Revolución #175, 6 de septiembre de 2009


Una carta abierta a los y las estudiantes: Cómo afectar las cosas en serio

De jóvenes, a veces buscamos en el mundo y nos preguntamos por qué éste tiene que ser de esa manera, por qué la sociedad aparentemente es tan insana. Preguntas que nos fastidian hasta tarde en noches de insomnio... ¿Realmente tenemos que vivir así? ¿Por qué la gente se trata de esa manera? ¿Por qué pasan hambre los niños? ¿Por qué parece que nunca se hace nada para cambiar eso? ¿Por qué muchos viven en la pobreza y en desespero? ¿Por qué hay mucha desesperación y tan poco sentido?

Para millones de jóvenes alrededor del país, en las siguientes semanas estarán empacando sus cosas, mudándose a los dormitorios y moviéndose por cuenta propia. No tendrán un toque de queda o sus padres no estarán escuchando sus llamadas telefónicas. Sus clases no tendrán que ver con el siguiente examen estandarizado y conocerán a personas de todo el país y del mundo con diferentes experiencias de vida y puntos de vista. Estarán observando sus vidas y lo que van a hacer, para dónde va ésta. Estarán imaginando cómo será su relación con el mundo.

Recuerdo cuando inicié la universidad en una ciudad grande. Buscaba a personas que se estuvieran cuestionando las cosas, que estuvieran inconformes con la forma como son las cosas. Buscaba a personas que tuvieran un ardiente deseo de encontrar respuestas a lo que yo le daba vueltas... solo para encontrar que estaba viviendo en tiempos donde esa clase de cosas NO se estaban dando entre los estudiantes. Y aún hoy el ambiente estudiantil en las universidades es casi muerto en cuanto al cuestionamiento, al debate y la resistencia se refiere.

Como lo puso la reciente declaración del Partido Comunista Revolucionario de Estados Unidos: “Y a pesar de las buenas intenciones que tienen muchos maestros, el sistema educativo es un insulto crudo para muchos jóvenes y un mecanismo de disciplina y adoctrinamiento en general. Si bien existe cierto estímulo, en particular en algunas escuelas ‘elitistas’, para que los estudiantes piensen de formas ‘no conformistas’ —siempre y cuando en última instancia eso siga beneficiando las necesidades e intereses fundamentales del sistema—, en general, en lugar de darles una capacidad real para que aprendan acerca del mundo y busquen la verdad donde quiera que ésta lleve, con un espíritu de pensamiento crítico y curiosidad científica, se moldea y se distorsiona la educación de modo que sirva a los mandamientos del capital, justifique y perpetúe las relaciones de opresión en la sociedad y en el mundo en conjunto, y refuerce la posición dominante de los ya poderosos” (“La revolución que necesitamos… La dirección que tenemos”, Revolución #170, 19 de julio de 2009).

Abriendo el ambiente, dejando entrar el oxigeno

No podemos cambiar todo eso sin una revolución. Pero si podemos cambiar el ambiente de las universidades, empezando aquí y ahora. ¡Y eso es lo que nos proponemos hacer este otoño, cuando la revolución llegue a las universidades cerca a usted! Vamos a despejar el ambiente sofocante y a cambiar los términos del debate. Vamos a llevar un nuevo mensaje y llamamiento poderoso y polémico, “La revolución que necesitamos... La dirección que tenemos”, y le estamos pidiendo que le dé un vistazo... que lo discuta con nosotros... y que participe en abrir el debate.

Este mensaje y llamamiento audazmente declara “Éste NO es el mejor mundo posible... y NO tenemos que vivir así”. Este muestra que causa el sufrimiento innecesario en este planeta y que es necesaria y posible una auténtica revolución que barrerá todo esto y establecerá una sociedad socialista con la meta de un mundo comunista. Este llamamiento lleva a la gente la dirección de Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos.

Pero lo que se le ha dicho a la mayoría de la gente, lo que cree la mayoría de la gente en este país, lo que “todos saben”... es que el socialismo y el comunismo son horribles. La realidad es, que a usted se le ha mentido. Se le ha mentido sobre lo que se trata el socialismo y el comunismo, mentido sobre lo que pasó en el pasado cuando existieron las sociedades socialistas en la Unión Soviética y en China y mentido sobre la posibilidad no solo de construir a partir de esas experiencias sino de hacerlo mucho mejor. Y para ser honestos, la gente ha aceptado esas mentiras con demasiada facilidad.

Cuando ingresé a la universidad, la única cosa que sabía sobre China cuando era socialista era de la clase de historia universal de décimo año donde el profesor nos asignó leer el libro Cisnes salvajes. Yo no pensé que el comunismo fuera algo bueno después de leerlo, ciertamente no hay otra cosa por la valga la pena luchar. Pero para el momento en que entré a la universidad ya era escéptica sobre la corriente dominante norteamericana y tenía algo del pensamiento crítico que me llevó a sentir que no sabía lo suficiente sobre Mao y China para llegar a la conclusión que ya era “la opinión común” sobre la revolución china. Y en verdad no me gustaba el capitalismo y cuando conocí a los comunistas revolucionarios, éstos tenían argumentos convincentes acerca de por qué el mundo es de esta manera y discutían con fundamento que el comunismo era la solución. Entonces fui a donde los comunistas que conocí y les dije que estaba interesado en aprender más sobre las revoluciones del pasado.

A medida que iba sabiendo más sobre esta historia y con algunos estudios y algunos debates, llegué a saber que nada de lo que se me había dicho era verdad. Y también supe que el libro Cisnes salvajes era solo una parte de la literatura promovida por los Estados Unidos y el gobierno chino para distorsionar, mentir y difamar a Mao y la Revolución Cultural de China, para justificar la restauración del capitalismo en China. (Para conocer un análisis de lo que realmente fue la Revolución Cultural, deberías chequear la serie que estamos publicando, en nuestra edición impresa a partir del #175, 6 de septiembre de 2009, de una charla y preguntas y respuestas, con Dongping Han, un hombre chino que vivió en el campo durante la Revolución Cultural y el autor de The Unknown Cultural Revolution – Life and Change in a Chinese Village [La Revolución Cultural desconocida. Vida y cambio en una aldea china]).

Una cosa que la declaración, “La revolución que necesitamos... La dirección que tenemos”, responde es lo que es exactamente el comunismo. “Un mundo en que las personas trabajen y luchen juntas por el bien común... en que todos contribuyan a la sociedad lo que puedan y reciban lo que necesitan para tener una vida digna de un ser humano... en que ya no haya divisiones entre las personas en que algunas gobiernan y oprimen a otras, arrebatándoles no sólo los medios para obtener una vida digna sino también el conocimiento y un medio para entender bien el mundo y tomar acciones para cambiarlo”.

Que arda el debate

Pero algunos dicen: “Mira, el comunismo es una buena idea, pero nunca funciona en la práctica”. Otros argumentan que un mundo así simplemente no es posible debido a una “naturaleza humana” innata que nunca cambia. Muchos argumentan que el comunismo es totalitario o que no hay libertad de expresión ni un papel para el individuo.

Existen respuestas concretas con hechos, análisis y sustancia que refutan esas alegaciones. Y esta generación no ha tenido la oportunidad de oír en serio estas respuestas. Urge abrir el debate sobre estos asuntos tan importantes, especialmente en las universidades. Defender y difundir la verdad sobre todo esto y explicar cómo podemos hacerlo mejor e ir más allá que esas revoluciones anteriores es una gran parte de lo que es la dirección de Bob Avakian y tienes que chequear lo que él dice sobre esto en revolutiontalk.net (sitio bilingüe).

Y los hechos acerca del pasado, presente y futuro de esta revolución también serán el centro de una gira de charlas en las universidades este otoño. Esta gira presentará a Raymond Lotta, experto revolucionario sobre China y el comunismo y el líder del proyecto “Pongamos las cosas en claro” (thisiscommunism.org, sitio en inglés). Tenemos la intención de que esta charla tenga un gran impacto en las universidades, que “eleve el tope” de los horizontes de la gente y que electrice el ambiente de debate sobre un futuro completamente diferente. Y usted tiene que ser parte de esto, chequeando los DVD de Bob Avakian... adentrándose en la charla de Raymond Lotta (revolutionbooksnyc.org/Lotta4-23-09.mp3, audio en inglés)... y buscando y exigiendo respuestas a todo el mundo, incluso, de hecho especialmente, a nosotros los comunistas... y negándose a confinarse a la opinión común.

Cómo afectar las cosas… hacia lo mejor

Con eso estamos de regreso a la pregunta de si uno puede afectar las cosas en el mundo o no. Sí se puede, pero no de la manera que sea y definitivamente no por medio de defender el sistema que es el problema. Obama ha pedido a la generación de hoy que asuma un “espíritu de servicio”. Esto abarca varias cosas, del trabajo voluntario a nivel local a inscribirse en el Cuerpo de Paz y alistarse en el ejército.

¿Pero qué quiere decir en los hechos? Vi a muchos estudiantes a la toma de posesión de Obama, metiéndose en esa onda, ofreciéndose de voluntario, mirando todos los videos en YouTube de los famosos y los artistas que nos decían con optimismo que el cambio ya ha llegado. A un nivel, puedo entender por qué esto es atrayente. Hoy la gente no quiere participar en la mentalidad del “yo primero” y de competir o morir. Especialmente los estudiantes y los jóvenes quieren participar en mejorar el mundo.

Pero todo eso del “espíritu de servicio” se cuadra bien dentro de los parámetros de dejar el mundo como es. A ese nivel, eso es inquietante. ¿Qué quiere decir trabajar para este sistema, mantener este sistema en marcha y hasta matar y morir por él en el ejército yanqui que lleva a cabo crímenes de toda clase alrededor del mundo? La declaración del PCR lo explica así:

“Este es un sistema de capitalismo-imperialismo... un sistema en que el imperialismo estadounidense es la superpotencia más opresora y más monstruosa... un sistema impulsado por un implacable afán de ganancias que trae horror tras horror, una pesadilla al parecer sin fin, para la abrumadora mayoría de la humanidad: pobreza y miseria... tortura y violación... la dominación y degradación generalizadas de las mujeres en todas partes... las guerras, invasiones y ocupaciones... asesinatos y masacres... aviones, proyectiles, tanques y soldados de Estados Unidos, que bombardean a pueblos en tierras lejanas mientras que éstos duermen en su hogar o realizan sus actividades cotidianas, hacen pedazos a sus hijos pequeños, siegan la vida de hombres y mujeres en la flor de la vida, o en la vejez, tumban a patadas las puertas de sus hogares y se los llevan a rastras durante la noche... a la vez que en los propios Estados Unidos la policía hostiga, brutaliza y mata a jóvenes en las calles de las zonas urbanas —vez tras vez— y luego vomitan sus desquiciantes insultos, insistiendo en que eso es ‘justificado’ como para decir que estos jóvenes no son seres humanos, que no tienen derecho a la vida y que no merecen ni respeto ni futuro”.

Por eso yo le digo, pregúntese cuando Obama hable sobre el “espíritu de servicio”: ¿Al servicio de quién y al servicio de qué?

¿Exactamente qué es “realista”?

Algunos me dicen: “Pues, tal vez usted tenga razón... pero la revolución realmente no es posible”. Pero nada es menos realista que creer que los esfuerzos pequeños por pasos para parchar un sistema enfermo pueden resistir el maremoto de sufrimiento que el sistema requiere para funcionar, la interminable explotación pulverizadora que miles de millones soportan, el futuro acortado y la muerte espiritual con que el sistema acosa a la gente en cada rincón del planeta, y ahora el inminente catástrofe ambiental.

De hecho, creer que un espíritu de servicio a este país va a cambiar el mundo no solo no es realista sino es dañino, porque ¡en los hechos usted encauza mal la ira y frustración y pone sus energías y esfuerzos al servicio del sistema que es el problema!

Lo que sí es realista, lo que el mundo necesita, es la revolución. La idea de que esto no es posible aunque fuera deseable, también es otra gran mentira y una que proponemos desmentir este otoño con sustancia, hechos e imaginación. El hecho de que tenemos a un líder como Bob Avakian quien se ha adentrado profundamente en estos asuntos importantes aumenta mucho las posibilidades de hacer este tipo de revolución, y una vez más le instamos a que chequee cómo es por medio del DVD Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es y por medio de su autobiografía (en inglés) From Ike to Mao and Beyond: My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist. He aquí lo importante: queremos que usted sea parte de todo esto, chequeándolo, participando en este debate al nivel que quieras, planteando sus preguntas y ofreciendo sus ideas y acciones, siguiendo la verdad a dondequiera que lleve y siendo parte de hacer que esto sea una cuestión de gran realce.

Por último, vamos a hablar y trabajar con usted y trabajar con usted para que usted tome acción contra los crímenes de este sistema a la vez que discutimos y debatimos la fuente y la solución. Únase con nosotros el 5 y 6 de octubre para tomar acción contra la tortura y la guerra llevadas a cabo por el gobierno estadounidense... únase con nosotros el 10 y 11 de octubre para luchar por los derechos de las personas gay en Washington, D.C.... y participe en la resistencia el 22 de octubre, el Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación.

Cada generación deja su huella en el mundo. ¿Será ésta otra generación que pasa, aceptando el status quo, haciendo las paces con el sistema y hasta aceptándolo? ¿O será ésta la generación que rompe con eso y que tiene un núcleo de personas que asumen la revolución? Piense en lo que querría decir que los estudiantes hablaran de los asuntos más importantes que enfrentan la humanidad, no solamente en voz baja y entre pocos o solamente con los profesores importantes y poco comunes que no temen alentar el pensamiento crítico y desafiar la opinión común, sino que todo esto sucedería en gran escala en muchas universidades. Imagínese que las ideas del cambio revolucionario radical, de un mundo completamente nuevo, estuvieran en el ambiente en las universidades y tuvieran espacio.

Todo esto importa ahora mismo cuando las personas entran de varias formas al movimiento revolucionario que se inicia no solamente en las universidades sino en las prisiones, los ghettos y barrios, las ciudades y suburbios, que se extiende a lo largo de la sociedad y cobra vida propia. Los revolucionarios están aquí y existe algo nuevo que empieza. Usted tiene el deber consigo mismo y con el pueblo del mundo: chequear esto y participar.

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Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
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