Paros de miles de estudiantes en Washington, D.C. y en todo Estados Unidos con la demanda: ¡Se debe aprobar una nueva ley para los soñadores YA!

15 de noviembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Estudiantes secundarios y universitarios en ciudades de todo el país abandonaron sus clases el 9 de noviembre, dos meses después de que Trump aniquiló el programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA). Los estudiantes exigieron que el Congreso aprobara un nuevo Dream Act antes del fin del año. El foco de las protestas fue Washington, D.C., donde más de mil estudiantes salieron de sus clases, marchando al Capitolio y tomando por asalto el Edificio Hart de Oficinas del Senado. Además de D.C., hubo huelgas en ciudades en al menos 10 estados, que incluyen: 250 estudiantes en Salem, Oregon y cientos más en Minneapolis, Minnesota; 17 organizaciones activistas de la Universidad de Nueva York se unieron al “Dream Team” (Equipo de Soñadores) del campus y marcharon a Union Square; estudiantes de 4 universidades marcharon en San Diego, California; así como acciones en Texas, Florida, Connecticut, Maryland, Oklahoma y Virginia.

DACA, una orden ejecutiva que el presidente Obama firmó en 2012, proporcionó permisos de trabajo y dos años de protección temporal contra la deportación a inmigrantes indocumentados, ahora conocidos como los “soñadores”, que habían sido llevados a Estados Unidos de niños. El programa permitió a Dreamers renovar su estado de DACA cada dos años. Hay aproximadamente 800.000 Dreamers, y se calcula que 8.000 o más de estos jóvenes ya han perdido su estado de DACA, y ahora se les puede deportar en cualquier momento.

En D.C., los Dreamers indocumentados y sus simpatizantes llegaron al Edificio de Oficinas del Senado, ¡ocupándose del patio interior y 6 niveles de balcones que lo dominaban! Primero llegaron en silencio, puños en alto. Entonces, de repente, llenaron el edificio con sus gritos: “¡Dream Act Now [ya]! ¡Dream Act Now!” y “¡Si se puede! ¡Si se puede! ”

Un grupo de estudiantes llevó una gran pancarta al centro de la plaza: “Al Congreso: Exigimos un Dream Act limpio ahora”. Al mismo tiempo, los estudiantes desplegaron pancartas de 6 metros de largo sobre los balcones que decían “Un Dream Act limpio ya”. La demanda de un Dream Act limpio significa restaurar las disposiciones de DACA sin vincular DACA con la aprobación de otras medidas para sellar la frontera, como el financiamiento del muro fronterizo, o rechazar el ingreso a los refugiados que huyen de los países centroamericanos.

Después de que Paul Ryan anunció esa mañana que los republicanos no iban a considerar la situación urgente de estos 800.000 inmigrantes antes del fin del año, la multitud inmediatamente marchó a su oficina gritando “¡sálgate para que te veamos, necesitamos un Dream Act limpio ahora!”

Un sentimiento común lo expresó una joven de Bolivia. “Estoy aquí para quedarme; no nos vamos a ningún lado, este es mi hogar. Realmente no recuerdo mucho de Bolivia; no me voy a ninguna parte”. La policía arrestó a 15 manifestantes, alegando que los estudiantes rechazaron su orden de parar de corear.

El GW Hatchet, un periódico estudiantil independiente de la Universidad George Washington en D.C. (GW), informó que al menos ocho organizaciones estudiantiles progresistas de la GW se reunieron y organizaron a unos 100 estudiantes para participar en las acciones de abandonar sus clases y protestar. Un estudiante le dijo al GW Hatchet que acababa de decir a sus compañeros que era un estudiante indocumentado. “Hay jóvenes indocumentados en la GW. Eso es lo más importante para mí. Esto no es solo un asunto de hispanos. Es un problema de inmigrantes”. Otro estudiante dijo: “Resistirse activamente y sacarlo a la luz es cómo crear el cambio real. Estoy orgulloso de las personas que se dedicaron a la desobediencia civil hoy”. Cuando los estudiantes salieron del Edificio de Oficinas del Senado coreaban: “¡Indocumentados, sin miedo!”.

Este régimen ha desencadenado una guerra fascista sin precedentes contra los inmigrantes, que se intensifica cada día. Sessions y Kelly, dos de los hombres fuertes del régimen fascista de Trump y Pence, se oponen a la continuación de DACA en cualquier forma.

Estos Dreamers jóvenes y cientos de otras personas están librando un movimiento extremadamente importante, no sin riesgo, para impedir el fin de DACA y para defender a todos los inmigrantes. Sus acciones y su demanda de un Dream Act limpio deben contar con el apoyo de personas en todas partes, así como su ejemplo de negarse a esperar o confiar en que los demócratas acudan a su ayuda. Cuando Schumer y Puercalosi, altos dirigentes del Partido Demócrata, anunciaron su trato con Trump para respaldar un proyecto de ley para restaurar alguna forma de DACA a condición de que se asignen miles de millones de dólares para “asegurar la frontera”, los Dreamers se enfrentaron a Puercalosi en público diciéndole, “Nos negamos ser utilizados como moneda de cambio”.

Solo el movimiento para poner fin a esta pesadilla y salir a las calles hasta que este régimen fascista sea expulsado del poder pondrá fin al terror que se ha desatado contra millones y millones de personas en Estados Unidos, criminalizadas solo por ser obligados a venir a este país por los crímenes del imperialismo yanqui.

 

 

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