Dick Gregory: Comediante abre-brechas, valiente activista y objeto de una conjuración de asesinarlo por el FBI

3 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Dick Gregory, comediante abre-brechas, intelectual público y valiente activista, murió el 19 de agosto de 2017 a la edad de 84 años, después de toda una vida de lucha contra la injusticia.

Cuando un periodista le preguntó a Dick Gregory, no hace muchos años, por qué todavía sentía la necesidad de hacer sus números, hablar con los medios de comunicación y protestar, Gregory dijo: “Siempre me preguntan por qué viajo tanto y les digo, la lucha por la libertad está allá afuera en la sociedad, no está en mi casa”.

En la década de 1960, Dick Gregory abrió nuevas brechas en la comedia. Trataba cosas que eran reales y muy polémicas sobre la situación de los negros. Sacaba el humor de lo que los negros han vivido, y lo combinaba con denuncias contundentes. En muchas ocasiones, iba más allá de lo que pensaba su público, o más allá de lo que estaba listo a hacer, pero los públicos, blancos y negros, seguían con él. Se volvió muy influyente.

El autor Mel Watkins escribió: “Dick Gregory surgió en un momento no sólo cuando se borraba la distancia entre los comediantes y los públicos, sino también cuando desafiaban las barreras públicas establecidas entre los blancos y los negros en las loncherías y los viajes por la libertad integrados se burlaban de esas barreras... La farsa había terminado, tanto en las calles como en el escenario. Y Gregory, un satírico más bien sincero que un tipo gracioso y divertido, apareció exactamente a la hora de la lucha” (On the Real Side [En el lado real]).

A principios de los años 1960, Gregory se hizo amigo de Martin Luther King Jr. y Malcolm X. El líder de derechos civiles Medgar Evers lo invitó a hablar en un mitin de empadronamiento de votantes en Jackson, Misisipí, en un momento en que mataban a la gente por luchar por el derecho a votar. Dick Gregory marchó en Selma y luchó contra el Jim Crow, enfrentándose a perros policiales, macanas, mangueras de incendios y cárcel. Fue balaceado durante la Rebelión de Watts de 1965 y ese mismo año, habló en uno de los primeros grandes talleres de discusión sobre la guerra de Vietnam en la Universidad de California-Berkeley.

Dick Gregory estaba en la mira del FBI y de la vigilancia policial. En 1968, se postuló como candidato presidencial; decía que si ganara, lo primero que haría iba a ser pintar la Casa Blanca de negro y luego traer a todos los soldados de regreso de Vietnam. El director del FBI, J. Edgar Hoover, consideró que Gregory era una amenaza tan grande que escribió un memo a la oficina del FBI de Chicago diciendo que “deberían desarrollarse métodos sofisticados sin ninguna posibilidad de rastreo para neutralizar a Gregory”, inclusive con ayuda de la Mafia.

Dick Gregory hizo muchas huelgas de hambre por la justicia, en solidaridad con los pueblos indígenas, contra la segregación en las escuelas, contra la guerra de Vietnam, por nombrar sólo algunas luchas. Y vio su lucha por la libertad a una escala mundial: fue a Teherán durante la crisis de los rehenes en Irán, a Irlanda del Norte en apoyo de los huelguistas de hambre del Ejército Republicano Irlandés y a Etiopía en muchas ocasiones para alzar la voz en contra del hambre.

Gregory estuvo especialmente presente en la lucha contra el asesinato y brutalidad policial. En 2014, fue a Ferguson para unirse a los manifestantes contra el balaceo policial a Michael Brown. Ahí, le dijo a Revolución: “Esto recorrió todo el mundo... y por eso el presidente tuvo que enviar a alguna gente, pues se ha quedado en la vergüenza en todo el mundo. Y eso es lo que hicieron los jóvenes blancos en los años 1960 en la Convención Nacional Demócrata: ‘Todo el mundo está mirando, todo el mundo está mirando’. Y lo que ves aquí es alegría”.

Dick Gregory tenía un amplio conjunto de intereses, observaciones y opiniones, algunos de los cuales daban en el blanco, y otros no, y promovió algunos puntos de vista que alejaban a la gente de las verdaderas fuentes de la opresión. Pero nunca hizo las paces con el sistema y luchó toda su vida por la justicia y la libertad para el pueblo.

 

 

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