"Tienes que pensar en cómo vamos a liberarnos de todo esto"

10 de noviembre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De un lector

Quiero relatar una experiencia que tuve con una amiga hace poco, porque creo que ofrece unas lecciones importantes mientras entramos en la última semana de movilizar para el histórico Diálogo entre Cornel West y Bob Avakian sobre Revolución y Religión: La lucha por la emancipación y el papel de la religión.

Tricia [no es su nombre verdadero] y yo hemos trabajado juntos y hemos llegado a conocernos durante ese período, en particular durante el Mes de Resistencia Contra la Encarcelación en Masa, el Terror Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación. Tricia es una persona que ha llevado una vida muy dura; por décadas el sistema la ha hecho sufrir los tormentos del infierno. Ha vivido la violencia de la opresión de la mujer y tiene hijos, así que conoce el horror de que sus hijos sean víctimas de la brutalidad policial y la prisión.

Tricia tiene gran entusiasmo para luchar contra el sistema en cuanto a la encarcelación en masa, habla siempre de los horrores del sistema penal estadounidense y piensa en cómo podríamos luchar para poner fin a las maneras en que este sistema encarcela a tantos jóvenes.

Hace unos días llamé a Tricia, porque quería invitarla a un programa revolucionario que pensé que le iba a gustar mucho y de que iba a aprender mucho. Pensé que el programa podría profundizar su conocimiento de por qué necesitamos la revolución, nada menos, y que le permitiría captar el verdadero potencial humano de los que este sistema aplasta y desperdicia, y que la lucha para emancipar a la humanidad puede desatarlos.

Cuando le hablé sobre el programa, de inmediato ella comenzó a enumerar todas las cosas que tenía que hacer, entre ellas prepararse para unas protestas políticas. Pero ella tenía un verdadero conflicto de tiempo, en particular, porque el mismo día del programa tenía que lidiar con una situación muy dolorosa en que el “sistema de injusticia penal” le estaba jodiendo de manera brutal a un familiar suyo.

Tricia me dijo en esencia que no podía ir, pero yo quería hablarle más acerca de por qué, en mi opinión, ella debía ir, y también ver si había tal vez una forma de arreglarlo todo para que ella pudiera lidiar con la situación con su pariente y luego ir al programa revolucionario. Tricia se puso bastante terca ante eso y en realidad, se enojó un poco conmigo. Me dijo que en serio tenía que concentrarse en esas diferentes luchas y en lidiar con su situación personal, y pareció insinuar que “yo no comprendía” lo que ella confrontaba.

En ese momento le dije: “Espérate, tómate un minuto para distanciarte del problema. No estoy diciendo que todas las luchas en que estás metida no son importantes ni que no deberías luchar por ellas. Son importantes y deberías luchar por todas esas cosas diferentes. Sí, tenemos que hacer eso, seguro que sí. La situación con tu familiar es precisamente otro ejemplo de qué tan jodido lo es este sistema y por qué tenemos que seguir luchando.

“PERO”. le dije, “tienes que ver las cosas en perspectiva y pensar en cómo vamos a poner fin concretamente a toda esas cosas jodidas. ¿Cómo vamos a liberarnos de todas ellas en realidad? No queremos simplemente seguir luchando contra estas cosas de mierda año tras año. Tenemos que llegar a una situación en que ni siquiera ocurren cosas como las que están ocurriendo a tu familiar. Tenemos que llegar a un mundo totalmente distinto y de eso trata la revolución. Por eso estoy tratando de convencerte de que vayas a este programa”.

Bueno, decir que ese argumento no fue bien recibido en ese momento es decir poco. Tricia solo se molestó más. Creo que ella pensaba todavía que yo estaba diciendo que lo que ella estaba haciendo no era importante, o que yo me faltaba sensibilidad frente a la situación con su pariente, aunque yo le dije explícitamente que no era así. De todos modos, las cosas llegaron al punto de que ella casi me estaba gritando y no me dejaba decir nada. Así que le dije con mucha calmada: “No creo que esta conversación esté ayudando a nada ahora. No pienso que en verdad me estés escuchando ni que estés considerando lo que estoy diciendo. Así que voy a colgar ahora y podemos hablar sobre esto más tarde”.

Bueno, al día siguiente asistí al programa revolucionario. En algún momento después del comienzo, volteé la cabeza y miré al fondo de la sala y vi a Tricia. Después del programa hablamos brevemente y ella me dijo que le gustó mucho. Al día siguiente ella me mandó un mensaje de texto y pidió disculpas por haberme gritado. Dijo que no quería menospreciar a nadie, pues eso destruye el espíritu humano, y que siempre lucha contra eso.

Así que yo estaba muy contento de que Tricia fue al programa. Pero, aparte de si ella fue o no, creo que el incidente ofrezca algo que aprender. Yo en serio quería luchar hasta el final con ella, porque lo que discutíamos sí concentra algo, con respecto al hecho de que las personas sí tienen que alzar la cabeza para ver más allá de los ultrajes cotidianos que este sistema hace que pasemos. A veces eso implica ver más allá de los ultrajes cotidianos que hay que aguantar simplemente para pagar la renta y tener comida. Pero también puede implicar ver más allá de solo las luchas que hacemos contra el mar de ultrajes que el sistema comete contra las personas —y en verdad tenemos que luchar contra ellos— para ver que esas luchas tienen que ser parte del movimiento más amplio para la revolución, cuyo fin es eliminar concretamente esa opresión, de una vez para todas, en todo el mundo. Estamos en esto todos juntos y en efecto tenemos que ayudar a las personas a resolver sus difíciles contradicciones y situaciones personales. Pero tiene que haber una lucha más profunda para que las personas asuman la responsabilidad de ser emancipadores de la humanidad, para hacer nacer un mundo totalmente nuevo SIN esta mierda opresiva que se les viene encima a las personas.

Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.