Trump tacha de “pozos de mierda” a países de negros, latinos y otra gente de color

¡Saquen del poder a estos fascistas “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser blanco”!

17 de enero de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 11 de enero, Donald Trump —cuyo acrónimo “POTUS” (siglas en inglés de “Presidente de Estados Unidos”) sería más adecuado como “POPÓ” (Pedazo de Mierda de Estados Unidos)— sacó ahora sí del armario la capucha metafórica del Ku Klux Klan, en un salón lleno de congresistas y personal, y reclamó por qué Estados Unidos debe aceptar a inmigrantes de “países pozos de mierda” como Haití, El Salvador, y el continente entero de África. POPÓ dijo que Estados Unidos necesita a inmigrantes provenientes de países como Noruega, del cual la inmensa mayoría de su población es blanca. Respecto a los cientos de miles de haitianos en Estados Unidos, Trump dijo, “¡Sáquenlos!”.

Todo eso no se trataba de ningún “error”. No, esto es el “nuevo normal”, y quieren que estadounidenses lo acepten — y a propósito, usted LO ESTÁ ACEPTANDO si no se está armándolo en grande en su contra.

Según el senador Demócrata Dick Durbin, POPÓ usó ese lenguaje repetidamente como parte de plantear su posición sobre los inmigrantes y la inmigración. Una portavoz de la Casa Blanca se jactó de que estos comentarios demuestran que POPÓ “siempre luchará por el pueblo estadounidense”, y fuentes anónimas en la Casa Blanca dijeron que los comentarios “resonarían” con su base. Además, si bien algunos lo han criticado por su “vulgaridad”, el partido Republicano casi por completo cerró filas en apoyo del contenido de lo que dijo POPÓ.

Por lo que seamos bien claros sobre lo que acaba de ocurrir. Primero, no es ninguna broma ni exageración, “Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza” significa “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser blanco”. En el sentido literal.

Esto es la mierda nazi — divide la humanidad en categorías raciales y dice que algunas de ellas no son humanas. Y punto. Bajo esta “lógica”, los fascistas ni siquiera se detendrán al correr a los inmigrantes provenientes de esos “países pozos de mierda”, sino que también atacarán a sus descendientes nacidos en Estados Unidos.

El régimen de Trump y Pence ya están implementando políticas que avanzan a pasos gigantescos por ese camino. Está corriendo a 260.000 salvadoreños, y 60.000 haitianos en Estados Unidos bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés, que se les otorgó debido a condiciones catastróficas en sus países). Para muchas de estas personas, regresar a esos países devastados durante décadas por lo que Estados Unidos les ha hecho, es una condena de muerte. También el régimen amenaza con terminar la protección para 800.000 “Soñadores”, mayormente latinos, en el programa DACA (los que vinieron a Estados Unidos con sus padres indocumentados, y crecieron y se arraigaron en Estados Unidos). El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por las siglas en inglés) está aumentado las deportaciones y construyendo “centros de detención” lo más pronto que pueda. POPÓ perdonó al alguacil Joe Arpaio, que se metió en líos con las cortes porque etiquetaba, hostigaba, golpeaba y detenía a todas las personas de descendencia mexicana-americana, incluidas las nacidas en Estados Unidos. Y POPÓ ya está tratando a Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos como si no fueran parte de Estados Unidos, a costa del enorme sufrimiento.

Además, esto manda un mensaje a la turba racista que es la base dura de este régimen. Normaliza la deshumanización de gente negra, latina, indígena y otros de color, pintando a sus familias y comunidades —a ojos de los seguidores del régimen— de una “plaga” que “está destruyendo a Estados Unidos”.

Esto es el modo de pensar que lleva a pogromos, a linchamientos, a masacres, a holocaustos.

Si usted dice, “No podría ocurrir en Estados Unidos”, cuando ESTÁ OCURRIENDO en Estados Unidos, carajo, pues objetivamente, sin importar sus deseos o intenciones, usted es cómplice con ello. Y no va a ser más fácil oponérsele más adelante si queda esperando sin hacer nada.

¡Y hablando de los Demócratas! ¡¿¡¿Qué carajos?!?!

Dick Durbin es un senador demócrata prominente, supuestamente liberal y con principios. Y sí, después de la reunión, denunció públicamente el racismo de Trump.

Pero la verdadera pregunta es, ¿por qué estaba en el salón en primer lugar con POPÓ y aquellos otros fanáticos anti inmigrantes, para escuchar estos desvaríos repugnantes? ¿Y por qué no se paró y se largó, carajo, la primera vez que POPÓ dijo estas jodideces?

Porque estaba tratando de “hacer un trato” sobre la inmigración. Durbin ofrecía “hacer un intercambio”: fondos para el Muro de los fascistas contra México y “discusión” sobre acabar con la supuesta “inmigración en cadena”1 en cambio de un socorro temporal para los Soñadores. (Y a propósito, los propios Soñadores han dejado claro que NO quieren ser la carnada para semejante trato, que no van a vender a sus familias, sus parientes, sus principios, en cambio de un aplazamiento de su deportación). Esto equivaldría a un “trato” para facilitar y allanar el camino hacia la limpieza étnica. Una vez que hayan dejado atrás lo difícil del comienzo, sin duda los fascistas deportarían a los Soñadores de igual manera.

Durbin, junto con Schumer, Pelosi, Sanders, Warren y todas las figuras demócratas importantes, son colaboradores con este régimen2, y lo comprobaron con su respuesta a este momento crucial. Confrontados con la realidad innegable de que un régimen supremacista blanco detenta el poder, redoblaron su “disposición de buscar puntos en común”, su posición de descartar la opción de un juicio de destitución, y su determinación de canalizar todo el coraje, indignación y temor de la mayoría de la población hacia “votar por los demócratas” en 2018, 2020, 2022… ad infinitum, ad náuseum.

Los demócratas son la “válvula de escape” para el odio generalizado contra este régimen que hierve bajo la superficie, desviando a la gente de las protestas de masas en las calles del tipo que son urgentemente necesarias y posibles para EXPULSAR A ESTE RÉGIMEN, y canalizándola al camino sin salida de las elecciones. En cambio, quizás uno que otro hijo inmigrante recibiría una palmadita en la cabeza mientras sus padres sean deportados a fuerza… ¡hasta que ellos mismos sean deportados!

Por lo que… ¿y qué de USTED? Si usted se ha dejado engañar por estas jodideces o se ha convencido a soportar estas jodideces una vez, o dos veces, o cien veces, no tiene que volver a hacerlo. Ya es hora de despertarse: hay algo profundamente mal en no hacer frente a la realidad que está ante nuestras narices — la realidad de que confiarse de los demócratas es una estrategia totalmente ruin para detener a Trump y a estos horrores venideros. Este sistema no se va a corregir por si mismo, sin que la gente común y corriente salga de los “canales normales”.

Las cosas han llegado al punto en que TODA persona de conciencia TIENE QUE lanzarse a las calles y decir ¡BASTA YA!, ¡No más!, ¡Este régimen tiene que LARGARSE, carajo!

Ahora mismo, Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) está organizando a la gente precisamente para hacer eso. ¡Conéctese con ellos! ¡Súmese a ellos!


1. “Inmigración en cadena” es el término insultante que usan los fascistas para describir el proceso en que ciudadanos estadounidenses nacidos en el extranjero pueden auspiciar —¡cuán horror!— a sus padres, abuelos e hijos para que también inmigren. [regresa]

2. Varios oficiales demócratas de color si han denunciado contundentemente a Trump por racista, pero son figuras sin poder ni influencia sobre el partido demócrata a nivel nacional. [regresa]

 

 

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