Las autoridades se preparan para torturar a los presos en huelga de hambre: Juez permite darles de comer a la fuerza

15 de septiembre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

25 de agosto de 2013. Nota de la redacción: El 19 de agosto de 2013, un juez federal falló que el personal médico de los correccionales de California puede darles de comer por la fuerza a los presos que están en huelga de hambre, si estos "corren el peligro de estar al borde de la muerte o de sufrir graves daños corporales". La orden judicial invalida específicamente toda directiva de “no resucitación (DNR, en inglés)” que los presos firmaron poco antes de iniciar la huelga o durante ella. El juez asevera que "es posible que [los huelguistas] fueran coaccionados para que participaran en la huelga de hambre".

La semana pasada el relator especial de la ONU sobre la tortura dijo: "es inaceptable usar las amenazas de alimentación por la fuerza u otro tipo de coacción física o psicológica contra los individuos que hayan optado por el recurso extremo de una huelga de hambre".

El lenguaje de la orden judicial, al referirse a coaccionar a los presos para que participaran en la huelga de hambre o firmaran una DNR contra su "libre voluntad", responde a las afirmaciones del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR) de que esta huelga de hambre se trata de un "treta" de las pandillas. La secretaria adjunta de prensa del CDCR Terry Thornton repitió esa afirmaciones la semana pasado en Democracy Now!, aduciendo que en el CDCR, “las pandillas están coaccionando a los presos — no todos, pero algunos— para que participen en esta huelga de hambre. Hay que notar que los líderes de la huelga de hambre son todos ellos líderes de pandillas carcelarias también. Esta acción general, esta huelga de hambre, la tercera en los últimos dos años, la impulsan las pandillas".

Pero los presos han tomado el camino extremo de pasar hambre precisamente debido a la coacción ejercida por las autoridades carcelarias, las décadas vividas en la tumba de los vivos que es el aislamiento, sin ningún contacto humano significativo, y la negación de los derechos básicos, hasta de una comida decente.

Revolución recibió esta carta de un lector que dice que las autoridades carcelarias están invocando "las pandillas" una vez más, para justificar la represión contra la huelga de hambre y en un intento de aislar a los presos y silenciar a las personas que no están encarceladas:

 

De un lector

El 19 de agosto de 2013, el juez federal Thelton Henderson giró una orden judicial que apruebe la alimentación por la fuerza a los presos de California que han estado en una huelga de hambre con el objetivo de poner fin a las condiciones del aislamiento brutal en las Unidades de Vivienda de Seguridad (SHU) en las prisiones. Su orden se basa en la afirmación de las autoridades carcelarias de California de que algunos presos en huelga fueron coaccionados para que participaran. Jeffrey Beard, jefe del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California, propuso eso en el Los Angeles Times el 6 de agosto de 2013 cuando argumentó que la huelga de hambre no se hace en protesta por las condiciones de vida que constituyen la tortura, pero sí representa un intento de parte de las pandillas que operan en las prisiones de "restaurar su capacidad de aterrorizar a sus compañeros presos, al personal carcelario y a comunidades por toda California".

Esto es lo único que escuchamos de la policía, los tribunales, los jueces, el gobierno y las autoridades carcelarias: "Se debe a que son pandilleros", que es preciso traducir en que son los peores de los peores. Esto es lo que nos dicen: "Los arrestamos y los encarcelamos porque ellos son pandilleros; los ponemos en las SHU porque son pandilleros; y ahora los vamos a alimentar por la fuerza debido a las pandillas".

Lo siguiente es lo que nunca le dicen al público. No le dicen que el crecimiento vertiginoso de las pandillas en los barrios y ghettos de las ciudades de Estados Unidos está relacionado a la pérdida de trabajos en esas zonas. Durante los años 1960 y 1970, se trasladaron miles y miles de trabajos de Los Ángeles a otros lugares, en busca de mano de obra más barata y ganancias mayores. Durante los años 1950, Los Ángeles fabricaba más carros que cualquier otra ciudad excepto Detroit, más llantas que cualquier otra ciudad menos Akron, más muebles que Grand Rapids y tenía la mayor industria de costura fuera de la Ciudad de Nueva York.

En cuanto a la epidemia del “crack” en los barrios y ghettos marginados de las ciudades, revcom.us ha escrito: "Trasladaron de los centros urbanos a los suburbios (donde vive la clase media) y luego a otros países las fábricas que producían bienes, mientras que las masas negras quedaron encerradas en esos centros urbanos debido a la segregación en la vivienda y a las privaciones. Simultáneamente a los centros urbanos les privaron de fondos y los dejaron convertirse en zonas económicas y culturales muertas. Hasta cierto punto surgieron espontáneamente el narcotráfico y las pandillas involucradas en ello, pero también los manipularon sistemáticamente y en algunos casos los promovieron a fin de llenar el vacío económico y político en los ghettos y los barrios dejado por el abandono económico y la represión contrarrevolucionaria del movimiento. Eso se intensificó en los años 1980 cuando la CIA orquestó el financiamiento de los terroristas centroamericanos pro-Estados Unidos (la ‘Contra’) mediante la venta y distribución de drogas por medio de las pandillas en las zonas urbanas de Estados Unidos (vea “La conexión de la CIA con el crack: Entrevista del OR a Gary Webb” en revcom.us).

No obstante, algunas personas dicen que los jóvenes negros y latinos podían haber elegido no entrar en las pandillas. Bob Avakian habla de las opciones que tienen los jóvenes de los ghettos y barrios marginados en su ensayo muy importante que todos deberían leer, "Más sobre ‘Lo que uno elige’... y cambios radicales", en el periódico Revolución #293, 3 de febrero de 2013 y en revcom.us:

"Vale, así que tú puedes robarle a alguien, ¿correcto? Bueno, ¿pero por eso yo digo que está bien robarle a alguien? Para nada. Pero lo que digo es que te influencian la cultura y todo el entretenimiento popular en la televisión, la música y demás que te dicen que debieras hacer a fin de enriquecerte y aventajarte a otros. Si te dejas influir por todo eso, y dices que así se lleva el partido, por eso voy a hacer lo mío ahí, claro, pues vas a hacer lo que puedas. Si no puedes ser un corredor de la bolsa — si no puedes ser otra cosa, un banquero que presta dinero a alguien con el cual comprar una casa, pero sabes que esa persona no podrá pagar el préstamo y por ende luego le impones una ejecución hipotecaria y vuelves a vender la casa a otro, y lo haces una y otra y otra vez — Si no puedes obtener dinero así, pero de toda la cultura en la sociedad tienes la idea de que lo que hay que hacer es aventajarte a los demás y obtener plata de la manera que sea, pues harás lo que puedas, o sea, atracar a alguien, vender algo de droga, prostituir a una mujer y golpearla y someterla cuando ella trate de zafarse, etc.".

El cauce de las escuelas a las prisiones

La "guerra contra las drogas" se convirtió en el programa gubernamental de encarcelar en masa a millones de personas, para sacar de las calles a quienes tenían el potencial de transformarse en revolucionarios conscientes opuestos al sistema del capitalismo-imperialismo y encerrarlos en las prisiones. El único futuro que les espera a los jóvenes es el desempleo en masa, un sistema educativo que los encauza hacia la prisión y en las calles el hostigamiento, la brutalidad y el asesinato a manos de los policías. En la prisión, su opresión adquiere otra dimensión.

Una vez meten a las personas en las prisiones, las autoridades las segregan según su raza. Los carceleros promueven y organizan peleas entre los presos. El artículo de Revolución, “¿Qué revela en realidad la huelga de hambre de los presos de California? Respuesta al artículo de opinión de Jeffrey Beard en el Los Angeles Times”, señala: “A finales de los años 1990 se sacó a la luz que en la SHU de Corcoran los carceleros organizaron ‘días de gladiador’, en que colocaron a los presos de pandillas opuestas en el área de ejercicio y les dijeron que pelearan entre sí, mientras los guardias armados miraban y hacían apuestas sobre quién iba a ganar. Instigan y refuerzan esas divisiones y luego montan situaciones que causen peleas”. El propio sistema penitenciario sigue reforzando la existencia de las pandillas.

Además, en California, las autoridades carcelarias han instituido un sistema de "validación" en que determinan quién es supuestamente un pandillero por medio de evidencias que no comprueban nada, como el tatuaje o lo que uno lee, para comprobar que un preso es miembro de una pandilla. Una vez que las autoridades validan al preso como pandillero, lo colocan en el aislamiento en una celda de la SHU. (Hemos escrito muchos artículos que detallan por qué esa es una forma de tortura).

La única manera de salir de la SHU es rendir información, que es un proceso en que uno les dice a las autoridades todo lo que sabe acerca de las pandillas y sus miembros. En otras palabras, ser soplón. Se pensaría que todos los presos aceptaran con entusiasmo la oportunidad de rendir información para salir de la SHU. Claro que sí, nos dicen, porque son pandilleros, los peores de los peores, y no les importa nadie aparte de sí mismos. Claro que harían eso, porque este sistema promueve el "cuidarse del número uno a expensas de los demás". Pero, ¿sabe qué? La mayoría no opta por rendir información, y eso no se debe a que otros presos los estén coaccionando, como las autoridades carcelarias quieren hacernos creer. Los presos dicen que tienen un código de ética que les prohíbe hacer que la represión le caiga sobre otro, para evitar que le caiga sobre uno mismo.

En agosto de 2012, los presos del Corredor Corto de la SHU de la Prisión Estatal Pelican Bay hicieron público un histórico "Acuerdo para terminar las hostilidades" a todos los presos y personas interesadas en que llamaron por un "fin a las hostilidades entre nuestros grupos raciales". Esos presos han levantado la cabeza y han demostrado su humanidad a través de esa declaración y esta huelga de hambre, la cual dicen que no es necesariamente para su beneficio pero para futuros presos. ¿Qué respuesta han dado las autoridades hasta la fecha? El etiquetado de más presos como pandilleros, el traslado de los presos huelguistas a celdas de Segregación Administrativa que son peores que las de la SHU, las medidas disciplinarias y la alimentación por la fuerza, a pesar de que los presos firmaron una directiva de "no resucitación", que en California es supuestamente un documento legalmente vinculante.

¡A tomar partido con los presos!

Este disco rayado de etiquetar a los jóvenes negros y latinos como pandilleros tiene que chocar con el rechazo de los que pueden reconocer la verdad: el sistema ha creado esas pandillas y algunos presos, a pesar de ser tratados como animales, están removiendo cielo y tierra para tratar de superar eso y hay que apoyar sus esfuerzos de hacerlo.

Lea lo que un preso huelguista escribió al Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos, publicado posteriormente en el periódico Revolución:

"Lo que parece enfurecerle más al estado es que hemos roto con las ideas reaccionarias y hemos tomado una posición más revolucionaria en nuestra lucha por los derechos humanos detrás de los muros de las prisiones. Hemos llegado a ver que la clase dominante nos ha enfrentado uno contra otro dentro de las prisiones pero esta no es la primera vez. Durante cientos de años el estado ha encontrado las maneras de dividirnos y tácticas de vencernos para que no podamos unirnos y para una resolución de nuestra común opresión".

Ahora piense en el hecho de que los etiquetados como pandilleros por las autoridades están superando eso y están demandando, y demostrando, su humanidad.

Las personas no encarceladas no deben dejarse engañar, ni engañarse a sí mismas, por las tergiversaciones, mentiras y calumnias de las autoridades carcelarias que son el brazo ejecutor de un sistema que han relegado a millones y millones de personas a un futuro sin esperanza, y que para colmo los han encerrado en las condiciones de vida más brutales. ¡Alce la voz! Corra la voz acerca de lo que está pasando. Postee este artículo y compártalo junto con materiales de revcom.us. Exija que las autoridades carcelarias no den de comer por la fuerza a los huelguistas de hambre y que cumplan con sus justas demandas.

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