Revolución #189, 17 de enero de 2010


Dennis Brutus (1924-2009): "Una estrella de libertad"

"Me metieron preso en la isla Robben. Fui arrestado por protestar contra el apartheid. Yo estaba dispuesto a hacer ese sacrificio para la lucha. Y mientras vivo, seguiré estando dispuesto".

Dennis Brutus, en una entrevista en 2008

Dennis Brutus —que por muchos años luchó audazmente contra el tristemente célebre régimen de apartheid de Sudáfrica; que en las décadas siguientes se mantuvo en las primeras filas de las luchas por la justicia económica y social en todo el planeta; y que compuso poemas sublimes y comprometidos que se pueden leer hoy en más de una docena de antologías— murió el 26 de diciembre en su casa en la Ciudad del Cabo, a la edad de 85 años.

De joven, Brutus alzó la voz contra el racista sistema del apartheid, en particular cómo afectaba el mundo deportivo. Formó la Asociación Deportiva de Sudáfrica (una organización que aglutinó varios grupos deportivos negros y demandó ser reconocido oficialmente tanto en Sudáfrica como a nivel internacional) como una forma de protesta y una alternativa a la asociación nacional, que era solamente para blancos. Brutus también estuvo al frente de una campaña que llevó a que los dirigentes de las Olimpiadas prohibieran la participación de Sudáfrica en competencias internacionales desde el año 1964 hasta el final del apartheid unos 30 años más tarde.

A principios de los años 60, el gobierno de Sudáfrica le "prohibió" a Dennis Brutus por su activismo; eso quería decir que era prohibido publicar su poesía, sus ensayos y su periodismo y Brutus no podía reunirse con más de dos personas a la vez, a menos que eran familiares. En 1963, Brutus violó esa prohibición, fue arrestado y condenado a prisión. Tras salir en libertad bajo fianza, Brutus huyó a Mozambique, pero lo capturaron y lo regresaron a Johannesburgo. Al tratar de escapar de esa detención, fue baleado en la espalda y casi muere esperando una ambulancia que llevara a un negro. Después de reponerse, fue condenado a 18 meses de prisión en la isla Robben, donde ocupaba la celda al lado de la de Nelson Mandela.

Brutus se vio obligado a abandonar Sudáfrica en 1966 y emigró a Estados Unidos en 1971, para después enseñar literatura y estudios africanos en la Universidad Northwestern y en la Universidad de Pittsburgh, mientras continuaba su activismo contra el apartheid. Publicó varios libros de poesía, pero en Sudáfrica su obra era prohibida, con la excepción de un libro publicado bajo el nombre de John Bruin. En Estados Unidos, el gobierno de Ronald Reagan lo atacó y trató de deportarlo a comienzos de los años 80. No obstante, Brutus logró ganar el asilo político tras una demanda en los tribunales estadounidenses, y vivió en Estados Unidos por varias décadas, y siguió apoyando a la gente en muchas causas justas, incluida la lucha contra el apartheid.

En febrero de 2000, Brutus fue una de las 185 personas arrestadas delante de la Suprema Corte por demandar un nuevo juicio para el preso político Mumia Abu-Jamal, condenado injustamente a la muerte. Antes de su arresto, Brutus le dijo al periódico Obrero Revolucionario (ahora Revolución): "Me encarcelaron por mi oposición al racismo, pero estoy aquí otra vez para oponerme al racismo y la injusticia... Queremos un nuevo orden político y judicial en que haya justicia" (Obrero Revolucionario #1047, 19 de marzo 2000, en revcom.us).

Cuando se dio fin oficialmente al apartheid, Brutus regresó a Sudáfrica. Pero el cambio que pensaba que habría, como una vida mejor para la gente, no vino y Brutus empezó a criticar duramente al Congreso Nacional Africano (CNA), que dirigía el gobierno. En una entrevista de Amy Goodman en 2005, dijo: "Salimos de nuestro apartheid para pasar al apartheid de la globalización. Estamos en un mundo donde, de hecho, la riqueza está concentrada en las manos de unos pocos; la mayoría de la gente aún es pobre… Y eso es muy llamativo en Sudáfrica… una sociedad que está diseñada para proteger a los ricos y a las empresas y de hecho está perjudicando a los pobres, aumentando su carga, esto es lo contrario de lo que pensé que sucedería en el gobierno del Congreso Nacional Africano".

Dennis Brutus fue parte de un movimiento de artistas africanos que lidiaban con el legado del colonialismo y una educación colonizada. Su trabajo pasó por fases distintas a medida que iba luchando para dirigirse a la gente común. En 1973, fue invitado a un torneo de tenis de mesa de amistad internacional en la China revolucionaria. Brutus había estado leyendo la poesía de Mao Tsetung y le impresionó la fuerza austera de los versos chinos, que expresaban mucho con pocas palabras. En 1975, publicó un libro, China Poems (Poemas de China), influenciado por el chueh chu de China, que es un precursor del haikú.

Brutus seguía con sus actividades comprometidas durante toda la vida, alzando la voz contra el apartheid o sobre el medio ambiente, corriendo riesgos y tomando partido al lado del pueblo. En octubre de 2005 y en enero de 2006, fue uno de los juristas distinguidos de la Comisión Investigadora Internacional de los Crímenes contra la Humanidad Perpetrados por el Gobierno de Bush, llevada a cabo en la Ciudad de Nueva York.

Brutus también fue unos de los anfitriones honorarios para una velada de lecturas de la autobiografía de Bob Avakian, From Ike to Mao and Beyond, el 7 de diciembre de 2005 en Nueva York. En un mensaje para promover las lecturas, los anfitriones dijeron: "Con nuestros puntos de vista y perspectivas diversos, somos orgullosos de ser anfitriones honorarios de esta celebración. En un tiempo muy peligroso en este país, es crucial que se oigan voces como la de Bob Avakian, que se aborden su obra y la historia inacabada de su vida".

En diciembre de 2009, poco antes de su muerte, exhortó a que se hiciera protesta contra la cumbre de la ONU sobre el cambio climático en Copenhague, y grabó entrevistas salpicadas de poesía desde su cama de enfermo.

A lo largo de los años, Dennis Brutus completó más de una docena de antologías de poesía, como Sirenas, nudillos y botas y Cartas a Martha escritas en prisión.

Vendrá un tiempo
Vendrá un tiempo, esto creemos,
cuando la forma del planeta
y las divisiones de la tierra
Serán de menos importancia;
Estaremos capturados en la luz de la amistad
Una estrella roja de esperanza
iluminará nuestras vidas
Una estrella de esperanza
Una estrella de gran alegría
Una estrella de libertad

— Dennis Brutus,
Caracas, Venezuela, 18 de octubre de 2008

Extrañaremos mucho a Dennis Brutus.

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