NO a la prohibición de abortos en la vigésima semana del embarazo

12 de enero de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

En el primer día de la nueva sesión del Congreso, los republicanos presentaron un proyecto de ley para prohibir abortos después de 20 semanas de embarazo. Calificada como "Ley de Protección de Niños No Nacidos Capaces de Sentir Dolor", este proyecto de ley es cruel en sí y parte de una guerra general contra las mujeres que tiene, como una punta de lanza, obligar a las mujeres a tener hijos en contra de su voluntad en todas las circunstancias.

La etiqueta de "capaces de sentir dolor" es totalmente acientífica. Un feto no es un ser humano y no experimenta dolor, pero las mujeres son seres humanos y el dolor de verse obligados a tener un hijo en contra de su voluntad es horroroso (lea "Un feto no puede sentir el dolor, pero una mujer sin el derecho al aborto sí sufre un dolor intolerable").

Según un estudio de 2013 del Instituto Guttmacher (que hace investigación y educación para promover la salud y los derechos reproductivos): "La mayoría de las mujeres que buscan hacerse un aborto tardío caben en al menos uno de los cinco perfiles: Criaban a hijos a solas, estaban deprimidas o consumía el sustancias ilícitas, estaban en conflicto con una pareja masculina o sufrían violencia doméstica, tenían problemas para decidir y de ahí tenían problemas de acceso, o eran jóvenes y nulíparas [una mujer que nunca ha tenido un hijo]".

Y el estudio concluye: "La prohibición de abortos después de 20 semanas de embarazo afectará desproporcionadamente a las mujeres jóvenes y las mujeres con recursos financieros limitados".

Los abortos tardíos son muy poco frecuentes (el 90% de todos los abortos ocurren en los primeros tres meses del embarazo), pero el derecho a un aborto en cualquier momento es esencial. Algunas mujeres descubren riesgos de salud para sí mismas o para el feto que sólo es posible detectar al final del embarazo. Algunas, por las numerosas restricciones al aborto, simplemente no pueden reunir los recursos anteriormente durante su embarazo. Y otras, especialmente las mujeres y niñas que tienen poca o ninguna educación acerca de su cuerpo y la reproducción a una muy corta edad, no se dan cuenta que están embarazadas hasta que el embarazo esté en una etapa muy avanzada. Todas las mujeres que buscan hacerse un aborto en cualquier momento de su embarazo y por cualquier razón deben tener el derecho de hacerlo. Si el aborto fuera más ampliamente disponible (el 97% de los condados rurales no tienen ningún proveedor de abortos), si no hubiera tantas restricciones, si hubiera la educación sexual científica concreta y el acceso generalizado al control de la natalidad y si no hubiera un estigma sobre el aborto, los abortos tardíos serían aún menos comunes (aunque todavía son necesarios). El propio movimiento "pro vida" mueve la prohibición después de 20 semanas de embarazo y también se opone a todas estas cosas, lo que podría reducir (aunque no eliminar) la necesidad de los abortos tardíos.

Actualmente, 12 estados han prohibido abortos después de 20 semanas de embarazo. Sólo una de las leyes estatales tiene una excepción para los casos de violación o incesto. Sólo tres tienen muy limitadas excepciones para los casos en que se detecta que el feto está severamente anormal.

Los proyectos de ley para aprobar una prohibición nacional de abortos después de 20 semanas de embarazo son una grave escalada de la guerra contra las mujeres, y requieren una respuesta en las calles. Apoyarse en un veto de Obama para frenar, ni hablar revertir el férreo ataque al derecho al aborto es una ilusión peligrosa y contribuye a una dinámica peligrosa. Esa dinámica se identifica fuertemente en la declaración "¡Aborto a solicitud y sin pedir disculpas! Para cada mujer en cada estado, ¡tiene que parar la revocación de los derechos al aborto y al control de la natalidad!":

Durante demasiado tiempo, millones de personas han visto con alarma mientras el ataque indignante e impensable de ayer se ha convertido en la actual 'posición de compromiso' y el límite de mañana de lo que se puede imaginar. Hay que romper con esta dinámica. No se puede confiar en los líderes políticos del Partido Demócrata para hacerlo. Mientras que se hacen pasar por el último bastión de defensa contra estos ataques, en efecto estos "líderes" han socavado gravemente los derechos reproductivos mediante la búsqueda de "puntos en común" con los fascistas y fanáticos religiosos, cediendo la superioridad moral, separando el aborto de la emancipación de la mujer y negándose a ponerse de pie cuando los proveedores de aborto sean asesinados.

El proyecto de ley en el Congreso para prohibir abortos a las 20 semanas del embarazo es una de las razones más importantes para hacerle frente a los fascistas antiaborto, odiamujer y construir y ser parte de acciones en todo Estados Unidos en enero convocadas por Fin al Patriarcado para oponerse a la guerra contra las mujeres.

El feto NO es un bebé. El aborto NO es un homicidio. La mujer NO es una incubadora.

¡Aborto a solicitud y sin pedir disculpas!

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