Un mundo de vil desigualdad:
¡BASTA YA!

16 de diciembre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Este mundo en que vivimos es (para tomar prestada una frase a Jonathan Kozol) uno de viles desigualdades. A la sombra de los lujosos rascacielos de Nueva York, casi la mitad de la población vive en el umbral de la pobreza o debajo del mismo, y decenas de miles de personas sin techo viven en la calle o en los "albergues" sucios, peligrosos y llenos de plagas.

Al otro lado del mundo, la vida de decenas de millones de sudafricanos negros, en muchos sentidos, no trae nada mejor que en los años bajo el apartheid: sin acceso a las escuelas, sin trabajo o un trabajo como esclavo en las minas o de sirvientes.

Y todo eso es parte de un mundo en que la vida de la mayoría de la humanidad es un infierno encarnizado. Las cifras no lo captan todo, pero una de cada tres mujeres que viven hoy —un mil millón de mujeres— será violada o agredida durante su vida. Diez millones de niños mueren innecesariamente al año de causas prevenibles. Millones de personas viven aterrorizadas por los ataques de los aviones no tripulados. Miles de millones de personas son objeto del espionaje. Y el planeta se enfrenta a una emergencia ambiental.

Todo eso se refuerza mediante la cruel violencia y represión. La heroica huelga de hambre en que participaron, por momentos, más de 30.000 presos en California arrojó luz sobre la tortura psicológica y física del aislamiento solitario prolongado. En la Ciudad de Nueva York, a la demanda de poner fin al parar y registrar al estilo del apartheid se contrapone un nuevo jefe de policía con un historial de presidir la violenta brutalidad contra los negros y latinos. Un Detroit abandonado se parece a un campo de exterminio para cientos de miles de personas.

Se justifica todo eso con mentiras: que miles de millones de personas no tienen acceso a agua potable o que millones de personas están encerradas en las prisiones, porque tomaron "decisiones equivocadas". Que todo eso es la voluntad de un dios imaginario (o sádico) o de una "naturaleza humana" eterna. Que lo mejor que se puede hacer al respecto es repartir un poquito de beneficencia. Y, la mentira más grande —que cualquier alternativa al capitalismo es una zona vedada— que "se probó el comunismo y éste fracasó".


Bajo la ley de tres strikes y fuera de California, Donald Jones, 42, recibió una sentencia de 76 años a cadena perpetua en la prisión tras una condena por tener una cortadora de césped robada y un chuchillo ilegal estando bajo libertad condicional en 1996. Foto: AP

Ante las grandes divisiones en el mundo y todas las mentiras que las avalan, tanto aquellos que sufren el infierno cotidiano más intenso como aquellos que no son el blanco directo de la opresión y represión tienen que hacer causa común y decir BASTA YA. El mundo no tiene que ser así. Existe una teoría muy desarrollada y una visión de una sociedad radicalmente nueva en la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian —un mundo sin explotación y opresión de toda clase— y existe una estrategia para plasmarla en los hechos. La gente tiene que conocer esto.

En esta temporada del año cuando las personas están reflexionando sobre el estado de la humanidad y su respectiva relación, que haga o aumente su compromiso de negarse a aceptar todo eso. Usted puede hacer dos cosas ahora mismo que contribuirán concretamente al cambio REAL: Primero, aprender más sobre la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian y su dirección de un movimiento para la revolución. Haga una donación generosa y recaude muchísimo dinero para poner BA en Todas Partes —en las celdas de las prisiones, en los suburbios y en otras partes. Segundo, leer y distribuir Revolución y revcom.us y hacerles una contribución económica regular — ahí, decenas de miles de personas de todo el mundo se conectan con este movimiento para la revolución.

Envíennos por escrito sus ideas y experiencias: revolution.reports@yahoo.com.


A donar al Fondo para Literatura Revolucionaria para Presas y Presos

En las mazmorras de AmériKKKa, que encierran a más de dos millones de personas, los presos —los "peores de los peores" o "irredimibles" a los ojos de la sociedad— están poniéndose de pie y oponiendo resistencia a las condiciones infrahumanas en las cuales los han esclavizado. Y al alzar la frente, están transformándose en las maneras en que conocen el mundo así como su papel para cambiarlo.

El verano pasado, 30.000 presos californianos afirmaron su humanidad declarándose en huelga de hambre contra la tortura del confinamiento solitario prolongado. Anteriormente un grupo de presos había publicado una declaración inspiradora que pide la unidad y un alto a las peleas entre diferentes nacionalidades en las prisiones. Tras 60 días, los presos decidieron colectivamente suspender la huelga de hambre — pero la lucha para ponerle fin a la tortura continúa. Otras huelgas de hambre y luchas políticas contra la deshumanización de las prisiones estadounidenses han ocurrido en otros estados en años recientes.

En esa nueva generación emergente de esclavos rebeldes, hay un sector importante de presos en todo el país que buscan conocer más profundamente por qué este mundo es un horror, cómo poder salir del mismo y qué significa ser humano — y están asumiendo el reto de entrarle a la visión elevada y la estrategia para una sociedad y un mundo radicalmente nuevos y mucho mejores, lo que se presenta en el periódico semanal Revolución, en Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian y en otra literatura revolucionaria que reciben del Fondo para Literatura Revolucionaria para Presas y Presos (Fondo). Bob Avakian, BA, es el presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos y su libro Lo BAsico es un manual para los revolucionarios en la actualidad, y trata de manera poderosa las cuestiones grandes de la revolución y la emancipación humana.

A la "Unidad de Seguridad de Vivienda" (SHU, por sus siglas en inglés) de Pelican Bay en el norte de California, al sistema penitenciario tristemente célebre en Texas, a Sing Sing en Nueva York y a las prisiones en todas partes del país, el Fondo manda aproximadamente 800 suscripciones a Revolución en inglés y español y ha mandado más de 1.200 ejemplares de Lo BAsico hasta la fecha a las y los presos en 43 estados y el Distrito de Colombia.

USTED juega un papel vital en el Fondo para continuar este trabajo tan vital y además para extenderlo a muchos más presos (vea el poema).

A DONAR: Las suscripciones a Revolución existentes cuestan $28.000 al año. Cada ejemplar de Lo BAsico cuesta $10. Imagínese si el Fondo pudiera aumentar muchísimo el número de suscripciones a Revolución y ejemplares de Lo BAsico que reciban las y los presos.

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