Bajo presión del régimen de Trump y Pence, Harvard le cancela profesorado visitante a Chelsea Manning

11 de octubre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

En septiembre, la Universidad de California en Berkeley, una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, ofreció un foro a prominentes facilitadores de nazis y partidarios de Trump, supremacistas blancos, misóginos y xenófobos rabiosos, y otros portavoces del odio. Entre ellos: Milo Yiannopoulos, Ann Coulter, Steve Bannon. La universidad lo defiende pervirtiendo la bandera de “la libertad de expresión”.

Al mismo tiempo, capitulando ante la presión de los funcionarios del régimen de Trump y Pence y otras figuras de la clase gobernante, la Facultad de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard canceló vergonzosamente una invitación al valiente filtradora Chelsea Manning para que fuera una profesora visitante.

El New York Times describe la Facultad Kennedy como un lugar “donde convergen actores poderosos de la cúpula del estado, del sector sin fines de lucro, de los militares y de los medios de comunicación”. Su invitación, informa el Times, “invitaba a personas de todas las ideologías, inclusive algunos considerados odiosos por el lado opuesto... para provocar la discusión que cruce la política partidaria en el ambiente de una universidad en un intento de evitar el hiperpartidismo”.

Chelsea Manning, de hecho, tiene muchísimo que ofrecer a los estudiantes de Harvard y muchos otros. En 2010, como soldado raso del ejército, ella filtró valientemente documentos del Pentágono y del Departamento de Estado que incluían pruebas de crímenes de guerra en Irak y Afganistán, el respaldo de Estados Unidos a regímenes que cometían la tortura, y otras maquinaciones y artimañas estadounidenses por todo el globo y hasta entonces secretas. Recientemente ella dijo que se sintió obligada a hacerlo debido a la enorme cantidad de “muerte, destrucción y caos” que presenció en Irak.

Por tal acto, a Chelsea Manning la juzgaron en un tribunal militar y la condenaron a 35 años de prisión bajo la Ley de Espionaje de Estados Unidos. (Presidente Obama conmutó su sentencia después de siete años de prisión). Durante todo esto, Manning heroicamente se negó a renunciar a sus revelaciones condenatorias de los crímenes de este imperio.

Los estudiantes de Harvard y muchos otros habrían aprendido lecciones inapreciables sobre la verdad de lo que hace Estados Unidos en todo el mundo, y lecciones sobre la moralidad de decir la verdad y tomar partido por la humanidad, sin importar el costo — una lección que es ahora especialmente necesaria.

¡Pero tan pronto como se anunció el profesorado para Manning, enseguida los altos oficiales y los portavoces de la clase gobernante empezaron a aullar!

Michael J. Morell, subdirector de la Agencia Central de Inteligencia (la CIA) bajo el mando de Obama, renunció a su profesorado en protesta, diciendo que la invitación “honra a un delincuente convicto que filtró información clasificada”, informa el New York Times.

Luego, el golpe de gracia llegó del director de la CIA bajo Trump, el fascista cristiano Mike Pompeo. Boicoteó un foro de Harvard en el que estaba programado para participar, y declaró: “Srta. Manning traicionó a su país” y le llamó “traidora estadounidense”. Y eso del mismo Pompeo que se opone a cerrar el campo de tortura estadounidense en Guantánamo, y que criticó vehementemente las decisiones que ponían fin a las cárceles secretas de la CIA en todo el mundo (los llamados “sitios negros”), las que instituían la regla que todos los interrogadores se adhirieran a las leyes contra la tortura y las que prohibían las torturas como el submarino.

Ya que las fuerzas fascistas pro-Trump ahora usan “la libertad de expresión” como un ariete para normalizar el discurso fascista en las universidades, para luego hacerlo dominante, Harvard no prohibió completamente que Chelsea Manning hablara. En vez de eso, a instancias del jefe de la CIA, trataron de deslegitimarla y distanciarla de Harvard enmarcando la cuestión para centrarse en sus antecedentes “criminales” y su falta de “servicio público”, para anular su derecho a hablar como profesora visitante. El jefe de la Facultad Kennedy, el Decano Douglas Elmendorf, anunció: “vamos a retirar la invitación a ella para servir como Profesora Visitante —y el honor percibido que implica para algunas personas—, mientras mantenemos la invitación para que ella pase un día en la Facultad Kennedy y hable en el Foro”.

Según Harvard, a torturadores como Mike Pompeo les merecen recibir la honra por su “servicio público”, mientras que a los filtradores como Chelsea Manning que han sacado a luz, o sacarían a luz, la tortura, no.

Chelsea Manning, todavía manteniéndose firme, tuiteó después de que cancelaron su profesorado:

“Esto es como se ve un estado militar / policial / de intel... el @cia determina lo que se enseñe @harvard y lo que no.”

y

 “me honra ser la 1ra mujer trans profesora visitante @harvard cuya invitación fuera cancelada... suprimen las voces marginadas bajo presión de la @cia... #WeGotThis”.

 

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