Unos puntos de orientación:
Sobre las "reformas" del alcalde De Blasio respecto al parar y registrar

17 de febrero de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

En la demanda colectiva en 2013, Floyd v. Ciudad de Nueva York, la jueza Shira Scheindlin falló que la ejecución de la política del parar y registrar de parte del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD, por las siglas en inglés) era inconstitucional, y ella impuso medidas legales que en esencia ordenaron cambios y un proceso de reforma y modificación de la política. Entre los cambios estaba un proyecto piloto en que un pequeño número de policías lleven cámaras que grabarían sus intercambios con las personas que paran. Además, nombró a un inspector para supervisar el proceso de reforma.

Bajo Michael Bloomberg, el alcalde de Nueva York en el momento del fallo, el gobierno municipal impugnó inmediatamente el fallo. Pero el nuevo alcalde, Bill de Blasio, ha anunciado que el gobierno municipal retirará la apelación y efectuará las reformas de Scheindlin. Y el nuevo jefe de policía, Bill Bratton, ha declarado que "ya se solucionó el problema del parar y registrar" porque se ha disminuido la cantidad de instancias del parar y registrar.

Los siguientes son puntos de orientación importantes para servir de marco en la conversación sobre la ejecución de "las reformas en el parar y registrar" de parte de De Blasio y Bratton.

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1. El parar y registrar no es una política necesaria de la policía que el NYPD "llevó demasiado lejos". Es una política que se basa en el perfil racial. Concentra la manera en que las personas negras y latinas, especialmente los jóvenes, han sido criminalizadas y satanizadas en la sociedad de Estados Unidos. Bajo esta política, los policías paran a las personas camino al trabajo o la escuela y de regreso a casa. Se dirigen a las personas sentadas en el parque relajándose, o jugando baloncesto o visitando a un amigo o pariente en un multifamiliar, ¡hasta entrando o saliendo del edificio donde viven! Los hombres jóvenes negros cuentan sus historias de ser parados con regularidad, a veces por los mismos policías. El entonces jefe de policía del NYPD, Ray Kelly, les dijo a tres funcionarios elegidos negros que quería que todo joven varón negro y latino temiera que el NYPD lo parara y registrara cada vez que saliera de la casa por la mañana. (Kelly no se niega que lo dijo. Dice que sus palabras fueron sacadas de contexto.) Según sus cifras, el NYPD en 2011 paró a 150.000 varones negros entre las edades de 15 y 24 — ¡hay menos de 150.000 varones negros de esa edad en la Ciudad de Nueva York! El resultado de todo eso es una situación en que singularizan sistemáticamente a un sector entero de la sociedad —los negros y latinos, especialmente la juventud— y los tratan como criminales, culpables hasta que demuestren su inocencia, si es que sobreviven para comprobar su inocencia. En que los jóvenes negros como Ramarley Graham se mueren porque los policías los tratan como "sospechosos" inmediatos para ser hostigados, perseguidos y a veces asesinados a disparos por llevar un "bulto sospechoso" — o por ningún motivo en absoluto. Todo esto es parte de la satanización y criminalización de generaciones de jóvenes negros y latinos.

2. Este sistema no le ofrece ningún futuro a los millones y millones de jóvenes negros y latinos — excepto el de ser parte del ejército estadounidense, invadiendo y ocupando a otros países; o el de terminar en la prisión.

La esclavización de los africanos fue un elemento integral de los cimientos de Estados Unidos y durante cientos de años este sistema ha estado oprimiendo y explotando a generaciones de sus descendientes. Pero hoy, debido al funcionamiento mismo del sistema, el capitalismo estadounidense no tiene la misma capacidad de explotar de forma rentable a gran parte del pueblo negro en su territorio, en especial la juventud.

La creciente globalización del imperialismo estadounidense durante las últimas décadas ha resultado en aún más desindustrialización en las ciudades de Estados Unidos. Fábricas y otros negocios se han trasladado a otros países donde los capitalistas pueden obtener ganancias más altas explotando a la gente más duramente. El índice oficial de desempleo de los jóvenes negros (entre las edades de 16 y 24) frisa cerca del 30 porcentaje — y es aún más en algunas ciudades. Como ha señalado un economista burgués, para la juventud de los barrios pobres, "el crimen es una opción racional".

La respuesta del sistema al hecho de que no puede emplear a un enorme sector de la población ha sido genocida: atacar y humillar a estos jóvenes, criminalizarlos, encarcelarlos, brutalizarlos y matarlos en muchas formas.

Así funciona este sistema. Esto es lo que está detrás de las políticas conscientes como el parar y registrar. Esto revela que las discusiones sobre cómo debe funcionar la policía son de hecho nada más que discusiones sobre la mejor manera de controlar y dominar y —cuando lo consideran "necesario"— matar a los jóvenes negros y latinos.

Las políticas policiales como el parar y registrar sirven de cauce hacia la encarcelación en masa en Estados Unidos — una situación en que unas 2.3 millones de personas están encarceladas en Estados Unidos, en su mayoría negros y latinos. Una verdad básica y punto de orientación en relación a esto es que la ÚNICA razón por la que Estados Unidos tiene este régimen horrible y vergonzoso de encarcelación en masa es porque este sistema no puede explotar de forma rentable la inteligencia, energía, creatividad y pleno potencial de esos millones y millones de jóvenes; y como resultado no tiene ningún otro remedio excepto controlar y destruirlos.

Los gobernantes de este país recuerdan lo que pasó cuando los levantamientos de los 1960 amenazaron de modo serio a este sistema; la lucha del pueblo negro era una parte importante de eso; y millones de personas en ese período cuestionaron la legitimidad del gobierno y la revolución se convertía en una posibilidad real.

Hoy esto impulsa a los gobernantes a tratar aún más duramente de sofocar toda chispa de resistencia y desafío. Y esto es otra razón por la cual este sistema hoy considera a los millones de jóvenes negros y latinos no sólo como un sector de la sociedad que ya no necesita sino como un "elemento peligroso" en la sociedad — el que es necesario contener y controlar estrictamente.

Esto es cómo y por qué el parar y registrar y la encarcelación en masa son una parte de una estrategia de los capitalistas imperialistas para controlar a estos jóvenes en general ADEMÁS DE impedir toda resistencia o, de hecho, un movimiento para la revolución entre ellos.

3. Bill Bratton, quien el alcalde De Blasio nombró como jefe de policía, ya ha declarado que con respecto al parar y registrar, "el problema se ha solucionado más o menos" porque el número de instancias del parar y registrar ha disminuido, e incluso ha terminado en algunas vecindarios. Pero Bratton defiende firmemente el parar y registrar como una "herramienta esencial de la policía", afirmando que sencillamente ha sido "utilizada demasiado por un período de tiempo prolongado".

Como resultado de las revelaciones generalizadas de la naturaleza brutal y racista del parar y registrar, millones de personas han empezado a cuestionar la legitimidad no sólo del NYPD sino del sistema mismo. Ahora la clase dominante tiene que contener los daños al mismo tiempo que intenta encontrar las formas de mantener la esencia de su política del parar y registrar.

Cuando De Blasio anunció el acuerdo en la demanda, Floyd v. la Ciudad de Nueva York, dijo: "Estamos aquí hoy para dar vuelta a la página con respecto a uno de los problemas más divisivos en nuestra ciudad", y habló de centrarse en "mejorar la relación entre la policía y las comunidades impactadas duramente por el parar y registrar". Esto también es el motivo de la declaración de Bratton de que entrenaría a sus policías para estar "más respetuosos en su enfoque" y que ya no van a perseguir a "la población general". Pero el programa que describe es uno que, en algunos sentidos, es aún más cruel y mortífero.

Bratton afirma que sus policías van a perseguir a "la población delincuente conocida" de una comunidad. En otras palabras, el parar y registrar no será menos brutal y humillante. Y no dejarán de usar el perfil racial. En realidad, van a singularizar aún más a los jóvenes que ya son víctimas de la criminalización.

Bratton se jacta de la base de datos que tenían en Los Ángeles cuando era jefe de policía de esa ciudad, una lista de 40.000 "pandilleros conocidos" a quienes singularizaron, persiguieron y arrestaron. En Los Ángeles, tienen una orden de la corte anti pandillas que declara ilegal que dos o más personas se unan en ciertos barrios, pasen un rato juntas en una esquina o en su propia casa. Cuando la policía pilla a alguien, aunque sea por cosas menores, puede capturar su nombre en la base de datos de pandillas. Esta clase de trabajo policial es la que Bratton trae a Nueva York.

En Los Ángeles, Bratton forjó lazos entre la policía y algunas personas en los barrios como los líderes comunitarios, ex pandilleros y otros, con el propósito de conseguir informantes (forjar redes de soplones). Ahora Bratton piensa usar esta experiencia en Nueva York para transformar la situación en que mucha gente odia y desconfía de la policía, debido en gran parte al parar y registrar, en una situación en que la policía puedan apaciguar la ira popular y además ganar a algunas personas a confiar en la policía.

4. Una razón importante por la cual el NYPD tiene que hacer "reformas" en el parar y registrar ahora es la lucha popular. Por unos años ya, había varias formas de una creciente y generalizada resistencia al parar y registrar, entre ellas la desobediencia civil no violenta en que las personas arriesgaron mucho, paneles, mítines y demandas colectivas. Todo esto ha arrojado una luz brillante, al nivel nacional e internacional, sobre el hecho de que el NYPD estaba llevando a cabo una política oficial que era brutal, inhumana e inconstitucional. Los de arriba no podían hacer caso omiso de este hecho, y esto explica su actual necesidad de efectuar unas pequeñas reformas a la vez que tiene que mantener la esencia del parar y registrar y el papel que sirve (aunque quizás cambie el nombre un día).

5. No tenemos que remendar el parar y registrar. Tenemos que ELIMINARLO — por todas las razones citadas: El parar y registrar es una política brutal, inhumana y racista. Este sistema, debido a su naturaleza y funcionamiento, no lo ofrece ningún futuro a millones de jóvenes negros y latinos. El parar y registrar es parte de una estrategia de singularizar a estos jóvenes que el sistema no sólo teme, sino que necesita controlar e impedir que se rebelen y se levanten.

Tal sistema —el que lleva a cabo esa brutalidad consciente así como un lento genocidio contra el pueblo negro, y al mismo tiempo quiere que la gente se contente con unos pocos cambios— ¡es un sistema CUYO TIEMPO YA SE HA ACABADO! ¡Nos hace falta una revolución, nada menos!

La lucha para PONER FIN al parar y registrar y a la encarcelación en masa es sumamente importante tanto para construir un movimiento para lograr eso COMO para impedir que la gente sea pulverizada cada vez más… y todos los que tienen una gota de amor por la justicia deberían ser parte de construir un movimiento serio para oponer resistencia a ese nuevo Jim Crow en todas sus dimensiones.

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