Algunos datos y antecedentes básicos:
Nuevas negociaciones nucleares entre Estados Unidos y otras potencias mundiales, e Irán

Larry Everest | 20 de octubre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El martes y miércoles 15 y 16 de octubre, Estados Unidos y otras potencias mundiales se reunieron en Ginebra, Suiza, para las negociaciones formales con Irán sobre su programa nuclear. El grupo de negociación con Irán se llama el P5 + 1, es decir, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Francia, Rusia, China y Gran Bretaña) más Alemania. El martes, la delegación iraní también se reunió directamente con la delegación estadounidense por primera vez. Otras reuniones están programadas para principios de noviembre.

Se sostuvieron estas reuniones tras el discurso del 24 de septiembre del presidente Obama en la ONU en el que éste pidió una mayor iniciativa diplomática para "resolver el problema del programa nuclear de Irán", como un paso hacia la formación de una "relación diferente, que se base en intereses y el respeto mutuos", la que Obama argumentó que era fundamental para la estabilización de Medio Oriente. Tres días más tarde, habló con el presidente iraní Rouhani, la primera vez que los líderes de los dos países habían hablado desde 1979.

Ocurrieron estas maniobras en el marco de la agitación y la turbulencia en el Medio Oriente. Esta es una región en la que los gobernantes de Estados Unidos creen que es fundamental que tenga la última palabra sobre la configuración básica y las relaciones de poder; donde Irán ha sido tradicionalmente una potencia local y donde, desde 1979, los intereses de Estados Unidos y de Irán han estado fuertemente contrapuestos. Aunque es muy pronto para decir exactamente lo que cada parte está buscando o si llegarán a algún acuerdo, es importante entender algunos hechos básicos sobre el programa nuclear de Irán, la respuesta liderada por Estados Unidos y el contexto más amplio en que está situado este asunto.

La historia y los antecedentes básicos

En 2002, salió a la luz el programa nuclear de Irán. Éste insiste en que su programa es sólo para el enriquecimiento de uranio para los reactores nucleares, no para fines militares, es decir, no es para producir una bomba nuclear y que tiene el derecho a enriquecer el uranio en el marco del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). Estados Unidos y sus aliados más firmes, en especial Israel, han insistido en que Irán está violando el TNP al no cumplir con sus "obligaciones" y al desarrollar en secreto armas nucleares. (No se ha presentado nunca ninguna prueba concluyente para esas afirmaciones ni de que Irán está en violación del TNP de manera importante). Estados Unidos y sus aliados han exigido que Irán detuviera todo el enriquecimiento y desmantelara gran parte de su programa nuclear, han lanzado amenazas militares contra Irán, se han negado a reestablecer relaciones diplomáticas con Irán después de cortarlas en 1980 a raíz de la toma de la embajada estadounidense por los estudiantes iraníes y posteriormente han impuesto sanciones draconianas.

Sin embargo, es crucial entender primero que la "cuestión nuclear" existe en un contexto más amplio de hostilidad y oposición general de Estados Unidos e Israel a la República Islámica de Irán (RII) que se remonta a la revolución iraní de 1979 y a las ambiciones de la RII de mantener su dominio y afirmarse como una potencia regional. Como exploro en la Primera parte del artículo "Obama en la ONU: Embelleciendo las verdaderas 'raíces del recelo' entre Estados Unidos e Irán", la cuestión fundamental aquí es que, si bien la República Islámica de Irán es una teocracia reaccionaria y opresiva cuyos intereses, incluidos sus objetivos regionales, están en oposición directa a los intereses del pueblo en Irán y en la región, también representa un desafío importante a la dominación estadounidense sobre el Medio Oriente, incluyendo Israel, su cliente principal ahí. Así que Estados Unidos e Israel han llevando los últimos 30 y tantos años tratando de debilitar, contener e incluso derrocar a la RII por considerar que representaba un obstáculo inaceptable y fuente alternativa de influencia en la región en muchos frentes.

El asunto nuclear debe entenderse en ese contexto. El problema para Estados Unidos e Israel nunca ha sido si Irán está trabajando activamente para producir un arma nuclear. Han estado opuestos a que Irán tuviera todo derecho o capacidad de enriquecer el uranio (cosas con las cuales los países efectivamente cuentan bajo el TNP) por una serie de razones geopolíticas imperialistas:

  • Hasta la idea de que Irán tuviera la capacidad tecnológica para fabricar armas nucleares si así lo deseara podría cambiar el equilibrio y ecuación militar en la región y socavar la hegemonía nuclear de Estados Unidos e Israel. (Israel tiene un máximo de 400 ojivas nucleares y es el único estado regional que posee armas nucleares.)
  • Un programa nuclear, lo que incluye uno que se limite al enriquecimiento, podría fortalecer a la RII en términos económicos y políticos, en Irán y en la región. Para repetir, Estados Unidos e Israel consideran que eso iría en una dirección opuesta al objetivo por el que están luchando: el debilitamiento o el derrocamiento de la RII. También tienden a presionar a otras potencias regionales, como Arabia Saudita y Egipto, para que desarrollen programas nucleares, y si bien esos regímenes en la actualidad son aliados de Estados Unidos, a) no son estables y b) Estados Unidos no quiere provocar o permitir una "carrera armamentista" regional o siquiera una carrera de energía nuclear que podría salirse en un desenlace en toda suerte de formas impredecibles que pudiera socavar aún más su control sobre la región.
  • Por esa razón, en las negociaciones anteriores, Estados Unidos y sus aliados se han negado a aceptar el derecho de Irán a enriquecer el uranio a cualquier nivel; se han negado a reducir las sanciones a cambio de concesiones iraníes; y se han negado a reconocer la legitimidad y la posición de la República Islámica de Irán. Por eso, las negociaciones anteriores se han venido abajo, a pesar de que Irán dejó en claro que estaba dispuesto a aceptar restricciones sobre su programa nuclear y a trabajar con Estados Unidos sobre otros asuntos regionales. ¿Por qué? Debido a que nunca se trataba simplemente de impedir que Irán fabricara una bomba; más bien, se trataba de afianzar la hegemonía regional de Estados Unidos e Israel. Mientras tanto, la RII consideraba que no podía aceptar los términos del Occidente (que representaban la rendición) sin debilitar fuertemente su legitimidad y posición (dentro y fuera de Irán) y hasta poner en peligro su existencia.

No se conocen los términos exactos de las negociaciones en curso. Según informes de prensa, Irán está dispuesto a aceptar límites sobre sus actividades de enriquecimiento nuclear y unas inspecciones "transparentes" y menos invasivas, a cambio de aflojar las sanciones, reconocer su derecho básico a enriquecer el uranio para fines de energía nuclear y un relajamiento general de la hostilidad occidental hacia la República Islámica de Irán.

Todavía no está claro cómo Estados Unidos, Israel y otras potencias mundiales responderán a la propuesta de Irán y exactamente cómo ven la promoción de sus intereses imperialistas en la región y hacia Irán. Sin embargo, es importante entender que tanto Estados Unidos como Irán se enfrentan a su propio conjunto de necesidades importantes, entre ellas las profundas fallas y la rápidamente cambiante situación en toda la región del norte de África, por el Medio Oriente a Asia Central.

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