La catástrofe del ébola:

La enfermedad proviene de la naturaleza. La epidemia de la muerte proviene del imperialismo.

13 de octubre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El brote y la propagación del mortal virus ébola en África Occidental son una creciente pesadilla para miles y potencialmente millones de personas.

Aquellos que contraen el ébola tienen la fiebre alta y la diarrea grave, y luego, en cuestión de días, el sangrado violento, incluso de los ojos, oídos y nariz.

El ébola es una enfermedad mortal por la virulencia del virus ébola. Pero sobre todo es mortal por el funcionamiento del sistema de capitalismo global que se apropia de los recursos y la tecnología y los distribuye de formas viles que condenan a la inmensa mayoría de la humanidad a condiciones desesperadas. Cientos de millones de personas ni siquiera tienen acceso a las necesidades básicas tales como inodoros y agua potable, y miles de millones de personas no tienen la atención médica, la cual sería muy posible proveer.

¿Qué ES el ébola y cómo se contagia?

Según los expertos médicos, el ébola se transmite por contacto directo con la sangre u otros fluidos corporales de personas o animales infectados. Los cadáveres de las personas quienes han muerto del ébola contienen el virus y pueden hacerlo proliferar.

Volunteers carry patient to health center in Liberia

En África Occidental miles de personas están muriendo —sin tratamiento—  porque la distribución de servicios, personal, recursos e investigación médicos es grotescamente desigual en un mundo dominado por el capitalismo-imperialismo. Arriba: En Liberia, voluntarios llevan a un hombre sospechado de tener el ébola a un centro de salud, 5 de octubre.
Frente a la Cámara de Representantes de Liberia, la gente protesta por la falta de ayuda de parte del gobierno acerca del virus ébola, 23 de septiembre de 2014. Fotos: AP

Protest at Liberian House of Representatives, September 23

Para septiembre, se habían infectado más de 7.500 personas y se habían muerto más de 3.500 personas en Guinea, Liberia y Sierra Leona. Los expertos médicos calculan que la cifra es al menos tres veces más grande y advierten que podría extenderse a otros países africanos. Ahora hay casos en otros países como Estados Unidos y España. La organización sin fines de lucro Save the Children calcula que se infectan cinco personas cada hora en Sierra Leona. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) anunciaron que los modelos desarrollados por sus computadores calculan que si no se detiene la epidemia rápidamente ¡podría matar a 1,4 millones personas para el enero de 2015!

El ébola ni es nuevo ni misterioso. Aunque este brote es más grande que los anteriores, los científicos han reconocido el peligro del ébola por casi 40 años — desde que se identificó en 1976 en la República Democrática del Congo.

“Es eminentemente posible parar esta enfermedad con las medidas básicas de salud pública, las medidas de control de infecciones más básicas que solemos acatar, y deberíamos acatarlas, en nuestros propios hospitales,” dijo a Democracy Now! el cirujano y autor de la política de atención sanitaria, el Dr. Atul Gawande, el 7 de octubre.

¿Por qué están muriendo tantas personas?

Entonces, ¿por qué están infectadas tantas personas? ¿Por qué están enfermando y muriendo tantas personas?

Aunque el ébola proviene de la naturaleza, es el sistema del imperialismo el que lo ha hecho tan letal para tantas personas.

Un alto funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró recientemente que la epidemia no ha llegado a estar así de grande por la naturaleza del virus, sino por la naturaleza de “las poblaciones afectadas,” los “sistemas de salud”, y los esfuerzos para controlar la propagación. ¿Por qué es así?

Cuando dos médicos estadounidenses se infectaron en julio, los curaron usando el transporte, hospitales, pruebas, tratamientos y medicamentos más modernos.

Pero en África miles de personas están muriendo sin tratamiento. ¿Por qué?

Porque la distribución de instalaciones, personal, recursos e investigación médicos es grotescamente desigual en un mundo dominado por el capitalismo-imperialismo. Los de África Occidental viven en la más pésima pobreza. Sierra Leona, Guinea y Liberia son los países 161, 176 y 181 más pobres del mundo. Mucha gente carece de las necesidades básicas como el saneamiento y agua potable. En Liberia, ¡el 80% de la población no tiene ni inodoros ni agua potable! — no electricidad, escasez de alimentos. La mayoría vive con menos de $1.50 al día. Es similar en Guinea y Sierra Leona.

Todo esto a pesar de que —o más bien por el hecho de que— el imperialismo ha saqueado el continente de África por más de 500 años — extrayendo enormes riquezas por el café, los diamantes, el oro, el petróleo, los minerales raros como el coltán (para los teléfonos celulares), bauxita, madera (de las irreemplazables selvas tropicales de África) — ¡y los esclavos!

Como resultado, casi no existen sistemas de salud. En Sierra Leona se gasta $96 por persona por año por la salud. En Liberia $65. En Estados Unidos $8.895 — 136 veces más. En estos países de África Occidental, gobiernan déspotas y gángsteres instalados o respaldados por una u otra potencia imperialista. Ni pueden ni van a movilizar al pueblo para participar en combatir este brote. No pueden educar a la gente sobre la naturaleza de la enfermedad y las medidas preventivas porque su gobierno se basa en dominar y reprimir a las masas. Años de guerras civiles y golpes de estado entre reaccionarios han devastado sus escasos sistemas de salud, los que ahora se han derrumbado.

La mayoría del personal médico no ha tenido ningún acceso a los suministros médicos de bajo costo como máscaras y guantes desechables, por lo que muchos han contraído la enfermedad y han muerto. Ha cerrado la mayoría de los hospitales. Las personas están muriendo de enfermedades que se pueden tratar. Las mujeres embarazadas mueren desangradas durante partos. Las tasas de mortalidad infantil están aumentando. Los cadáveres de las víctimas del ébola se quedan en la calle y en el piso de los centros de tratamiento —a veces durante días— infectando a aún más personas, antes de que las autoridades los recojan.

Le dicen a la gente que los enfermos deben recibir tratamiento, pero no hay camas de hospital. Sólo hay unas pocas ambulancias en cada país para llevar a los enfermos a los hospitales todavía abiertos. Los taxis privados llevan a los desesperados por todas partes en busca de ayuda, infectando a otros sin querer. Colocan a personas con otras enfermedades en “centros de detención” con los que tienen el ébola, así difundiéndolo aún más. Otros se ven obligados a valerse por sí mismos en las calles.

La represión con saña en lugar de la atención médica

La gente tiene hambre y se enoja. Los gobiernos de la región, con el apoyo de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, han respondido con fuerza. Han impuesto cuarentenas y toques de queda por la fuerza. A finales de agosto, las tropas liberianas abrieron fuego contra una multitud que protestaba por una cuarentena en el distrito de West Point y balearon a un muchacho de 15 años de edad, Shakie Kamara, el que se desangró en la calle durante media hora hasta que llegó una ambulancia, y luego murió. La mayoría de los médicos que se quedaron ha muerto. Se le está aislando a la gente, dejándoles morir, hasta que la epidemia “se consuma por sí sola”.

No hay los equipos de prueba modernos y están sumamente limitados los suministros de la medicina experimental (ZMapp) la que posiblemente haya ayudado en salvarles la vida a los dos médicos estadounidenses (pero no dado a ningunos médicos de África Occidental). ¿Por qué? Una razón: Aunque se gastan miles de millones de dólares para desarrollar medicamentos para los países imperialistas, se invierte casi nada en vacunas para el ébola y otras enfermedades “tropicales” porque no sería rentable venderlas en África. La OMS informa que las que denomina “las enfermedades tropicales desatendidas” como el dengue afectan a más de mil millones de personas en el mundo, y matan a hasta 500.000 cada año. Un estudio que la OMS encargó descubrió que de 1974 a 2004, sólo 10 de los 1.500 nuevos medicamentos en el mundo eran para estas enfermedades tropicales.

¡El sistema capitalista-imperialista de ningún modo es más “humano” ni “cariñoso” que lo que fue en su nacimiento capitalista hace 500 años — cuando cazaba, capturaba, encadenaba y vendía como esclavos a los africanos!

El sufrimiento intolerable... e innecesario

Lo que hace tan intolerable el sufrimiento en África es el hecho de que es innecesario. El mundo no tiene por qué ser así. El problema no es la naturaleza humana — es la naturaleza del sistema. El capitalismo es un sistema económico, y un orden político que lo impone, impulsados por la acumulación competitiva de ganancias. Esta dinámica crea y funciona mediante un enorme abismo entre un puñado de países imperialistas desarrollados y la mayor parte de la humanidad en los países explotados y encadenados por el imperialismo. Por eso, el enorme depósito de conocimiento médico y los increíbles avances en la tecnología médica son estrangulados dentro de los confines de la propiedad privada y los fines de lucro.

Bajo un sistema económico y social diferente, la situación podría ser —¡y ha sido!— radicalmente diferente. Entre 1949 y 1975, China era un estado socialista revolucionario, dirigido por Mao Tsetung. Había sido asolada por siglos de feudalismo y luego más de 100 años de subyugación y saqueo imperialistas. Así que cuando los revolucionarios tomaron el poder, la gran mayoría del pueblo no tenía acceso a la atención médica, y había muy poca tecnología médica disponible. Pero bajo la dirección de Mao, el principio que guió el estado revolucionario era que las personas son la cosa más preciada. Lo hicieron una prioridad de la primera educar y movilizar a la gente para desarrollar y aplicar métodos de baja tecnología para atacar enfermedades terribles y debilitantes que habían atormentado al pueblo por siglos, como la malaria y varias enfermedades transmitidas en el agua.

Más tarde, al desarrollarse la China socialista, realizaron enormes avances en el tratamiento médico porque la investigación y desarrollo no se encontraba limitado por la maximización de ganancias en competencia con otros capitalistas. (Para más información, vea “No sabes lo que crees que ‘sabes’ sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro”).

Hoy, casi 40 años después de la derrota del socialismo en China, la tecnología, especialmente la tecnología médica, ha avanzado a grandes pasos. No obstante, nos encontramos presenciando la muerte evitable y los horrores innecesarios que evocan el mundo de siglos atrás — todo porque el capitalismo obstaculiza la utilización del conocimiento y tecnología que la humanidad ha desarrollado.

(Este y el artículo adjunto [link] se extrajeron de contribuciones de lectores de Revolución, entre ellas “Carta de un/a lector/a: El ébola y la bancarrota moral del capitalismo”, 24 de agosto de 2014.

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