¿Quién es Dayani Cristal?

Acerca de "una cuestión épica de los derechos humanos" en la frontera de México y Estados Unidos

18 de agosto de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Nota de la redacción: La película ¿Quién es Dayani Cristal? investiga la historia de uno de los cientos de cadáveres descubiertos cada año en el desierto entre la frontera de Estados Unidos/México y Tucson, Arizona. El director Marc Silver y Gael García Bernal se juntaron a los viajeros migrantes en su propia misión de cruzar la frontera, proporcionando una imagen de las historias humanas. La película hecha en 2012 ganó el premio a la mejor fotografía en Sundance en 2013. Las proyecciones actuales se enumeran en el sitio oficial de la película whoisdayanicristal.com. Michael Slate les entrevistó a Marc Silver y Robin Reineke del Centro Colibrí de Derechos Humanos, un proyecto que se desarrolló a partir de la película. Se puede descargar al audio de la entrevista completa en inglés en The Michael Slate Show en KPFK.org.

 

Michael Slate: ¿Qué es lo que les impulsó a crear esta película?

Marc Silver: Lo que pasa es que originalmente, hace unos cinco años en Londres, lanzamos un sitio web que pidió que la gente enviara historias de resistencia en contra de las guerras y la división entre ricos y pobres, y las barreras económicas. Y una de las cosas más atractivas que hemos leído en el sitio fue la historia de las calaveras y los esqueletos no identificados que se encuentran en este paisaje desértico épico. Vimos una imagen de uno de los policías de búsqueda y rescate que sostiene un cráneo. Y desde ese momento, nos preguntamos: me pregunto lo que un cráneo puede revelar acerca de las cuestiones sistémicas más grandes de la migración y la economía.

Michael Slate: Bien, esta película está muy gruesa. Es única en muchos sentidos diferentes. Pero algo que realmente captura es lo que está al centro de la vida de millones de migrantes indocumentados en Estados Unidos hoy, que en muchos aspectos se ven obligados a vivir una existencia casi invisible dentro de Estados Unidos, mientras que al mismo tiempo están en todas partes. En cualquier cosa que se ve que es necesario hacer, en todo lo que implica el funcionamiento básico de la sociedad, invariablemente se encontrará a un equipo de trabajo de los inmigrantes que lo hacen, y muchos de éstos muchas veces son indocumentados. ¿Cómo fue que esa contradicción se le desenvolviera en la cabeza?

Marc Silver: Para ser sincero, queríamos centrarnos más en el viaje que la gente hace, y los peligros de la frontera, y cómo la frontera fue diseñada para ser muy peligrosa. Así que nuestra versión de ver el asunto de la invisibilidad era más sobre la invisibilidad de los muertos. Es obvio que es una cuestión épica de derechos humanos y sobre todo en el momento en que el proyecto de ley o la conversación acerca de reforma migratoria parecen estar discutiendo este tipo de trueque entre la entrega de la documentación para 12 millones de personas, pero sólo si se aumenta la seguridad, la vigilancia, etc., por la frontera. Y sentimos que la parte que le faltaba a esa conversación, y por lo tanto la parte invisible, fue el hecho de que hay una relación directa entre el aumento de la seguridad fronteriza y el número de muertes en la frontera. Eso era lo que queríamos hacer visible.

Michael Slate: Pero seguro que es algo muy grueso, en primer lugar, ponerse a averiguar los hilos de esa historia, debido a que ésta puede abrumar, y además puede estar tan oculta, aunque solamente llegue a ser una cifra, pero la gente no está al tanto. Yo no sabía, a pesar de que sabía que había gente que salía a dejar el agua debajo de los arbustos y cosas por el estilo y había diversas personas que hacen cosas a lo largo de los conocidos senderos para los migrantes que entran en Estados Unidos. Pero no obstante, hay tantos muertos, y ¿cómo empezar a retratar algo tan grande?

Marc Silver: Sí, por supuesto, y también algo que es tan visceral cuando se presente visualmente. Así que, básicamente, nosotros nos juntamos a los equipos de búsqueda y rescate y la gente que trabaja en la oficina del médico forense, con la esperanza de que íbamos a poder darle seguimiento a un cuerpo desde el momento de su descubrimiento por todo el camino hasta el proceso de identificación forense, y de ahí esperamos seguir todo el camino de regreso a una familia. Y como Robin puede dar fe, las estadísticas para hacer que eso suceda estaban en nuestra contra. Creo que muchas personas lo habían intentado anteriormente.

Seguimos varios casos. Yo estaba presente cuando la policía descubrió los diferentes cuerpos y restos óseos en el transcurso de cuatro a seis semanas. Nosotros estábamos muy afortunados porque la familia de Dayani Cristal identificó el cuerpo en un período relativamente corto de tiempo, en unos tres meses a su descubrimiento, a la vez que creo que hasta 700 de los 2.000 cadáveres que han ido a dar a esa oficina forense todavía están por identificarse.

Michael Slate [a Robin Reineke]: ¿Qué es el Centro Colibrí de Derechos Humanos?

Robin Reineke: El Centro Colibrí de Derechos Humanos se desarrolló hace muy poco a partir del trabajo retratado en la película como el proyecto “Inmigrantes Desaparecidos”. Por lo tanto, nuestro trabajo comienza con el deseo de ayudar a las familias en la búsqueda de personas desaparecidas. Estamos construyendo la mayor base de datos, por desgracia, de migrantes desaparecido vistos por última vez al cruzar la línea entre Estados Unidos y México. Y estamos comparando esos datos contra los restos no identificados catalogados por las oficinas como la Oficina del Médico Forense del Condado de Pima. Y además, estamos tratando de llegar a un público más amplio y contar en concreto la historia de lo que está pasando y producir investigaciones y datos. Por desgracia, una buena parte de la conversación sobre la reforma migratoria y la frontera no se basa en los hechos, no se basa en la evidencia y la historia. Así que en efecto estamos aprovechando el tema de la crisis muy grave de derechos humanos de la pérdida de vidas y la desaparición de miles de personas en la frontera a fin de proyectar una luz brillante sobre las fallas de nuestra actual política migratoria.

Michael Slate: ¿Eso está relacionado con lo que le impulsó a desear ser parte de esta película? Cuando Marc apareció y le dijo: "Oiga, ¿que quiere hacer esta película conmigo?", ¿qué es lo que le impulsó a decir: "Sí, tengo que ser parte de esto"?

Robin Reineke: Marc comenzó a frecuentar la oficina del médico forense en 2009. Recuerdo la primera vez que vino a mi oficina, que creo que empezamos a hablar casi inmediatamente como de cuatro o cinco horas. Teníamos mucho de qué hablar. Creo que el marco que Marc estaba usando en ese momento, hasta para adentrarse a la historia, en efecto veía los factores estructurales amplios, ver la historia con una lente humana, pero a la vez ponía algunas preguntas filosóficas más difíciles acerca de, ¿por qué están llegando las personas a Estados Unidos? ¿Por qué están dispuestas a arriesgar la vida? ¿Qué pasa con las familias? ¿Qué está pasando con los cuerpos? ¿Por qué ha continuado por tanto tiempo? En ese momento, en 2009, ya había pasado una década de muertes a cientos por año y todavía un silencio en términos de cambiar la política.

Por lo tanto, de inmediato me atraía mucho el enfoque de Marc, y me sentí muy entusiasmada de trabajar con él desde el principio.

Michael Slate: Hablemos de eso, porque usted también tiene un sentido de qué tan grave es la situación, que no se trata solamente de unas pocas personas aquí y allá, pero en realidad es una cuestión muy grande, es una cuestión muy masiva y es algo de lo que muy pocas personas están muy enteradas.

Robin Reineke: Sí, es fascinante el que la gente no esté consciente de esta situación. Es una de las cosas que me interesan desde el punto de vista antropológico: básicamente qué tan efectivo ha sido este discurso de la ilegalidad, que una de las más graves crisis de derechos humanos se está desenvolviendo de manera invisible. Y en términos de visibilidad e invisibilidad, creo que esa es una de las cuestiones más interesantes.

Seis mil personas han muerto en la última década al intentar cruzar la frontera. Y se cree que esa cifra es muy baja. Es una cifra de la Patrulla Fronteriza y ésta no siempre participa en la recuperación de los restos, y en efecto esa tarea está fuera de su ámbito de competencia. Así que en la película, vemos la oficina del sherifato. Hay muchas otras dependencias que participan en ese proceso. Así que se cree que la cifra de 6.000 es muy baja. Hay mucha descentralización en términos del conteo, hay muchas razones por las que la cifra es baja.

Hay dos mil desaparecidos, y se conoce de 6.000 muertos. Así que esa cifra ya es más de 40 veces más letal que el Muro de Berlín estaba en toda su existencia.

Michael Slate: Marc mencionó que en efecto se podía hablar en términos de cifras, de qué tan fuertes fueran las probabilidades en contra de lo que ustedes trataban de hacer. ¿Puede hablar de eso?

Robin Reineke: Sí, me encantaría. En efecto, por eso el Centro Colibrí de Derechos Humanos tiene que existir. Descubren los restos en el sur de Arizona, donde se ambienta la película, al menos la parte de la película en relación con el difunto. En el sur de Arizona, en promedio se hallan los restos de 165 individuos al año en el desierto. Los descubren en varios estados de descomposición. Así que es muy difícil hacer una identificación con ciencia. Es raro que ciertas pistas estén presentes en el cuerpo. Y después de solamente unos pocos días en el desierto, alguien es irreconocible.

Así que ya hay razones ambientales, estructurales por el lado biológico que complican la identificación. Pero además, hay cuestiones complejas que hacen que se complique aún más la identificación. En este momento se identifica un 65 por ciento de los restos cada año. Así que se va acumulando el otro 35 por ciento, y en este momento a contar de 1990 hasta la actualidad, hay cerca de 900 restos no identificados, lo que hace de Arizona el tercer estado con una cifra más alta de restos no identificados, después de California y Nueva York.

Así que hay problemas biológicos y hay problemas estructurales. Las familias casi de manera perpetua están por el lado equivocado del muro. Se enfrentan a retos para seguir el procedimiento tradicional para la presentación de informes por una persona desaparecida. Así que no pueden llamar a la policía, o la policía no registra su informe. Hay descentralización masiva. Podían denunciar un caso de una persona desaparecida en el sur de Texas y quizá se descubriera el cuerpo en Arizona. Así que hay razones estructurales masivas que impiden un mayor índice de éxito. Tenemos la ciencia. Contamos con la tecnología. En realidad el problema contra el que nos encontramos es la voluntad política y el uso de esta tecnología. Por eso se formó Colibrí.

Michael Slate: Leí en alguna parte que usted hablaba de contrastar el viaje del norte al sur del cuerpo en el proceso de devolverlo, y el viaje del sur al norte de las personas que aspiran a entrar a Estados Unidos. Pero lo que usted muestra de eso, además de lo que dice, la verdad es que encuentra una manera que, a mi parecer, con mucha fuerza… pienso en las personas que se sientan en el techo de "La Bestia", el tren que transporta a la gente, y la clase de camaradería y los profundos sentimientos que la gente tiene entre sí. Pero también da un sentido de la humanidad de las personas a las que muchas veces y en todas las formas posibles, se les niega todo sentido de humanidad. Se les niega toda representación de la humanidad.

Marc Silver: Sí, y obviamente se trata de algo muy que muy complejo en el proceso de crear la película, pero al nivel del ser humano al ser humano, en el lugar de los hechos en el mero proceso del rodaje, lo que me di cuenta era que, y tal vez esto sea algo que todos sepan para sus adentros, no hay ninguna diferencia entre esa gente y nosotros. No existe, digamos, en términos antropológicos, "el otro". Cuando yo volvía a casa después de algunos viajes de filmación y nada más me ponía a actualizarme con los amigos y la familia de vuelta en Londres, y explicaba la experiencia, hubiera tomado exactamente las mismas decisiones como todas esas personas, todos los migrantes que conocimos en ese viaje como si estuviera de un lugar donde yo no podía cumplir mis sueños y esperanzas espirituales, así como mi responsabilidad financiera para con mi familia. Yo también hubiera tomado de inmediato la decisión de tomar ese viaje hacia el norte.

Y, por supuesto, por razones económicas profundas ciertos países se encuentran en la pobreza y ciertos algunos países no lo están. Obviamente eso está relacionado en el caso de Estados Unidos, Centroamérica y América Latina, con cosas como el TLCAN o la evolución de políticas económicas neoliberales tales como las que han mantenido a algunos países en la pobreza.

Michael Slate: Tengo una última pregunta para cada uno de ustedes. Marc: ha dicho que no ha creado una "historia tipo quién lo hizo ", pero sí una “historia tipo qué pasó”. Mientras veía la película de nuevo esta mañana, pensé: "Vaya, hay algo muy grueso aquí". Y Robin, le enfurece porque tanta atención se centra en la frontera física y en la seguridad de las fronteras, en lugar de lo que les está pasando a los migrantes. Ha refutado muy fuertemente la idea de que, de alguna manera, la gente descarta esto como, "Bueno, ellos optan por hacer eso. Después de todo, ellos no tuvieron que ir a Estados Unidos. Eligieron pasar por el desierto". ¿Puede comentar esta cuestión de las cosas entre las cuales uno tiene que elegir?

Robin Reineke: Eso es una pésima excusa para aceptar cientos de muertes al año, lo de seguir directamente la política. Yo creo que tenemos que empezar a preguntar, ¿por qué es que cientos de miles de personas “eligen” lo mismo y arriesgan la vida en el cruce del desierto inhóspito? En efecto eso es la pregunta que tenemos que hacer, y no preguntar, ¿por qué es que la gente viola esta ley? Cientos de miles de personas violan la misma ley. Están dejando a sus familias, están dejando sus hogares y están arriesgando la vida.

Michael Slate: Marc, en muchísimas cosas usted ha señalado que, si bien se ha centrado en lo que pasa en el desierto de Sonora, de Arizona, de la frontera sur de Estados Unidos y México, dijo que, sí, eso pasa allá, y que está centrado allá, pero también le da a la gente un sentido y al parecer usted también tiene un sentido muy profundo de que esta situación es más que sólo un incidente o fenómeno en particular en Estados Unidos. Es algo que ocurre por todo el mundo. Y me parece que hablaba de eso con mucha fuerza. ¿Puede comentar eso, en términos de que sea algo más grande que cualquier incidente en particular? Y en muchos sentidos, como usted ha dicho, se trata de una cuestión sistémica.

Marc Silver: Sí. Es un problema global masivo. Y el problema, digamos, el resultado de ese problema es que la gente termina por morir en las fronteras, en este caso, la zona del desierto de Estados Unidos. Pero para mí, siendo de Europa, en efecto tenemos un problema aún más grande por lo que se refiere a las cifras, que muchos miles de personas más están muriendo en el mar Mediterráneo en su travesía desde el norte de África hasta el sur de Europa. Y para repetir, de esta manera sistémica lo que se llama la "fortaleza Europa" se ha diseñado para obligar a la gente a emprender ese viaje. Y eso ha estado ocurriendo desde hace varios años. Y todos saben que cada semana, cientos de personas más se mueren. Y quienes tienen el poder de cambiar ese sistema voluntariamente no lo hacen, lo que es exactamente lo mismo que lo que pasa con el llamado corredor de la muerte en la zona del desierto con el que lidia la oficina de Robin. Y del mismo modo, entre Indonesia y Australia, por ejemplo. Así que, cuando empezamos a filmar, nunca tuvimos en mente, digamos, la idea de contar una historia local sobre la frontera entre México y Estados Unidos. Y si me remonto todo el camino a esas primeras imágenes que vimos del cráneo en el desierto y sí lo vimos en serio como, sí, ésta obviamente es una historia local, pero las implicaciones son totalmente globales. Podríamos estar parados en la orilla de las islas de la costa de Italia viendo los cadáveres allá y tendríamos casi la misma historia, las mismas causas que hacen que la gente deje su hogar, los mismos peligros que enfrenta en el viaje hacia el norte y por las mismas razones el sistema bloquea su entrada y para colmo, hasta obliga la gente a cruzar por zonas peligrosas que amenazan la vida.

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