¡NO! Detengan los ataques del régimen de Trump y Pence a la gente LGBTQ

3 de junio de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El régimen de Trump y Pence ascendió al poder con los “valores tradicionales” de los fascistas cristianos en su meollo. Esos valores les niegan a las personas LGBTQ (Lesbianas-Gay-Bisexuales-Transgéneros-Queer) sus derechos, y su humanidad. Durante los primeros 100 días del régimen se han visto medidas muy peligrosas para imponer una agenda de la edad del oscurantismo.

Las medidas peligrosas en los primeros 100 días

En 2006, Mike Pence dijo ante el Congreso que el matrimonio gay es una indicación del “colapso de la sociedad”. El procurador general de Trump, Jeff Sessions, entabló una enmienda constitucional para prohibir el matrimonio gay. Durante la campaña electoral, Trump le dijo a Noticias Fox que “consideraría seriamente” designar jueces a la Corte Suprema dispuestos a revocar la decisión de la Corte Suprema de 2015 que legalizó el matrimonio gay a nivel nacional. Cristianos fundamentalistas teócratas locos por prohibir los matrimonios gay aprobaron y promovieron a Neil Gorsuch, nominado por Trump y ratificado para ser juez de la Corte Suprema. Y Gorsuch tiene antecedentes de defender el “derecho” de no solo los individuos sino las corporaciones a invocar sus creencias religiosas para practicar la discriminación.

Además del propio Pence, el régimen de Trump y Pence ha installado en posiciones importantes del poder a varios fascistas cristianos que se oponen con rabia a los gays: Ben Carson, Roger Severino, Rick Perry y Tom Price. Mark Green, quien Trump nominó para ser secretario del ejército, ha dicho que las personas transgénero son gente “mala”.

Y el régimen está implementando sigilosamente toda una gama de ataques a la igualdad de las personas LGBTQ, como la revocación de mecanismos existentes para documentar la discriminación en su contra en el trabajo. Ver Michelangelo Signorile, director de “Queer Voices” de HuffPost sobre el despido de Comey: “Debemos dejar de ser corteses y empiecen de inmediato a armar un gran escándalo” (lea el artículo completo en inglés en Huffington Post, “Why Donald Trump’s Second 100 Days Will Be Even Worse For LGBTQ Equality” [Por qué el segundo período de 100 días de Trump será aún peor para la igualdad LGBTQ] de Michelangelo Signorile, Huffington Post, 1 de mayo, 2017.)

Trump defiende la llamada Acta para la Defensa de la Primera Enmienda que protege el “derecho” de discriminar contra gente LGBTQ, con tal que sea por razones de religión. (Cuando era gobernador de Indiana, Mike Pence logró que se promulgara una ley similar, La Ley para la Restauración de la Libertad de Religión). Hoy eso quiere decir que los dueños de propiedades pueden legalmente negarse a alquilar a gays, los patrones podrían despedirlos, etc., diciendo que la homosexualidad va en contra de sus creencias religiosas.

La satanización estilo nazi de las personas LGBTQ

El régimen de Trump y Pence respaldó las leyes de Carolina del Norte (la “SB-2” y otra con el mismo contenido básico) que les obligan a las muchachas transgéneras en las escuelas a usar los baños de los varones, y viceversa. Este ataque vino envuelto en mentiras alegando que eliminar la discriminación contra los jóvenes transgéneros en las escuelas daría rienda suelta a los hombres rapaces para atacar a las muchachas en los baños escolares — mentiras que evocan la satanización nazi de los judios.

Según un estudio, el 30% de los estudiantes transgéneros han intentado suicidarse por lo menos una vez. Los ataques desalmados como la SB-2 solo pueden empeorar esa situación. Además, los ataques a los jóvenes transgéneros son una punta de lanza para mayores ataques — un toque de rebato de los fascistas que creen que concederles los derechos básicos a las personas LGBTQ constituye “imponer la agenda gay sobre toda la sociedad”.

Es important notar que los portavoces de Trump insisten en que su apoyo a la SB-2 es “asunto de los derechos de los estados”. En la historia de Estados Unidos, invocar los “derechos de los estados” ha sido una forma de movilizar a los sectores más retrógrados, ignorantes e racistas de la sociedad para atacar la lucha por la igualdad del pueblo negro. Y para justificar la opresión del pueblo negro. Los paralelos son inconfundibles.

Preparando el terreno para algo mucho peor

Para los sectores de la clase dominante que el régimen de Trump y Pence representa, obligar a las personas LGBTQ a volver al closet, o algo peor, es parte de hacer “que Estados Unidos vuelva a tener grandeza”. Han desenterrado y movilizado a las criaturas más repugnantes y oscuras de la sociedad para imponer brutalmente los “valores tradicionales”.

Hay que responder a todos los ataques contra las personas LGBTQ no solo con indignación, sino con desafío. Al mismo tiempo, hay que reconocer la realidad de que la dirección e impulso de este régimen se dirigen a imponer por la violencia una sociedad represiva en la que, entre otros horrores, se arrollen los derechos de las personas LGBTQ bajo el buldózer de “hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza”. El régimen de Trump y Pence se esforzará para hacer eso… siempre y cuando siga en el poder.

Cada junio, en ciudades grandes y pequeñas por todo Estados Unidos y alrededor del mundo, se celebran eventos de Orgullo Gay que festejan el orgullo y el desafío. Este año, en los tiempos de Trump y Pence, estas celebraciones adquieren mayor importancia y significado. Muchas fuerzas, desde perspectivas diferentes, han convocado la protesta y resistencia. Y en algunas ciudades, Rechazar el Fascismo ha convocado contingentes para difundir el mensaje: ¡En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista! ¡Expulsar al régimen de Trump y Pence!

Comuníquese con los contingentes en: refusefascism.org.

 

 

       

 

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