El futuro de la humanidad y del planeta pende de un hilo

26 de abril de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Aun antes de que el régimen de Trump y Pence entrara en funciones, el medio ambiente de nuestro planeta se abalanzaba hacia una catástrofe. El deshielo polar ha llegado al extremo de afectar los patrones del clima. Los arrecifes de coral, la fuente de una buena parte de la vida en los mares, padecen enormes daños. Año tras año la temperatura rompe el récord… sube el nivel del mar… sequías devastadoras… tormentas mortíferas… azotan fortísimamente, especialmente a quienes viven en las zonas más pobres del mundo.

La evidencia científica ha convencido a casi todos los científicos del mundo de que si el cambio climático sigue su curso, causará una catástrofe para la sociedad humana y el mundo natural en general.

Bajo Obama, Estados Unidos decía que el calentamiento global era una realidad, y tomó ciertas medidas para limitar los gases del efecto invernadero y firmó un tratado internacional sobre el clima. Pero nada de eso siquiera se aproximaba a lo que de veras se necesita ante la crisis climática sin precedentes.

Ahora, unos vampiros fascistas lunáticos están en el poder en Washington, los que niegan de plano la realidad del cambio climático, de la mano con su ataque total contra la idea misma de que la verdad corresponde a la realidad. Cometen un ultraje tras otro contra el medio ambiente, sin importarles las consecuencias para los ecosistemas y la vida humana. Hay una caza de brujas contra los científicos que llevan décadas estudiando el cambio climático. Le han mandado un gran “al carajo” al tratado internacional sobre el clima. Y han recortado en un 30% el presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental.

El capitalismo-imperialismo no tiene ninguna solución concreta para el problema de la destrucción ambiental global y demás horrores que la gente enfrenta, a la vez que hay fuertes divergencias en la clase dominante sobre lo que serviría a los intereses de su sistema. Trump y Pence representan a aquellos de entre los gobernantes cuya “respuesta” es lo siguiente: adelante a toda velocidad con la dictadura sin tapujos, la explotación chupa-vida de la gente y el saqueo irrestricto del medio ambiente.

Ya es muy tarde para la Tierra y quienes viven ahí. Un científico ambiental líder ha advertido que “una presidencia de Donald Trump podría ser el “fin del partido” para clima. Según los intereses de toda la humanidad, esto recalca qué tan importante lo es expulsar al régimen de Trump y Pence — lo más pronto posible.

La orientación de los comunistas revolucionarios al oponerse al régimen de Trump y Pence no es la de volver al funcionamiento “normal” del sistema, lo que implicaría horrores indecibles para la gente del mundo y el saqueo del medio ambiente. Lo que se necesita es avanzar hacia el reemplazo del presente sistema por medio de una revolución concreta y hacer nacer una sociedad radicalmente diferente y mucho mejor.

Existe una visión viable y un plan concreto para esto: una sociedad socialista con el objetivo de un mundo comunista, en que los seres humanos serían libres de todas las relaciones de explotación y opresión y conflictos antagónicos, y podrían ser los dignos guardianes de la Tierra. Una sociedad que apoye a la revolución en todo el mundo y que desarrolle una economía con el objetivo de satisfacer las necesidades de la gente y sanar y proteger al medio ambiente. Una sociedad que movilice los conocimientos y la creatividad de la gente para hacerle frente a la crisis ambiental mundial de modo que corresponda a los intereses de toda la humanidad.

 


El arrecife de coral en Samoa Estadounidense: Sano, dic. 2014 – Moribundo, feb. 2015 – Muerto, ago. 2015

En todo el mundo, el coral ha resultado fuertemente perjudicado y grandes porciones han muerto debido a repetidos eventos tipo “El Niño” y el cambio climático causado por los seres humanos. Arriba, una imagen compuesta de antes, durante y después del blanqueamiento del coral del arrecife Airport, Tutuila, Samoa Estadounidense (Imagen: Cortesía de R. Vevers, XL Catlin Seaview Survey).

 

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