2014: A detener los ataques a los inmigrantes
5 de enero de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
A pesar de las promesas de Obama, la deportación de inmigrantes ha continuado a todo vapor. Al igual que la resistencia, como esta protesta del 5 de abril de 2014 en Los Ángeles. “Two million Too many” [Dos millones demasiados] se refiere a los dos millones de personas que ha deportado la administración de Obama. “Not 1+ Deportation” [Ni una deportación más] exige que esto termine ahora. Foto: AP
El gobierno de Obama llevó a cabo su deportación número 2.000.000 en abril de 2014, lo que equivale a 1.100 deportaciones al día durante los seis años del mandato de Obama. Las cifras implican la vida devastada de millones de inmigrantes, un número récord de madres y padres separados de sus hijos, todo lo que nos hace recordar el tratamiento de los esclavos durante los años de la esclavitud. Las personas que han tenido que venirse a Estados Unidos debido a la devastación de sus tierras natales causada por la economía global dominada por Estados Unidos, cuyo trabajo rompe-lomo en condiciones peligrosas y nocivas ha contribuido a sentar las bases del país más rico del mundo, son víctimas de la satanización y tienen que vivir a las sombras, en la mira de una cacería y hostigamiento con una diana sobre la espalda. Millones de personas viven el temor constante de la detención y la deportación por una frontera a causa de una multa de tránsito o una lata abierta de cerveza.
Decenas de miles de jóvenes —adolescentes y niños— han estado huyendo de la devastación y desgarradora pobreza impuesta por Estados Unidos sobre sus países natales en Centroamérica. Los jóvenes emprenden el viaje desesperado y aterrador de miles de kilómetros hasta el sur de Texas, y de ahí en su mayoría se ponen a viajar aún más al norte. Las autoridades mexicanas arrestan a muchos; a otros los matan la policía o las pandillas de contrabando. En otros casos, la Patrulla Fronteriza u otras autoridades de Estados Unidos ponen fin a los viajes peligrosos, deteniendo a los jóvenes. Para el octubre de 2014, ya habían tenido en detención a 78.000 niños y adolescentes, más de diez veces la cifra de 2013.
¡Ellos son nuestra gente! ¡Esto tiene que parar!
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