El ataque con bombas incendiarias en Ramona Gardens
¡¿Por qué tenemos que hacer lo que ellos quieren?!

9 de junio de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De unos lectores:

El 12 de mayo, alguien lanzó unas bombas incendiarias sobre unos hogares de negros en el multifamiliar principalmente latino de Ramona Gardens en el Este de Los Ángeles. Por la noche unos niños negros se despertaron aterrorizados por la explosión de vidrios y llamas, sus padres los sacaron afuera. Este terror es muy familiar, resonando por toda la historia de Estados Unidos. Por ejemplo, un artículo de la revista The Atlantic del 21 de mayo de 2014 describió lo que pasó en Chicago en los años 1940 y 1950 (insto a las y los lectores a leer el artículo completo [en inglés], “The Case for Reparations” (El argumento a favor de las reparaciones) de Ta-Nehisi Coates):

En 1947, después de que unos veteranos negros se mudaron al vecindario Fernwood de Chicago, se estallaron motines durante tres noches; turbas de blancos sacaron a la fuerza a los negros de las tranvías y los golpearon. Dos años más tarde, cuando la reunión de un sindicato a que asistían unos negros en Englewood provocó chismes de que alguien iba a vender una casa “a los malditos negros”, en la calle fueron golpeados los negros (y los blancos que se consideraba que tenían simpatía con los negros). En 1951 en Cicero, a unos 20 minutos al oeste del centro de Chicago, miles de blancos atacaron un edificio de departamentos en que vivía una sola familia negra, lanzando ladrillos y bombas incendiarias por las ventanas y prendiendo fuego al departamento. Un jurado del Condado de Cook se negó a acusar a los amotinados — al contrario acusó al abogado que representaba a la familia, un abogado de la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color). También acusó al dueño del departamento, a su abogado y a su agente de alquileres. Acusó a todos de conspirar para reducir el valor de las propiedades. Dos años más tarde, unos blancos montaron piquetes y colocaron explosivos en la ciudad de South Deering, a unos 30 minutos del centro de Chicago, con el fin de obligar a los negros a irse.

Se dieron repetidos ataques similares en muchas ciudades del Norte a lo largo de décadas, especialmente en los lugares a los cuales los negros estaban emigrando desde el Sur. Llegaban en ola tras ola, orillados y atraídos a las ciudades del Norte por factores económicos y en huida de los linchamientos del Ku Klux Klan y otros horrores. Huían de siglos de las condiciones más brutales y deshumanizantes que se puede imaginar. (Si usted no conoce esta historia, vaya a ver la película 12 años de esclavitud.) En estos días los racistas asesinan a los Trayvon Martin y Jordan Davis y las cortes se niegan a acusar de asesinato a los asesinos racistas, lo que da el mismo mensaje que la Corte Suprema cuando en 1857 dictaminó que la gente negra no tiene ningún derecho que un hombre blanco esté obligado a respetar.

En Ramona Gardens, donde hace poco los negros empezaron a establecerse después de los bombardeos incendiarios de 1992, aquellos que están haciendo las expulsiones son latinos que viven en las mismas condiciones de pobreza y discriminación.

¿Por qué?

Porque eso es lo que pasa cuando las personas reciban adoctrinamiento en el punto de vista del capitalismo-imperialismo, el mismo sistema que las está jodiendo, y cuando lo adopten activamente.

Bob Avakian ha descrito este fenómeno en muchos discursos y escritos. En el discurso Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, describe una escena en la que un grupo de personas se ha formado en una fila, y un tipo con un arma en una mano y una porra en la otra pasea por la fila, rompiéndoles las piernas con su porra. De ahí, alguien se pone al frente y anuncia: “Pues, ¡yo seré el hijo de puta más chingón con una pierna rota!” BA continúa —y el público se ríe y luego aplaude de manera resonante—: “Hay algo muy malo aquí. Lo que necesitamos hacer es decir: ‘¡Oiga, ese hombre está rompiéndoles piernas a todos! ¡Tenemos que unirnos e impedir que ese hijo de puta siga rompiéndoles las piernas!”

Este sistema siempre ha obrado para oponer un sector del pueblo que oprime a otro. Desde hace muchos años ya que en lugares como Los Ángeles, son los negros y latinos los que se están peleando los unos contra los otros. No conocen casi nada de la historia de cada quien ni que comparten los mismos opresores, aunque las formas en que éstos los han estado atormentándolos no son iguales. (Conozca más sobre esta historia que mantienen oculta, escuchando el corto del video de la charla Revolución de BA: “¿Por qué viene gente de todo el mundo?”)

El 1º de enero de este año, Bob Avakian dio el Mensaje de Año Nuevo — Un llamamiento a la REVOLUCIÓN, en el que explica que no es necesario que la gente acepte lo que el sistema nos enseña a pensar y actuar:

¿Por qué debemos hacer lo que ellos quieren que hagamos — matar y lisiar el uno al otro, tratar de ganar a golpes o aventajarnos el uno al otro, terminando en la cárcel, o paralizados, o muertos a una edad temprana — en lugar de juntarnos para ir en contra del sistema que nos ha puesto en este enredo en primer lugar? ¿Por qué debemos aceptar las mentiras de que los que tienen la piel de otro color o que viven en otro lugar o que hablan otro idioma o que aman de otra manera son menos que humanos y merecen estar encerrados bajo llave, o golpeados o asesinados? ¿Por qué es que las muchachas y las mujeres deben recibir un trato como objeto, que son valoradas solamente por el sexo y tener bebés? ¿Por qué debemos ir con la corriente de la nauseabunda cultura de este sistema que afirma que el dinero es más importante que las personas y que éstas son solamente un medio para ganar dinero? ¿Por qué debemos creer que “todo está en las manos de dios”, cuando todo este horror y sufrimiento es completamente innecesario y es posible ponerle fin? ¿Por qué debemos aceptar las cosas como son o simplemente tratar de mejorar las cosas un tantito, con una vida que sigue dentro de este sistema que irá destruyendo la vida de los seres humanos y privando de un futuro digno a la juventud, en todo el mundo?

Los revolucionarios que se enteraron de lo ocurrido en Ramona Gardens fueron a difundir este mensaje, para llevarlo a la gente atrapada en la lógica del sistema y conectarse con aquellos que no quieren aceptar todo esto. Además, llevamos dos cosas más que contribuyen a explicar quiénes son los amigos y quiénes los enemigos: el Llamamiento a terminar las hostilidades raciales que escribieron en 2012 los presos de la Unidad de Seguridad de Vivienda de la Prisión Estatal Pelican Bay, mismos que encabezaron las huelgas de hambre para parar la tortura del aislamiento solitario; y ejemplares del periódico Revolución con el afiche de la contraportada que denuncia gráficamente la opresión del pueblo negro desde la esclavitud hasta la actualidad y señala claramente la necesidad de una revolución para arrancarla de raíz (el afiche de los Tres strikes).

Hablamos principalmente con los latinos, de toda edad. No encontramos un vecindario lleno de racistas. Encontramos a personas que decían que no les gustaba lo que pasó y algunos estaban indignados y perturbados. Pero al mismo tiempo no querían reconocer lo que Estados Unidos le ha hecho al pueblo negro, en el pasado y hoy. Una forma de evitar este tema era hablar del ataque como si solamente tuviera que ver con la violencia pandillera. Quizá tenga que ver con las pandillas (algo que no sabemos), pero para el pueblo la situación constituye un asunto mucho más grande que una mera rencilla — y además, implica algo el que en tres de los cuatro departamentos afectados por bombas incendiarias vivían negros aunque sólo hay 78 inquilinos negros entre los 1.791 inquilinos de Ramona Gardens, y todos saben según nos dijo una persona negra: “Se supone que los negros no vivan aquí”.

Además, palpamos un poco el resentimiento justo debajo de la superficie de parte de las personas con las cuales hablamos, pero es obvio que es una gran parte del panorama más amplio. Más de una persona dijo que ahora las víctimas de las bombas incendiarias iban a recibir vales de la Sección 8, las que les permitirían mudarse a Long Beach (un vecindario más bonito), así que ¿cuál es el problema? ¡Van a beneficiarse concretamente de lo que sucedió!

Esto demuestra una forma en que las personas mantenidas abajo y tratadas como algo menos que humano se convierten en parte de mantener abajo a otras personas en la misma situación. Están atrapadas en la mentalidad de considerar que sus problemas son cómo sobrevivir como individuos o como familias o como un sector oprimido del pueblo que compiten entre sí por recursos y oportunidades y con otros sectores oprimidos del pueblo. No ven la fuente común de sus problemas, ni la solución común.

Además, esta situación contribuye al sentimiento entre aquellos que no les gusta lo que pasa y no quieren aceptarlo, que de todos modos no hay nada que se puede hacer al respecto. En conversaciones, la lectura en voz alta de las preguntas que BA hace en el Mensaje de Año Nuevo desafiaba las ideas de la gente acerca de esta situación. Los hizo reflexionar seriamente sobre lo que están aceptando, y pasaron de decir que no hay nada que se puede hacer a comenzar a preguntar, ¿qué podemos hacer para cambiar todo esto? Hablamos con la gente acerca de la necesidad de una revolución y la estrategia para la manera de llegar a tener las condiciones en las que sería posible tomar el poder, establecer un nuevo poder estatal y dirigir una nueva sociedad. Además, exploramos con algunas personas las posibilidades de que un grupo de personas de esa zona se uniera para tomar una posición y no aceptar las maneras en que el sistema hace que la gente piense y actúe en oposición a cada quien, en particular en esta situación la violencia contra los negros.

Se destacaba claramente que los revolucionarios representan valores, maneras de pensar y actuar de formas que son parte de construir un movimiento para la revolución a fin de emancipar a la humanidad. Eso contendía muy agudamente con la presencia masiva y constante de la policía en el vecindario y su amenaza constante de usar la violencia y fuerza contra la gente, incluida una orden de la corte anti pandillas que declara ilegal que un grupo de jóvenes se reúna en una esquina, un parque, etc.; y por otro lado, su Programa Comunitario de Soplones (CSP, siglas en inglés para el “Programa de Seguridad Comunitaria”) que han estado implementando en varios multifamiliares en el último par de años.

Todavía existe la necesidad de que unas personas del vecindario se pongan de pie y denuncien los ataques y apoyen a los negros en Ramona Gardens y que lo hagan en formas que cambien el ambiente general mediante sus acciones. Cuando algunos empiecen a desafiar la manera en que la gente piensa que “así es la vida”, eso cambia lo que otros creen y cómo ven lo que es posible. Sacamos una lección de esta visita: por importante que fuera conocer y desafiar el pensar de la gente, también tenemos que ofrecer formas concretas en que la gente pueda actuar. Cuando nos preguntan, “¿Qué podemos hacer al respecto?”, ¡tenemos que responder con algo concreto! En otros lugares donde han ocurrido riñas u otras formas de agudización de la contradicción entre los negros y los latinos, ha habido experiencias de dirigir a la gente a organizar picnics de unidad o juntar a las masas para ponerse cintas negra y cafés.

Una forma concreta que hemos desarrollado para que la gente actúe es la popularización de esa pregunta de BA, en calcomanías, botones, camisetas u otras formas: ¿Por qué debemos hacer lo que ellos quieren que hagamos — matar y lisiar el uno al otro, tratar de ganar a golpes o aventajarnos el uno al otro, terminando en la cárcel, o paralizados, o muertos a una edad temprana — en lugar de juntarnos para ir en contra del sistema que nos ha puesto en este enredo en primer lugar? Y junto con esa cita, una imagen de unas manos negras y morenas que unidas rompen y se zafan de sus cadenas. La gente necesita actuar de formas que son parte de construir y fortalecer el movimiento para la revolución y nosotros regresaremos a Ramona Gardens para trabajar con la gente para hacer eso.

Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

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