Trump a los Boy Scouts (niños exploradores): ¡Sean jóvenes hitlerianos… o bien, jóvenes trumpistas!

31 de julio de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El lunes por la noche, Donald Trump pronunció un discurso ante unos 40.000 asistentes al Jamboree [gran reunión anual en el campo] Nacional de 2017 de los Boy Scouts de Estados Unidos en Glen Jean en el estado de Virginia Occidental. Trump no se molestó en seguir la tradición de un discurso apartidista sobre los “valores de ser un Boy Scout”, el trabajo duro, el servicio a la comunidad y cosas así. No, hizo una llamada fuerte y sonora de reclutamiento para que la multitud de jóvenes de 12 a 18 años se convirtiera en jóvenes hitlerianos… o bien, jóvenes trumpistas.

¿A quién propuso Trump como modelo para estos jóvenes impresionables? ¡El descarado segregacionista William Levitt! En una larga oda, Trump le llamó “un éxito increíble”, una persona que ganó “una tremenda cantidad de dinero” y vivió una “vida muy interesante”. Levitt es tristemente célebre por construir Levittown en 1947, una urbanización en Long Island, Nueva York que sirvió de modelo para la extensión por todo Estados Unidos de los suburbios y la propiedad de casas después de la Segunda Guerra Mundial — ¡para la gente blanca! Las casas que construyó Levitt no podían ser “utilizadas o ocupadas por ninguna persona que no fuera miembro de la raza caucásica”, según los contratos de Levitt. Incluso después de que las cortes rechazaron este racismo desnudo, y el movimiento de derechos civiles emergió, Levitt continuó luchando por la segregación. ¡En 1990, Levittown todavía estaba más de 97 por ciento blanco!

Trump usó el juramento de los scouts de “hacer todo lo posible y cumplir con su deber para con Dios y con su país”, como lo expresó Trump, como un llamado a derribar la separación de la Iglesia y el Estado e imponer el fundamentalismo teocrático cristiano en toda la sociedad: “bajo la administración de Trump, ustedes volverán a decir ‘Feliz Navidad’ cuando vayan de compras, créanme”, repitiendo la propaganda fascista cristiana de que los cristianos son suprimidos: “Se ha menospreciado esa pequeña frase hermosa... Pero las palabras ‘deber’, ‘país’ y ‘Dios’ son bellas palabras... uno se compromete a ser un gran patriota estadounidense”.

Trump atacó repetidamente a los medios de comunicación burgueses: “Los falsos medios dirán: ‘El presidente Trump habló’, ya sabes, ‘el presidente Trump habló ante una pequeña multitud de Boy Scouts hoy’. Esa es, esa es una multitud de verdad. Medios falsos. Noticias falsas”. Estaba entrenando a los scouts para no creer y para rechazar toda fuente que contradiga su adoctrinamiento ideológico, y para confiar en él y solamente en él, como la única voz de la verdad.

Trump llamó a los Boy Scouts “personas muy especiales. Ustedes son especiales en las vidas de Estados Unidos. Son especiales para mí”. Los alabó como “personas de carácter” que “defienden los valores sagrados de nuestra nación” y ponen “Estados Unidos primero”. La invocación de Trump de los scouts como especiales —los “verdaderos estadounidenses”— conllevó el mensaje de que los demás, los que no caben en este círculo especial, no merecen ningún respeto por sus intereses y su humanidad.

En cuanto a los enemigos, Trump despotricó contra sus oponentes en el establecimiento, y llamó a los scouts a acudir en auxilio a él. Washington no era sólo un pantano, sino una “cloaca” o “alcantarillado”. Prosiguió: “La ley de los scouts dice que un scout es digno de confianza, leal. Nos hace falta más lealtad. Les diré eso”. ¡Este fue un llamamiento de reclutamiento para las tropas de asalto juveniles fascistas!

Esto no solo se remontó a los días de Hitler, fue un paralelo concreto con la manera en que se organizó la Juventud Hitleriana. Este brazo paramilitar del Partido Nazi se convirtió en la única organización oficial para los jóvenes de 14 a 18 años de edad. La membresía, que llegó a ocho millones en 1940, era obligatoria para los jóvenes “arios” (con una organización separada de mujeres jóvenes, la “Liga de muchachas alemanas”). Movilizaron a la Juventud Hitleriana para aplastar violentamente el disentimiento y la oposición a los nazis, en las calles y en las escuelas. Golpearon a opositores políticos, judíos, no conformistas y otros; los miembros espiaban en las aulas de la escuela y la iglesia; y se fomentaba una atmósfera social de conformidad, intimidación y terror. La Juventud Hitleriana enfatizó la aptitud física y el entrenamiento militar — preparando a los jóvenes alemanes para la guerra.

El discurso de Trump generó mucha protesta dentro de la comunidad de los Boy Scouts (ver la barra lateral). Uno de los padres escribió: “Me enfadó que este presidente lo tomara como una oportunidad para criticar a otros, degradar a otros y no tratar las preocupaciones de los muchachos de 12 a 17 años que buscan dirección en la vida”.

Trump dijo que la experiencia de participar en los scouts es una experiencia que cambia y moldea la vida, y que él pretende dar a estos y a millones de otros jóvenes una “dirección en la vida” — una dirección fascista, alistándolos para cometer horribles crímenes de lesa humanidad. ¡Hay que detener esto antes de que se haga realidad!

 

 

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