La decisión de la Suprema Corte en Fisher v Universidad de Texas:

La Suprema Corte intensifica la presión contra la acción afirmativa

14 de julio de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El lunes 24 de junio, la Suprema Corte pronunció su decisión en el caso Fisher v Universidad de Texas en Austin. Abigail Fisher, una estudiante blanca, había demandado a la Universidad, afirmando que fue víctima de la discriminación racial cuando rechazaron admitirla. La Corte votó 7 a 1 para que la corte inferior volviera a ver el caso. Aunque parezca una decisión "benigna" o "neutral", de hecho no lo es.

En esencia, todos los jueces menos uno fallaron que la Corte de Apelaciones había sido demasiado indulgente para con la Universidad; que no había "obligado a la Universidad a soportar la carga exigente del estricto escrutinio" para demostrar que su programa de admisiones no discriminaba contra los estudiantes blancos porque un criterio secundario para algunos aspirantes era su nacionalidad.

En otras palabras, las cortes pueden exigir que cualquier programa universitario de admisiones que tome en cuenta la mezcla racial de sus estudiantes o incluso la nacionalidad de un aspirante individual, soporte la carga adicional de demostrar 1) que dicho programa de admisiones se trata de un "persuasivo interés gubernamental"; 2) que había agotado todo medio "neutral en términos de raza" para lograr sus objetivos; y 3) al redactar el programa y ejecutarlo, la universidad puede demostrar que lo había "hecho a la medida muy cuidadosamente" para servir ese interés.

En 1978, en el fallo Bakke, la Suprema Corte prohibió los programas de acción afirmativa, y ahora insiste en que los programas universitarios de admisiones indican que no están tratando de mantener en operación esos programas y políticas por engaño.

Scalia y Thomas "coinciden"

Aunque la mayoría casi unánime resolvió que las cortes inferiores no habían ejecutado una norma suficientemente estricta sobre la Universidad de Texas, los jueces Scalia y Thomas que se oponen con virulencia a toda consideración de raza en las admisiones universitarias, redactaron opiniones coincidentes que dilucidan sus razones para apoyar la decisión. Scalia redactó sólo un párrafo; la opinión de Thomas fue sustancial. Como informó Lyle Denniston, la opinión del juez Thomas "…fue un ensayo largo sobre la historia de la segregación racial, y estaba muy cerca de acusar a los exponentes de la 'acción afirmativa' de hoy día de ser los nuevos segregacionistas"1.

Además, la opinión de Thomas fue una andanada de ataques contra las anteriores decisiones de la Corte —en particular Grutter v Bollinger (2003)— las que habían previsto una estricta excepción a la terminante eliminación de la acción afirmativa basándose en el argumento de que se podría demostrar que cierta cantidad de "diversidad" racial beneficiaría al ambiente académico para aquellos que no son el objeto de la discriminación. Thomas escribió: "Tal como debería quedar en claro, no tiene nada de 'urgente' o 'necesario' lo de obtener cualquier beneficio educativo que resulte de la diversidad racial". Para Thomas no existe fundamento para la preocupación del gobierno acerca de la actual discriminación en las universidades y en la sociedad, la que impide el ingreso a los estudiantes de las nacionalidades oprimidas.

Según Denniston, la jueza Ginsberg, el único voto en contra, se quejó que "la corte inferior ya había realizado el análisis que la [Suprema] corte le estaba diciendo que hiciera de nuevo. Como punto secundario, [Ginsberg] dijo que está fuertemente a favor del uso de la raza cuando represente un método 'benigno' de compensar la larga historia de la discriminación racial en Estados Unidos"2. La jueza Kagan no tomó parte en las deliberaciones porque había participado en el caso anteriormente cuando trabajaba para Obama.

La acción afirmativa

Ante la lucha tenaz y valiente de los años 1950 y 1960, los gobernantes de Estados Unidos hicieron concesiones al otorgarles la igualdad formal a los afroamericanos. Por ejemplo, echaron abajo las normas manifiestas que prohibieron el ingreso de los estudiantes negros a las universidades. Pero estos cambios apenas tocaron la superficie de la cuestión de eliminar la desigualdad. Otorgar un "acceso igual" a las universidades a todos los que tengan un alto promedio, hayan tomado cursos avanzados de colocación y dispongan de conocimiento que tienen solamente aquellos con acceso a las bibliotecas, tutores privados o buenas escuelas todavía excluyó de la universidad a la inmensa mayoría de los negros. Lo mismo es cierto en muchas esferas de la sociedad, por ejemplo la tradición informal pero efectiva que prohibía que los negros consigan empleo como bomberos y las posiciones tradicionalmente "solamente para blancos" en las corporaciones. En estas circunstancias, hicieron algunas concesiones más allá de simplemente eliminar las normas "solamente para blancos". Por ejemplo, las políticas de acción afirmativa que guardaban cierto número de trabajos o cupo de admisiones en las universidades para los negros, sí afectaron de manera inicial las generaciones de discriminación. Estas políticas de acción afirmativa distaron de ser suficientes, pero de inmediato cayeron bajo fuertes ataques de parte de los de arriba, por lo general en la forma del alegato de que lidiar de cualquier manera con la discriminación sistemática constituía la supuesta "discriminación inversa". De esa manera, invocaron el principio de la "igualdad" formal para conservar e intensificar las injusticias históricas.

Las cortes sancionan la denegación de las oportunidades: La decisión Bakke

En la famosa decisión Regentes del Estado de California v Bakke de 1978, la Suprema Corte anuló el programa de admisiones de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, declarándolo injusto para los estudiantes blancos. Ese programa había tenido el objetivo de 1) superar la denegación histórica de acceso a las escuelas de medicina y a la profesión médica a las nacionalidades oprimidas; 2) contrarrestar los efectos de la discriminación en la sociedad en general; 3) aumentar el número de médicos que ejercerían en las comunidades en el presente con reducido servicios médicos; y 4) obtener los beneficios educativos que se derivan de un estudiantado con una diversidad étnica.

La decisión Bakke declaró que todo esfuerzo de afectar la composición racial de las admisiones universitarias por medio de la acción afirmativa era inconstitucional porque discriminaba y perjudicaba a aquellos que se beneficiaban de la discriminación que continuaba en la sociedad — o sea, los estudiantes de la nacionalidad dominante. Bakke trató el programa de admisiones de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en Davis, el que supuestamente guardaba 16 posiciones de las 100 del primer año para estudiantes de las nacionalidades oprimidas. Este llamado "sistema de cuotas" fue el objeto explícito de la decisión Bakke.

El feo resultado de prohibir la acción afirmativa fue la reducción dramática del número de estudiantes negros, latinos y otros que históricamente tenían una reducida representación. En la Facultad de Derecho de la Universidad de California, en el año después de que prohibieron la acción afirmativa, ni ingresó un solo estudiante negro en la clase del primer año de 170 estudiantes. En las escuelas de posgrado por toda California, el número de estudiantes latinos, filipino-americanos y afroamericanos cayó en un 18 por ciento. Las solicitudes de estudiantes negros a ingresar a la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas cayeron en un 26 por ciento y de los latinos, 23 por ciento. Piense en el efecto dominó cuando algunos departamentos de posgrado más grandes del país produjeron menos médicos, abogados y otros que sirven a las comunidades oprimidas.

Las juntas de admisiones pueden tomar en cuenta la raza o nacionalidad solamente como uno entre muchos factores secundarios de un enfoque "holístico" para evaluar a los solicitantes; con el fin de ofrecerles un ambiente diverso a los otros estudiantes y no con el fin de reducir la discriminación. Estos programas de admisiones han generado un aumento moderado de los porcentajes de estudiantes de las nacionalidades oprimidas en las escuelas y universidades en todo el país; pero raras veces han alcanzado los niveles de antes de Bakke.

La Universidad de Texas modeló su programa de admisiones de acuerdo al de la Universidad de Harvard, un programa "ejemplar" según la decisión Bakke. En Texas, el 80% o más de los estudiantes del primer año de esta Universidad vienen del 10% más alto de su clase en la escuela secundaria. Seleccionan al otro 20% de las posiciones del primer año de entre el otro 90% de estudiantes de las secundarias que compiten entre sí basados en sus logros académicos y personales. En esta selección, toman en cuenta la nacionalidad como un factor "positivo". La toman en cuenta solamente por individuo; no toman en cuenta los números agregados de las varias nacionalidades.

Cuando la Suprema Corte impugnó en particular la decisión de la corte inferior de aceptar la política de admisiones de la Universidad de Texas, dio el mensaje de que los estudiantes blancos por todo el país que crean que no han podido ingresar a una universidad debido a la "discriminación inversa" injusta pueden demandar, y sobre la universidad recae la obligación de demostrar que su política de admisiones cumpla con el criterio estricto de la Corte.

Debido a esta decisión, ¿acatarán a la "auto-censura" voluntaria los administradores universitarios, modificando sus políticas de admisiones para asegurar que eliminen completamente la raza como factor? Queda por verse. Mary Dudziak, la autora y profesora de la cátedra Asa Griggs Candler en derecho de la Universidad de Emory, ha señalado, con la mira hacia el futuro: "El enfoque de la corte también les otorga las facultades a los jueces para determinar los programas de admisiones de las universidades. Esto le otorga a la corte un rol desproporcionado en el establecimiento de la política educativa"3.

Se necesitará una revolución para poner fin al crimen histórico de la esclavitud y su legado

Una aguda manifestación de la continuación de los efectos del crimen histórico de la esclavitud es la forma en que les han privado sistemáticamente a los afroamericanos del acceso a las universidades, escuelas de posgrado y escuelas profesionales. He aquí la primera cita de Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian: "Sin la esclavitud, Estados Unidos no existiría tal como lo conocemos hoy. Eso es una verdad simple y básica". (Lo BAsico 1:1)

Compare la forma en que durante décadas, la máxima corte de Estados Unidos ha hecho uso de todas sus facultades y autoridad en contra de todo intento de superar el legado de la opresión y explotación en la esfera de la educación, con lo que expone la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) acerca del papel activo que desempeñará el estado socialista para superar por fin esta desigualdad y opresión después de la revolución:

la orientación, las leyes y las políticas del gobierno de la Nueva República Socialista en América del Norte también le darán gran importancia a la realización de la plena igualdad de las nacionalidades en esta República y a superar la historia general y los efectos que queden de la opresión nacional, no sólo en esta sociedad sino en todo el mundo, y en toda su extensión ejercerán la fuerza, poder e influencia moral, legal y política del gobierno en nombre de esa realización. (p. 80)

Se requerirá una revolución, y nada menos, para finalmente poner fin a esta larga pesadilla de discriminación y opresión para los millones y millones de negros, latinos, pueblos indígenas y otros. Es muy importante y urgente que el movimiento para la revolución eche raíces en la juventud en las universidades y las escuelas secundarias, como una poderosa fuerza revolucionaria, y por el mismo motivo la clase dominante insiste en mantener fuerte control sobre los administradores, los profesores así como los estudiantes. La clase dominante ve el impacto de la rebelión de los jóvenes educados en un creciente número de países y regiones en el mundo de hoy; reconoce el enorme papel que los estudiantes desempeñaron en el movimiento revolucionario de los años 1960 en Estados Unidos y todo el planeta; y está plenamente consciente del papel que desempeñaron los jóvenes y estudiantes de las nacionalidades oprimidas en ese período, de despertar y propagar la revolución entre los negros y otros oprimidos en general. De ahí, reflexione sobre el potencial estratégico que hoy yace justo debajo de la superficie:

Incluso con los cambios muy reales en la situación del pueblo negro, como parte de los cambios más amplios en la sociedad (y en el mundo) en general —lo que incluye, en la población negra, un crecimiento de la "clase media", un aumento de los graduados de las universidades y personas de profesiones de prestigio y altos ingresos, entre ellas unas cuantas personas que mantienen poderosas posiciones en las estructuras políticas gobernantes, incluso hasta el punto ahora de tener a un "presidente negro"—, la situación del pueblo negro y en particular aquella de los millones y millones de negros que están atrapados en condiciones opresivas y muy represivas en los ghettos de las zonas urbanas marginadas, sigue siendo una contradicción muy aguda y profunda para el sistema imperialista norteamericano en general y para su clase dominante — es algo que tiene el potencial de hacer una erupción que rebase totalmente el marco en el que lo puedan contener.

— Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian, 3:18

 

1. Lyle Denniston, "Opinion recap: More rigorous race review", SCOTUSBLOG, 24 de junio de 2013. [regresa]

2. Denniston, ibíd. [regresa]

3. "Why affirmative action took a hit", especial para la CNN, 24 de mayo de 2013. [regresa]

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