"He visto la cara de un mundo previo al Roe v Wade, y no es agradable..."

Bree Ervin | 15 de septiembre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Fin al Patriarcado recibió la siguiente carta; se reproduce aquí con el permiso de Bree Ervin. Bree Ervin es una educadora de salud sexual que trabaja con adolescentes y estudiantes universitarios. Firmó la declaración "Aborto a Solicitud y Sin Disculpas".

 

Estudié en una escuela secundaria en el campo de Colorado. El proveedor de abortos más cercano estaba a cuatro horas y media de distancia por carro.

No había ninguna clínica de la mujer. Tuvimos que ir a los médicos de familia regulares o al pequeño hospital local para pedir nuestros servicios.

De rutina, violaron la confidencialidad entre la paciente y el médico de modo que a las muchachas que obtuvieron métodos de control de la natalidad las tacharan de vergonzosas putas al día siguiente en la escuela, se burlaran de ellas y se les considerara "libres para el sexo". Mi escuela también era una de las primeras en adoptar la educación sexual de abstinencia exclusiva (1993-1996).

¡Uno de mis compañeros de clase fue suspendido por llevar un condón a la clase de educación sexual!

Mientras tanto, en los años que yo estudiaba ahí, ¡esta ciudad experimentó la tasa de embarazos de adolescentes más alta del territorio continental de Estados Unidos!

Cada año, más del 10% de las chicas de mi escuela se embarazaron...

Debido a la falta de servicios para las muchachas y la falta de acceso a información sobre la reducción de los riesgos, a estas chicas les tocaron unas decisiones difíciles.

Yo tenía a muchas amigas que terminaron en el hospital recuperándose de lesiones graves a consecuencia de sus intentos de ponerse fin a sus embarazos.

El novio de una amiga le pegó a ésta hasta que abortara espontáneamente. Una amiga lo intentó bebiendo lejía, la que había oído que pudiera terminar un embarazo. No lo hizo, pero casi le quitó A ELLA la vida.

Otra amiga ensayó el "truco del gancho de ropa", creyendo que si eso "sirvió" para nuestras abuelas, que serviría para ella. Salió con el útero perforado y nunca podrá dar a luz.

Muchas de mis amigas fueron expulsadas de sus hogares y obligadas a vivir en la calle, o a contraer matrimonios con chicos que se les pusieron abusivos porque les molestaba estar atados por sus "putas" novias/esposas. (Una parte de nuestra educación de abstinencia exclusiva les enseñó a los chicos que solamente las putas se embarazarían, lo que librería a los padres de toda responsabilidad moral.)

Algunas de las chicas que fueron obligadas a llevar su embarazo a término también fueron intimidadas para que dieran a sus hijos en adopción — les dijeron que no eran lo suficientemente buenas como para criar a sus propios hijos. Todavía están obsesionadas por dicha idea de inutilidad personal.

Muchas de las chicas que llevaron sus embarazos a término y se quedaron con sus hijos siguen viviendo en la pobreza, a 20 años de distancia, o apenas están empezando a abrirse camino en la vida, ahora que sus hijos son grandes.

Muchas quedaron atrapadas en relaciones abusivas durante años hasta que encontraran la fuerza, el coraje y el apoyo para abandonarlas.

De las 24 chicas que quedaron embarazadas en mi segundo año de secundaria, sólo dos lograron juntar el dinero y tomar el tiempo de viajar a un proveedor de aborto para hacerse un aborto legal y seguro. De todas esas chicas, esas dos están en la mejor situación hoy.

Quizá aquellos que felizmente optaron por llevar sus embarazos a término no hubieran tenido que tomar esa decisión si hubieran tenido la información para impedir los embarazos en primer lugar. Las mujeres necesitan y merecen la información, y el acceso al aborto, sin disculpas. Y no deberíamos tener que exigirlo, pero lo haremos si tenemos que hacerlo.

He visto la cara de un mundo previo al Roe v Wade, y no es agradable, y no voy a volver.

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.