Asquerosa y mortal orden ejecutiva sobre el cambio climático

Trump le manda “al carajo” al planeta y a la humanidad

8 de abril de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

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Con su firma, Donald Trump ha comenzado a eliminar las medidas débiles que Estados Unidos tenía en vigencia para limitar la emisión de gases invernaderos, la principal causa del cambio climático que está llevando el planeta hacia una catástrofe ambiental. La orden ejecutiva de Trump del 28 de marzo le dirige a la Agencia de la Protección del Ambiente (EPA en inglés) a que redacte o rescinda el Plan de Energía Limpia de Obama (que prometió reducir las emisiones de gases invernaderos por cantidades modestas), rentar tierras públicas para la explotación del carbón, eliminar regulaciones que limitan las emisiones de gases invernaderos de centrales eléctricas operadas con carbón, descartar normas para limitar las emisiones de gas metano, y descartar unas cuantas más protecciones del ambiente.

La orden ejecutiva pone en práctica el desmantelamiento de las regulaciones ambientales aprobadas en los últimos años bajo la administración de Obama, que Trump viene amenazando y prometiendo. El propio Obama aumentó en grande la producción de petróleo y gas en Estados Unidos, extendiendo oleoductos, levantando las restricciones a la exportación de petróleo crudo y otras medidas que en efecto inyectaron más gases invernaderos en la atmósfera. Al mismo tiempo, la posición oficial del gobierno de Obama era que el cambio climático causado por seres humanos era un problema importante que hay que abordar. Y Obama tomó ciertas medidas con respecto al medioambiente, como firmar el acuerdo sobre el clima de París de 2015, y poner en marcha el Plan de Energía Limpia que pretendía moderar y cortar un poco la contribución de Estados Unidos a la acumulación de gases invernaderos que están provocando transformaciones dramáticas en el sistema climático de la Tierra.

El enfoque de los gobernantes estadounidenses bajo Obama fue intentar mitigar la crisis y adaptar su sistema como mejor pudieran a las realidades del cambio climático. Esperaban gestionar una crisis rugiente que amenaza con salirse fuera de control. Y Obama intentaba posicionar a Estados Unidos como “líder” del mundo en la lucha contra el cambio climático, como parte de una estrategia para reforzar su dominio mundial. Pero ninguna de las medidas que se propuso bajo Obama para combatir el cambio climático concuerda con lo que realmente se necesita para abordar en serio el desastre ambiental que enfrenta la humanidad. Y la crisis climática continúa intensificándose.

Número especial de <em>Revolución</em> reside en la emergencia ambiental

El enfoque de este número especial de Revolución reside en la emergencia ambiental que enfrenta a toda la humanidad y los ecosistemas de la tierra. En este número de Revolución demostramos:

  • las dimensiones de la emergencia...
  • las fuentes de sus causas en el sistema capitalista y la imposibilidad de que ese sistema encuentre una solución a la crisis...
  • Una salida y un camino hacia adelante para la humanidad: una sociedad revolucionaria en donde de veras podríamos vivir como los que cuidan la naturaleza en vez de los que la saquean.

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Ahora, Trump ha dicho “al carajo” con aún esas medidas a medias y con toda pretensión de hacer algo o preocuparse por la crisis climática. Trump, que niega que los humanos son los que causan el cambio climático, manda “al carajo” al proceso científico y a los científicos que han llegado a un consenso abrumador tras décadas de investigación sobre los peligros del cambio climático global causado por los gases invernaderos y otras actividades humanas bajo la forma en que la sociedad humana está organizada ahora. Sus acciones dejan ver que bajo la locura fascista de su régimen, no va a haber ninguna intención de cumplir con las obligaciones que tiene Estados Unidos para reducir las emisiones indicadas en el acuerdo de París sobre el clima, por tan inadecuados que fueron las reducciones propuestas. Y esto podría llevar a que otros imperialistas y potencias capitalistas, preocupados de que eso le dé a Estados Unidos una ventaja competitiva, asimismo empiecen a abandonar el acuerdo de París, así causando aún mayor contaminación de la atmósfera con gases invernaderos.

Esto ocurre cuando el sistema climático de la Tierra se encuentra cada vez más en un estado de emergencia. Las temperaturas globales suben en picada año tras año. Los cambios sin precedentes en los océanos, los patrones del clima y las capas polares que regulan el clima, alarman cada vez más a los científicos y a la gente común y corriente en todo el mundo porque ponen en peligro la supervivencia de los seres humanos y los ecosistemas que soportan la vida. Recientes estudios científicos sobre los cambios naturales en el clima durante la historia de la Tierra que aniquilaron partes importantes de la vida indican que el cambio climático de origen humano actual podría salirse completamente fuera de control. Una emergencia planetaria está en pleno apogeo.

Mientras el planteta se quema, Trump y su camarilla fascista le echan más combustible al fuego. Lo que se quemará son partes importantes de la vida planetaria, como los sectores más pobres y más oprimidos de la humanidad que ya sufren las peores sequías, las tormentas más poderosas y otras formas del clima extremo, mares alzados y otras consecuencias del calentamiento global.


Escrita por Bob Avakian y adoptada por el Comité Central del PCR.

¿Sabe de alguien más —que sea persona u organización— que ha podido desarrollar un verdadero plan para una sociedad radicalmente diferente, en todas sus dimensiones, y una CONSTITUCION para codificar todo esto? — Un mundo diferente ES posible — Lea o pida en línea la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto).

Trump presentó su orden ejecutiva como una gran maniobra a favor de “Estados Unidos primero” en seguridad e independencia energéticas y para salvar “trabajos de estadounidenses”. Para la firma de la orden ejecutiva, llevaron a unos mineros del carbón para que aplaudan mientras Trump decía grandes mentiras de que con eso volverían sus trabajos. La verdad es que, como ha escrito Raymond Lotta en revcom.us, “Donald Trump no va a ‘hacer que regresen los trabajos de los estadounidenses’ ... Pero en nombre de los trabajos de los estadounidenses engendrará nuevos horrores”. ¿Qué tipo de sistema enfermizo hace que la gente luche por los puestos de trabajo en una industria que contribúa a una amenaza que pone en peligro toda la humanidad y toda la vida en el planeta? Y ¿qué dice todo esto sobre este sistema capitalista imperialista que, impulsado por su sed inexorable de ganancias y su dinámica de expandirse o morir, ha generado un “Trump” que se apresura a hacer las cosas aún más terribles para miles de millones de personas alrededor del mundo?

El que el presidente del país supuestamente “más avanzado” del mundo sea un hombre que afirma que el cambio climático es una “patraña”, un presidente que rompe incluso las medidas ambientales inadecuadas que ya existían es otro ejemplo agudo, entre muchos, de por qué él y su régimen fascista son todos totalmente ilegítimos. Por eso, y por todos los otros innumerables crímenes del régimen de Trump y Pence, es urgente que se lo expulse del poder.

Existe una indignación generalizada, entre las organizaciones ambientalistas, los científicos y muchos otros que se preocupan por el futuro del planeta, por las acciones de Trump con respecto al medio ambiente. La gente se está movilizando y resistiéndose de varias formas. El mes de abril veremos dos importantes acciones contra los ataques del régimen de Trump y Pence al medio ambiente y la ciencia y sus otras agresiones contra el pueblo. La Marcha por la Ciencia para el Día de la Tierra del 22 de abril y la Marcha del Pueblo por el Clima, Trabajos y Justicia del 29 de abril convocan a la gente a salir a las calles para resistirse en Estados Unidos y en todo el mundo. (Para más sobre la importancia de estas marchas y cómo relacionarse con ellos, vea los artículos de www.revcom.us: “La Marcha por la Ciencia del 22 de abril — Por qué importa” y “La Marcha del Pueblo por el Clima del 29 de abril: ‘Nos resistiremos a los ataques contra nuestro pueblo, nuestras comunidades y nuestro planeta’”).

Es crucial que estas protestas sean masivas, de cientos de miles de personas, y que sean parte de una lucha cada vez más intensa para realmente expulsar por completo a este régimen. Sin expusarlos, no se podrá frenar su curso mortal. Pero si se logra expulsarlos mediante la agitación social masiva, se pueden presentar posibilidades reales para un futuro radicalmente diferente.

 

       

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