Harlem y Union Square en la Ciudad de Nueva York:
Manifestantes resueltos y desafiantes exigen JUSTICIA para Trayvon Martin

7 de julio de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

"No quiero vivir en un mundo donde esto pasa y sigue pasando. Cuando algo como esto pasa, tergiversan las reglas para que no sirvan a la gente negra… no quiero vivir en un mundo donde tenemos que protestar por la justicia — ¿por qué simplemente no puede haber justicia?" — una joven de 14 años de edad explicó por qué estaba presente ante los manifestantes en Harlem

Union Square, Ciudad de Nueva York, 10 de junio. Foto: Especial para Revolución

12 de junio de 2013. En vísperas del primer día del juicio de George Zimmerman por el asesinato de Trayvon Martin, un aguacero poderoso cayó sobre la Ciudad de Nueva York, a veces tan torrencial que para los peatones fue ¡a cubierto! A pesar de eso, y ante una presencia fuerte de la policía, cien personas participaron durante unas tres horas de protesta, exigiendo justicia para Trayvon, organizada por la Red Parar la Encarcelación en Masa (SMIN).

Primero en Harlem y luego en la plaza histórica Union Square, la gente habló con amargura del asesinato de Trayvon y su relación con la opresión incesante y cada vez más intensa que los negros enfrentan por todo Estados Unidos. Hablaron de su furia y sus temores, pero también de su orgullo de ponerse de pie con los demás para oponer resistencia, y de su determinación de no retroceder.

• Una negra profesional de mediana edad en Harlem dijo, respecto a una dramática foto de Trayvon de tamaño natural: "Cuando miro a esta imagen, eso me hace pensar en mis hijos y nietos. Temo por mis hijos. No podemos permitir que [Zimmerman] se salga con la suya, o será como si dijéramos que cualquiera puede matar a uno de nuestros muchachos en la calle y salirse con la suya". Otra mujer de Harlem, en Union Square dijo que tiene miedo de un genocidio apuntado contra el hombre negro.

• Un joven hombre negro en Union Square dijo: "Estoy presente porque Trayvon pudo haber sido yo, pudo haber sido cualquiera de mis amigos, pudo haber sido cualquiera que yo conozca".

• Un joven de Harlem que es militante del Club Revolución dijo: "Soy un estudiante, y cuando salgo de la universidad, me paran sin ninguna razón. Eso me hace temer por mi hermanito y hermanita".

• Un hombre joven latino negro en Union Square dijo que sus amigos le preguntaron si tenía miedo de estar en la calle en una sudadera con capucha [por temor a la policía o a los racistas], y les dijo: "Tengo miedo vestido de una sudadera con capucha, tengo miedo vestido de pantalones cortos — tengo miedo cada vez que tengo un encuentro con la policía". De ahí dijo que le alegraba trabajar con la SMIN para luchar contra esto.

En Harlem, la gente se juntó en el parque San Nicolás y repartió las pegatinas que dicen "Todos somos Trayvon Martin / Todo el maldito sistema es culpable" a más de 50 alumnos de secundaria que las agarraban y las pegaron en el acto.

Luego marcharon por el rumbo, coreando: "Trayvon no tenía que morir; todos sabemos la razón; todo el sistema es culpable". Comenzaron la marcha con 15 personas, la que creció a más de 25 personas, nuevas personas se le unieron en el camino. Cuando se intensificó demasiado la lluvia, entraron al metro para distribuir los volantes, calcomanías y el periódico Revolución a la gente que entraba y salía hacia los trenes. Media docena de personas fueron de ahí al mitin en Union Square donde se manifestó más desafío y determinación.

Los organizadores de la SMIN y unos activistas del Club Revolución también hablaron en ambos mítines y recalcaron que en realidad muchísimo está en juego en el juicio de Zimmerman. En el sentido negativo, como señalaron otros oradores, si dejaran en libertad a Zimmerman y no hubiera una resistencia importante en contra de ello, eso indicaría a la policía y los otros reaccionarios que tendrán aún más libertad de atacar y asesinar a los jóvenes negros.

Pero en el sentido positivo, existe el potencial —especialmente en relación con otras luchas intensas de este verano como la huelga de hambre programada por los presos en California y la resistencia contra la encarcelación en masa y las luchas en otros frentes— de remodelar el terreno político de modo que inspire e inste a mucha gente más a que eleve la frente y se una a la lucha. Hablaron de todo un arco de acción durante el verano con relación a todo esto. Eso le dio a la gente un sentido de la justeza de lo que hacían este día y además cómo podría ser parte de afectar de manera estratégica cómo es el mundo y cómo podría ser.

Muchas personas en ambos mítines asistieron con poca anticipación al recibir un correo electrónico o entrada de Facebook; otros se unieron en el acto al ver el mitin. En su mayoría no se conocían al principio pero al terminarse, al darse la mano, abrazarse, intercambiar datos y hablar de los próximos pasos, existía un sentido concreto de haber logrado algo juntos, de estar al comienzo de algo.

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