Francotirador:

La humanización y glorificación de un asesino en serie para el imperio

Larry Everest | 12 de febrero de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

La otra noche, vi la película de Clint Eastwood Francotirador. Ésta cuenta la historia del francotirador Chris Kyle de los SEAL (Servicios Especiales del Mar, Aire y Tierra) de la Marina de Estados Unidos y se basa en su autobiografía. Kyle combatió en Irak de 2004 a 2009, durante la ocupación estadounidense. (En febrero de 2013, Kyle murió en un campo de tiro al ser baleado por otro ex-combatiente que supuestamente sufría del trastorno de estrés postraumático.)

Francotirador ha recibido seis nominaciones al premio Oscar, incluyendo para mejor película y mejor actor protagonista; ha marcado un nuevo récord de entradas para una película de guerra y está suscitando un debate acalorado.

Muchos que elogian la película dicen que el temático es Chris Kyle, y no la política de la guerra de Irak. El actor protagonista Bradley Cooper dijo: “Es una película sobre un hombre, un estudio de personaje. Lo que se espera es que de alguna manera le abre los ojos al Público a la lucha de un soldado, en contraste con la particularidad de la guerra”. Otros sostienen que Francotirador es “tanto un tributo al guerrero como un lamento para la guerra”, en palabras del crítico de la Prensa Asociada.

Ésas son necedades. Independientemente de las intenciones de quienes hacen esas afirmaciones, ésas son necedades.

Esta película es profundamente reaccionaria. Francotirador humaniza y glorifica a Chris Kyle, un asesino en serie fundamentalista cristiano que no se arrepienta de haber asesinado a 160 iraquíes (supuestamente la mayor cantidad de “asesinatos” de cualquier soldado estadounidense de la historia). Al mismo tiempo, la película sataniza y deshumaniza a todos los personajes iraquíes (con la posible excepción de una familia), retratándolos como viles terroristas y “bestias” que merecen morir.

Al contar esta historia a través de los ojos y las supuestas experiencias de Kyle (y embelleciéndola), Francotirador urde una fábula acerca de la invasión estadounidense a Irak y el papel de Estados Unidos en el mundo: que Estados Unidos es una fuerza del bien. Que cualesquiera que sean sus errores, Estados Unidos envía a sus fuerzas armadas a lugares como Irak en un intento de proteger al inocente y destruir la maldad. La película promueve el punto de vista de que solo Estados Unidos y la vida de los estadounidenses importan, y que todo vale a fin de “defenderlos”. Ésta es la gran mentira en la pantalla grande.

Las fuerzas armadas estadounidenses: Un “lobo al que le chorrea sangre de los colmillos”, y no el “perro pastor” del mundo

La película muestra la juventud de Chris Kyle en Texas, uno de los “buenos muchachos” de una familia cristiana, patriótica, patriarcal, blanca y tradicional, blanca, patriarcal, patriótica y cazadora. Según la película, el arco de la vida de Kyle lo define muy temprano su padre. Éste les dice a sus hijos que existen tres clases de personas: la mayoría son ovejas miedosas y conformistas; otros son lobos que se alimentan de las ovejas; y al final están los perros pastores que protegen a las ovejas contra los lobos. Y sus hijos deberían ser los perros pastores, carajo, o les espera la correa.

Kyle comienza con ganas de ser vaquero, pero no tiene ningún norte. Más tarde, según la película, le sacuden a la supuesta claridad los atentados de 1998 contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania de parte de Al Qaeda, jihadíes islámicos, que mataron a cientos de personas. Kyle se alista en el grupo SEAL de la Marina. Se afianza su determinación cuando junto a su esposa ve el derrumbamiento de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. Decide que será el “perro pastor” que protege a Estados Unidos y sus ovejas contra los lobos islámicos terroristas.

Su unidad recibe órdenes de desplegarse y Francotirador salta directamente, sin decir más, del 11 de septiembre a Faluya, Irak, más o menos en 2004. La película da la clara impresión de que los dos sucesos son directamente vinculados. Kyle dice que las personas contra quienes Estados Unidos combate en Irak son las mismas que atacaron a Estados Unidos el 11 de septiembre. Y básicamente la película representa a todos los iraquíes como terroristas decididos a matar a estadounidenses.

El tema de que Kyle y las fuerzas militares estadounidenses son los “perros pastores” del mundo continúa a lo largo de la película. Lo siento, pero Estados Unidos y sus fuerzas militares no son ovejas y no son perros pastores. Son, como dijo Malcolm X, “lobos a que les chorrea sangre de los colmillos,” y la sangre de los pueblos del mundo cae de sus colmillos.

¿Qué carajo hacía Estados Unidos en Irak? ¿Qué carajo hacía, y sigue haciendo, en el Medio Oriente?

Francotirador es un ejercicio de entrenar a las personas para ver el mundo desde el punto de vista del imperio. Primero, la historia que se optó por contar es la de un soldado particularmente fanático y asesino. ¿Por qué no contar la de los excombatientes de Irak que tiraron sus medallas a la basura y condenaron los crímenes de guerras que había cometido? Segundo, contar la historia de los “guerreros”, es decir los soldados, no es la forma más válida ni la más verídica de conocer por qué se hace una guerra. No se puede contar con veracidad la historia de un individuo separándola del contexto en que éste se encuentra (ni falseándola); y la historia de un solo individuo no puede servir como resumen general de los sucesos históricos.

Francotirador muestra la boda de Kyle y luego va al campo de batalla en Irak. La explicación de la película es que se trata de la respuesta a los ataques del 11 de septiembre de 2001. ¿Pero qué carajo hacía Estados Unidos en Faluya? ¿Qué carajo hacía en Irak? ¿Y qué carajo hacía, y sigue haciendo, en el Medio Oriente mucho antes del 11 de septiembre? Aparentar que la historia comienza en 1998 o el 11 de septiembre de 2001, y que lo único que hay que saber en realidad es que Kyle y sus camaradas son “héroes”, sí es contar un cuento: una fábula reaccionaria.

Antes de la invasión estadounidense de 2003, a Irak lo gobernaba un tirano, Saddam Hussein. Pero Irak no participó en los atentados del 11 de septiembre. Y básicamente los jihadíes islámicos no tenían una presencia en Irak. Irak tampoco tenía armas de destrucción masiva (armas nucleares, químicas y biológicas), al contrario de lo que afirmaba el régimen Bush-Cheney. Ésas eran mentiras aducidas adrede para justificar la invasión y conquista a Irak.

Pues, ¿por qué Estados Unidos invadió a Irak? Porque los imperialistas estadounidenses querían reforzar su dominio asfixiante sobre Irak y sobre el Medio Oriente entero. Estados Unidos ha controlado esa región desde los años 1950, mediante invasiones, golpes de estado, asesinatos, bombardeos, torturadores déspotas como el régimen de Egipto y la transformación de Israel en perro de ataque regional. Los imperialistas estadounidenses han usado el petróleo del Medio Oriente para dominar la economía mundial y a las demás potencias que dependen de ese petróleo, y han sacado miles de millones de dólares de ganancias incalculables en el proceso. Controlar el Medio Oriente implica controlar las decisivas rutas comerciales y un cruce militar estratégico entre África, Europa y Asia. El Medio Oriente es un pilar clave de su entero imperio mundial de explotación. Han aplastado millones y millones de vidas para reforzar ese orden, incluidos al menos 500.000 niños de Irak muertos a raíz de las sanciones impuestos por Estados Unidos y la ONU durante los años 1990. (Además, Estados Unidos ha intervenido en Irak una y otra vez desde los años 1920.)

Pero el control estadounidense sobre la región se debilitaba y Saddam Hussein ahora era un estorbo, así que había que botarlo. Estados Unidos planeaba tomar el control sobre Irak y convertirlo en un puesto de avanzada para promover su gran plan de un imperio mundial todopoderoso.

La invasión y ocupación estadounidense a Irak no era ningún esfuerzo noble de conseguir justicia por el 11 de septiembre. Era una guerra injusta, inmoral e ilegal de agresión imperialista descarada. Resultó en el matadero de más de 120.000 iraquíes y la muerte de más de 600.000 otros. Ha devastado a Irak y ha obligado a más de cinco millones de personas a abandonar sus casas. Ha puesto en el poder a unos despiadados opresores y ha alimentado al reaccionario fundamentalismo islámico. La invasión y ocupación estadounidense a Irak era un crimen de guerra colosal. La “narrativa” de una persona acerca de su propia experiencia no eclipsa esa historia y esa realidad. ¿Cómo sería posible que una persona hiciera una película honesta o veraz acerca de la guerra estadounidense en Irak sin por lo menos tocar de alguna manera o reconocer o admitir este panorama más amplio? (Véase “El legado estadounidense 10 años después de invadir a Irak: muertes, enfermedades, devastación y desplazamiento de personas”, Revolución #300, 7 de abril de 2013.)

Los crímenes de guerra de Estados Unidos en Faluya

Aunque la historia de una sola persona no puede definir los objetivos y la naturaleza de una guerra, la historia de Kyle en efecto revela mucho acerca de la naturaleza inmoral y depredadora de la invasión estadounidense a Irak. Al comienzo de la película, en una escena ambientada en Faluya, Kyle se posiciona en el techo de un edificio en una zona de batalla. Las calles están llenas de escombros, muchos edificios están destruidos y al parecer casi todas las personas que quedan son combatientes jihadíes. Muchas personas saldrán del cine pensando que así viven los iraquíes, que Irak no es más que un gran caos repugnante, en particular en virtud de que la clase dominante de Estados Unidos y sus medios de comunicación han censurado cuidadosamente y han suprimido las fotos verdaderas y la cobertura verdadera de lo que Estados Unidos ha hecho a Irak. De hecho, eso es lo que Kyle y otros soldados dicen repetidamente. Kyle: los iraquíes son “bestias”. Su hermano, que también fue enviado a Irak, dice al salir de ahí: al carajo este lugar.

Pero Francotirador no explica por qué Faluya quedó devastado. A partir de abril de 2004, Estados Unidos sitió a la ciudad, obligando a la mayoría de la población a evacuar la zona, y después la bombardeó, inclusive con fósforo blanco y bombas de dispersión. El fósforo blanco puede derretir la piel y la carne hasta el hueso. Los soldados estadounidenses lo llamaban “agite y hornee” [una referencia a un producto para empanizar la carne]. Su uso generalmente se considera un crimen de guerra, porque mata a las personas indiscriminadamente. Un miembro de la Sociedad Media Luna Roja de Irak le dijo al periodista Dahr Jamail en 2004, tras visitar a Faluya: “Necesito otro corazón y otros ojos para soportarlo, porque los míos no son suficientes para soportar lo que vi. Nada justifica lo que se hizo a esta ciudad. No vi ninguna casa o mezquita que no fuera destruida” (Democracy Now!, 8 de noviembre de 2005).

Kyle tiene en la mira de su rifle a una madre y su hijo, todavía un muchacho. Entran en la calle delante de un convoy estadounidense. Kyle piensa que ve una granada, pero vacila y quiere asegurarse de eso antes de pedir permiso para disparar. Según la versión en Francotirador, está claro que no quiere disparar contra las mujeres y los niños. Pero luego tiene que ejecutar al uno y después a la otra, porque en verdad tenían un explosivo y estaban decididos a matar a los soldados estadounidenses. Más tarde, en otra escena, los oficiales estadounidenses le preguntan a Kyle sobre las quejas de los iraquíes de que asesinó a sus familiares. Pero Kyle desestima las quejas, alegando que dispara contra las personas que traen armas. La insinuación es que todas esas quejas son simplemente las mentiras de unos iraquíes embusteros, y que los funcionarios, al creerlos, ponen en peligro a las tropas.

En realidad, de acuerdo a los testigos oculares, los francotiradores estadounidenses en Faluya dispararon contra todo lo que se moviera. Dispararon contra los chóferes de ambulancias y contra los trabajadores médicos. Balearon a las personas que trataban de recoger los cadáveres de sus familiares que yacían en las calles. Un residente de Faluya le dijo al Servicio Inter Press: “Tratan de matar a cualquiera que trabaja para la ayuda humanitaria. Atacan a cualquier trabajador de ayuda humanitaria, cualquier médico o ambulancia, con el fin de matarlo”. Un médico le dijo a Jamail: “Recuerdo en una ocasión cuando mandamos una ambulancia para evacuar a una familia que fue bombardeada por un avión. Un francotirador disparó contra la ambulancia; un miembro de la familia murió y tres quedaron heridos por los disparos”.

Asesinato colateral – WikiLeaks – Irak

Se ha documentado extensivamente la brutalidad militar de Estados Unidos en Irak, la cual va mucho más allá de lo que se puede describir en este artículo. En 2007, un juicio a unos francotiradores estadounidenses que operaban en Iskandariya, al sur de Bagdad, sacó a la luz que Estados Unidos usaba la estrategia de colocar “anzuelos” para los iraquíes, como cordones detonantes, explosivos de plástico y municiones, con la esperanza de que los iraquíes los recogieran y luego los francotiradores estadounidenses pudieran matarlos; y que a veces los francotiradores “sembraron” evidencias en los cuerpos de quienes balearon, de la misma manera que los policías estadounidenses ponen armas de fuego encima de los cuerpos de sus víctimas. El video Asesinato colateral, basado en una grabación filtrada por Chelsea Manning (que ahora purga una larga condena por su acto heroico) muestra la matanza de civiles y periodistas desde un helicóptero estadounidense. Más tarde, dos valientes soldados que eran parte de esa unidad le pidieron perdón al pueblo iraquí por sus acciones, a diferencia de lo que hizo Kyle.

Cuando una potencia de ocupación impone un castigo colectivo y mata a civiles, se trata de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Si usted busca “crímenes de guerra Faluya” en Google, encontrará una y otra entrada, incluidos unos videos en YouTube de las fuerzas estadounidenses en acción.

Éstas no son las acciones de un “perro pastor”. Para repetir, son las acciones, como dijo Malcolm X, de un “lobo al que le chorrea sangre de los colmillos” que derrama sangre de sus colmillos mientras sermonea incesantemente sobre la “libertad”, la “democracia” y “el bien y el mal”.

Francotirador oculta la historia verdadera de Estados Unidos en Irak y escribe una nueva versión mediante una neblina de propaganda, la creación de mitos y mentiras de parte de los imperialistas.

Chris Kyle y las fuerzas armadas de Estados Unidos: Encarnaciones de los pútridos valores e inmoralidad del sistema al cual servían

¿Qué clase de fuerza militar usaría tales armas y cometería tales atrocidades? ¿Qué clase de fuerza militar diría chistes acerca de usar armas como el fósforo blanco, llamando esas armas horrorosas “agite y hornee”? Una fuerza de ocupación imperialista opresora que considera a la población local como el enemigo y quiere aterrorizarla y suprimirla.

La manera en que Estados Unidos libraba la guerra de Irak y la manera en que adoctrinaba a las tropas reflejan la naturaleza totalmente injusta de esa guerra.

En Francotirador, Chris Kyle personifica ese punto de vista de que “Estados Unidos es bueno, los demás son malos y solo importa la vida de los estadounidenses”. No tiene ningún remordimiento por asesinar a veintenas de iraquíes. Francotirador presenta, con falsedad, que todas sus víctimas se lo buscaban. Después de que Kyle se ve “obligado” a matar a balazos a la madre y su hijo que están en lucha contra la ocupación estadounidense, él concluye que nunca ha visto tanta maldad como en Irak. Durante la película entera solo se retrata a un iraquí que tiene una pizca de humanidad. Los demás son terroristas o colaboradores de terroristas.

La autobiografía de Kyle es aún más reveladora (el director Clint Eastwood la embellece para la película). Kyle escribe que todas las personas a quienes mató lo merecían, que él odiaba a las “bestias” iraquíes, que no le importaban un carajo y que le encantaba su trabajo: matar a los “malos”. Tenía un tatuaje de una cruz en el brazo porque quería que la gente supiera que era un cristiano. Fanfarroneaba que había ido a Nueva Orleáns tras el huracán Katrina y había matado a 30 “saqueadores”, en otras palabras, a las personas desesperadas de Nueva Orleáns, en particular los negros, que se las arreglaban para sobrevivir. (Al parecer, ésta y otras afirmaciones en el libro son mentiras.) ¿Por qué es que una persona decida hacer una película acerca de un tipo que vomitaba esas necedades racistas, pero decide convertirlo en un personaje aséptico en la pantalla?

Cuando el corresponsal de la red NBC Ayman Mohyeldin se atrevió a criticar a Francotirador, recibió cientos de despiadadas y racistas amenazas de muerte. Otros que han alzado la voz contra la película han recibido amenazas similares. Esta reacción expresa el punto de vista, los valores y la base social que esta película azuza.

Apoyar a las tropas ES apoyar la guerra

Francotirador concentra de un modo fundamental la manera en que los gobernantes de Estados Unidos han minado el descontento y la oposición generalizados al cambiante mosaico de guerras que libran en el Medio Oriente, primero en Afganistán e Irak, luego con aviones no tripulados en Pakistán y Yemen y ahora en Siria y de regreso en Irak, mientras las convulsiones y la inestabilidad siguen aumentando a pasos agigantados sin fin a la vista. Esos gobernantes han logrado eso al centrar la atención del público en el sufrimiento, los sacrificios y la “valentía” de los soldados que libran sus guerras. Se presenta a Kyle como una persona compleja y humanitaria en muchos sentidos. Él está dispuesto a sacrificarse por sus compañeros, a proteger a otros. Hasta hace patrulla, en contra de la voluntad de algunos oficiales de la cadena de mando; no simplemente se esconde en los edificios y los techos. Se le presenta como una persona que tiene reparos en ejecutar a mujeres y a niños.

Las escenas desgarradoramente emocionales y humanizantes ocurren entre Kyle y su esposa, o entre Kyle y sus compañeros, pero nunca con los iraquíes, pues éstos no le son nada (son objetos deshumanizados). Según la lógica e inmoralidad deformadas y retorcidas de esta película, ¡la tragedia no es que en efecto millones de iraquíes o han muerto o su vida fue y sigue siendo destruida! Más bien se trata de que los que realizan esa matanza terminan ellos mismos con la vida destrozada. Supuestamente, la tragedia la representa el sufrimiento de las tropas militares que ocupan a Irak.

El mensaje: Piense lo que se piense sobre la guerra, las tropas estadounidenses son tipos buenos y todos deberían apoyarlos. Pero eso es solo darle un rostro humano al asesinato en serie por el imperio. Es muy posible que los criminales de guerra quieran a sus familias (o sus mascotas). ¿Y qué?

Para decirlo de otra forma: Un violador también puede querer y “proteger” a su familia; pero ¿eso justifica la violación?

¿Qué implica “apoyar a las tropas”? Implica apoyar lo que las tropas hacen. ¿Por qué apoyaría una persona de conciencia a los que cometen crímenes de guerra que están al servicio del objetivo obsceno de mantener por la violencia a un sistema de explotación mundial, el mismo sistema que mata a balazos a los jóvenes negros y latinos en las calles, y denigra y maltrata a las mujeres de mil formas?

Sea como sea el origen o la vida personal de los soldados, éstos no se tratan de los “nuestros”; son piezas en un engranaje militar mundial, son tropas del sistema imperialista estadounidense. Sea como sea lo que los soldados piensan que hacían (no cabe duda que la jerarquía militar forzosamente les quebranta el espíritu y les lava el cerebro y no cabe duda que muchos resultan traumatizados y/o lisiados por los efectos de la guerra), en efecto libraban una guerra de conquista injusta y sangrienta, reprimían a cualquier oposición, instauraban un nuevo régimen reaccionario y trabajaban para convertir Irak en una neocolonia.

Los que, por el motivo que sea, han llegado a ser parte de este engranaje militar deberían aprender su verdadera historia y propósito, y repudiarlo y oponérsele. Algunos heroicos ex combatientes de las guerras de Afganistán e Irak lo han hecho. Han sacado a la luz y han alzado la voz contra los crímenes cometidos por las fuerzas armadas estadounidenses y han repudiado la guerra, inclusive algunos han tirado sus medallas a la basura. ¿Por qué no se filman películas importantes sobre tales ex combatientes? Vemos fugaces atisbos de los sentimientos antibélicos en Francotirador, pero la atención se centra en el retrato de Chris Kyle que crea Eastwood, y ése es el polo opuesto a los ex combatientes que han denunciado la guerra y que tienen sentimientos genuinos hacia para la gente de Irak.

La película de Eastwood sale en los cines en un momento de auge explosivo para el fundamentalismo islámico reaccionario y de grandes peligros y dificultades para los imperialistas estadounidenses, en particular en el Medio Oriente. Sea como sea la intención o el entendimiento de Eastwood (quien afirmó en una entrevista que representar el sufrimiento de los soldados estadounidenses es un acto antibélico), Francotirador es una película que azuza el apoyo ideológico y político para los continuos crímenes de Estados Unidos contra los pueblos de esa región.

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