De un preso de la SHU de Pelican Bay

Día nueve y todavía fuerte

4 de agosto de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Valoramos mucho estas cartas de las y los presos y alentamos que las y los presos sigan enviándonos correspondencia. Los puntos de vista expresados en estas cartas son, naturalmente, de los propios autores de las mismas; y éstos no son responsables de los puntos de vista que aparecen en otras partes de este periódico.

 

7/16/13

Nuestra protesta pacífica aquí en la SHU [Unidad de Vivienda de Seguridad] de Pelican Bay está vivita y coleando. Hoy se cumple el día nueve y ¡estamos fuertes con la intención de continuar indefinidamente! El estado se ha negado a responder a nuestras cinco demandas y por lo tanto, rechazamos que continúe torturándonos de este modo tan horrible. Hasta ahora, los carceleros se han llevado a 14 de aquellos que llaman "líderes de la huelga" y los han segregado aparte de los demás. Eso solamente servirá para impulsar nuestras actividades hacia adelante con mayor fuerza, ya que nos están castigando por haber ejercido nuestro derecho a la protesta pacífica.

Un día, se cerrará la SHU de Pelican Bay [Prisión Estatal Pelican Bay] para usarse como un museo para exhibir el abismo de los horrores en que cayó Estados Unidos, y para mostrar a las generaciones futuras los crímenes contra la humanidad que la gente sufrió en Pelican Bay. Las SHU en California encierran a más chicanos que a cualquier otra nacionalidad, a pesar de que los chicanos son una minoría en las cárceles de California. Se han llenado las cárceles de California con tantos presos negros y latinos hasta el extremo de que las cortes tuvieron que decirle, ordenarle al gobernador que redujera la población encarcelada; hasta ahora, el gobernador Brown se ha negado. Sabemos que no obtendremos ningún movimiento al apoyarnos en el estado y sabemos que no podemos ganar nada individualmente, pero al igual que en la sociedad estadounidenses afuera, nuestra libertad solo se obtendrá a raíz de un Frente Unido.

La mayoría de nosotros en la SHU, al igual que nuestros compañeros en las mazmorras de Super Máxima Seguridad en todo Estados Unidos y mas allá, hemos llevado una vida llena de desesperanza, hemos sentido el filo de la represión del estado de la cacería en nuestra contra departe de los cerdos policías en nuestra comunidad y hemos opuesto resistencia a las diversas formas del estado para neutralizarnos. Sabemos cómo es tener que vivir durante años con dolores de hambre; toda nuestra existencia se parece a una gran huelga de hambre. Pero le asombramos al estado, éste se sorprende y teme a nuestra resistencia y cuando ya no sirven los garrotes ni tampoco el mace ni balas funcionan, nos atacarán a nuestras mentes, en lo psicológico.

La SHU y la Super Máxima Seguridad existen como una guerra psicológica en la que los pueblos pobres rebeldes en su mayoría de las naciones oprimidas están en la mira a fin de quebrarnos o neutralizarnos la mente. La mayor parte de los suicidios ocurren en cárceles donde la gente está en una SHU o en aislamiento, mismo que es un conocido método de tortura y no obstante California mantiene a miles de personas en este estilo de cautiverio. ¿Por qué? Porque es parte de del programa empleado por el estado avalado por "una figura de autoridad", es decir el objetivo. Se parece a cualquier operación militar pero no nos ponemos uniformes de faena; nos ponemos overoles carcelarios. El arma preferida no tiene calibre de 50; se trata de una celda de aislamiento y el campo de batalla no es ningún desierto, es el barrio y el ghetto.

Veamos lo que nos enfrentamos y cómo nos atacan, siendo estos métodos nuevos en el arsenal de los predadores que tenemos que identificar, ya que se trata de una guerra en la que estamos metidos, ¡una guerra de baja intensidad librada contra la gente pobre!

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