El mito de la "bomba sucia" y la tortura de José Padilla

15 de diciembre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Durante años en Estados Unidos, el público fue bombardeado con historias de horror acerca de una supuesta amenaza de bomba sucia contra la población civil por un ciudadano estadounidense, José Padilla.

La hipérbole tenía el impacto de los incidentes como cuando la policía, los funcionarios del gobierno, los tribunales y los medios de comunicación fraguaron una histeria colectiva y un ambiente de linchamiento contra los 5 del Parque Central, es decir, unos jóvenes negros y latinos coaccionados y torturados para que rindieran confesiones falsas de que llevaran a cabo una violación con saña a una mujer blanca en el Parque Central de la Ciudad de Nueva York.

La CIA afirma que impidió que José Padilla llevara a cabo un ataque que iba a soltar material radiactivo mortal en Estados Unidos, haciendo uso de informaciones recabadas mediante la tortura de un detenido de la CIA llamado Abu Zubaydah, tortura que incluyó el submarino. Se trata de un caso clásico, se afirmó, en el que se justificaba la tortura porque salvó vidas estadounidenses.

De acuerdo con el informe del Senado sobre la tortura (vea: “Lo que el informe del Senado revela... y encubre La tortura para reforzar un mundo de horrores”), la tortura fue infligida a Abu Zubaydah después de que José Padilla fue detenido en mayo de 2002. Y nunca consiguieron ninguna información sustancial acerca de José Padilla mediante el interrogatorio o tortura a Abu Zubaydah, punto. El informe concluye que "el uso de técnicas de interrogatorio mejoradas de la CIA no desempeñó ningún papel en la identificación de 'José Padilla' o en la frustración del complot de la Bomba Sucia o Edificios Altos" (página 230).

Por otra parte, no hubo ningún complot de "bomba sucia". El informe del Senado revela que el gobierno nunca tomó en serio a este "complot". Un e-mail interno de la CIA dice que sería más probable que tal complot matara al propio Padilla, pero "definitivamente no resultaría en un artefacto explosivo nuclear". Otro llama a Padilla "un delincuente de poca monta" y describe el complot de la “bomba sucia” como "cuento".

Sometieron al propio Padilla a diversas formas de tortura, lo enloquecieron y luego le entablaron  cargos falsos que no tienen relación alguna a las acusaciones originales en su contra, unos "crímenes" que en esencia eran crímenes de pensamiento basados en opiniones que Pandilla publicó en línea (ver "Condenan a José Padilla — La creciente maquinaria represiva de Estados Unidos: ‘Crímenes de pensamiento’, detención preventiva y tortura”).

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