Cornel West, Carl Dix y otras voces de conciencia hablan el 14 de abril

21 de abril de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Cornel West y Carl Dix (centro), con Eve Ensler (primera fila a la izquierda), y el reverendo Calvin Butts junto con miembros de la Coalición de Cleros se unen con los familiares cuyos seres queridos fueron asesinados por la policía. Foto: Cindy Trinh

 

A continuación las intervenciones de las siguientes personas en los mitines del 14 de abril:

Cornel West, profesor de Filosofía y Práctica Cristiana en el Seminario de Teología Unión de Nueva York (Union Theological Seminary) y un iniciador de la Red Parar la Encarcelación en Masa:

¡Qué bendición es estar aquí en la Ciudad de Nueva York! Que corra la voz ahora. ¡Es un nuevo día en la Ciudad de Nueva York! ¡Es un nuevo día en el país! Y es un nuevo día, porque cuando los que algunos llaman la gente común enderezan la espalda, ha emprendido el camino. Porque otros no pueden montar a tu espalda a menos que estés doblegado. Y cuando te enderezas y tomas una posición, cuando estás dispuesto a tomar el riesgo y decir la verdad... y la condición de la verdad siempre es permitir que hable el sufrimiento. Y cuando habla el sufrimiento, los gobernantes tienen que responder de alguna forma. Y ha habido demasiadas personas, no sólo asesinadas, no sólo muertas — sino que a ellas les han faltado el respeto de modo sistemático y ya hemos llegado al punto en que ¡no podemos soportarlo más!

Bueno, yo provengo de un pueblo que ha sido aterrorizado por 400 años. Hemos sido traumatizados por 400 años. Hemos sido estigmatizados por 400 años. Y tenemos un movimiento de liberación que embarca cada generación — los que han estado capaces de decir la verdad y dar testimonio. Sojourner Truth iba en serio. Harriet Tubman iba en serio. Malcolm X iba en serio. Curtis Mayfield iba en serio. Aretha Franklin iba en serio. Bob Marley iba en serio. Nina Simone iba en serio. El reverendo Dr. Gardner C. Taylor iba en serio. Martin King iba en serio.

Estamos aquí porque amamos al pueblo. Y cuando amas al pueblo, odias el hecho de que sea tratado injustamente, detestas el hecho de que sea tratado indebidamente. ¡Y si no hacemos algo las rocas van a gritar! Es por eso que estamos aquí. Y eso es el meollo del asunto... es el Love Supreme [una pieza de jazz, Amor supremo] de John Coltrane. Porque amamos al pueblo y cuando amas al pueblo dices la verdad y te pones de pie para respaldarlo. ¿Cuántos de ustedes le tienen amor al pueblo? [La multitud aplaude.] Tienes que amar al pueblo. Esa es la única manera de darte poder — para que se una gente de todos los colores, todas las orientaciones sexuales, todas las culturas, toda la civilización. Estamos aquí porque amamos y respetamos al pueblo.

Amamos a los oprimidos en el Medio Oriente — 500 bebés palestinos en 50 días. Amamos al pueblo. Amamos a los asesinados por aviones no tripulados estadounidenses en Somalia y Yemen. Amamos al pueblo. Amamos a los campesinos de México. Amamos al pueblo. Amamos a nuestros hermanos y hermanas pobres blancos en los montes Apalaches que viven formas tan duras de este infierno. Amamos al pueblo. Lo amamos en Asia. Pero lo amamos en Nueva York, ¡y queremos que se hagan responsables a los policías!

Y un último punto. No se dejen confundir por algunas caras negras en posiciones altas. Durante siete años la policía ha asesinado a hermanos y hermanas negros y morenos, gente de color. Un presidente negro, un fiscal general negro, un secretario de seguridad nacional negro en el gabinete — y ni un solo policía enviado a la cárcel. ¡Algo, algo no está justo! ¡Algo, algo no está justo! Y no sé de dónde vienen ustedes, pero yo provengo de un pueblo y de una tradición que dice que si no luchas por algo, vas a terminar aceptando cualquier cosa.

Y es por eso que quiero presentarles a mi querido hermano Carl Dix. Ahora bien, algunos han planteado una interrogante: ¿Por qué un cristiano revolucionario como yo, un hombre como yo, negro y libre, que adora a Jesús, por qué trabajo con un comunista revolucionario como Carl Dix? Y nosotros decimos: no confundan una orquesta de jazz con una banda militar. En la banda militar todos tienen que tocar la nota de la misma forma al mismo tiempo. Yo vengo de un pueblo de jazz — queremos que todo el mundo levante su propia voz. No queremos el acuerdo total, no queremos la unanimidad total — simplemente levanten la voz y móntense al tren del amor y tomen una posición. Es por eso que trabajo con un comunista revolucionario como Carl Dix. No estamos de acuerdo en todo, pero estamos en el mismo tren de amor — es por eso que estamos aquí en Nueva York. Mis hermanos y hermanas, ¡mi querido hermano Carl Dix!

Carl Dix, un representante del Partido Comunista Revolucionario y un iniciador del Red Parar la Encarcelación en Masa

Quiero darle las gracias a Cornel por esa introducción. Pues, empecemos.

En primer lugar, tenemos que reconocer a algunas personas. Tenemos que reconocer a los padres que perdieron a sus seres queridos a manos del DPNY. Los reconocemos por tener que seguir viviendo desgarrados de esa pérdida pero convertirse en luchadores por la justicia. Hoy ustedes vieron a algunos de ellos aquí en frente. Juanita Young también está presente. No está en frente ahorita, pero sí está presente. Quiero reconocerlos. También quiero reconocer a todos los jóvenes que están presentes hoy. Es más, les digo así — quiero reconocer a los jóvenes que ya están hartos, los y las jóvenes negros y morenos que están hartos de traer siempre una diana en la espalda, que ya no la aceptan. Quiero reconocer a los estudiantes presentes. Quiero reconocerlos porque ustedes saben lo suficiente como para saber lo que está bien y lo que está mal, y tomar posición con el bien. Es lo que están haciendo aquí hoy. Quiero reconocer a los jóvenes y los veteranos de la vida loca que hoy dijeron, “No vamos a andar peleándonos, no vamos a andar de que mi barrio contra tu barrio, nada de colores, hoy vamos a ponernos hombro a hombro contra el verdadero enemigo, el sistema que descarga sobre nosotros este infierno”. Quiero reconocer a los líderes de la fe y los congregantes de la fe de muchas diferentes denominaciones que nos acompañan hoy. Valoramos su participación. Quiero reconocer a las personas en las artes, los músicos, los escritores, los artistas. Quiero reconocer a los profesores, los abogados, los doctores — a todos los que se han presentado para tomar posición. Y voy a reconocer a todos ustedes. Somos centenares aquí en la ciudad de Nueva York y somos miles alrededor del país. Representamos algo, compañeras y compañeros. Representamos las nuevas oleadas de lucha en auge que vuelven al escenario, con la determinación de lidiar con eso, de ponerle fin a estos horrores.

Ahora bien, me preguntan, “¿Por qué todos ustedes vinieron aquí hoy, compa? ¿Para qué se presentaron todos ustedes?” Miren ese cartelón que está atrás de ustedes. Por eso estamos aquí. Y sepan que las cuarenta y tantas fotos en ese cartelón son solamente una ilustración de las cientos de personas asesinadas por la policía cada año en este país. Por eso estamos aquí — porque ¡esto tiene que terminar y estamos aquí para terminarlo!

También me preguntan, “¿Pero POR QUÉ sigue pasando eso, una y otra y otra vez?”. Simplemente la policía hace lo que el sistema les encarga hacer — aplastarnos, acorralarnos, hasta acabar con nosotros. Esa situación se arraiga profundamente en la historia de este país — pues es un país fundado en la supremacía blanca desde el comienzo: trayendo a africanos en cadenas de la esclavitud, robando las tierras y perpetrándoles masacres genocidas a los habitantes indígenas. Y le han seguido. Robaron la mitad de México. Andan merodeando el mundo pisoteando a la gente. Están en guerra contra la gente por todo el mundo y están en guerra contra nosotros aquí es este mismo país, compañeras y compañeros. Tenemos que reconocer eso. Tenemos que saber que eso es lo que está pasando. Hoy día la crisis ha llegado a tal punto que no tienen forma de explotar y sacar ganancias a muchos de estos jóvenes negros y latinos en las zonas marginadas. La respuesta del sistema es un programa de supresión — de policía, cortes, cárceles, de aplastarnos, acorralarnos, acabar con nosotros. Eso es lo que están haciendo. Es su repuesta al problema. Tenemos que reconocer eso y saber que tiene un carácter genocida. Ahora bien, cuando digo genocidio, no estoy exagerando nada más para motivarlos — es la mera neta. Fíjense otra vez en las fotos en ese cartelón. Recuerden que hay miles de personas más que podrían estar en un cartelón como ese. Sepan que hay varios millones de personas almacenadas tras las rejas, que hay decenas de millones de personas, negros y morenos, que viven sujetos a la persecución, al hostigamiento, a ser aplastados, acorralados, hasta asesinados por la policía. Sujetos a que les niegan oportunidades, les niegan la educación, les niegan el respecto, las ponen en condiciones en las que no pueden sobrevivir y florecer como un pueblo — eso es el genocidio. Eso es lo que nos confronta, compañeras y compañeros. Y estamos aquí actuando para ponerle un alto.

Ahora bien, cuando uno dice que va a ponerle un alto a una situación tan grave, uno tiene que organizarse. Por eso Cornel y yo formamos la Red Parar la Encarcelación en Masa. Existe para forjar resistencia contra este genocidio que se comete. Ahorita es un genocidio lento, pero podría cobrar velocidad en cualquier momento. Si ustedes quieren que se le ponga fin a este genocidio, deben sumarse. La Red, la Red Parar la Encarcelación en Masa, consiste de personas con diferentes puntos de vista  —no creemos todos en lo mismo, no todos actuamos y pensamos de la misma manera— pero todos pensamos que eso de que la policía mata a la gente, de que almacenan a la gente en la prisión, de que tratan a las personas como algo menos de un pleno ser humano, eso tiene que terminar, y nos unimos para terminarlo. Pues, si tú piensas igual, debes sumarte a la Red Parar la Encarcelación en Masa. Apúntate en la hoja de la Red, asiste a la próxima reunión y sé parte de forjar una resistencia capaz de terminar con esta mierda.

Bueno, ustedes que me conocen, saben que soy un comunista revolucionario, y que siempre les digo que las cosas no tienen que ser así. No tenemos que estar aguantando que la policía asesinan a nuestros jóvenes. Podemos terminar todo eso, y va a requerir una revolución, nada menos. Por eso estoy aquí, en eso estoy trabajando. En eso están trabajando el Partido Comunista Revolucionario y su líder Bob Avakian. Pues ustedes deben echarle un vistazo. Fíjense, Bob Avakian en su libro Lo Basico habla de que debemos vivir en una sociedad donde los encargados de la seguridad pública prefieran dar la vida antes de matar o lastimar a una persona inocente. Eso es el tipo de mundo en que debemos vivir. Pero hace falta una revolución para generar ese mundo — en eso estamos trabajando. Y fíjense, si quieren saber más sobre esa revolución, si quieren entrarle, hay dos cosas: Uno, accede la página web revcom.us — echa un vistazo a lo que decimos y lo que hacemos. Incluso pueden ver una película de un diálogo entre mi carnal Cornel West y Bob Avakian discutiendo la revolución y la religión — eso es revcom.us. También está presente un Club Revolución de Nueva York — conéctense con ellos porque están organizando para una revolución concreta y ustedes deben conocerlos y entrarle a la onda.

Pero hoy, estamos aquí para poner fin a este genocidio. De eso se trata y antes quizás la gente podía decir: “Pues, yo no sabía que estaban pasando cosas así”. Prendan la tele — cada rato sale otro video de que balacean, matan, asesinan a una persona sin armas, otro video de la policía que da una paliza salvaje a una persona más, por nada, sin motivo. Por lo que uno ya no puede decir que no sabía que estaba pasando. Está pasando ante sus narices. Lo que uno tiene que decir es: ¿va a ser el tipo de persona que observa esta brutalidad y asesinato salvaje y queda cruzada de brazos, que permite que siga, o va a ser un ser humano de verdad? ¿Va a responsabilizarse y declarar que eso tiene que terminar y actuar para terminarlo? Nuestra humanidad está en juego aquí. Él que no oponga resistencia a eso, está diciendo que está bien —  y no debemos ser ese tipo de persona, compañeras y compañeros.

Pues fíjense, poner fin a esto requiere mucha lucha. Tenemos que arriesgarse algo. Lo que pasó el año pasado fue hermoso, poderoso y muy necesario. Nació en Ferguson, se extendió por todo el país: miles de personas tomaron las calles, saliendo a decir: si las actividades de costumbre incluyen la costumbre de la policía de matarnos, pues vamos a interrumpir sus actividades de costumbre. Su tránsito del sistema no va a transitar estas carreteras, estos puentes, estos túneles. Esas compras en sus centros comerciales — también se van a interrumpir. De eso se trata el interrumpir las actividades de costumbre, compañeras y compañeros. Ahora bien, trataron de corrernos de la calle con arrestos, con intimidación. Trataron de desviarnos a callejones sin salida, a enfocarnos en políticas que no van a resolver para nada el problema concreto. Pues, estamos tomando las calles de nuevo, compañeras y compañeros. Estamos diciendo, retomaremos la iniciativa. Aquí estamos y aquí nos quedamos. Vamos a oponer resistencia hasta que esto termine, eso es lo que estamos diciendo hoy. Lo estamos diciendo aquí en Nueva York, y se lo está diciendo en más de 30 ciudades en este país — eso es lo que estamos haciendo.

Hoy, en el día de hoy, lo que vamos a hacer al rato — todos vieron esa manta grande, ¿verdad? Hoy estamos actuando de parte de las personas en esa manta. Ya no pueden hablar así que tenemos que ser su voz. Ya no pueden actuar así que tenemos que actuar por ellas. Tenemos que llevar esta manta por las calles, y retar a las personas en el camino con la realidad que representa, retarlas a que nos acompañen. Estamos haciendo saber a las personas por todo este país y por el mundo que existe una fuerza en esta sociedad que se compromete a terminar esta mierda. Es por eso que estamos actuando, compañeras y compañeros. Es por eso que estamos aquí el día de hoy, es por eso que también lo están haciendo en 30 ciudades en todo este país. Ahora sí, ¡manos a la obra! ¡Vámonos y hagámoslo!

¡Cada ciudad grande y pequeña, tiene su propio Michael Brown! ¡14 de abril, a paralizarlo todo!

 

A continación pasajes de las declaraciones de otras voces de conciencia el 14 de abril.

Arturo O'Farrill

Arturo O’Farrill

Arturo O´Farrill, ganador del Premio Grammy, músico de jazz, habló en la protesta de Nueva York: “Es muy sencillo: tienes que conectar tu vida, tienes que conectar tu arte, tienes que conectar tu trabajo, tienes que conectar tu alma a algo más grande que tú mismo. Tienes que conectar todo eso a la justicia. Tienes que conectarte con el querer, con el amar, con amarnos entre nosotros mismos y exigir que se porten mejor el DPNY, el DPSF, el DPLA. Si no exigimos que se porten mejor… se les paga para que nos gobiernen y nos protejan. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras matan a nuestros niños. ¡Basta ya! ¡Alto a las matanzas de jóvenes negros e hispanos! ¡Esto tiene que parar!”

Eve Ensler, dramaturga ganadora del Premio Tony, artista, activista, estuvo a la cabeza de la marcha en Nueva York. Publicó una poderosa declaración que decía en parte: “Estoy aquí hoy indignada y con pena. Estoy aquí hoy para decir no a la epidemia de asesinatos policiales que continua, a pesar de masivas protestas e indignación, contra mujeres, hombres y niños negros y morenos (otra gente de color). Estoy aquí hoy para decir que tenemos que redoblar nuestros esfuerzos y resistencia ante estos asesinatos truculentos. Rechazo las 8 balas en la espalda de Walter Scott, las 12 balas en el pecho de Michael Brown, los cuatro choques eléctricos que mataron a Natasha McKenna. Rechazo la rodilla a la espalda que aplastó a Tanisha Anderson, las dos balas que mataron a Yvette Smith, las 23 balas dentro de Malissa Williams, las dos balas en el pecho de Tamir Rice, de solo 12 años, rechazo las balas disparadas contra Meagan Hockaday apenas 20 segundos de que llegaron al hogar de ella. Rechazo las balas del estado policial que siguen matando a los oprimidos en vez de edificarlos. Reto a todos los blancos que pueden andar las calles sin temor a que sean eliminados por quienes ejercen descaradamente su licencia de matar, a que se salgan a las calles hoy y todos los días hasta que nuestros hermanos y hermanas estén salvo y libres. Tomo partido, desgarrado el corazón, con las familias, con los amigos, con los testigos aterrados, con su pena y su pérdida”.

En Union Square en Nueva York, el reverendo Calvin Butts III, pastor de la Iglesia Abisinia Bautista de Nueva York, declaró: “Estoy aquí con miembros del clérigo que representamos todos los cinco distritos. Con respecto a esto, el poder de la iglesia tiene que estar con el pueblo porque no podemos seguir permitiendo que maten a nuestros jóvenes. Yo he visto esto por más que 40 años. Y cada vez es el mismo cuento. ¡Ya basta! ¡Y tenemos, pero tenemos que ponernos de pie! Tenemos que mantenernos unidos. Porque el poder es lo único que el poder entiende. ¡Paremos todo!” El reverendo Butts movilizó al clérigo para marchar como coalición el 14 de abril.

Rabbi Michael Lerner

Rabbi Michael Lerner

El rabino Michael Lerner, editor de la revista Tikkun; presidente de la Red de Progresistas Espirituales, habló en las protestas de Oakland y San Francisco. Dijo: “En esta sociedad hay un racismo que está profundamente incrustado y no ha desaparecido. Tenemos que reconocer que tenemos que oponernos y luchar contra toda y cada una manifestación de racismo”. Y agregó que “La única manera de oponerse a esto es con un punto de vista diferente que declare que todos estamos unidos…. Que hay unidad fundamental y que esta tiene que extenderse contra todas las divisiones de este país, pero más que nada hay que reconocer la unidad fundamental entre toda la gente de este planeta”.

Rev. Frank Wulf

Reverend Frank Wulf

En Los Ángeles, el Reverendo Frank Wulf, pastor, Iglesia Universitaria Unida de la Universidad del Sur de California y miembro del Comité Directivo Nacional de la Red Parar la Encarcelación en Masa, dijo al mitin que “Me alegra el corazón ver a todos ustedes, especialmente los jóvenes. Ya que mi iglesia se ubica en el plantel de la Universidad del Sur de California (USC) quiero dar reconocimiento a todos los alumnos de USC que salieron de clases para estar con nosotros hoy. Walter Scott nos enseñó una cosa — que aquellos están aferrados en decir mentiras y van a decir mentiras como puedan con tal de continuar esta epidemia de asesinatos de negros y morenos (otra gente de color). Yo represento, en muchas maneras, las comunidades de fe de esta ciudad, y las comunidades de fe están empezando a ponerse de pie y declarar que esto tiene que terminar, seamos Musulmanes, seamos judíos, seamos cristianos, seamos budistas, estamos uniéndonos y diciendo que nuestras religiones ya no sancionarán este tipo de violencia en nuestra sociedad. Como un pastor cristiano, sirvo a Jesús que fue crucificado en una cruz de Roma por policías de Roma. Y como seguidor que alguien que fue crucificado, no puedo permitir que continúe este tipo de crucifixión día tras día tras día. Es imprescindible sacarla a la luz.”

Jim Lafferty

Jim Lafferty

James Lafferty , director ejecutivo, Gremio de Abogados Nacional, rama de Los Ángeles, habló ante el mitin en Los Ángeles: “Estoy tan orgulloso de acompañar a ustedes hoy. El Gremio de Abogados se enorgullece de tomar posición todos los días con ustedes en esta lucha todos los días. Compañeras y compañeros, fíjense. Fíjense un minuto: con toda la atención mediática, con todas las protestas, aún sigue siendo temporada de caza para que policías maten a nuestros y nuestras hermanos negros y morenos en este país hoy día... Recuerden su historia. Recuerden nuestra historia. ¿Qué es lo que ha ganado cada gran batalla de derechos civiles en este país? Correcto: era cuando personas como ustedes y yo tomaron las calles de este país, diciendo al carajo con los políticos, diciendo que no abandonaremos estas calles hasta que sea nuestro el pan completo de la justicia.”

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