas a tu esposa o a tu prometida?

¿Importaba que tomaste el tren a casa en la Noche de Año Nuevo,
para hacer lo más responsable, como lo hizo Oscar Grant en Oakland?

Un momento celebrando el año nuevo,
volviendo a casa con los amigos.
Y un momento después, golpeado en la cabeza,
empujado al suelo, una rodilla presionada contra la espalda,
Y después ¡PUM! La vida de Oscar Grant se TERMINA
en menos de un segundo…

¿Una aberración? ¿Un incidente aislado?
¿Unas cuantas manzanas podridas?
No es así pues año tras año en ciudad tras ciudad,
cientos y cientos… y miles.
¡DE NINGUNA MANERA!

Asesinato y brutalidad policial. Sistémico y sistemático.
Guardianes oficiales del terror de chusmas de linchamiento,
libres de detener, esculcar, disparar, matar…
Todo en el nombre de la ley,
Para servir y proteger a. . . ESTE SISTEMA.
Para mantener abajo al pueblo
Para intentar quebrar el espíritu y resistencia de la gente,

Entonces ¿qué vamos a hacer?

¡BASTA YA!

Este sistema ha criminalizado a generaciones enteras de jóvenes negros y latinos, ofreciéndoles el desempleo o trabajos humillantes, la cárcel, el ejército, una muerte prematura, y nada más,

Este sistema no ve nada en los millones de jóvenes salvo un “problema social”, jóvenes a que faltarles el respeto, degradar, menospreciar.

Este sistema no le ofrece a la juventud ningún futuro, ni vida de valor,
ni nada por lo cual vivir.

Pero la revolución sí.

Oscar Grant
Oakland, California.
Apenas en la segunda hora del primer día de 2009, la policía mató a sangre fría a Oscar Grant, de 22 años. Le dieron puñetazos y lo echaron al suelo. Manteniéndolo bocabajo en el andén, el oficial le disparó por la espalda.
Adolph Grimes
Nueva Orleáns, Luisiana.
Adolph Grimes, de 22 años, se mudó a Houston después del huracán Katrina y estaba de visita con su familia durante las fiestas del fin de año. En la madrugada del 1º de enero de 2009, estaba sentado en un carro fuera de la casa de su abuela cuando un policía de civil lo mató con una ráfaga de 48 balas, 14 de las cuales le segaron la vida.
Julian Alexander
Anaheim, California.
La policía baleó y mató a Julian Alexander, de 20 años y recién casado, después de que salió de su casa en busca de unos presuntos ladrones.
SEAN BELL
Ciudad de Nueva York.
La víspera de su día de bodas, unos polis mataron a Sean Bell y dejaron lesionados a dos de sus amigos, cuando dispararon más de 50 balas contra su carro. Después de meses de protestas, el tribunal absolvió de todo delito a los policías que lo balearon. Cuando las masas de nuevo se tomaron las calles en busca de justicia para Sean Bell, Barack Obama hizo una advertencia contra la violencia y recomendó "respetar el veredicto".
Jonathan Pinkerton
Chicago, Illinois.
Entre el 11 de junio y el 5 de julio de 2008, la policía de Chicago baleó a 12 personas (puras negras y latinas) y dejó seis muertos. Tirotearon a cuando menos seis de las víctimas por la espalda. Jonathan Pinkerton, de 17 años, quedó paralítico por una bala que le dio la chota por la espalda. La policía disparó y mató con 14 balas por la espalda a Shappell Terrell, un recolector de basura de 39 años, y dejó a siete hijos huérfanos. Según testigos, Luis Colón, de 17 años, trataba de entregarse cuando unos policías le dispararon seis veces por la espalda.
Protesta contra el asesinato policial de Oscar Grant, Oakland, 14 de enero.

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