“¿Qué es lo que el mundo necesita ahora más que nunca? ¡COMUNISTAS! ¡Auténticos comunistas seguidores de Bob Avakian!”

8 de agosto de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Al leer el pasaje, me hizo recordar una conversación con unos camaradas, unos miembros del Club Revolución. Conversábamos sobre lo grande que es el mundo y que las perspectivas de la gente les hacían sentir como si lo único que importa fuera lo que está justo enfrente de ellos. Una persona del Club Revolución se refirió al video Ese pequeño punto azul pálido de Carl Sagan. Ella sacó su celular y nos mostró el video. ¡CARAMBA, ME MARAVILLÓ!

El video señala que una sola persona es muy pequeña en comparación con el mundo, y es aún más así con el universo. Cuando yo era más joven temía pensar en que el planeta fuera tan grande, y me negaba a pensar en el universo, porque era tan grande y aterrador. De joven, para mí, la definición de lo que estaba más allá del cielo eran dios y el paraíso. Pero ahora en realidad es muy liberador pensar en todo esto, y volviendo a pensar en el video, pinta una imagen y señala que la gente tiende a ver los problemas que están justo enfrente de sus narices y tiende a tener un pensar muy limitado. Eso es exactamente la manera en que yo solía pensar. Era difícil siquiera imaginar nada que estuviera más allá de mi vecindario, nada que no estuviera justo enfrente de mí. Mi familia es muy pequeña, así que sólo pensé en ellos y en mis amigos más cercanos. Cuando veía las noticias, recuerdo sentirme impotente, al ver todas estas horribles cosas que sucedían en mi propio vecindario, sin poder hacer nada al respecto. Sí me importaba, pero siempre actuaba como si no me importara.

Pienso en esos años de mi vida y no puedo dejar de pensar en los millones de personas a los cuales les dicen que ¡no pueden hacer nada! Los que se sienten impotentes exactamente como yo cuando veía a los cerdos policías parando a la gente en el vecindario. ¡Cuando me enterraba de las mujeres víctimas del abuso y golpes de sus parejas! ¡Me sentía indignado e impotente! ¡ODIO SENTIRME ASÍ! Hasta la fecha aún odio sentirme así. En cierto modo fue muy liberador saber que ¡SÍ HAY ALGO QUE PODEMOS Y DEBEMOS HACER! Pero el sentimiento por sí solo ¡es inútil! Lo que quiero decir con eso es que el sentimiento en sí no va a resolver nada, me obligó a aplicar la ciencia para conocer el mundo y cómo trabajar para cambiarlo y poner manos a eso. ¡Nunca quiero volver a sentir esa impotencia! No es que quiera sentirme “salvado” o como un “salvador”, pero sí existe una maldita respuesta a estas porquerías: ¡conocer de dónde vienen y cómo pararlas! ¡Conocer y entender que sí existe una manera totalmente diferente que el mundo puede ser! ¡Ver el potencial de los demás, de la misma manera que los revolucionarios vieron el potencial en mí y lucharon para que me dedicara a esto! No para darme vergüenza, sino para realmente ayudarme a torear el proceso de entender algunas cosas muy difíciles.

Abandoné la escuela secundaria antes de graduarme. Cuando me conecté por primera vez con los revolucionarios, no entendí la mitad de lo que decían. Siempre pensaba: “Voy a tomar parte en el trabajo en la calle y las protestas y dejar que otra gente me diga qué hacer”. Se libró mucha lucha sobre eso, lo que ahora veo muy claramente. Yo pensaba: “Solo déjelo así y déjeme seguir ayudando al margen”. Cuando entrábamos en la teoría, me frustraba. Llegué al extremo de llamarme estúpido y en realidad pensaba que era incapaz de aprender este trabajo muy complejo. Hoy, ¡sé que eso es un montón de tonterías! ¡Me daba por vencido sin esforzarme lo más duramente posible, porque toda la vida me decían que era estúpido y no iba a lograr nada! Y lo creí tanto que terminé diciéndome a mí lo mismo.

Una vez que comprendí por qué importaba entrarle a la ciencia, lo hice. Dejé a un lado todas las tonterías e hice todas las preguntas que se me ocurrían y me puse a estudiar las obras de Bob Avakian, y no lo hice a una manera de “responsabilidad personal” sino que contemplé en serio la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que el mundo necesita ahora más que nunca? ¡COMUNISTAS! ¡Auténticos comunistas seguidores de Bob Avakian! Porque yo sabía que importaba, que no necesitamos más trabajadores sociales diciéndonos que todo va a estar bien y nos ayudarán. Lo que se necesita son personas que estén haciendo suya esta Nueva Síntesis del Comunismo, que apliquen el método, que vayan conociendo el mundo y que estén dirigiendo a la gente a que por su cuenta, rompa con estas jodidas maneras en que el sistema nos ha metido, y que se transformen en comunistas. ¿Cómo vamos a hacer una revolución si solamente unas pocas personas hicieran el trabajo en el ámbito de la teoría, mientras que otros les siguieran a ciegas? Porque eso es lo que hubiera resultado. Y objetivamente, ¿cómo vamos a lidiar con las contradicciones que enfrentemos al hacer la revolución, si sólo somos unas pocas personas las que lidiamos con ellas? ¡Imposible! ¡Nunca vamos a hacer una revolución de esa manera, ni manejar de esa manera una sociedad diferente!

Siempre reflexiono sobre el siguiente punto: ¿Qué se va a requerir para que la gente realmente aprecie y “forme un muro” alrededor de BA, un muro realmente capaz de proteger y defender su capacidad de seguir liderando frente a la represión y los ataques? Se va a requerir que la gente explore y forcejee con la Nueva Síntesis del Comunismo. Lo que digo es que no queremos seguidores ciegos, queremos y necesitamos emancipadores conscientes de la humanidad. Y eso es lo que soy y a lo que he dedicado mi vida.

 

 

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