Un llamado a las y los presos:

Escriba a Revolución sobre “¿Qué es para el preso estadounidense el 4 de julio?”

6 de junio de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

En 1852, Frederick Douglass, un ex esclavo y líder en la lucha contra la esclavitud, habló en un mitin con motivo del 4 de julio:

“¿Qué es para el esclavo estadounidense el 4 de julio?

“Yo respondo: un día que le hace ver, más que todos los demás días del año, la grave injusticia y crueldad de que es víctima constante. Para él, su celebración es un fraude; la inflada libertad de que se jactan, una licencia impía; su grandeza nacional, vanidad hinchada; sus gritos de regocijo, vacíos e inhumanos; su denunciación de tiranos, insolencia; sus gritos de libertad e igualdad, burlas irónicas; sus oraciones e himnos, sus sermones y días de dar las gracias con aire religioso y solemne, son para él meras palabras altisonantes, fraude, engaño, impiedad e hipocresía: un raído velo para ocultar crímenes que deshonrarían a una nación de salvajes. En esta fecha no hay nación en la Tierra más culpable de acciones más chocantes y sanguinarias, que los tiranos de Estados Unidos.

“Vayan donde quieran, busquen donde puedan, recorran todas las monarquías y despotismos del viejo mundo, viajen por Sudamérica, observen todas las crueldades y, cuando las hayan visto todas, compárenlas con las acciones cotidianas de esta nación y dirán como yo que, en lo que se refiere a la barbaridad repugnante e hipocresía desvergonzada, Estados Unidos reina sin rival”.

 

Llamamos a las y los presos a expresar sus ideas sobre “¿Qué es para el preso estadounidense el 4 de julio?”, valiéndose de todo lo que han aprendido acerca del mundo y de sus experiencias de la vida. Sus cartas han sido un desafío y una inspiración para muchos lectores del periódico Revolución y sus observaciones sobre este tema serán contribuciones importantes.

El 4 de julio concentra las mentiras que los gobernantes estadounidenses, como “paladines de la democracia”, promueven para tapar sus incesantes crímenes de lesa humanidad en cada rincón del globo así como en Estados Unidos, en aras de mantener y expandir su poder en la cima del sistema capitalista imperialista. Las guerras e intervenciones constantes en otros países, los ataques aterrorizadores de aviones no tripulados que causan la muerte de cientos de civiles, el tráfico sexual global, las condiciones horrendas de los trabajadores superexplotados en las maquiladoras, incluso de los niños… la lista de pesadillas continúa sin fin y solamente la revolución — nada menos puede poner fin a este horror.

Pero esta farsa de la justicia y la igualdad no es simplemente un engaño para camuflar la brutalidad de la explotación y opresión en el mundo. En El comunismo y la democracia jeffersoniana, Bob Avakian describe el meollo de la democracia estadounidense y sus raíces en la Declaración de Independencia:

En otras palabras, debido al racismo y porque veían a los africanos, mulatos e indígenas como seres inferiores que realmente no merecían la libertad, los virginianos blancos, sin ver en ello una contradicción aguda, podían pronunciar, tal como lo hizo Jefferson en la Declaración de Independencia, nobles principios sobre la igualdad y los derechos inalienables de todas las personas. Estaban hablando de las personas blancas —y más específicamente de los hombres blancos—, con la exclusión explícita de los otros grupos — muy especialmente la exclusión de la gente de origen africano que habían esclavizado. El uno iba con el otro: la inclusión de algunos y la exclusión de otros, la idea de la igualdad entre la gente blanca (aunque ésta tampoco fue la realidad) y el subyugación y la esclavización de los negros, mulatos e indígenas. He aquí la paradoja y la ironía, he aquí una profunda contradicción, integrada en los Estados Unidos de América desde sus mismos inicios: Estos virginianos, cuyas ideas han influido muchísimo en el concepto de la libertad en Estados Unidos —y su encarnación en los documentos de fundación de Estados Unidos— representaban los intereses de la clase esclavista entre los blancos, pero podían declarar que estaban hablando en términos universales acerca de la libertad para todas las personas. Podían proclamar una república, en oposición a una monarquía, podían alabar los principios de un gobierno compuesto de representantes escogidos por el pueblo y las libertades asociadas con el republicanismo —y podían creer en eso—, a la vez que practicaban y defendían la esclavitud así como otras formas de explotación y opresión.


Foto: AP

Han expandido la “clase paria” durante más de 200 años para incluir a los latinos y otros pueblos oprimidos. Hoy existe la encarcelación en masa de más de 2.3 millones de personas, en su mayoría afroamericanos y latinos.

Como dice Bob Avakian en Lo BAsico 1:13: “No más generaciones de nuestra juventud, aquí o a través del mundo, cuyas vidas se acaban, cuyo futuro ya está sellado, que han sido condenados a una muerte temprana o a una vida de miseria y brutalidad, que el sistema ha destinado a opresión y al olvido incluso antes de que nazcan. Yo digo no más de eso.”

El 4 de julio de 2013, recalcan la relación entre los horrores que Estados Unidos ha infligido sobre la gente alrededor del planeta y además sobre aquellos que viven las más duras formas de ese infierno a diario en Estados Unidos, la resuelta huelga de hambre de los presos en Guantánamo contra la tortura y la huelga de hambre convocada para el 8 de julio por los presos de California que, tal como los más de 70.000 presos por todo Estados Unidos, han tenido que sufrir una tortura semejante en celdas de aislamiento durante años y hasta décadas.

Por favor envíen, de manera oportuna, sus cartas sobre “¿Qué es para el preso estadounidense el 4 de julio?”, a:

Prisoners Revolutionary Literature Fund
1321 North Milwaukee, #407
Chicago, Illinois 60622

Los voluntarios del Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos (Fondo) pasarán las cartas a máquina y las remitirán a Revolución para que la mayor cantidad posible de éstas pueda salir en el número de Revolución que las personas leerán la semana del 4 de julio.

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