¿Qué y quién es el pozo de mierda más grande y más feo del mundo?

13 de enero de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

En una reunión con líderes del Congreso sobre la “reforma” migratoria y otros temas, Donald Trump soltó: “¿Por qué viene aquí toda esa gente de países pozos de mierda?”. Aludió a los países africanos y a Haití y El Salvador. En vez de eso, sugirió que Estados Unidos trajera más personas de países como Noruega (que tiene una inmensa mayoría de blancos).

Dos Obscenidades y un reto para USTED: 

1. Donald “Caca de Vaca” Trump, la encarnación de la riqueza obscena en Estados Unidos, tilda de una obscenidad a todo un continente y su gente — al cual el capitalismo ha saqueado y violado durante 600 años. Y con el mismo tono habla de los haitianos y a los salvadoreños.

Él gobierna a un país que es literalmente empapado de la sangre y construido sobre los huesos de africanos esclavizados, y del saqueo y la violación de pueblos por todo el mundo.

CONTINÚA la expoliación imperialista de África

Desde las plantaciones y minas de África, extraídos por medio de la violencia y tortura más sádicas y depravadas, provienen el oro, los alimentos, los seres humanos esclavizados, por encima de los cuales se construyó la inmensa riqueza y poderío militar de Estados Unidos. En particular en el “USA”, de frontera a frontera y de costa y costa, la industria financiera, el transporte, la manufactura y el estilo de vida relativamente acomodada de millones de estadounidenses se fundamentaron en la máquina de azotes que forzó a los esclavos en el Sur a romperse el lomo, explotándolos a niveles inhumanos y privándoles a las mujeres hasta del derecho de resistir la violación por el amo.

No se trata de la historia antigua; su sombra sigue poniendo su sello en toda la realidad actual. El estatus de los descendientes de los esclavos africanos en Estados Unidos se ha evolucionado, pero persisten la subyugación y degradación de los negros en Estados Unidos y avanzan por un rumbo genocida ominoso. Sujetan a millones de personas a la encarcelación en masa y la brutalidad policial, y les privan de acceso a comida adecuada, atención médica y vivienda digna.

En África hoy, las heridas de la esclavitud en las economías, la política y la cultura siguen abiertas y en carne viva. El “Occidente” sigue saqueando a África por los elementos que hacen funcionar a tu teléfono inteligente, y que permiten que Donald Trump tenga el dedo en el disparador nuclear “más grande” en el mundo.

Genocidio, esclavitud y explotación de las Américas

Otra piedra angular del ascenso del capitalismo europeo/occidental fue la esclavización del pueblo indígena de Haití por Cristóbal Colón en 1492, que resultó en el genocidio casi completo de los habitantes originarios. De ahí, las potencias coloniales importaron a esclavos, cuyos amos franceses obligaron a trabajar hasta caerse muertos. La Revolución Haitiana de 1791-1804 expulsó a los franceses — por la cual los jefes del “mundo libre” nunca han perdonado al pueblo haitiano. Hoy día la inmensa mayoría de la población vive explotada en maquiladoras o en el turismo, o muere de enfermedades totalmente prevenibles. 

Durante generaciones, el pueblo de El Salvador trabajaba como esclavos en plantaciones y maquiladoras para corporaciones estadounidenses mientras el imperio yanqui patrocinó y apuntaló a crueles tiranos para que subyugaran a la gente. Cuando en los años 1980, la gente en Centroamérica se alzó para derrocar a uno de esos regímenes, Estados Unidos lo consideró no solamente una amenaza para las ganancias de las corporaciones estadounidenses sino un desafío a la hegemonía estadounidense en Centroamérica —que reclaman con arrogancia como su “patio trasero”— de parte de potencias rivales. Estados Unidos respaldó a regímenes de asesinos y torturadores en El Salvador, Nicaragua y Guatemala para aplastar esos levantamientos. 

A pesar de todo lo que han sufrido las personas de los lugares que Trump llama “pozos de mierda”, han creado obras de arte, literatura y adelantos inspiradores en la ciencia y la cultura de calibre mundial; estos países pierden muchos de estos adelantos mediante la “fuga de cerebros” y otras fuerzas generadas por la enorme desigualdad global en este mundo de pueblos y naciones opresores y oprimidos. 

El mito obsceno pero ubicuo de que Estados Unidos sea el país con la mayor grandeza en el mundo

El mito de que el poder y la prosperidad de Estados Unidos y el “Occidente”, incluidos los blancos (“Noruega”) se deban al trabajo duro, la honestidad y la creatividad de estadounidenses (¿¡cómo Donald Trump!?) es igual de absurdo y obsceno como lo es ubicuo.

¿¡El país con la mayor grandeza en el mundo!? Como ya hemos mostrado, la riqueza y el poder de Estados Unidos se fundamentaron, en gran parte, sobre la sangre de gente de otros países.

Lo que se deriva de este horror, lo justifica y le sirve y lo fortalece es la supremacía blanca: la mentira de que los blancos sean, de alguna manera, más trabajadores y más inteligentes que otras personas y que por lo tanto son más merecedores de un lugar especial en la sociedad. El desvarío conscientemente racista de Trump va de la mano con su incitación incesante a “su base” como una base para la plena implementación del fascismo, la dictadura capitalista abierta, sin disfraz, sin siquiera una fachada de derechos civiles ni el estado de derecho, con una limpieza étnica violenta y extrema.

En realidad, el Estados Unidos de Trump es el pozo de mierda más grande y más feo del mundo.

La exploración más concisa, convincente, contundente y basada en la evidencia de cómo todo esto llevó al ascenso al poder del Régimen Fascista de Trump y Pence, y por qué es necesario y es posible expulsarlo en pro de los intereses de la humanidad, se encuentra en ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. Un mundo mejor ES posible. Un discurso de Bob Avakian (en inglés). El mundo necesita ver esta película. Véala. Compártala. Y escriba a revolution.reports@yahoo.com con sus reflexiones y experiencias con ella.

2. Ahora Dick Durbin (un senador demócrata de Illinois), que supuestamente es un paladín de los derechos de los inmigrantes que asistió a la reunión para negociar con Trump está diciendo que Trump usó un lenguaje “vil y racista”. ¿Pues por qué CARAJOS él y las demás personas en el salón no se pararon y se salieron inmediatamente y denunciaron públicamente este veneno ultrajante?

Si se aplicara el suero de la verdad a Dick Durbin, él quizá diga que las palabras de Trump lo consternaron, pero que estaba en una reunión con él y no quiso ni pudo abandonarla porque “nuestro sistema no funciona así”. Y por lo menos bajo el suero de la verdad, él estaría diciendo la verdad.

3. Por lo que… ¿y qué de USTED? Si usted se haya dejado engañar por estas jodideces o se haya convencido a soportar estas jodideces una vez, o dos veces, o cien veces, no tiene que volver a hacerlo; reconózcalo: confiarse de los demócratas es una estrategia totalmente ruin para detener a Trump.

¿Qué espera? ¿¡Las elecciones de 2018 (con el mandato de ni siquiera mencionar un juicio de destitución para que los demócratas puedan ganar a algunos estados indecisos)!? Escuche lo que los dirigentes del partido Demócrata le están diciendo. Fíjese en lo que están haciendo — buscando “puntos en común” con un supremacista blanco rábido. Están acomodándose con este régimen fascista, trabajando dentro de él y legitimándolo, al mismo tiempo que están peleando y resolviendo sobre sus discrepancias dentro de esos parámetros. 

¿En qué momento la gente sí se tome las calles y diga, ¡BASTA YA!, ¡No más!, ¡LÁRGUENSE, carajo!? ¿Y cómo se justifica esperar durante más años, con el maldito Gran Dragón del Imperio Imperial en el trono oval?

Ahora mismo, Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) está organizando a la gente para precisamente para hacer eso. ¡Conéctese con ellos! ¡Súmese a ellos! 

 

 

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