Discurso de Trump en la toma de posesión: ¡¡¡No es normal, es FASCISTA!!! ¡No dejen que ocurra!

20 de enero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Donald Trump dio un discurso fascista clásico.

Vilipendió "al establecimiento" sólo para establecerse a sí mismo como el redentor del "hombre y mujer olvidados". Llamó a sus seguidores un "movimiento", dijo que este día "les pertenece" y que, juntos "determinarían el curso de Estados Unidos y del mundo... por muchísimos años por venir". Ni siquiera reconoció ninguna sistémica desigualdad o injusticia hacia las mujeres, hacia los negros y los latinos, o los gays, los inmigrantes o los discapacitados los que tanto caracteriza a Estados Unidos, y sólo dijo (con una línea cargada) que se podría disolver el "prejuicio" en la sangre del sacrificio militar por "el país". Dio una promesa de "poner fin al matadero" en los barrios marginados de las ciudades que, dadas las amenazas de su campaña, encerraban la amenaza implícita de un parar y registrar nacional contra los negros y los latinos. Ni siquiera mencionó los derechos fundamentales al disentimiento, a la prensa, al estado de derecho; de hecho, el único derecho que mencionó en cualquier lugar era el "derecho" de Estados Unidos a poner sus intereses en primer lugar (lo que seguro era una broma cruel para cualquier oyente en América Latina, en Asia, en África o en el Medio Oriente).

De hecho, quizás la parte más notable del discurso no fue sólo su encubrimiento del hecho de que Estados Unidos explota e intenta dominar al mundo entero (pues todos los presidentes lo hacen), sino que fue a mayores extremos para presentar una imagen ficticia de Estados Unidos como el indefenso bobo de las demás naciones y pueblos y para jurar que de aquí en adelante sería un "Estados Unidos ante todo". Éste era un programa de chovinismo sin barniz, que se apoyaría en el despliegue de lo que Trump prometió que serían unas fuerzas armadas "fortalecidas" con el propósito de "erradicar de la faz de la tierra" a aquellos a quienes él estima que son sus enemigos. Lo anterior aumentará muchísimo el peligro de una guerra y muy posiblemente con una escala de horrores nunca antes experimentada.

La reacción de los comentaristas de la CNN fue aleccionadora. La primera ronda de respuestas fue de un choque fuerte acerca de qué tanto polariza el discurso de Trump y qué tan chovinista lo era. Pero en el momento de la segunda ruptura comercial, todos estaban "de vuelta bajo órdenes", limando los bordes ásperos y desesperadamente leyendo las hojas de té para obtener indicios de normalidad.

¡No! Este discurso no era normal. Se trata de doblegar con sus planes. Si no estuviera claro antes, ya queda claro: si el régimen de Trump y Pence de veras se consolida y gobierna, vamos a estar lidiando con el FASCISMO, una situación grave y cualitativamente peor.

A tomarse las calles, a permanecer en las calles, a comenzar a hacer crecer la fuerza que puede movilizar a millones y decenas de millones de personas para decir "¡NO!" a este régimen fascista e impedir que gobierne.

¡En nombre de la humanidad, nos negamos a aceptar a un Estados Unidos fascista!

 

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