Revolución #177, 27 de septiembre de 2009


RAYMOND LOTTA DE GIRA POR LAS UNIVERSIDADES:

¡Una gran cosa!

“Imagina una situación en que los creacionistas fundamentalistas cristianos hayan tomado el poder, en las academias de ciencias y en la sociedad en general, y que se hayan puesto a suprimir los conocimientos de la evolución. Imagina que vayan a tales extremos de ejecutar y encarcelar a los científicos y educadores más prominentes que habían insistido en enseñar la evolución y en llevar los conocimientos de la misma a la población, y que desdeñen y echen por tierra el hecho científico bien establecido de la evolución, denunciándola y ridiculizándola como una teoría defectuosa y peligrosa que va contra la conocida ‘verdad’ de la historia bíblica de la creación y las ideas religiosas de la ‘ley natural’ y el ‘orden decretado por Dios’. Si continuamos con la analogía, imagina que en esta situación muchas ‘autoridades’ intelectuales, y otra gente que sigue tras ellas, se suban al tren: ‘No solo fue ingenuo sino criminal creer que la evolución fuera una teoría científica bien documentada e imponer esa creencia en la sociedad’, dicen. ‘Ahora podemos ver que es de la ‘opinión común’ que nadie cuestiona (así que, ¿por qué debemos hacerlo nosotros?), que la evolución encarna una concepción del mundo y lleva a acciones que tendrán efectos desastrosos para los seres humanos. Nos embaucaron con las arrogantes afirmaciones de aquellos que propagaban esta noción. Podemos ver que todo lo que exista, o que haya existido, no pudo haber surgido sin la mano-guía de un ‘diseñador inteligente’. En conclusión, imagina que en esta situación, incluso muchas personas que antes sí tenían mejor criterio, se desorienten y se desmoralicen, calladas ante la intimidación cuando no se unan, sumisa o firmemente, al coro de claudicación y denuncia.

“La derrota temporal del socialismo y el fin de la primera etapa de revolución comunista han tenido muchos rasgos y consecuencias que son análogos a tal situación. Entre otras cosas, ha conducido a tener las miras bajas y los sueños reducidos: aun entre muchas personas que antes sí tenían mejor criterio y que habían aspirado a mayores cosas, a corto plazo ha suscitado la aceptación de la idea de que, en realidad y al menos en un futuro inmediato, no puede haber ninguna alternativa al mundo tal como es, bajo la dominación de los imperialistas y otros explotadores. Que lo máximo que se puede esperar, y por lo que se puede trabajar, son ajustes secundarios en el marco de acomodarse al sistema. Que lo demás —sobre todo el intento de llevar a cabo una ruptura revolucionaria con los confines de este sistema a fin de alcanzar un mundo comunista radicalmente diferente— no es realista y va a traer el desastre.”

El comunismo: el comienzo de una nueva etapa, Un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

En ninguna parte se ve esto de forma más aguda que en las universidades. Al mismo tiempo, las universidades desempeñan un papel imprescindible y estratégico en hacer la revolución, en la innovación y en la búsqueda de la verdad en un sentido más general. Sin efervescencia y sin un movimiento verdaderamente radical en las universidades y entre las intelectuales en general, no puede haber ninguna revolución. Es urgente reconocer esta situación y abordarla francamente — a fin de transformarla radicalmente.

En este editorial, queremos tratar la próxima gira de Raymond Lotta por las universidades, la cual es el eje central en las universidades de “revocar el veredicto negativo sobre el comunismo, presentar ante la nueva generación la dirección de Bob Avakian, estimular el debate y la efervescencia generalizados… y organizar a una nueva generación a participar en el movimiento por la revolución” (Revolución #174, “Llevar la revolución a las universidades: Una misión estratégica para toda revolución que valga la pena”, 30 de agosto de 2009). Al hacer eso, de nuevo queremos hablar con aquellos que han participado en esta campaña de un modo u otro — así como invitar a otros a tomar parte en bregar con este reto. Lotta dará una conferencia titulada: “Todo lo que te han dicho sobre el comunismo es falso, El capitalismo es un fracaso, La revolución es la solución”.

En particular, queremos hablar de la importancia de esta gira en “estimular el debate y la efervescencia generalizados” sobre las cuestiones del socialismo y del comunismo. La metáfora con la cual comenzamos este editorial —una situación en que los creacionistas hayan tomado el poder y suprimido la verdadera ciencia— de hecho tiene mucha vigencia directa en lo que nos enfrentamos. En tiempos así, sería mucho más importante que cientos de personas en una universidad se den cuenta del debate y participen en el debate sobre la viabilidad del comunismo, y no nada más atraer a unas veintenas de personas que ya están interesadas en escuchar a Raymond Lotta. Desde luego, queremos que los que ya están interesados asistan — pero al plantear el asunto de esta manera, proponemos que estas conferencias tengan que constituir parte de crear una situación en la cual los “que ya están interesados” sean parte de un ambiente más amplio de efervescencia, debate generalizado y bullicio intelectual que hierva y borbotee... y donde esa situación, incluso en algunas universidades al comienzo, se extienda a otras universidades y a la sociedad en general. Nuestro objetivo es generar una dinámica completamente diferente en las universidades y en la sociedad en general.

Caminos hacia el cambio

Tras haber explicado sin adornos los retos serios y considerables a los que nos enfrentamos, debemos abordar las posibilidades y oportunidades en la situación — algunas de las cuales incluso los obstáculos mismos han suscitado.

Empecemos con el hecho de que la mayoría de los estudiantes no saben nada acerca del comunismo y que lo que sí saben —o sea, lo que creen que saben— es erróneo. Aun así, a la vez tienen cierta receptividad de entrar en discusiones al respecto, en parte porque ha sido declarado fuera de lugar, que no hay nada que discutir. Si se puede encontrar las formas de sacudir a la gente acerca de las “pruebas” que más se aceptan, es posible comenzar una conversación seria al respecto. Un ejemplo: vea el video que Raymond Lotta ha puesto en inglés de YouTube: “Raymond Lotta — Todo lo que te han dicho sobre el comunismo es falso”. Mao Tsetung dirigió la revolución china e hizo contribuciones monumentales a la causa de la emancipación de la humanidad. Pero la opinión común sobre Mao es que éste fue un asesino múltiple, similar a Hitler. Y la obra que “todos saben” es la fuente autorizada es el libro Mao: la historia desconocida, de Jung Chang y Jon Halliday. Pero cuando las personas ven cómo Lotta descorre el velo de un fraude especialmente atroz que perpetran los autores de este libro y cuando ven cómo pone al desnudo su método, eso les sacude el ser intelectual, por decirlo así, y las obliga a ver las cosas con nuevos ojos.

Otro ejemplo: la controversia sobre Obama ahora mismo, en que los gorilas racistas y los fanáticos fascistas le dicen comunista o socialista y casi todos los que lo defienden lo hacen sobre una base que acepta implícitamente y refuerza la idea de que ser un comunista es algo malo. Sin caer en una fascinación con Obama, lo que sería una distracción de nuestro tema principal aquí, los revolucionarios tienen que declarar muy audazmente: “Obama no es socialista ni comunista —nosotros lo SOMOS— y USTEDES deberían serlo también. Ven para escuchar a Raymond Lotta explicar por qué”.

O piensen en lo siguiente: ninguna persona de respeto nunca dice “el nazismo — magnífica idea pero no puede funcionar”. Pero las personas, especialmente muchos jóvenes que no están tan amarrados a la situación tal como es, muy a menudo dicen eso en cuanto al comunismo. Ven, de algún modo, la locura de la sociedad de hoy y las maneras en que este sistema capitalista causa desastre tras desastre. Al mismo tiempo han aceptado, sin siquiera haber conocido el auténtico comunismo, lo que nuestro mensaje y llamamiento (“La revolución que necesitamos... La dirección que tenemos”. Revolución #170, 19 de julio de 2009) dice que es la “mentira más grande de todas”:

[Q]ue no existe ninguna otra opción salvo este sistema — o que los esfuerzos de forjar en serio un camino diferente, por medio de la revolución y el avance hacia el comunismo, han traído algo mucho peor. Los condenados de la tierra han hecho la revolución y se han embarcado en el camino hacia el comunismo —primero en Rusia y luego en China— y al hacerla han alcanzado grandes hazañas antes de que las fuerzas del viejo orden las hicieran retroceder. La verdad es que no solo se ha hecho esto antes, sino que podemos volver a hacerlo — y hacerlo aun mejor. Se oculta esta verdad y se miente al respecto, pero nosotros tenemos los hechos y el análisis para respaldar esto — se ha sintetizado de manera científica una formidable experiencia histórica y está a la mano para aprender de ella y como base para avanzar.

El contenido de “hacerlo aun mejor” —la nueva síntesis del comunismo desarrollada por Bob Avakian— puede constituir un factor muy liberador que abre mentes en este debate y discusión en general, abordando de fondo y con mucha sustancia las preguntas que las personas sinceras tienen acerca de las revoluciones anteriores. Como Avakian mismo ha recalcado:

[e]s muy importante no subestimar el significado y la fuerza positiva potencial de esta nueva síntesis: criticar y romper con errores y deficiencias importantes y defender y reconfigurar lo que ha sido positivo de la experiencia histórica del movimiento comunista internacional y los países socialistas que han existido hasta la fecha; en un sentido verdadero, revivir —sobre una base nueva y más avanzada— la viabilidad y, sí, la deseabilidad de un mundo totalmente nuevo y radical, y hacerlo sobre una base aun más firme de materialismo y dialéctica…

Así que no debemos subestimar el potencial de esto como fuente de esperanza y osadía sobre una base científica sólida. [“Hacer la revolución y emancipar a la humanidad. Primera parte: Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués”, en Revolución y comunismo: Fundamento y orientación estratégicos, un folleto de Revolución (Chicago: RCP Publications, 2008) y en línea en revcom.us].

Sobre esa base, si podemos abrir el debate, si podemos alentar la efervescencia, si podemos estimular el pensamiento según esos términos —y cuanto más agudo el debate, mejor—, pues podemos empezar a luchar por esto. Si podemos atraer a los estudiantes para que piensen en serio sobre todo esto, pues —pero solamente si esto pasara— tendremos buenas posibilidades. Vea un ejemplo de esto en el artículo en línea en inglés “Taking Revolution to the Campuses” (“Llevando la revolución a las universidades”) en revcom.us bajo la sección “Spreading Revolution and Communism” (Difundir la revolución y el comunismo).

Pues, la burguesía sí domina los medios informativos grandes y las escuelas y riega sus distorsiones y mentiras en todos los rincones de la sociedad. Pero nosotros contamos con algo (algo muy grande) a nuestro favor. De nuevo, de nuestro Manifiesto:

Pero todo eso no ha eliminado la realidad: ni la realidad de cómo es el mundo bajo el dominio del sistema capitalista imperialista y el horror de todos los días para la gran mayoría de la humanidad, ni la realidad de lo que representa el comunismo para la humanidad y la posibilidad de hacer nuevos avances en el camino de la revolución comunista.

He aquí qué es la gira de Raymond Lotta: llevar esta realidad a la gente — de una manera muy audaz, viva y científica que responde a las preguntas más espinosas de la gente, de modo que lo sacuda todo y tenga algo del estilo, diversión y brío que tiene que formar parte de esta revolución.

Plantear un reto provocador

Este discurso de Raymond Lotta debe plantear, y planteará, un reto provocador ante los que han aceptado y difundido los veredictos negativos sobre el comunismo, en particular los profesores liberales y progresistas. Hay que movilizar en torno a este discurso de modo que la gente no pueda pasarlo por alto sino que se vea obligada a confrontarlo. Queremos que los estudiantes que siguen a estos profesores sientan la necesidad de asistir para conocer la mera verdad, para defender a sus profesores con todos sus mejores argumentos — para chequear un discurso contundente de Raymond Lotta, y participar en un intercambio científico sobre lo que es real y verdadero.

Encontrar las maneras de plantear este tipo de reto es un elemento crucial en hacer de este discurso TODO UN EVENTAZO. Pero CÓMO hacerlo es muy importante. Hay que plantear semejante reto agresivamente — pero con el tipo de agresividad apropiado. Los ataques ad hóminem —es decir, los ataques a las personas quienes han difundido mentiras, ataques basados en la persona nada más— no cuadran con lo que representamos y solo tendrán efectos nocivos. No convence a nadie simplemente gritarles, sin sustancia; ¡ni tampoco, por supuesto, retroceder y dar marcha atrás a la primera señal de oposición o debate! Lo que SÍ queremos hacer es plantear la realidad, de una manera que provoca seria reflexión y debate, ante algunos de esos profesores —especialmente los que tienen influencia sobre los estudiantes más progresistas— valiéndonos de sustancia y del método científico para convencerlos de que al repetir esas calumnias anticomunistas, “¡está mal lo que hacen ustedes, están difundiendo mentiras, no saben de qué hablan y están haciendo muchísimo daño!”.

Hay que prestar atención en particular en los “especialistas en China” que han repetido el cuento oficial que calumnia y distorsiona la Gran Revolución Cultural Proletaria y el dirigente revolucionario Mao Tsetung. Cabe repetir la importancia de hacerlo de una manera osada y con sustancia que hace volar la imaginación —de modo que se sientan obligados a asistir— y que estos especialistas consideran que TIENEN que defender su obra y refutar lo que Lotta dice.

Un ambiente alborotado

La gira de Raymond Lotta debe representar todo menos una receta lineal, uno, dos, tres. Debe representar lo opuesto de un ejercicio cerrado de pura fórmula que un grupúsculo de personas practican, por dedicadas y trabajadoras que sean. Al contrario: para que logre lo que tiene que lograr, necesitamos un “ambiente alborotado” de diferentes personas y diferentes tipos de actividad.

En primer lugar, Bob Avakian ha recalcado con frecuencia y ha retomado la interacción positiva entre la efervescencia intelectual y política en las capas medias de la sociedad y las actividades y sentimientos revolucionarios de los de abajo. Esta interacción debe manifestarse en esta campaña también. Los que conocen en carne propia la vida en los márgenes de la sociedad estadounidense —los que sufren la brutalidad y la criminalización a manos de la policía como una realidad cotidiana, los que arriesgan la vida para cruzar fronteras con la mera finalidad de acabar por vivir a las sombras, los que no tienen ningún futuro salvo ser esclavos, desechados o incluso muertos a balazos— tienen mucho que enseñar al estudiantado, al mismo tiempo que tienen mucho que aprender. Cuando las personas de esos sectores sociales entran por primera vez a la vida política, su llegada a las universidades puede ser estimulante para las dos partes — y debemos esforzarnos para maximizar esta característica de la gira de Lotta.

Otro posible canal importante de cambio es la interacción entre los medios de comunicación y las universidades. La efervescencia borboteante en los preparativos para esos programas debe ocasionar cobertura previa de parte de la prensa, además de la cobertura de la propia conferencia, y eso por su parte debe aumentar la anticipación en las universidades, y que ambos aspectos se refuercen mutuamente. La orientación y el enfoque de este editorial deben suscitar nuevas ideas sobre posibles oportunidades en esta esfera.

Además, si bien las universidades particulares donde Lotta hablará son las bases principales para los programas, y se tendrá que concentrar esfuerzos serios ahí, también debemos “extender el contagio” a otras universidades así como a escuelas secundarias. Los estudiantes irán hasta donde está la acción; no se limitan a la universidad propia y tampoco debemos hacerlo en nuestro pensamiento.

Por fin y de más importancia: muchas personas con muchos diferentes niveles de entendimiento y compromiso tienen que formar parte de hacer que esto suceda... si no, no sucederá en la escala que se requiere. Ha de haber todo tipo de formas en que las personas pueden participar en la creación de este ambiente alborotado, las que contribuyen todas a la preparación de la conferencia —sea la distribución de materiales de promoción, la organización de reuniones en las residencias estudiantiles, sumarse a equipos de distribuidores de materiales— que no requieren que estén convencidos del programa en su totalidad, ni hablar de tener la capacidad de defenderlo ante los demás. En efecto, debe haber muchas personas que de muchas maneras hacen aportes y participan en los preparativos para la conferencia pero que aún están sopesando si están de acuerdo o no pero que quieren una oportunidad seria de debatir estas ideas y ver que otros las debatan. Los que están en el núcleo de esta campaña tienen que alentar todo tipo de actividades, y aprender de ellas; en otras palabras, tienen que tener la capacidad de desencadenar mucha elasticidad sobre la base del núcleo sólido de este discurso y todo lo que concentrará y al cual contribuirá.

No tiene chiste hacernos ilusiones — estamos lejos de donde tenemos que estar. Pero si reconocemos con seriedad los términos de la situación, con ciencia —es decir, con un análisis franco, pero al mismo tiempo profundo y de gran alcance, de la realidad que nos confronta, de una manera que puede revelar los posibles caminos y canales de cambio, incluso las posibilidades que quizás parezcan contraintuitivas según el modo de pensar convencional—, sí podremos alcanzar los objetivos tan importantes que esta gira encarna. Pues, manos a la obra con esta tarea seria... y a divertirnos mucho al hacerla.

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