Revolución #220, 19 de diciembre de 2010


Las charlas sobre el clima en Cancún:

El acuerdo inservible y la emergencia planetaria

El 11 de diciembre en Cancún, México, se concluyeron las charlas de la ONU sobre el cambio climático. Como las charlas en Copenhague hace un año, la cumbre de Cancún no lleva al mundo ni un pasito más hacia la solución de la apremiante emergencia ambiental del planeta. (Ver más sobre las charlas de Copenhague en "Acuerdo sobre el clima en la cumbre de Copenhague: Un crimen contra el planeta", Revolución #188, 10 de enero de 2010). Anunciaron un acuerdo de última hora. Rebasa el ámbito del presente artículo analizarlo a fondo, pero ya es obvio que este acuerdo no hace nada fundamental para parar el peligro del cambio climático.

La humanidad y los ecosistemas de la Tierra enfrentan una emergencia ambiental multifacética — la destrucción de las selvas y otros hábitats naturales; la extinción de especies; la acidificación de los mares y la exterminación de la vida marítima; la contaminación y degradación del agua, aire y suelo. El cambio climático es una punta de lanza de esta emergencia y se compenetra con otros factores y los agrava. El cambio climático ya está ocurriendo y amenaza con volverse incontenible.

En su nuevo libro EAARTH, el autor y activista Bill McKibben presenta un panorama muy aterrador y aleccionador de los cambios que ya se están dando y del cambio aún más extremo por venir:

Cancún y el futuro de la tierra

Si la humanidad no protege y conserva los ecosistemas naturales en rápida extinción y lidia con las causas de su destrucción, es muy probable que presenciemos en poco tiempo un deshilachamiento largo y cualitativo del mundo natural de nuestro planeta. La situación climática clama por acción inmediata de enormes reducciones de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global. Pero el acuerdo de Cancún no hace nada salvo prometer que los países hagan reducciones de sus emisiones. Una declaración de Amigos de la Tierra dice "acoger el acuerdo del paradigma 'basado en promesas', en que los países ricos contaminan como les da la gana, podría conducir a un futuro en que las temperaturas se eleven por encima de nueve grados (Fahrenheit) de acuerdo a un reciente análisis de la ONU. Esto devastaría la civilización humana y el mundo natural".

En medio de las conversaciones de Cancún, Wikileaks divulgó unos cables diplomáticos de EE.UU. que revelan cómo EE.UU. amenazó y sobornó a los países para adoptar el acuerdo de Copenhague del 2009. El acuerdo de Copenhague incluyó reducciones voluntarias de las emisiones de gases de efecto invernadero de EE.UU. del 5% por debajo de los niveles de 1990, que es algo criminal porque los estudios científicos dicen que en realidad se requieren reducciones del 50% o más. De último momento, EE.UU. y otros países fraguaron este acuerdo y después la metieron por la garganta del resto del mundo. Los cables filtrados muestran que EE.UU. usó la promesa de pagar dinero a los países oprimidos en un "fondo verde" de ayuda para enfrentar los cambios climáticos a fin de sobornarlos y chantajearlos para que apoyara a Copenhague. Los funcionarios de EE.UU. discutieron con los funcionarios europeos cómo "neutralizar, cooptar o marginar a los países poco serviciales" como Venezuela y Bolivia.

Estas revelaciones dejan más en claro que no se puede dejar el futuro de los ecosistemas de la tierra en las manos de EE.UU. y otras potencias, que repetidamente han demostrado su capacidad de no hacer nada salvo aprovechar las charlas como aquellas de Copenhague y Cancún para beneficiar a sus propios intereses a costa del mundo natural y la humanidad. Es pura ilusión la esperanza de que los genuinos esfuerzos para lidiar con el cambio climático provengan de tal sistema. Este sistema capitalista imperialista no solo no tiene la capacidad de solucionar este problema, pues si el problema permanece en sus manos, no existirá ninguna salida salvo el desenvolvimiento de la catástrofe ambiental que determinará el rumbo de la situación sobre el planeta por generaciones y potencialmente miles de años.

¡Pero existe una salida! La necesaria tecnología básica, conocimientos y ciencia existen para combatir el problema del cambio climático y existe un enorme deseo latente entre las personas del mundo que se podría movilizar pero el sistema lo está bloqueando. Necesitamos la revolución y un nuevo poder estatal para generar todos esos potenciales de la forma en que tienen que ir.

De más importancia, existe un plan de un enfoque radicalmente diferente, contenido en "Algunos principios claves del desarrollo socialista sustentable" expuesto en el número especial del periódico Revolución sobre el medio ambiente, #199, 18 de abril de 2010.

Pero hay que reconocer la realidad de la potencial catástrofe ambiental y no tenemos mucho tiempo. Necesitamos desarrollar una enorme resistencia contra los asaltos capitalistas sobre el medio ambiente, lo que tiene que ser parte de forjar un movimiento para la única cosa que tiene una posibilidad de salvar el planeta: la revolución comunista que establecería un nuevo poder estatal socialista.

Este sistema y aquellos que gobiernan no son capaces de llevar a cabo desarrollo económico que cumpla con las necesidades de la gente ahora y a la vez balancear eso con las necesidades de generaciones futuras y los requisitos de proteger el medio ambiente. No les importa nada de la exquisita diversidad en el medio ambiente y en la tierra y sus especies y los tesoros que tiene a menos que puedan convertir eso en ganancias para sí mismos... Ellos no son capaces de ser quienes cuidan este planeta.

Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos
De la charla filmada Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es

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Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
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