Entrevista de Michael Slate al científico Michael Mann:

“Vemos solamente la punta del iceberg respecto a los impactos del cambio climático”

1° de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Lo siguiente es una transcripción de una entrevista en el Show de Michael Slate con el Dr. Michael Mann, un Profesor Distinguido de Ciencia Atmosférica en la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State), asignado conjuntamente a los departamentos de Geociencias y el Instituto de Sistemas Terrestres y Ambientales. También es director del Centro de la Ciencia de Sistemas Terrestres de Penn State y autor de varios libros, siendo el más reciente The Madhouse Effect [El efecto demente]. La entrevista tuvo lugar el 7 de abril, un par de semanas antes de las Marchas por la Ciencia alrededor del mundo. Fue redactado levemente por su longitud.

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Michael Slate: Es grave la situación ante el planeta y toda la humanidad en relación con el clima, al decirlo en pocas palabras. Y cada día se empeora. Explique a los oyentes cómo están las cosas ahora en resumen.

Michael Mann: En el sentido literal, apenas vemos la punta del iceberg respecto a los impactos del cambio climático porque ya viene encaminado un aumento de probablemente otro medio grado Celso, que es casi un grado Fahrenheit. Es decir, aunque dejáramos de quemar el carbón ahorita mismo, de todos modos el clima se calentaría esa cantidad adicional. Ya de por sí, simplemente debido al calentamiento que ha ocurrido, los impactos del cambio climático ya no son sutiles, como suelo decir. Los vemos literalmente en el ciclo noticioso de 24 horas en la tele y en los periódicos: muchos de los fenómenos meteorológicos extremos que experimentamos en Estados Unidos en los último dos años —inundaciones y sequias sin precedente, la lista sigue y sigue— ahora vemos las huellas digitales de la actividad humana en esos fenómenos.

Michael Slate: Ahora la propia ciencia está bajo un ataque feroz.

Michael Mann: Es irónico. No se ven ataques coordinados por grupos que representan intereses industriales cuando se trata de la cosmología, los agujeros negros, la teoría de la gravedad, o la química orgánica. No hay grupos de interés que existen para desacreditar a científicos en esas esferas. Pero cuando se trata del cambio climático, las conclusiones de la comunidad científica resultan inconvenientes para algunos poderosos intereses particulares, intereses invertidos en combustibles fósiles, a los que no les gustan las implicaciones de lo que estamos concluyendo: es decir, de que tenemos que abandonar nuestra adicción a los combustibles fósiles y hacer la transición a la energía renovable y la energía no carbónica. Eso, por supuesto, es una amenaza para su balance. Sacan enormes ganancias de nuestra adicción actual a los combustibles fósiles. Han usado ese poder y riqueza inmensos para librar lo que probablemente es la mayor campaña desinformativa en la historia de la civilización humana: la campaña para negar y atacar a la ciencia del cambio climático.

“Tengo un arma muy poderosa, la verdad”

Michael Slate: Recientemente usted formó parte de un panel que el congreso estableció sobre el tema — ahí estaban las tres cabezas huecas, y ahí estaba usted. Esto es lo que presentaron como un “panel de expertos”. Usted tuvo que sentarse ahí y mirar a estos tipos, y ¡era como mirar a los Tres Chiflados!

Michael Mann: John Oliver [presentador de un show de comedia política en la televisión] hizo un segmento muy atinado que va al grano de que esto es una representación falsa de un debate. La manera en que este comité del congreso — en este caso el presidente del Comité sobre Ciencia de la Cámara de Representantes, Lamar Smith, niega el cambio climático y recibe la mayor parte de sus fondos de las empresas de combustibles fósiles. Invitó a tres contrarios y a un científico de la corriente principal. Que era yo. Siendo que, de hecho, si uno considera la literatura científica, si considera a los científicos publicados, 97 por ciento o más de los científicos en esta esfera están de acuerdo con el consenso que describí en esa audiencia, y una pequeñísima minoría tienen opiniones como las presentadas por los tres testigos contrarios. Por lo que, en realidad son el 97 por ciento, y en esa audiencia de la Cámara de Representantes, el consenso abrumador de los científicos del mundo tuvo una representación del 25 por ciento de los testigos. Esto es el tipo de distorsión que va con la intención de engañar al público y a los que deciden la política para que crean que hay un debate sobre la ciencia del cambio climático, cuando no lo hay en el discurso científico legítimo.

Dicho eso, yo tenía un arma muy poderosa, ¡la verdad! Y al parecer, les fue muy mal a la mayoría republicano y sus testigos porque no tenían la verdad a su lado. No estaban preparados, no hicieron argumentos convincentes porque no existen argumentos convincentes contra la realidad del cambio climático causado por los humanos. Pues, al final, creo que la verdad y los hechos prevalecieron a pesar del hecho de que el verdadero propósito de la audiencia fue propagar dudas sobre la ciencia, básicamente para justificar un programa de inacción por los congresistas republicanos y nuestro presidente republicano.

Michael Slate: Me hizo recordar algo que usted escribió hace tiempo que se llamaba “La Estrategia Serengueti”, y me gustaría que usted hablara sobre eso, porque parecía muy evidente en lo que estaban tratando de promover ahí.

Michael Mann: Claro. En mi libro, The Hockey Stick and the Climate Wars (El palo de hockey y las guerras sobre el clima), cuento de una experiencia desde hace dos décadas cuando asistí a una conferencia científica en Kenia y Tanzania. Tuve la oportunidad de ver el Serengueti y los animales asombrosos que deambulan por ahí, y en una de las escenas impactantes que vi, las cebras se paraban a espaldas unas a otras para formar un muro de rayas. Así se confunden con el trasfondo y evitan que los divise un predador, como los leones. Y si una de ellas queda aislada, ya se vuelve vulnerable.

Bueno, yo usé esa analogía para describir la manera en que intentan aislar, por parte de los que niegan el cambio climático, los congresistas que niegan el cambio climático y montan farsas de juicio para atacar a científicos climatólogos como yo, o las páginas de opinión en periódicos conservadores que se mofan de científicos climatólogos individuales como yo y nos denuncian. Saben que tienen en su contra un muro de datos, un muro de consenso, así que lo único que les queda es poner en la mira a una de esas cebras y usarla de ejemplo, ¿verdad? Atacar a un científico y tratar de mandar un mensaje a todos los demás científicos de que si se expresan sobre la realidad y el peligro del cambio climático, los vamos a atacar también. Creo que es muy claro que ese es el mensaje que tratan de mandar a la comunidad científica. Por mi parte, yo no aceptaré nada de eso, por lo que estuve presente para defender la corriente principal de la ciencia sobre el cambio climático y para asegurar que no prevalecieran la información errónea y la desinformación.

Michael Slate: Y lo hizo muy bien. Uno de los argumentos críticos es su insistencia y la insistencia de otros científicos en examinar tanto las causas naturales como las causas humanas, y al parecer eso los saca de quicio. Tratan de presentar todo como, “Todo surge de las causas naturales, y hay altibajos”. Pero usted argumentó que hay causas naturales y humanas, y de hecho las causas humanas juegan un papel enorme en lo que está pasando en el mundo hoy día.

Michael Mann: Así es. Es un tipo de dicotomía falsa, ese cuadro que pintan de todo o nada. O todo se debe a la variabilidad natural o nada se debe a la variabilidad natural. O más preciso, que todo se debe a la variabilidad natural y muy poco al impacto humano, lo que es, por supuesto, el contrario de lo que indican los hechos.

Así que, hay un intento de magnificar, de exagerar, el papel de la variabilidad natural — de insinuar que, “Pues hay una variabilidad natural. No hay modo de saber si de verdad estamos cambiando el planeta. El cambio climático es natural de todos modos. Así que, ¿por qué nos preocupamos por ello?”.

Es tan erróneo. Erra sobre los hechos, y de todos modos es un argumento extremadamente engañoso. En primer lugar, el calentamiento que hemos experimentado, sabemos que lo causan la quema de combustibles fósiles y el aumento del carbón en nuestra atmósfera. Nuestro mejor esfuerzo de calcular el impacto de factores naturales —volcanes, cambios pequeños pero mensurables en el brillo del sol— de hecho esos factores naturales han tenido un poco de impacto de enfriar levemente el clima durante el último medio siglo. El calentamiento de invernadero causado por los humanos ha abrumado completamente esa leve tendencia natural hacia el enfriamiento, y de hecho nos ha dado una tendencia muy contundente de calentamiento.

Por lo que lo más probable es que estamos responsables de causar más del 100 por ciento del calentamiento que hemos experimentado, porque en realidad hemos superado una leve tendencia natural en la dirección opuesta. Es una tendencia temporaria, y hubiera anivelado al final. Pero durante el último medio siglo, la tendencia iba en la dirección opuesta, y a pesar de eso hemos experimentado este nivel de calentamiento.

Por tanto, las causas naturales no pueden explicar el calentamiento. De hecho, corren en sentido contrario. Y cuando uno señala la incertidumbre —porque ese es el otro tema que quieren introducir en la discusión, quieren recalcar la existencia de la incertidumbre— pues, la incertidumbre corre en doble sentido, a pesar de lo que Lamar Smith y sus testigos trataron de decir a observadores. La incertidumbre es en realidad una razón por la que se debe tomar acción aún mayor, precisamente porque corre en doble sentido, y en muchos respectos, a medida que hemos empezado a resolver algo de la incertidumbre, nos hemos dado cuenta que en realidad las cosas están peores de lo que nos imaginábamos. Estamos perdiendo el hielo en la Antártida a un ritmo más veloz de lo que habíamos pensado — estamos viendo cómo se deshielan la Capa de Hielo de Groenlandia y la Capa de Hielo Occidental de Antártida. El deshielo de estas dos importantes capas de hielo se da a un ritmo más veloz de lo que los modelos pronosticaron. Así que contribuyen al ascenso de los niveles del mar, antes de lo previsto.

Así que la incertidumbre en realidad nos está perjudicando. En muchos respectos, la incertidumbre, a medida que la vayamos resolviendo, aprendemos de nuevo que las cosas se están dando a un ritmo más veloz de nuestras predicciones originales. Así que esa es una razón para movilizarnos aún más rápido. Es una razón por la acción aún más concertada, precisamente el contrario de lo que los críticos quisieran que uno entendiera por incertidumbre.

Michael Slate: Mientras hablaba de eso, yo estaba pensando en lo que dijo hace un rato con el gráfico de un “palo de hockey”. Porque si lo vemos ahora, probablemente es más grande que esa vieja foto que tiene en su libro.

Michael Mann: [Se ríe] Correcto, así es. Lo que llamó el filo del palo de hockey, que es el calentamiento moderno, con cada año ese filo se alarga y entramos en territorio aún más incierto. Acaba de pasar el tercer año consecutivo del año más caluroso registrado. Por tanto, cuando unos dicen que el calentamiento planetario ha disminuido o ha parado, desde luego son tonterías. Hemos visto tres años consecutivos de mayor calentamiento registrado por primera vez desde que empezamos a documentar las temperaturas, y junto con eso, la racha sin precedentes de eventos climáticos extremos — inundaciones, sequías, oleadas de calor. Estamos viendo el impacto de ese calentamiento y los extremos del ambiente que vemos en Estados Unidos y por todo el mundo, y eso causa toda clase de problemas, siendo el conflicto uno de los más graves, y son conflictos que causan inestabilidad en la sociedad, como el levantamiento en Siria, que finalmente precipitó a grupos terroristas como el Estado Islámico. La raíz de eso fue la sequía sin precedentes en Siria que llevó a muchos granjeros a ir a las ciudades donde hay mayor competencia por los recursos. Eso llevó al conflicto — una inestabilidad que ahora enfrentamos en la forma del terrorismo internacional.

El deshielo del hielo ártico — motivo de gran preocupación

Michael Slate: Hablemos del deshielo. Hace poco estuvo en este show Josh Willis…

Michael Mann: Ajá, un gran científico.

Michael Slate: Así es. Ha estado haciendo mucho trabajo estudiando el deshielo en Groenlandia y ha estado recalcando el derretimiento del hielo ártico, y aún más el de las enormes capas de hielo. Hablemos un poco más sobre eso porque usted también ha abordado ese tema.

Michael Mann: Claro. El derretimiento del hielo del mar es una cosa, porque el hielo del mar es algo que va y viene. Tiende a formarse en el invierno y se derrite en el verano. Y, en el pasado por lo menos, parte del hielo persistía durante el verano, y eso es crucial, porque especies singulares como el oso polar dependen de ese ambiente. Y ahora vemos que ese ambiente se está desapareciendo. Pero, hay buenas noticias. Si bajamos el termostato, el hielo del Ártico vuelve. Eso no es lo que llamamos un punto de no retorno. Pensamos que podemos evitar llegar al punto de no retorno si logramos controlar la emisión de carbón y así enfriarle al planeta, y conseguir que regrese el hielo del mar Ártico.

Aquí viene el quid. Para empezar, el hielo del mar Ártico es hielo que flota sobre el océano, por tanto, cuando se derrite no alza el nivel mundial del mar. Pero cuando se deshielan las capas de hielo continentales, ese es hielo que está sobre la tierra y cuando se derrite sí aumenta el nivel mundial del mar. Y aquí viene otro problema. Cuando se empiezan a derretir las grandes capas de hielo —como la de Groenlandia, la del Antártico Occidental, el enorme trozo de la Capa de Hielo Antártida que está más susceptible al deshielo— una vez que se ha puesto eso en movimiento, es muy difícil contenerlo. Hay un momento crítico, y es posible que hemos pasado ese momento, o sea que hemos calentado el ambiente a tal punto que hemos puesto en marcha la desestabilización de una buena parte si no toda la Capa de Heilo de Antártida Occidental —suficiente hielo como para elevar el nivel del mar de entre 10 a 14 pies [3 a 4,2 metros].

Ese podría ser un trato hecho. No sabemos en cuánto tiempo vamos a ver el resultado. Pero es posible que hayamos asegurado que eso suceda pase lo que pase. Aunque tratemos de bajar el termostato, esos procesos adquieren su propia vida. Y cuando empiezan, es casi imposible dar marcha atrás.

Así que la verdadera preocupación es el hecho de que hemos visto la pérdida de hielo en importantes capas de hielo décadas antes de lo previsto, antes que los modelos climáticos suponían que debería darse. Esa es motivo de gran preocupación.

“Literalmente, Trump le ha dado la espalda a la ciencia”

Michael Slate: Ahora, en medio de todo esto viene Trump. El plan de Trump, y usted lo ha llamado mostrarle a la ciencia el dedo medio. Hablemos de eso.

Michael Mann: No recuerdo haber dicho eso, pero estoy de acuerdo. Si lo dije, lo defiendo. Claro. Trump le ha dado la espalda a la ciencia en este país. Ha recortado el financiamiento de la ciencia en general, pero especialmente la que no le conviene a sus patrocinadores e intereses especiales que mandan en su campaña. La mayoría de su gabinete, las personas que ha designado para posiciones claves, están ligadas a la industria de combustible de fósiles, o a los hermanos Koch, el mayor interés en combustible de fósiles en manos privadas. Así que el zorro no solo está guardando la pollera, sino que la está manejando cuando se trata de asuntos como el calentamiento planetario.

Desde el punto de vista de la política interna tener un presidente tan opuesto a la ciencia es el peor de los casos. Donald Trump quiere deshacer todo lo que se logró en la anterior administración con respecto al clima y la investigación del cambio climático, colabora con congresistas republicanos que tienen la misma agenda, la agenda impulsada por los hermanos Koch, la de minar las protecciones al ambiente y, en efecto, desincentivar las medidas hacia la energía renovable e insistir en subsidios para continuar la producción de combustible de fósiles, y continuar destruyendo nuestro ambiente. Se podría decir que es el peor de los casos.

Afortunadamente, solo somos un país. El resto del mundo sigue adelante, alejándose de los combustibles fósiles y favoreciendo la energía renovable. Está claro que el mundo está avanzando en esa dirección, y por ahora, es solo cuestión de si los acompañamos o nos vamos quedando atrás.

Michael Slate: Quiero usted comente algo.

Michael Mann: Muy bien.

Michael Slate: Es de un libro de la científica Ardea Skybreak, es de un libro de una entrevista a ella, La ciencia de la evolución y el mito del creacionismo — Saber qué es real y por qué importa. Esto me conmovió mucho y quería saber qué piensa usted: “Cuando a los individuos los privan de un enfoque científico de la realidad, los privan de una apreciación completa de la belleza y riqueza del mundo natural, así como de los medios para entender la dinámica del cambio de la naturaleza y de la sociedad humana”.

Michael Mann: Amén. Pienso que es una magnifica declaración, y pienso que subraya algo: que la ciencia no tiene que ver con solucionar problemas específicos, resolver soluciones matemáticas o mezclar substancias en tubos de laboratorio. En verdad tiene que ver con cómo uno ve al mundo. Se trata de adoptar un enfoque basado en los hechos a cómo uno ve al mundo. Por tanto, si bien es obvio que tiene consecuencias acerca de cómo hacemos la ciencia, tiene consecuencias acerca de cómo vemos nuestra posición en este planeta y en este universo. Creo que esa es una de las razones por las que ahora vemos a los científicos meterse en la política, porque entienden que esa posición está bajo amenaza ahora.

 

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