Puntos de orientación a raíz de los sucesos del 20 de diciembre de 2014

21 de diciembre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Dos agentes de la policía de Nueva York fueron muertos a tiros el sábado 20 de diciembre. La policía ha declarado que ha identificado y perseguido al agresor y que el presunto agresor se suicidó en el metro. Esto se ha convertido en una noticia importante y, se ha aprovechado para fomentar un ataque político importante al movimiento para poner fin a los asesinatos policiales.

En la evaluación de lo que pasa, y sin hacer comentarios sobre el incidente que nos ocupa, la gente tiene que tener en claro algunas verdades subyacentes esenciales. En primer lugar, como se ha puesto de manifiesto mediante investigación, la policía y otro personal de seguridad en Estados Unidos matan a alguien casi todos los días, y muchísimas de estas víctimas no traen arma y ni siquiera se afirme que tales personas hayan cometido un delito. En Nueva York hay toda una lista de personas, principalmente negros y latinos, asesinadas por la policía mientras andaban sin arma, lo que incluye a Amadou Diallo, asesinado mientras estaba parado en la puerta de su casa y buscaba su cartera en el bolsillo; Patrick Dorismond, quien le dijo a un agente de narcóticos encubierto que se quitara de su camino; Anthony Báez, cuyo crimen fue que su fútbol golpeó un coche de la policía; Malcolm Ferguson, asesinado días después de participar en una protesta contra la exoneración de los cerdos policías que asesinaron a Diallo; Eleanor Bumpurs, una abuela quien supuestamente se oponía al desalojo; Nicholas Heyward, Jr., un joven de 13 años de edad, que jugaba con una pistola de juguete; Ramarley Graham, asesinado en su baño por un cerdo policía desbocado; Sean Bell, Akai Gurley, Eric Garner, Kimani Gray, Gidone Busch y muchísimos otros. De hecho, se puede ir a la casa de Margarita Rosario, en El Bronx, donde todo un lado de su casa es un mural que contiene los nombres de estas vidas robadas, sólo para la Ciudad de Nueva York, entre ellos los nombres de su hijo y sobrino, Anthony Rosario y Hilton Vega, asesinados por agentes de policía de Nueva York mientras yacían boca abajo.

Esto habla de la realidad de la brutalidad racista y asesina de la policía y todo el aparato de represión de este sistema, que es generalizada, continua y sistemática, y que no es simplemente una característica particular de la policía de Nueva York, pero es una característica de la policía y del "sistema de injusticia" en Estados Unidos en su conjunto, al servicio de un sistema brutalmente opresivo, un sistema que tiene la supremacía blanca incorporada en sus cimientos y estructura.

En segundo lugar, por fin, después de que dos hombres negros más sin arma fueron asesinados por la policía y ni siguiera levantaron cargos contra los asesinos, ha surgido un movimiento de gran alcance para la justicia. Cuando este movimiento no “se amainó”, parafraseando al Jefe del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) Bratton, los gobiernos de todo Estados Unidos tomaron medidas para reprimirlo. En Nueva York, estas medidas incluyen demandas en que el alcalde De Blasio pedía la facultad de acorralar, detener y arrestar en masa a los manifestantes sin previo aviso; "juicios por los medios de comunicación" histéricos a alguien acusado de lanzar un cubo de basura durante una protesta y otras personas que tratan de defender a un manifestante contra el ataque y detención, hasta imágenes de primera plana “Se Busca” en la prensa sensacionalista, tomadas de las personas que presuntamente han defendido a un manifestante y exhortaciones a los lectores para que los entreguen; y crecientes detenciones de manifestantes; etc. (También cabe señalar que, pese a toda la cháchara de un nuevo, más "permisivo" NYPD, éste arrestó a cientos de personas por el ejercicio de sus derechos en los primeros días de las protestas.)

En tercer lugar, este suceso también ocurre en el contexto de intenso antagonismo entre las diferentes sectores de la clase dominante y el aparato gobernante, sobre todo entre los propios policías y sectores de la burguesía que defienden la continuación de “chancha libre” para los cerdos policías, y el campo de de Blasio, que ha hecho un espectáculo (supuestamente) de suspender algunos elementos del antiguo proyecto represivo pero ha mantenido e intensificado los demás. Hasta estos cambios esencialmente cosméticos han ir a extremos que no aceptan algunos elementos en la clase dominante. Estos conflictos también han incluido incidentes a los que parece muy probable que haya gato encerrado, y la utilización de las filtraciones a los medios de comunicación para desacreditar y / o condenar efectivamente a las personas que se han metido en el camino de poderosas fuerzas.

En este ambiente, dada el historial probado de mentir de la policía de Nueva York (en la actualidad hay escándalos en Nueva York porque los policías han presentado acusaciones falsas a veintenas y tal vez cientos de personas inocentes), montajes (el tristemente célebre caso de los 5 del Parque Central), y trampas (el policía denunciante Frank Serpico en el 1970 casi perdió la vida a manos de sus "compañeros policías"), nadie debería creer ninguna historia proveniente de la policía de Nueva York, ni tomar en sentido textual nada que salga de la boca de ninguna persona relacionada con el departamento de policía.

Bien, aprovechan este incidente para tergiversar el carácter de este movimiento de protesta y para cortarlo de raíz. Volvamos a los hechos: la policía mata a cientos de personas al año, y muy rara vez amenaza con llevar los agentes de la policía a juicio. Adentrémonos más a fondo en un hecho: estos asesinatos son producto de un sistema de supremacía blanca que se ha cultivado en la médula y la psique de esta sociedad podrida desde sus Meros Comienzos y que, aunque se ha transformado en diferentes formas a lo largo de los siglos para satisfacer los cambios en las necesidades y circunstancias de los que han gobernado a Estados Unidos, nunca se ha erradicado. Hoy en gran medida los departamentos de policía han reemplazado a las patrullas de días de la esclavitud y las turbas de linchamientos del Jim Crow, pero la función es la misma.

Teniendo en cuenta todo esto, las protestas que han estado ocurriendo, y las nuevas protestas que se planean, no deberían y no deben detenerse y en efecto, deben volverse más profundas con aún mayor amplitud, diversidad y determinación. Es importante que las personas no se dejen que la situación las ponga a la defensiva. Además: es preciso oponerse a las fuertes medidas represivas por parte del gobierno de de Blasio y Bratton, y PARA NADA se toleren los actuales intentos de de Blasio de convertir a todos los habitantes de Nueva York en soplones.

Por último, sin por ello hacer comentarios sobre este incidente, cabe señalar lo siguiente: Nosotros venimos construyendo un movimiento para la revolución, una revolución que, con el fin de tener una posibilidad concreta de ganar, tenga que contar con la participación de millones de personas que se hayan convencido de la necesidad de esta revolución y que, con el surgimiento de una profunda y progresiva crisis revolucionaria en la sociedad, estén decididas a luchar para llevar a cabo una lucha revolucionaria y luchar por ganar. Todo el trabajo que nosotros hacemos tiene como objetivo contribuir al desarrollo de tal movimiento revolucionario, guiado por este análisis, orientación y enfoque estratégico. Si se quiere conocer más acerca de nuestra estrategia para la revolución, así como por qué consideramos que las masas de la humanidad necesitan con urgencia tal revolución y por qué y cómo tal revolución sea posible, es preciso explorar este sitio web revcom.us.

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