Luego vinieron por los jóvenes de DACA

11 de enero de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Una gran injusticia se está gestando. El 5 de marzo, cerca de 800.000 jóvenes inmigrantes indocumentados, conocidos como los “Dreamers” o Soñadores, podrían perder su estado de protección y encontrarse ante el peligro de ser expulsados del lugar donde crecieron, separados de sus familias y amigos, obligados a terminar su educación, y enviado a países que apenas conocen, o que no conocen en absoluto.

Los Soñadores son inmigrantes llevados a Estados Unidos sin documentos cuando eran niños, y habían recibido protección temporal de ser deportados en virtud de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), un programa iniciado por Obama en 2012. Pero el 5 de septiembre, el régimen de Trump y Pence eliminó DACA. Desde entonces, 14.000 Dreamers ya corren el riesgo de ser deportados —otros 120 cada día— porque no podían renovar sus permisos de trabajo de dos años otorgados bajo DACA. Trump ha ordenado que el Congreso reemplazara DACA para el 5 de marzo. Esa fecha se acerca rápidamente.

Estos Soñadores jóvenes y sus partidarios comenzaron a tomarse las calles tan pronto como se rumoreó que Trump estaba a punto de anunciarlo. Desde ese momento, se han organizado y protestado audaz y valientemente a pesar de su estatus de indocumentados. Miles de personas se han arriesgado el arresto y la deportación, y a muchos les han arrestado por bloquear calles, hacerse cargo de los pasillos del Congreso en Washington, D.C. y realizar sentadas en las oficinas del Congreso. Justo antes de la Navidad, arrestaron a siete desafiantes Soñadores y otro activista por participar en la desobediencia civil frente a la oficina del líder demócrata Chuck Schumer y la de un congresista republicano. Se les liberaron de la cárcel después de una valiente huelga de hambre de seis días.

Los Soñadores y sus partidarios han asumido la posición de principios de exigir que el Congreso apruebe una Dream Act limpia: una ley que les otorgaría el estatus legal y un camino a la ciudadanía, sin ser utilizada como “moneda de cambio” a expensas de otros inmigrantes.

Trump y los republi-fascistas en el Congreso se niegan a aprobar ninguna continuación de DACA excepto como parte de un proyecto de ley que incluya $ 18 mil millones para un muro fronterizo de 3000 kilómetros y miles de millones de dólares más para una mayor “seguridad fronteriza”; hacer que las condiciones de los solicitantes de asilo y los menores no acompañados sean aún más tortuosas; cancelar la “lotería de visas”; y terminar el procedimiento por el que inmigrantes documentados y ciudadanos naturalizados pueden patrocinar a sus familiares, lo que los racistas llaman “migración en cadena”.

Los Soñadores exigen que los demócratas no acepten más ataques contra inmigrantes y que no lo “justifiquen” en nombre de llegar a un acuerdo con Trump para algún tipo de continuación de DACA. Justo después de que Trump terminó DACA, celebró una reunión ampliamente publicitada con los principales demócratas, Pelosi y Schumer, y anunció después que estaban trabajando en tal acuerdo. Y hay un grupo bipartidista de senadores trabajando a puerta cerrada para forjar algún tipo de acuerdo. En vista de esto, el movimiento por el Dream Act limpio ha dejado en claro que están luchando para que todos los inmigrantes indocumentados puedan quedarse.

Matar a DACA fue un crimen cruel contra estos Soñadores jóvenes y sus familias. Pero también sirvió de mensaje para los inmigrantes indocumentados en todas partes, y en última instancia para todos los inmigrantes, de que no son bienvenidos y no pertenecen al Estados Unidos fascista de Trump y Pence. Al hacer esto, los fascistas Trump y Pence fortalecen la supremacía blanca abierta que es una piedra angular de su régimen que, junto con el dominio patriarcal sobre la mujer y la beligerancia de “Estados Unidos Ante Todo”, forman la tríada sobre la que el fascismo en Estados Unidos está motivando a su base de apoyo y consolidando su dominio. No se puede permitir que esto siga. La lucha para impedir que el régimen fascista de Trump y Pence termine con DACA y cumpla con todo su programa antiinmigrante está, y debe estar, relacionado con la lucha para expulsar del poder a este régimen.

La fecha límite para que se promulgue una nueva ley de DACA cae en menos de dos meses. Urge a partir de ahora, que las personas de todas partes vean que esta es nuestra lucha y que se activen en apoyo al lado de estos valientes jóvenes combatientes. En las escuelas secundarias y universidades, entre estudiantes y profesores; entre personas de fe; entre abogados, doctores y otros profesionales; entre artistas y más: movilicen a sus organizaciones y redes para que se nieguen a “esperar a ver qué hagan los demócratas” y que tomen acción. VOTE EN LAS CALLES CON LOS PIES.

 

 

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